No obstante, la ex primera dama se adelantó a esta situación y reconoció previamente que había comenzado un consumo problemático de alcohol producto de una depresión que atravesó años atrás y que se agudizó por las situaciones de violencia que vivía con el exmandatario. “Cada vez que se reunía con las amigas, terminaba tomando demasiado”, afirmó la testigo A.
Además, señaló que Yañez guardaba las bebidas “bajo llave” en la casa de huéspedes, donde la ex primera dama confirmó semanas atrás que vivió durante los últimos años de la gestión de Fernández. “El peluquero le llevaba alcohol a pedido”, indicó.
La declaración de la exempleada de Fernández indicó que la relación de él con Yañez era buena: “Yo siempre vi un trato cariñoso, siempre le hablaba con cariño, con amor, nunca noté nada que me llamara la atención de él. Siempre la cuidaba, él era muy atento y a pesar de verla en las condiciones en las que la encontraba, se preocupaba”, remarcó.
La denominada “testigo A” es la primera jugada de Fernández para intentar desmentir a Yañez. Según pudo saber TN, la exempleada doméstica podría ser citada en las próximas dos semanas. La abogada de Fernández presentó el acta firmada por un escribano y aportó los datos personales de ella para que la Fiscalía pueda llamarla a declarar.