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Salud

El incómodo problema ginecológico que disparó el estrés y cómo detectarlo

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La candidiasis afecta al 75% de las mujeres al menos en algún momento de su vida.

Sus diferencias con la vaginosis bacteriana, otra infección muy común.

Solo en Estados Unidos genera pérdidas anuales por casi 1,4 millones de dólares, es más frecuente en quienes tienen altos niveles de estrés, propicia la depresión y complica fatalmente las relaciones sexuales. ¿Qué es? La candidiasis vaginal, infección que con la vaginosis bacteriana conforma una dupla ginecológica insoportable de la que casi no se habla. Ni siquiera, del todo, entre las mujeres. Y ni siquiera cuando las ventas de antimicóticos ginecológicos crecieron 66% entre 2019 y 2023, según datos del Observatorio de Salud, Medicamentos y Sociedad de la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA).

Esta nota pretende clarificar el ABC de dos patologías que no son de transmisión sexual y que para las mujeres resultan un suplicio. Ambas parten de un simple desequilibrio en la flora de la vagina, donde deberían convivir pacíficamente hongos, bacterias y virus.

Sin embargo, por distintas razones (desde factores hormonales como el embarazo u otros hasta temas de alimentación, estilo de vida o, en gran medida, estrés), unos microorganismos, de repente, crecen por encima de los otros y se desencadena una pequeña batalla. Si la guerra se desmadra, puede derivar en una infección sintomática.

Por lo pronto, al desconocimiento se suma la incomodidad que provoca hablar de estos temas, incluso entre las mujeres. De ahí al autodiagnóstico, hay un paso. Y, dando otro más, llegamos a la automedicación.

Autodiagnóstico y autotests para candidiasis

Apuntando al debate sobre si la automedicación se justifica en estos casos o no, Facundo Gómez Cherey, docente de la UBA y médico del Servicio de Ginecología del Hospital de Clínicas “José de San Martín” en la sección Patología Vulvovaginal, compartió un paper de investigadores estadounidenses publicado hace ya un par de décadas, que resume un fenómeno seguramente vigente: los errores en el autodiagnóstico de las mujeres que creen tener candidiasis.

Aunque la automedicación es usual, conviene consultar al médico ante síntomas de candidiasis o vaginosis bacteriana. Foto Shutterstock.Aunque la automedicación es usual, conviene consultar al médico ante síntomas de candidiasis o vaginosis bacteriana. Foto Shutterstock.

De casi 100 que asumieron tener esa patología, el estudio reveló que solo el 33,7% tenía una infección por el hongo candida; casi 19% tenía vaginosis bacteriana (o sea, no un hongo sino una bacteria); más del 21%, vaginitis mixta; 13,7% estaba “normal”, y 10,5% tenía otros diagnósticos.

La conclusión del trabajo es que “muchas mujeres que se autodiagnostican y utilizan un producto de venta libre para el tratamiento de una presunta candidiasis vulvovaginal, no la tienen”.

Los autores remarcan que “el fácil acceso a estos productos se asocia con gastos financieros desperdiciados, expectativas incumplidas y un retraso en el diagnóstico correcto para un número sustancial de mujeres”.

De la misma manera, mujeres que creen tener -pero no tienen- vaginitis y piden en la farmacia óvulos antibacterianos (en lugar del clásico antimicótico para candida), además de no resolver su problema, engrosan el enorme problema mundial de la resistencia a antimicrobianos, un fenómeno de preocupación internacional, según el cual el consumo desmedido de antibióticos de amplio espectro (que barren no algunos “bichos” sino todos los que tiene la flora del individuo) genera que los microorganismos se acostumbren a las drogas y se vuelven más resistentes.

En la consulta ginecológica, muchos médicos usan pruebas diagnósticas rápidas de ADN para determinar candidiasis o vaginosis. Foto ShutterstockEn la consulta ginecológica, muchos médicos usan pruebas diagnósticas rápidas de ADN para determinar candidiasis o vaginosis. Foto Shutterstock

Dicho todo esto, en algunos países (como España o Chile) se comercializan autotests que miden el ph vaginal. Vale aclarar que el ph es una medida indicativa del nivel de alcalinidad o acidez en cierta sustancia. Si bien el resultado de estas pruebas diagnósticas no es concluyente, los tests hogareños se autopromueven como “guías” útiles conocer si hay una infección y cuál.

En Argentina no se venden. ¿Servirían en alguna medida?

Candidiasis: cómo reconocer los síntomas

Laura Fleider, jefa de Patología Cervical en el Hospital de Clínicas y docente de la UBA, y Lucía Domingo, ginecóloga de planta del Hospital Santojanni (que también atiende en el Instituto de Diagnóstico y Tratamiento, y en el sanatorio Finochietto), coincidieron en que estamos frente a un círculo poco virtuoso y de difícil solución respecto de cómo debería ser el abordaje de estas situaciones.

Un ejemplo de los autotest para detección de candidiasis que se venden fuera de Argentina. Un ejemplo de los autotest para detección de candidiasis que se venden fuera de Argentina.

Los autotests, dijeron ellas -y coincidió Gómez Cherey-, no son una buena estrategia porque el resultado no es concluyente. Su alcance, remarcaron, es muy limitado, en parte porque no solo hay dos patologías (por más que sean las más prevalentes) y además se perdería el ojo sobre los cuadros de cronicidad.

Para Domingo, en cambio, sería indispensable que “todos los centros de salud tuvieran demanda espontánea de ginecología”, precisamente para atajar situaciones que “no son de tanta gravedad, pero en las que la mujer tampoco puede esperar mucho”.

Tiene sentido, tomando en cuenta que el diagnóstico médico no siempre se limita a lo meramente observacional (lo que tampoco es menor). Domingo y Gómez Cherey hablaron de unos tests rápidos que ellos mismos usan en el consultorio, que no están diseñados para autotoma.

Los test para "candidiasis" y "vaginosis bacteriana". Los test para “candidiasis” y “vaginosis bacteriana”.

A esa estrategia Fleider sumó la importancia de mejorar la educación sobre estos temas, de modo que el autodiagnóstico, cuando se hace, sea lo más acertado posible: “Es fundamental que las mujeres aprendan a entender sus síntomas y a leer el flujo vaginal. Siempre es mejor consultar al médico, pero tiene sentido que la mujer aprenda sus síntomas”.

Los tres especialistas acordaron en que los cuadros de reincidencia ameritan acompañamiento clínico, en especial porque algunos tipos de candida son resistentes a los antifungicidas. Por cierto, informó Domingo, “ciertas condiciones como diabetes o inmunosupresión pueden aumentar las chances de reincidencia”.

Veamos los síntomas de la candidiasis. Fleider explicó que el flujo suele ser tipo “leche cortada o ricota” y que “hay mucha irritación vulvovaginal, pero no debería haber olor”.

En cambio, suele haber prurito, remarcó Gómez Cherey, y sumó un dato central, que es el efecto perjudicial de sumar humedad en la forma de tratamiento. Así, recomendó “evitar los asientos de Malva, que pueden generar dermatitis de contacto” y, frente a la picazón, “evitar sobrehigienizarse, ya que la humedad empeora todo el cuadro”.

Candidiasis y estrés, un matrimonio en puerta

Los tres ginecólogos hablaron del influyente factor del estrés, ya que el cortisol (la famosa “hormona del estrés”) puede desequilibrar la microbiota vaginal y beneficiar la proliferación de hongos.

Es un contexto difícil, en ese sentido. Para Fleider, “cada vez se ven más casos de candidiasis” y, encima, remarcó Domingo, “hay mucha candidiasis resistente, en parte asociada a la resistencia a antimicrobianos y a la disbiosis (N. de la. R: el desbalance de la microbiota), asociada a los malos hábitos alimentarios”.

La "candidiasis" y "vaginosis bacteriana". Foto ShutterstockLa “candidiasis” y “vaginosis bacteriana”. Foto Shutterstock

En este punto, vale la pena recordar los datos de la COFA enunciados arriba: entre 2019 y 2023, le venta de óvulos antibióticos para vaginosis bacteriana y una infección parasitaria menos común llamada trichomona vaginalis, cayeron 13%, mientras que los antimicóticos (para candida, en sus múltiples versiones) subieron 66%.

La vaginosis bacteriana y sus síntomas

Domingo aclaró que “el estrés es causa de candidiasis, pero no de vaginosis”, patología que, dicho sea de paso, “no pica, no irrita la vulva y en cambio sí trae un olor específico”.

“Muchas mujeres tienen este cuadro después de menstruar o de tener relaciones sexuales, como una alcalinización transitoria del ph vaginal que hace que se alteren las bacterias en la vagina”, agregó.

Los tres médicos destacaron que si el flujo no es blanquecino, los síntomas apuntan a una vaginosis y la flora no se reacomoda sola a lo largo de un par de días, conviene consultar al médico, ya que podría estar oculta una infección parasitaria (trichomona) que, como la vaginosis, se trata con antibióticos, pero con otra dosificación.

¿Por qué bajó la venta de esos óvulos? Gómez Cherey no llegó a una conclusión definitiva, pero marcó dos cuestiones para tener en cuenta: que tanto la mala alimentación como el consumo de tabaco tienen un rol importante en el desarrollo de vaginosis bacteriana.

Son datos que conviene aprender y compartir. Porque, como explicó Gómez Cherey, guste o no, “el 75% de las mujeres tendrá al menos un episodio de candidiasis a lo largo de su vida”.

Salud

Cómo influye la cocción del huevo en su valor nutricional

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Optar por técnicas suaves y evitar aceites facilita la digestión, promueve el adecuado uso de micronutrientes y contribuye a una alimentación enfocada en el bienestar general

La capacidad del huevo para adaptarse a distintas formas de preparación lo convirtió en uno de los pilares de la alimentación mundial. No obstante, el modo en que se cocina puede modificar de manera significativa el aporte de proteínasvitaminas y minerales. Desde la seguridad alimentaria hasta el impacto en la biodisponibilidad de nutrientes esenciales, el proceso de cocción va mucho más allá del simple cambio de textura y sabor.

Cuál es la forma más saludable de comer huevo

Expertos recomiendan consumir uno oExpertos recomiendan consumir uno o dos huevos al día dentro de una dieta equilibrada para adultos sanos (Imagen Ilustrativa Infobae)

No obstante, exponer el huevo a temperaturas excesivas puede reducir la presencia de antioxidantes como la luteína y la zeaxantina, dos compuestos esenciales para la salud ocular y especialmente sensibles al calor. Por ello, los métodos como hervir los huevos o cocinarlos al vapor son los más recomendados por los especialistas.

Estas técnicas no solo preservan la mayoría de los nutrientes, sino que también disminuyen el riesgo de infecciones alimentarias, ya que eliminan la posible presencia de patógenos en el alimento. Además, evitan la incorporación de aceites o grasas adicionales, haciéndolos aptos para personas que buscan una dieta baja en grasas o controlar su consumo calórico.

El consumo regular de huevo se asocia con la mejora del perfil lipídico y el aumento del colesterol bueno (Imagen Ilustrativa Infobae)

Como recalca el estudio citado, la clara contiene el 60% de la proteína total del huevo, mientras que la yema aporta la mayoría de las vitaminas y minerales, así como la colina, fundamental para el desarrollo cerebral, especialmente en mujeres embarazadas y niños en crecimiento. Por estas razones, la elección de un método de cocción adecuado resulta determinante para aprovechar las virtudes nutricionales del huevo.

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Cómo afecta la forma de cocinar el huevo en su valor nutricional

El impacto del tipo de cocción va mucho más allá del simple contenido calórico. Freír los huevos, según un análisis en Science Direct, puede llevar a que absorban entre el 64% y el 88% del aceite o manteca utilizada, multiplicando fácilmente la cantidad de grasa presente en la ingesta final.

Aunque los ácidos grasos originales del huevo permanecen estables, la fritura expone el alimento a compuestos oxidativos y, si el aceite es reutilizado o calentado durante largos periodos, pueden generarse sustancias potencialmente nocivas para el organismo.

Freír el huevo incrementa laFreír el huevo incrementa la absorción de grasas y puede generar compuestos nocivos si se reutiliza el aceite (Imagen Ilustrativa Infobae)

Por el contrario, hervir o cocinar al vapor contribuye a conservar los micronutrientes esenciales, como proteínas, colina, vitamina D y folato, fundamentales para diversas funciones fisiológicas, desde la regulación del metabolismo hasta el mantenimiento de los huesos. Además, estos métodos evitan que se añadan calorías indeseadas y ayudan a promover la saciedad, característica ampliamente valorada en regímenes de control de peso.

Para quienes deben disminuir la ingesta de colesterol, se recomienda optar por la clara, que contiene una menor concentración de esta sustancia, mientras aporta una parte importante de las proteínas totales del huevo. Conforme destacan entidades como Mayo Clinic, es clave evitar añadir ingredientes ricos en grasas como manteca, panceta o queso, para no aumentar el perfil calórico del plato. De esta manera, es posible disfrutar de todo el potencial nutricional del huevo con un mínimo de riesgo para la salud cardiovascular.

El huevo cocido ofrece unaEl huevo cocido ofrece una digestibilidad del 90,9%, frente al 51,3% del huevo crudo, según estudios científicos (Imagen Ilustrativa Infobae)

Cuántos huevos se pueden comer por día

Durante años el consumo de huevo estuvo inmerso en la polémica, principalmente por su presunta relación directa con el aumento del colesterol en sangre. Sin embargo, investigaciones recientes han desmentido este mito. Según la Comisión Internacional del Huevo (IEC) y estudios de la Universidad de Castilla, el huevo, sobre todo la yema, contiene colesterol dietético, pero su impacto en el colesterol sanguíneo resulta ser mucho menor de lo que tradicionalmente se pensaba.

Además, existe evidencia científica que asocia un consumo regular de huevos con la mejora del perfil lipídico, en particular con el aumento de la lipoproteína Apolipoproteína A1, conocida como “colesterol bueno”, lo que contribuye a la protección frente a enfermedades cardiovasculares.

La clara del huevo aportaLa clara del huevo aporta el 60% de la proteína total, mientras que la yema concentra vitaminas, minerales y colina (Imagen ilustrativa Infobae)

Para la mayoría de las personas sanas, la ingestión de un huevo diario se considera segura y beneficiosa, pues aporta alrededor de seis gramos de proteína de alta calidad, todos los aminoácidos esenciales y nutrientes clave para la salud muscular y metabólica.

Asimismo, expertos de la Universidad de Castilla sostienen que consumir uno o hasta dos huevos al día dentro de una dieta equilibrada no implica riesgos significativos en adultos sin contraindicaciones médicas específicas. Se recomienda adaptar la cantidad conforme a las particularidades individuales, como el estado de salud, la actividad física y el consumo total de grasas saturadas y calorías en la dieta diaria.

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Salud

Tos convulsa en Argentina: confirmaron la muerte de siete niños y remarcaron la importancia de la vacunación

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El último Boletín Epidemiológico del Ministerio de Salud detalló las cifras y la situación a nivel nacional de los casos de coqueluche. Cuáles son las regiones más comprometidas

El incremento de casos de coqueluche, también conocida como tos convulsa, preocupa a las autoridades sanitarias: hay notificaciones en 20 jurisdicciones y una marcada concentración en las regiones Centro y Sur, especialmente en la Provincia de Buenos Aires y en relación con el brote de Tierra del Fuego, según datos del Ministerio de Salud.

Entre las semanas uno y 47 de 2025 -mediados de noviembre-, se reportaron 5.110 casos sospechosos, de los cuales 688 fueron confirmados, lo que representa una incidencia acumulada de 1,45 casos por cada 100.000 habitantes. Este aumento supera las cifras registradas en el mismo período desde 2020 y se sitúa por encima de los registros de 2023, año en el que la provincia de Salta notificó el mayor número de casos.

“Existen vacunas seguras y efectivas para prevenir la infección por Bordetella pertussis. Sin embargo, se registra a nivel mundial, regional y nacional un descenso progresivo de las coberturas que redunda en una acumulación de personas susceptibles a contraer la enfermedad”, repasaron en el documento.

Para el año 2025, el 69 por ciento de los casos sospechosos de coqueluche notificados en Argentina recibió confirmación de laboratorio (Imagen Ilustrativa Infobae)

“A partir de la semana 27 de 2025 -principios de julio- se registra un nuevo ascenso, inicialmente asociado al brote en Ushuaia (Tierra del Fuego) y al aumento de casos confirmados en la Región Centro, especialmente en la provincia de Buenos Aires. En las últimas semanas el crecimiento continúa en curso, con notificaciones provenientes de múltiples jurisdicciones del país, predominando en las regiones Centro y Sur (particularmente casos relacionados con el brote en Río Grande, Tierra del Fuego)“, escribieron en el Boletín.

La coqueluche, también conocida como tos convulsa o tos ferina, es una enfermedad respiratoria aguda prevenible mediante vacunación, que puede afectar a personas de todas las edades.

Sin embargo, los lactantes y niños pequeños presentan las tasas más elevadas de morbilidad y mortalidad. Los adolescentes y adultos jóvenes pueden cursar la enfermedad de manera leve o atípica, aunque también pueden presentar las manifestaciones clásicas, constituyéndose en una fuente relevante de transmisión hacia los más pequeños.

La importancia de la vacunación

La vacunación se mantiene como la principal herramienta de prevención y protección frente a la coqueluche. El Ministerio de Salud subraya la necesidad de mejorar las coberturas y reducir las desigualdades entre jurisdicciones. Provincias como Tierra del Fuego, La Pampa, Jujuy, Neuquén, Mendoza y San Juan exhiben altas tasas de vacunación, con buen inicio de esquemas y refuerzos sostenidos, lo que se traduce en una menor acumulación de personas susceptibles.

En contraste, Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Formosa, Santa Fe, Corrientes y Misiones presentan coberturas intermedias o bajas, especialmente en los refuerzos administrados a los cinco y once años, donde se observan los valores más críticos. En el caso de las embarazadas, la cobertura también varía considerablemente entre provincias, con algunas alcanzando niveles óptimos y otras manteniéndose en rangos subóptimos.

En Argentina, el esquema de vacunación contempla la administración de la vacuna con componente pertussis a los dos, cuatro, seis, quince a dieciocho meses y a los cinco años. Desde 2009, se incorporó la dosis a los once años para reducir los reservorios en adolescentes. En 2012, se recomendó la vacunación contra la tos convulsa para todas las personas gestantes a partir de la semana veinte de gestación, y en 2013 esta indicación se integró al Calendario Nacional de Vacunación.

El Boletín Epidemiológico Nacional subrayaEl Boletín Epidemiológico Nacional subraya que, aunque la introducción de la vacuna redujo la incidencia global de tos convulsa, la enfermedad persiste especialmente en no vacunados y en quienes no completaron el esquema (Imagen Ilustrativa Infobae)

El objetivo es lograr el pasaje transplacentario de anticuerpos y proteger al lactante durante los primeros meses de vida, disminuyendo así la morbi-mortalidad en este grupo. Las recomendaciones actuales establecen la aplicación de la vacuna dTpa (triple bacteriana acelular) después de la semana veinte de gestación, en cada embarazo, sin importar la edad, antecedentes de vacunación ni el tiempo transcurrido desde el embarazo anterior.

La introducción de las vacunas antipertussis ha permitido reducir la incidencia global de la enfermedad. En este contexto, la vigilancia epidemiológica resulta esencial para evaluar el impacto de la vacunación, monitorear tendencias nacionales, identificar poblaciones en riesgo y orientar estrategias de prevención y control. La coqueluche presenta un patrón cíclico, con picos epidémicos cada tres a cinco años, y su desarrollo clínico se divide en tres fases: catarral, paroxística y de convalecencia. Las formas clínicas pueden variar desde leves hasta graves, especialmente en lactantes menores de seis meses.

Según Mayo Clinic, la tos ferina es una infección de las vías respiratorias altamente contagiosa. En muchas personas, se manifiesta como una tos seca intensa seguida de un sonido agudo al inhalar, similar a un chillido. Antes de la introducción de la vacuna, la tos ferina era considerada una enfermedad propia de la infancia, pero actualmente afecta principalmente a niños que no han completado el esquema de vacunación y a adolescentes y adultos que han perdido la inmunidad.

La consulta médica oportuna esLa consulta médica oportuna es fundamental para abordar el cuadro (Imagen Ilustrativa Infobae)

Las muertes asociadas a la tos ferina son poco frecuentes, aunque ocurren con mayor frecuencia en bebés. Por este motivo Mayo Clinic enfatiza la importancia de que las mujeres embarazadas y quienes estarán en contacto directo con el bebé reciban la vacuna contra la tos ferina. Una vez que se produce el contagio, los signos y síntomas suelen aparecer entre siete y diez días después, aunque en ocasiones pueden demorar más. Inicialmente, los síntomas son leves y se asemejan a los de un resfriado común: moqueo, congestión nasal, ojos enrojecidos y llorosos, fiebre y tos.

Después de una o dos semanas, los síntomas se agravan debido a la acumulación de mucosidad espesa en las vías respiratorias, lo que provoca una tos incontrolable. Los ataques graves y prolongados de tos pueden inducir vómitos, enrojecimiento o coloración azulada del rostro, fatiga extrema y, en ocasiones, terminan con un sonido silbante y chillón al inhalar aire. No obstante, muchas personas no presentan este sonido característico, y en adolescentes o adultos, una tos seca persistente puede ser el único indicio de la enfermedad. En los bebés, la tos puede estar ausente, pero pueden experimentar dificultades respiratorias o incluso pausas temporales en la respiración.

Mayo Clinic recomienda consultar al médico si una persona o su hijo presentan ataques de tos prolongados que provoquen vómitos, cambios de coloración en la piel, dificultad para respirar, pausas notables en la respiración o inhalaciones acompañadas de un sonido chillón.

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