El gobierno, que ya cuenta con la ley Bases, no ha traído tranquilidad a los mercados.
Karina Milei tiene mucho poder y es la responsable de ampliar las bases libertarias.
A la sobreactuada indignación del ministro de Economía siguió, por dos días consecutivos, la sonora acusación presidencial al Banco Macro y al ex candidato peronista, Sergio Massa. Luis Caputo dijo lo obvio porque es lo que él o cualquier otro financista hubiera hecho si estaba al otro lado del mostrador, no como ahora. Que para liquidar ese volumen de bonos deberían haber “avisado” antes al Banco Central. La pregunta es ¿en serio Caputo no sabía que esto iba a ocurrir? ¿O qué podía ocurrir? Es raro.
Concediéndole derecho a la duda: ¿no previó una operación de ese tipo con todos los indicios sobre la mesa?
La “sorpresa” de Caputo hay que rastrearla antes, cuando participó de la conferencia de prensa para anunciar ese cambio, que más que tranquilizar, encendió la aún siempre activa mecha del temor en los mercados.
Caputo ya tenía en su teléfono llamadas de banqueros preguntando cuál era el futuro de esos bonos ejecutables, mecanismo creado durante la gestión anterior, justo en julio de 2022, tras la salida de Martín Guzmán. El temor de la reedición de un plan Bonex, que al comienzo del gobierno de Menem incautó ahorros, estuvo muy presente. No solo por la poco convincente performance de Caputo y Santiago Bausili, jefe del Central, en aquella conferencia de prensa.
Hay aquí una reincidente contradicción entre lo que se dice y lo que se hace. Néstor Kirchner le explicaba a quienes querían descifrar el rumbo de su gobierno: no se lleven por lo que digo sino por lo que hago. El primero que lo interpretó en parte, pero a las mil maravillas fue Lázaro Báez, aunque esa es otra historia de la que, como tantas, aún no conocemos el final.
¿No era que el mercado ordenaba todo y que cada uno era libre de hacer lo que quisiere? El movimiento totalmente legal del Banco Macro, como lo reconoció Caputo cuando salió a tratar de apagar el incendio que había encendido Milei en la Bolsa de Comercio, obligó al gobierno a rascar la olla para pagar la obligación. Milei sacó pecho y proclamó que habían resistido el cimbronazo pero inmediatamente encontró, junto a Guillermo Francos, una razón política: un solo banco –el cuarto en porte de los privados– había ejecutado los ahora famosos “puts” y es precisamente un banco con una conocida muy buena relación con Massa.
Milei y Francos gritaron ¡bingo! y presentaron estos datos como prueba irrefutable de conspiración. El presidente, víctima de su incontinencia verbal, los acusó de golpistas. Pareció una copia de otras argumentaciones que ya se dijeron en gestiones anteriores, incluyendo las de Cristina y la de Fernández. Otro interrogante sin respuesta es lo que hubiera pasado si algún otro banco privado de peso imitaba al banco de Brito.
Otra pregunta incómoda: Milei siempre dice que la búsqueda legal de ganancias forma parte del corazón del capitalismo. Entonces ¿cuál fue el problema?
La respuesta hay que buscarla en otro lado, en que el gobierno, que ya cuenta con la ley Bases, el Pacto de Mayo, y el ministro llamado a quitar la hojarasca de las regulaciones que emboscan peajes y corrupción, no ha traído la tranquilidad esperada al mercado. La atención está fija en el precio del dólar y la brecha entre el oficial y el del mercado negro, al que en la Argentina le decimos blue para que suene más elegante o menos patético.
Esa tensión entre el valor del dólar, la inflación y la política, se va a mantener durante mucho tiempo.
La hiperactividad de Milei, creando hechos resonantes uno tras otro, no basta para que el telón de fondo de incertidumbre se disipe o la confianza se recupere.
La baja indiscutible de la inflación es un activo que nadie le puede discutir, así como tampoco se debe desconocer que la crudeza del método utilizado, por la gravedad del paciente, está teniendo consecuencias.
Milei se asienta en una ilusión ganadora y trabaja para que ésta no se marchite. Es su capital. Se subirá en un tanque de guerra y actuará como un rockstar para mantener el entusiasmo de la porción de la sociedad que sigue todavía esperando los frutos prometidos. Simultáneamente, necesita un aparato político que lo sostenga, aun en estos tiempos en los que todo lo anterior está siendo puesto en duda. La transformación de ese liderazgo requiere desesperadamente de lo que él dice combatir, la política.
Por eso, el ninguneo a Macri en Tucumán forma parte de la construcción de ese liderazgo. Santiago Caputo, el publicista que “la ve”, fue el responsable de aconsejar de que el ex presidente no tuviera un trato preferencial y lo dejaran tomando frío junto al jefe de Gabinete de ministros, mientras los gobernadores y Karina Milei rubricaban el Pacto de Mayo.
La secretaria general de la Presidencia tiene mucho poder y fue todo un mensaje que estuviera en el podio del 9 de Julio. Es la responsable de ampliar las bases libertarias. Pero el jefe de Gabinete es una figura constitucional, a quien también, como a Macri, le mandaron un mensaje aun sin quererlo desde una torpeza protocolar, que por innecesaria o tóxica o hija de la soberbia, huele a tosquedad política.
Macri había pedido, para asistir, firmar como ex Presidente ese Pacto. Le concedieron que lo hiciera en el libro de visitas de la Casa Histórica de Tucumán, como cualquier hijo de vecino que va a ese sitio histórico. Y, si es que las hubo, gracias por los servicios prestados.
Por si todavía hubiera dudas de lo que piensan en la Casa Rosada sobre el ex Presidente, Patricia Bullrich lo puso ayer negro sobre blanco: el único líder del cambio es Milei, dijo para seguir bajándole el precio a Macri. Nadie le pide tanto a la ministra pero ella cree que siempre puede ir un poco más allá.
Volviendo al comienzo, el “Messi de las finanzas”, como Macri llamó alguna vez al Toto Caputo, salió a precisar una nueva política después del fuerte traspié y anticipándose a la apertura de los mercados. Milei se ufanó de las nuevas medidas que regirán desde mañana.
El regreso de los préstamos es uno de los principales motores de la recuperación del mercado automotriz
Todos los actores del mercado automotor coinciden en señalar que desde el segundo semestre del año pasado, el crédito es el principal elemento que movilizó la recuperación de ventas de autos cero kilómetro. El proceso comenzó en abril con las primeras campañas, que eran por montos bajos y plazos cortos, pero a medida que bajó la tasa de interés, la oferta fue ampliándose y hoy se puede comprar un modelo accesible con una financiación que supera el 50% del valor y con un plazo mayor a las 12 cuotas de un año.
Con dos meses cerrados y el tercero a mitad de ejercicio, el auto con mayores ventas del mercado es el Peugeot 208, vehículo que se fabrica en la Argentina y que tiene una gama de seis versiones, de las cuales cinco se pueden comprar con créditos prendarios de la propia marca a través de PSA Finance. El modelo más accesible, el 208 Active con caja manual, sólo se puede comprar a través de Plan de Ahorro.
Así, el modelo más barato para comprar financiado es el Peugeot 208 Allure con caja manual, cuyo precio de lista en marzo es de $27.270.000 y sobre el cual hay una venta con financiación de hasta $14.000.000 en un plazo máximo de 18 meses. Aunque técnicamente es algo más de la mitad de su precio, en términos reales y prácticos para este ejercicio, se puede decir que se puede comprar pagando el 50% en efectivo y financiando el otro 50% a tasa cero.
Por ser el auto con mayores ventas del mercado en 2024 y los dos primeros meses de 2025, el Peugeot 208 es una referencia para comprender el monto de las cuotas
Cómo son las cuotas
Con un auto de $27.270.000 y un monto máximo a financiar de $14.000.000, el valor de la cuota pura mensual que se deberá pagar es de $777.777,8 durante 18 meses. Al no haber intereses, simplemente se trata de hacer la división del total por la cantidad de cuotas.
Pero partiendo de la base de estar comprando un auto de casi 30 millones de pesos en el que se financia la mitad del valor, hay un dato que no se puede desconocer y es que cualquier vehículo con un crédito prendario tiene que tener un seguro que garantice el bien hasta tanto se haya cancelado la deuda. Si bien ese seguro podría contratarse externamente, tiene que pasar por una cantidad de filtros y autorizaciones que pueden demorar la entrega más tiempo del que el comprador está dispuesto a esperar.
Así, lo más conveniente es comprar el auto con el seguro que ofrece la marca, y que representará un costo adicional a los pagos mensuales de la cuota por el monto financiado. En caso del Peugeot 208 Allure MT, el seguro de cobertura completa contra terceros, que incluye destrucción total en su cobertura, tiene un costo de $69.075,6 por mes, monto sobre el que hay que sumar el IVA del 21% para llegar a una cuota de $83.581,5.
De este modo, el total de la cuota que se debe pagar sube hasta los $861.359,2 por mes durante 18 meses. Este tipo de financiación tiene también un costo denominado como gastos de otorgamiento, que aunque nominalmente se estima siempre en un 10% del monto a financiar, al acumular impuestos superpuestos termina subiendo más aún. En el caso de esta versión de acceso del Peugeot 208, ese costo que debería ser de unos $1.400.000 llega a ser de casi $2.500.000 y se debe pagar al hacer la operación.
De este modo, comprar un auto de estas características con financiación a tasa 0% por 18 meses y $14.000.000, requiere tener un capital inicial de $15.770.000 y capacidad para pagar una cuota de $861.359 por mes durante un año y medio.
El Peugeot 208 Allure con caja manual paga 18 cuotas de $860.000 para financiar el 50% de su precio total
La diferencia con el Plan de Ahorro
Para tener como referencia, el mismo modelo se puede comprar por Plan de Ahorro de la marca en dos diferentes plazos. Si se compra a 120 meses, la cuota promedio del 208 Allure MT es de unos $236.000, mientras que si se elige comprar a 84 meses, la cuota será algo más de $323.000.
Se toma el promedio porque todas las marcas tienen cuotas bonificadas, o distintos montos a lo largo del plan. Algunas tienen una cuota inicial más baja, una cuota más alta durante los primeros dos años y luego una variación a lo largo del resto del plazo del plan. Cuando son 120 meses el valor se estabiliza por más tiempo, y cuando es un plan a 84 cuotas, se suele cambiar el monto en distintos momentos. En todos los casos, con una programación previa para todo el plan que evita sorpresas al comprador.
En el caso de los planes de ahorro, una vez adjudicado el plan y con el auto en la vía pública, también se debe pagar un seguro obligatorio, y tal como ocurre con la venta con financiación prendaria, es conveniente contratar el seguro que ofrece la marca. Siempre se puede contratar la cobertura contra terceros completa y por la cual, ante un accidente con destrucción total, responderá en primera instancia al titular del crédito prendario o plan de ahorro y luego al usuario del vehículo.
Una vez en la calle, el auto debe tener el alta de patente, que es el 1% en los Registros del Automotor
Gastos de patentamiento
En ambos casos, una vez que el vehículo está en poder de su propietario, el costo de alta de cero kilómetro representa el 1% del valor estimado por la tabla de la Cámara de Comercio Automotor (CCA) que se actualiza periódicamente. A modo de referencia, en el caso del Peugeot 208 Allure, ese costo debería ser de $272.700 en un Registro del Automotor convencional (el 1%) y de $218.160 (0,8%) cuando comience a estar disponible el trámite digital a través del nuevo Registro Único Nacional de Automotores (RUNA), que por el momento sólo está habilitado para motocicletas.
A ese costo se debe sumar el de las tasas municipales o impuestos provinciales, que todavía siguen vigentes y que, dependiendo de la jurisdicción, pueden ser del 2,5% al 3%. Usando el mismo monto de $27.270.000, ese costo será de entre $680.000 y $820.000, que ya no se debe pagar en los Registros del Automotor sino en los bancos habilitados en cada ciudad o provincia.
La previsión es que el aporte de fondos supere los de USD 20.000 millones, para sanear el BCRA y financiar vencimientos con el propio organismo
El presidente Javier Milei firmó la última semana un decreto que refrenda el acuerdo con el FMI (Fondo Monetario Internacional) que revela parte de los pormenores del programa en el que trabajan los negociadores del organismo y funcionarios argentinos.
Los desembolsos del FMI serán destinados al pago de “las Letras Intransferibles en dólares en poder del Banco Central” y a “las operaciones de crédito público celebradas en (…) 2022 cuyo vencimiento ocurra dentro de los cuatro años siguientes a la suscripción del acuerdo”.
La meta debería ser una flotación libre, y es probable que tanto el FMI como el Gobierno estén de acuerdo con ello (Costa)
Según trascendió el acuerdo de facilidades extendidas tendrá vigencia hasta 2035, que incluirá el diferimiento de los pagos previstos por los próximos cuatro años y un plazo de gracia de cuatro años y medio antes de retomar la devolución de fondos.
“Este nuevo acuerdo permitirá solucionar el problema de los ‘stocks’ (déficits acumulados del pasado), que derivaron en la apropiación de las reservas del Banco Central vía deuda del Tesoro Nacional”, explicó el Ministro de Economía, Luis Caputo, en la red social “X”.
“Saneado el desequilibrio del flujo y del ‘stock’, podremos finalmente terminar de derrotar la inflación y emprender un sendero de crecimiento económico sostenible en el tiempo”, agregó.
Vencimientos a diez años de capital e intereses adeudados al FMI. Fuente: Adcap Grupo Financiero.
Los fondos tendrán como destino exclusivo la cancelación de deudas con el BCRA y el propio FMI.
Los pagos pendientes con el organismo alcanzan USD 21.000 millones hasta 2028. Mientras que la deuda contraída por el Tesoro con el BCRA en Letras Intransferibles asciende a USD 23.000 millones a valor de mercado, por cuanto el desembolso permitiría abordar en parte ambos pasivos.
¿Qué esperar?
“No vemos al Gobierno ‘flotando’ libremente en el mercado de cambios antes de las elecciones, sino más bien dando pasos en esa dirección, trasladando gradualmente más flujos al mercado oficial. Parece haber una controversia sobre la política cambiaria: el Gobierno aparentemente se aferra al nivel actual del tipo de cambio, los economistas kirchneristas sostienen que será necesaria una devaluación y los economistas ortodoxos argumentan que se requiere una flotación pura sin restricciones cambiarias para normalizar las cuentas externas, incluso si eso implica un salto inflacionario. Una devaluación hacia otro nivel cambiario sería un error, ya que requeriría una sobrerreacción inicial para luego volver a fijar la moneda, lo que liberaría una inflación excesiva y eventualmente llevaría al punto de partida”, consideró Alejo Costa, Head of Economic Research & Strategy de Max Capital.
Fuente: Consultora 1816.
“La meta debería ser una flotación libre, y es probable que tanto el FMI como el Gobierno estén de acuerdo con ello. Sin embargo, ese objetivo probablemente se alcance hacia fin de año, con una flotación aún bajo restricciones alrededor de julio/agosto, trasladando gradualmente los flujos al mercado oficial. Esto incluiría todas las exportaciones -eliminando el blend-, las importaciones -reduciendo el período de exclusión bajo las ‘restricciones cruzadas’- y el turismo -permitiendo pagos al tipo de cambio oficial-. El esquema blend podría eliminarse con una intervención más agresiva en el tipo de cambio paralelo, hasta que los pagos también se transfieran al tipo de cambio oficial”, continuó Alejo Costa.
Las reservas deberán revertir el goteo que viene dándose desde principios de año de cara a la salida del cepo (Grupo IEB)
En la letra del DNU el Gobierno decidió “no comprometer su política económica de déficit cero”, en línea con las tesis del mandatario. Por ello, los fondos, de los que se desconoce el monto, “deberán ser utilizados exclusivamente para cancelar deudas del Tesoro Nacional, con el Banco Central y el FMI”.
Un análisis del Grupo IEB (Invertir en Bolsa) subrayó que “la proximidad a un acuerdo con el FMI es una gran noticia para el Gobierno y el BCRA, siendo un paso fundamental para calmar la ansiedad con respecto a las reservas y la situación del sector externo. Sin embargo, el trabajo no se daría por concluido, y las reservas deberán revertir el goteo que viene dándose desde principios de año de cara a la salida del cepo, manteniendo las anclas del programa intactas”.
El Ejecutivo justificó la firma del decreto, que lo libera de enviar un proyecto de ley al Congreso, argumentando que “competencia no es la de aprobar los términos y las condiciones de un acuerdo con el FMI, sino la de aprobar la operación de crédito público mediante la sanción de una ley”.
Asimismo, sostuvo que es una “necesidad manifiesta” terminar con los créditos del FMI y la deuda con el Banco Central y ha asegurado que hay “circunstancias excepcionales” debido a “la gravedad de la situación” y la necesidad de solucionar el tema “de manera inmediata”.
Los nuevos fondos del acuerdo con el FMI tendrán como destino exclusivo la cancelación de deudas con el BCRA y con el propio organismo
“El acuerdo traería consigo un desembolso de fondos superior a los 15.000 millones de dólares, que se haría en varios desembolsos, y cuya meta principal a monitorear sería el stock de reservas”, estimó el analista Salvador Di Stefano.
“El FMI no quiere poner dólares y que se los lleve el mercado, por ello se harán desembolsos parciales, con monitoreo trimestral, en donde se evaluarán los nuevos desembolsos. Esto quiere decir que la salida del cepo no será inmediata”, añadió.
Un informe de la gerencia de Estudios Económicos del Banco Provincia alertó que “la cuenta corriente cambiaria -venta neta de dólares por exportaciones de bienes, servicios y rentas- está en terreno negativo hace ocho meses, algo que no pasaba desde la primera mitad de 2018.
Asimismo, el análisis destacó que la reciente suba del riesgo país refleja que el crédito externo no se reabriría, al menos en el corto plazo. Dado que los vencimientos de deuda en moneda extranjera superan a las Reservas brutas menos encajes y yuanes no convertibles (USD 12.000 millones versus USD 9.000 millones), el FMI aparece como la principal ¿y única? alternativa”.
La reciente suba del riesgo país refleja que el crédito externo no se reabriría en el corto plazo.
Pablo Manzanelli, economista del Centro CIFRA (Centro de Investigación y Formación de la República Argentina) observó que “si el crédito incorporara los vencimientos -de capital e interés- con el FMI y las Letras intransferibles valuadas por el BCRA se trataría de un monto cercano a los USD 46.642 millones, lo cual es ciertamente improbable. En cambio, si se parte del supuesto de que el FMI solo aporta recursos para refinanciar los vencimientos que tiene la Argentina con el organismo en ese período, y que el gobierno los utilizaría para cancelar parte de las Letras intransferibles, entonces el monto del crédito tiene una amplitud que podría ir de USD 14.192 millones -si solo refinancia el capital- a USD 23.480 millones -si incluyen también los intereses)-”.
“Una posibilidad que se puede inferir a partir de las intervenciones de Milei y Caputo, es que el Tesoro utilice el crédito con el FMI para cancelar una parte importante de las Letras intransferibles y constituir reservas con esos dólares, en tanto que los vencimientos posteriores con el Fondo se afrontarían a partir de que el Tesoro compre divisas con pesos generados a partir de, principalmente, el superávit fiscal y no emitiendo nuevas Letras para acceder a dólares líquidos de las reservas, ya que en ese caso no se habría saneado al patrimonio del BCRA”, acotó Manzanelli.
Los vencimientos con el FMI y las Letras intransferibles del BCRA suman un monto cercano a los USD 46.000 millones
“Las expectativas de inflación para los próximos meses han mostrado un leve repunte, lo que sugiere una resistencia a la baja a pesar del movimiento controlado del tipo de cambio oficial”, observó un informe del agente de liquidación y compensación Neix.
“En este contexto, el Banco Central mantuvo sin cambios la tasa de referencia en febrero, lo que refleja la complejidad del escenario actual y el alto costo de postergar decisiones en materia de tasas”, finalizó el informe.
En una nota de opinión, el prestigioso medio estadounidense resalta los logros económicos del Gobierno argentino, pero habla de la incertidumbre que genera el año electoral y la necesidad de nuevas reformas estructurales
Mientras el Gobierno avanza con un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que le permita asegurar la estabilización de las variables macroeconómicas, algunos analistas advierten sobre cómo puede afectar al plan económico el año electoral y hasta dónde la firma del nuevo plan con el organismo financiero reforzará el camino trazado por la gestión de Javier Milei.
En ese sentido, un artículo publicado hoy por el medio estadounidense The Wall Street Journal advierte por los próximos meses para la economía argentina, y hasta afirma que a los mercados no les importa demasiado la firma del acuerdo con el FMI.
“El milagro del mercado argentino está en suspenso”, se titula la nota firmada por Craig Mellow, un reconocido periodista especializado en finanzas y en mercados emergentes.
El artículo resalta que Milei firmó un decreto que preaprueba el acuerdo con el FMI, lo que confirma que las conversaciones están en una etapa avanzada. Sin embargo, advierte el autor, “los precios de los bonos soberanos argentinos no registraron variaciones significativas”.
La nota cita a otros analistas como Mauro Roca, quien asegura que “el programa del FMI ya está descontado”, por lo que “los inversores no ven en este acuerdo un nuevo factor positivo para los mercados”.
El artículo sobre el momento económico publicado por The Wall Street Journal
El artículo de Mellow resalta también que desde la asunción de Milei en diciembre de 2023, “los eurobonos argentinos han experimentado una fuerte recuperación. El bono de referencia con vencimiento en 2038 subió de 39 a 67 centavos por dólar, reflejando la confianza de los mercados en el ajuste fiscal del gobierno, que ha logrado reducir la inflación mensual del 20% al 2% sin generar protestas masivas”.
Otro de los aspectos positivos es cómo la sociedad argentina sobrellevó el ajuste aplicado por el Gobierno argentino. “Las calles no han respondido con fuerza”, señaló Kate Moreton, analista de Columbia Threadneedle Investments, quien calificó este resultado como inesperado.
Sin embargo, los bonos han comenzado a estabilizarse en niveles aún bajos, advierte Mellow. Según Bruno Binetti, investigador de Chatham House, Argentina ha atravesado escenarios similares en el pasado y romper el ciclo de crisis económicas demandará años.
La nota publicada en WSJ también afirma que “el nuevo programa con el FMI incluiría 12.000 millones de dólares, destinados en gran parte a refinanciar parte de la deuda de 40.000 millones de dólares que Argentina mantiene con el organismo desde el gobierno de Mauricio Macri. Un monto superior a 15.000 millones de dólares sería inesperado”, de acuerdo al análisis de Roca.
Aún así, señala el analista, “no proporcionaría un colchón suficiente para el próximo obstáculo de la reforma: abandonar el tipo de cambio fijo del país”.
“Un peso sobrevalorado ha generado algunos de los precios del dólar más altos del mundo”, explicó Roca. No obstante, liberar la moneda antes de tiempo podría revertir los avances en el control de la inflación, advierte.
<b>Estrategia electoral y panorama político</b>
La nota continúa con su análisis y resalta que Milei mantiene una popularidad superior al 50%, incluso tras el escándalo del llamado “criptogate”. “En contraste, su principal rival política, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, obtiene alrededor del 30% en las encuestas”.
De acuerdo a Mellow, las elecciones legislativas de octubre serán clave para la gobernabilidad de Milei, ya que se renovará la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado, donde su posición es más frágil. Sin embargo, los analistas advierten que un triunfo en estos comicios no garantiza estabilidad económica a largo plazo.
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, y el presidente Javier Milei, conversan en la cumbre del G7 en Borgo Egnazia, Italia, en 2024. Foto: REUTERS/Louisa Gouliamaki
“A Macri le fue bien en las intermedias de 2017, pero pocos meses después hubo una corrida contra el peso y todo se desmoronó”, recordó Bruno Binetti, investigador de Chatham House.
Otro de los puntos clave que señala el artículo es la relación con Estados Unidos. Según Mellow, “a pesar de la cercanía de Milei con el expresidente de EE.UU. Donald Trump, los analistas consideran que esta relación tiene un impacto limitado en la economía argentina”.
“El futuro económico de Argentina dependerá no solo del nuevo acuerdo con el FMI, sino también de la capacidad del gobierno para implementar reformas estructurales que consoliden la estabilidad fiscal y el crecimiento sostenible”, continúa el artículo.
Y concluye: “Milei ya ha conseguido lo que muchos creían imposible en materia de inflación. Puede hacerlo de nuevo. Pero para el próximo medio año, el milagro del mercado argentino parece estar en suspenso”.