Furia, de Gran hermano, se confiesa: sus dolores, su infancia, el derrumbe económico de su familia, su enfermedad, su juego y sus ganas de conocer a Milei
Considerada por muchos como la mejor jugadora del reality, quedó eliminada pero ella se siente ganadora.
Recuerda cuando su madre tuvo que salir a vender sandwiches de milanesa para salir adelante.
Habla de sus padres, de su apodo, de sus fortalezas y debilidades.
Charla íntima con una participante diferente, que creía que sus “furiosos” eran 10 personas: y su fandom tiene miles de seguidores.
Está afuera, pero no se siente perdedora. Imposible que lo sintiera, porque en el otro “afuera”, el del canal, hay gente de todas las edades con remeras que llevan su nombre, con muñecos para regalarle, mujeres con pelo fucsia, banderas con su rostro estampado. Parece la vereda de Furia. Nada de esto, con esta intensidad, ocurrió con alguno de los participantes de esta temporada de Gran hermano. Los fans de Juliana Scaglione hacen vigilia en la puerta de Telefe.
Hace una semana que salió de la casa y ella sigue sorprendida. “Pensar que tuve cumpleaños de chica a los que no iba nadie y ahora me entero que los 33 me lo celebraron en el Obelisco. Muy loco todo y ahora me entrevistan de Clarín, no entiendo nada”, confiesa en la intimidad de un camarín prestado, sin vértigo y con algunas lágrimas que no logra controlar. Lo bien que hace.
A lo largo de una hora y pico de charla repite el gracias casi como una necesidad. “No imaginaba ni la mitad de toda esa locura. Ni un cuarto. Yo sabía que entrar a Gran hermano me podía cambiar la vida, pero no dimensionaba cuánto. Por eso siento que gané y eso no me lo quita nadie”, asume con los anteojos oscuros sobre la cabeza rapada, teñida de dorado. Sólo los bajará cuando el llanto por los recuerdos o la gratitud le mojen los ojos celestes.
-¿No te gusta que te vean llorar?
-No es lo que más me gusta, pero me la banco. Lo que pasa es que soy muy sensible, aunque algunos crean que soy una mina fría a la que no le pasa nada. ¿Hola, qué tal, querés que te cuente? A mí me pasó de todo, pero no me victimizo, yo tiro para adelante, siempre. Y si me caigo, saco fuerza de algún lugar y doy pelea en la que sea. Esa actitud la heredé de mi vieja.
El mano a mano con Clarín, a una semana de haber quedado eliminada por el voto del público, permite conocer el otro lado de Furia, su pasado, sus dolores, su infancia, sus bailes frente al espejo, la historia de su apodo.
Si bien salió del juego en el duelo telefónico con Martín (que siguió su camino una semana después) para muchos es la mejor jugadora de GH de todos los tiempos. Incluidos dos emblemas del reality de Telefe como Gastón Trezeguet y Cristian U. Porque ser un gran estratega no garantiza el triunfo en este formato holandés: finalmente decide el voto pago de la gente. Y ella jugó la definición contra “el resto del mundo” (la unión de los fandom de los participantes que ella fue sacando de la casa).
Juliana en maquillaje, antes de la nota con Clarín. Foto Pitu Bialet
Dueña de un buen lenguaje, y apoyada por una gestualidad histriónica, asume tener “la capacidad de entender que GH es un show, y siento que algunos no lo entendieron. Sé separar lo que es la persona del juego, pero ya estando afuera”.
-La de adentro eras vos, ¿o no?
-En parte fue un personaje y en otros momentos, con el aislamiento y el encierro, el personaje se satura. Entonces está cansado, extraña, le pasan cosas, sufre, se puede enamorar, puede hacer amistades dentro del juego. Lo cierto es que hubo cosas muy reales dentro de mi personaje. Ponele un 50 y un 50. Era la Juli de siempre que ahí adentro fue otra Juli, sabiendo que había que generar contenido, hacer reír, hacer llorar, hacer. Ahora que estoy afuera y veo eso de a pedacitos, tipo por capítulos, siento que es como una serie.
-¿Y vos serías la protagonista?
-Acabo de salir y de a poco me estoy enterando de que fui una gran protagonista. Una protagonista del lado de la acción. Pensá que yo tenía pocas armas para jugar porque no ganaba pruebas de líder. Entonces hacía la (nominación) espontánea, la fulminante, atendía el teléfono rojo (con premios o castigos). Yo levantaba mucha energía ahí adentro. Soy una gran motivadora.
“Pensar que tuve cumpleaños de chica a los que no iba nadie y ahora me entero que los 33 me lo celebraron en el Obelisco. Foto Pitu Bialet
-Varios de tus compañeros te acusan de agresiva, de figurita difícil para la convivencia. ¿Te arrepentís de algo?
-No me arrepiento de nada. Mostré todas mis caras, fui lo más genuina posible. Veo videítos de lo que pasó y a veces digo “wow, wow, wow”.
-¿Eso sería como un elogio?
-Un elogio y también un ‘Ché, pará, te fuiste un cachito al pasto’. Pero volvía enseguida. En nuestras casas todos mostramos nuestro lado verdadero, solo que no hay cámaras. Las personas con las que convivimos nos conocen realmente como somos. Y ahí mostré mi personalidad y también mi personaje. Juli es una gran showoman. Y adentro el único polícía es Gran hermano y es quien dice hasta dónde se puede jugar, es quien pone las reglas.
-¿Cómo definís tu juego?
–Jugué psicológicamente con el adversario y lo entendí después del primer mes y medio, que fue cuando me quedé sola, sin mi grupo de referencia (La Chula, Agostina y Catalina). Y dije: ‘¿Cómo hago?’. Soy muy analítica y puse todo lo que sé al servicio de mi estrategia: soy profe de Educación Física, soy entrenadora y al entrenar te convertís un poco en la contención del que va a pedirte que lo ayudes en ésa, afilás el oído. Esa casa la sentí, la honré, la amo. Me pagaron una estadía, digamos, en un lugar soñado.
“Tengo tendencia a que me manipulen”
Entre mates y el repaso de los casi siete meses encerrada en el reality, aclara que “adentro había de todo: gente manipuladora, gente muy buena, gente que necesitaba de alguien, gente ambiciosa. Yo quise mostrar que cuando hay tantos leones dentro del hogar una también se puede parar como uno. Porque en la que vos te agachaste, te comen. No significa estar todo el tiempo en guardia. Ni ser violento. Para mí violencia hubiera sido llegar a las manos y pegar. Y eso no pasó”.
“Tuve muchos momentos de discusiones muy fuertes”, reconoce.Foto Pitu Bialet
Y pide aclarar dos cosas: “Hay personas a las que no voy a nombrar, pero todos sabrán a quién o quiénes me refiero. Y, en cuanto a lo violento, hay mucho narcisista que genera violencia internamente, no físicamente. Yo tengo tendencia a que me manipulen, tengo tendencia a ser tan empática que, si viene un tipo narcisista y me llora, se me cae la cara y lo quiero ayudar. Y cuando esa persona ya me conoce, ve mi brillo e intenta destruirme termina sacándome toda mi energía y ahí veo que me deja semivacía y se eleva. Eso también es un tipo de violencia.
-¿Y qué se hace?
-Debería alejarme, pero en Gran hermano no se puede, no se puede bloquear. Estás obligado a convivir y a resistir. Es parte del juego.
Juliana Scaglione, Furia, habló con Clarín. Quién quiere que gane Gran Hermano y su mensaje a los “furiosos” y “furiosas”.
-Te hemos visto en ese estado un par de veces, pero también gritando.
-Sí, obvio, lo reconozco. Tuve muchos momentos de discusiones muy fuertes. Pero las discusiones, sabemos, son de a dos. No es intercambio de palabras, es un grito, no lo niego. Cuando te saturás, GH te sanciona (ella quedó en placa en continuado como castigo por una pelea). Fui avisada varias veces y fui sancionada. Y fui notando cómo algunos de golpe empezaban a alejarse de mí. Yo no estaba viendo el detrás de escena, de las críticas que me hacían por atrás. Yo exteriorizo y lo digo en la cara.
La charla salta de desnudar el alma a su desnudo involuntario en el prime time: ella estaba en el baño cuando sonó el teléfono rojo, quiso ser la primera en atender y llegó el primer Congelados de la casa, el segmento en el que entra un ser querido y todos deben quedarse quietos y mudos.
El día que Furia quedó “congelada” y desnuda en el prime time. Captura TV.
Entró el marido de Emmanuel y ella sólo atinó a taparse con sus manos, como hacen los futbolistas en una barrera. No imagina cómo se vio esa escena. Lo ve ahora en un celular: “Ay, no, qué vergüenza. Esto es muy de los Simpson (…) Mirá qué emocionado que estaba Emma. Ay, esta Juliana. Yo soy muy graciosa y nunca me di cuenta”, dice en un mix de primera y tercera persona, como si en el aire se estuviera gestando un stand up.
Postales de la infancia
“Me fascinaba pararme frente al espejo y me ponía a bailar con las canciones de Bandana, amaba a esa banda. Me acuerdo que mi vieja me regaló un CD y con Coy (su hermana, su sostén del juego del otro lado de la puerta) bailábamos todo el día. Mi mamá nos empujaba a actuar en el colegio, nos motivaba mucho”, cuenta una de los cinco hermanos Scaglione. Y dice de Coy: “Es mi mano derecha, me aguantó, me dio, se merece el mundo”.
Furia en Instagram.
Hija de Lucía y Antonio, comparte que “mamá era ama de casa y papá trabajaba en una empresa de autos. Cuando cierra y se muda a Brasil, mi viejo cobra una indemnización, hace un pequeño departamento donde vive otra hermana y mi mamá se pone a vender sandwiches de milanesa. Yo empecé a ver otra cara de mi familia. La de reinventarse, la de pelearla desde abajo. Mi vieja le vendía al del kiosco de mi escuela”.
Los ojos celestes se cierran otra vez, caen los anteojos negros. Se impone una pausa. Quiere seguir: “Vi la actitud de mi vieja… ella vestía trajecito un día y al otro estaba armando los sandwiches para vender, para mantenernos. Vi todas las etapas, la de mi viejo sin laburo, la crisis del 2001, los esfuerzos, vi cómo se caía todo”.
-Y viste la dignidad de tu mamá, por lo que estás contando…
-Todos se reían de mi mamá cuando tuvo que salir a bancar la parada, muy injusto. Te hablo de algunos de sus familiares y de varias de sus amigas. Pero ella iba para adelante para sacar el barco a flote.
La nena que fue “jugaba a todo. Tenía Barbies, roller, pelota… a veces me llevaban a pescar. Me gustaba pasar mucho tiempo con mi viejo, mamé mucho de su lado masculino. Y tengo mucho de lo femenino de mamá”.
-Hija de un señor de la industria automotriz, ¿resultaste chica fierrera?
-Mi papá no quería mucho que yo manejara, esas cosas las aprendí más de mi otro papá, ponele. Te hablo de Dany, mi primer suegro, el que me compró mi primera moto. Lucas, ‘El gordo’, al que nombré mucho en la casa, me enseñó a andar en moto. Lucas es uno de mis ex. Tuve novios y novias. A Dany le debo mucho, gratitud eterna.
-Cuando te preguntaban qué querías ser de grande, ¿qué contestabas?
-No tengo respuestas. Me acuerdo que decía ‘El trabajo que venga será genial’. Yo me formé como entrenadora, me gusta mucho la moda, por eso me especialicé en Visual Merchandising.
-¿Que sería?
-Es el oficio del que se dedica a elevar una venta visualmente. Un vidrierista comercial: me das esto, yo lo pongo perfecto para que el cliente lo quiera. Lo pongo bonito. Eso lo estudié en Espacio Buenos Aires y también cursé en la Universidad de Palermo.
La disciplina propia y la envidia ajena
Furia, recién salida, fue a saludar a Cata a la tribuna. fueron amigas, ya no. Tensión en el estudio.
-¿Cómo sos trabajando?
-Muy estructurada, muy disciplinada y eso lo pulí en los entrenamientos. Los que entrenan conmigo se fascinan con esa parte mía. Después está el que me envidia.
-Repetiste mucho esa palabra en la casa…
-Es que de la envidia ajena nace mi fuerza. Por eso llené a todos de cintitas rojas. Y mirá lo que me regala la gente… Todo lo bueno vuelve. Me dieron esta medallita de San Benito, rosarios, este colgante con la foto de Otto (su gato) y Maya, que es la que lo cuidó todo el tiempo. Pensé que se me iba a deprimir. Pero está hermoso y feliz de que haya vuelto.
Después de unos días de transición en un hotel -un protocolo del programa más visto de la TV actual-, acaba de volver al departamento que alquila y cuyo contrato, en breve, tiene que renovar.
Cuenta que está en proceso la sucesión tras la muerte de su mamá en 2019 y de su papá en 2022. Habla de sus dolores y sentencia: “A mí me salvó entrenar. Pero en la casa me caí un poco, me dejé enamorar y luego me destruyeron. Fue horrible”. Seguramente hablará de Mauro, a quien no quiere nombrar, con quien mantuvo un romance en el encierro.
Juliana Furia Scaglione a solas con Clarín a días de su salida de la casa de Gran Hermano. Foto Pitu Bialet
-¿De dónde salió tu apodo?
-Me lo pusieron cuando empecé a dar clases de Body Combat (un programa de entrenamiento grupal), que es un producto ya armado, como el tae bo (rutinas combinadas de karate y boxeo). Me interesó, lo empecé a estudiar, generé algo muy copado con micrófono y replicaba todo lo que venía ya del formato, coreografías ya diseñadas por alguien. Yo era una gran showoman. Me veían como un personaje de combate, y ahí comenzaron a decirme Furia, medio como un juego. Y después eso se consolidó cuando me metí a competir en cosas de fuerza. Era como mi nombre deportivo.
-Cuando mirabas a cámara y le hablabas a los “furiosos”, ¿qué imaginabas que había del otro lado?
-Imaginaba unas diez personas, ponele.
-¿Gente grande, mujeres, hombres, niños?
-Un poco de todo, pero a medida que entraba gente sospechaba que entre el público había muchos niños también, mucho adolescente. Porque las que ingresaban estaban vestidas como más teen y las primeras de la casa éramos más de tanga. Pensé: ‘Debe haber pibes del otro lado’.
Admiradora de grandes jugadores de otras temporada, entiende que “Alfa tendría que haber ganado el año pasado. O Nacho (salió segundo), que se supo mover bien en la casa, como hace Emma ahora”.
-Es que este formato deja en claro que podés ser el mejor y no necesariamente el ganador.
-Sí, pero sé que gané Gran hermano y no lo digo de egocéntrica. Ahora que salí me di cuenta de que me gané el amor de la gente, me gané cosas que nunca tuve. En un momento de mi vida me sentí muy sola y en estos días estoy recibiendo todo el amor que me faltó. Yo sé que soy muy amorosa, aunque no todos lo vean. Pocos pueden saber lo que es sentirse azotada por la vida, que usurpen tu casa… Me pasaron muchas cosas, no tenía un lugar donde vivir, tuve quilombos en la familia con la sucesión. La codicia me irrita. Se hizo una campaña en mi contra, pero igual gané.
-¿Volverías a entrar?
-Obvio
-¿Y para qué dijiste, apenas saliste, “me autoeliminé”?
-Para darles el gusto a los giles. Yo amo esa casa. Yo fui parte de eso y estoy anonadada. Rogaba que se extendiera el juego.
Si viera a Milei: “Lo motivaría”
Entró, entre 20 seleccionados (de 120 mil inscriptos), el 11 de diciembre del año pasado, un día después de que Javier Milei asumiera como presidente: “Tenía intriga de cómo le estaba yendo al país con su mandato. Me acuerdo que estaba aislada en el hotel antes de que empezara el programa, y a través de la pared de la habitación escuché desde un televisor eso de ‘Asume como presidente…’ y tenía piel de gallina. Necesitaba saber si finalmente había usado el auto de Perón, como había dicho”.
Juliana quiere conocer al Presidente.
Confiesa que le gustaría verlo unos minutos: “No sé mucho de cómo le está yendo, porque me van contando cosas de a poco. Es una persona muy inteligente, hay que dejarlo trabajar, hay que darle tiempo. La Argentina necesitaba un cambio. Hay que aprender a despedir a los que se fueron y recibir a los que la gente eligió. Por algo hay elecciones cada cuatro años, una posibilidad de un nuevo mañana, un nuevo mandato. Yo no soy fan, sólo quiero verlo”.
-Si te consiguieran un minuto con él, ¿qué le dirías?
–Lo motivaría, nada más. Creo que está en una posición en la que puede cambiar el mundo. Y salvando todas, pero todas las distancias me identifico con él en esa necesidad a veces que uno tiene de gritar. Lo he visto en algunos canales cuando iba de invitado hace unos años. A veces los gritos pueden representar también un pedido de ayuda que te sale de adentro. Una persona que grita no necesariamente es violenta. A veces necesitás ser escuchado y gritás. Pero tampoco es gratuito, porque te exponés mucho. Escuchar, de todos modos, no es para cualquiera. Yo soy muy buena escucha.
Su podio de GH
De cara a la final del 7 julio, ensaya el podio de sus deseos entre los cuatro finalistas: “Me gustaría que primero quedara Emma, segundo Darío y luego cualquiera de los dos Bro. Aclaro que Nicolás y Bautista no son mis amigos. A ellos sí quiero nombrarlos, quiero que mi fandom no ayude a ninguno de los dos”.
-Si entraran todos de nuevo y todos tuvieran chance, ¿quién querrías que ganara, vos incluida?
-No puedo contestar eso, perdón. Yo siento que gané Gran hermano, le pese a quien le pese.
Afuera la esperan los fans, adelante la espera una pila de propuestas. Pero tiene el foco en su salud: “Ahora me tengo que hacer un control, estoy ocupándome de mí. Con una vida sana voy a lograr grandes objetivos en relación a mi diagnóstico (se lo dieron en medio del reality).
-¿No lo nombrás?
-Sí, tengo leucemia, es cáncer en la sangre. Lo digo con todas las letras: es una mierda. Y le voy a dar pelea.
La ficción más vista de Netflix regresa tres años después de su lanzamiento. Cientos de miles de fans en todo el mundo están de fiesta. Saben además que habrá una tercera entrega.
La espera terminó: una nueva entrega de la ficción más vista en la historia de Netflix (acopiando 265,2 millones de vistas y 2,2 mil millones de horas de visualización en sus primeras 13 semanas) se estrena este jueves, más de tres años después del lanzamiento de la primera entrega. Esta segunda temporada de El juego del calamar llegó con grandes novedades como la confirmación de una tercera y última temporada.
La exitosa producción coreana espera que el verano ayude a continuar la senda victoriosa. No es casual la fecha elegida, el día después de Navidad, ya que coincide con un período de alto consumo de contenidos en streaming. Un movimiento estratégico como los que debían pensar los protagonistas del fenómeno global, con miles de fans.
El creador, director y productor ejecutivo de El juego del calamar, Hwang Dong-hyuk, expresó su entusiasmo por el desarrollo de la historia en una carta dirigida a los fans. Allí confirmó que dirigirá todos los capítulos y que fueron diez meses de grabaciones. “Haremos nuestro mejor esfuerzo para asegurarnos de brindarles otra emocionante aventura”, escribió entre otros deseos de buen augurio. Con una estética propia, estas nuevas entregas continúan la misma puesta en escena y buscarán sorprender con cambios sutiles pero muy pensados.
Los actores de “El juego del calamar”
Según The Hollywood Reporter, ya se confirmó la participación de ocho nuevos actores: Park Gyu-young, Jo Yu-ri, Kang Ae-sim, Lee David, Lee Jin-uk Choi Seung-hyun, Roh Jae-won y Won Ji-an ficharon para ser parte de la popular serie de la gran N. Ese mismo medio, anteriormente, ya había adelantado la incorporación de otros cuatro intérpretes: Yim Si-wan, Kang Ha-neul, Park Sung-hoon y Yang Dong-geun. Por el momento no se conoce la identidad de sus personajes.
Además de nuevos actores, la segunda temporada contará con el regreso de Lee Jung-jae, protagonista de la primera entrega, como Seong Gi-hun. Lee Byung-hun y Wi Ha-jun volverán a encarnar a El Líder y al detective Hwang Jun-ho, respectivamente. Todos nombres con numerosos reconocimientos, incluyendo 14 nominaciones a los premios Emmy y seis victorias. Hwang Dong-hyuk ganó el reconocimiento a Mejor director de serie dramática, mientras que Lee Jung-jae se llevó el premio al Mejor actor en una serie dramática. Lee You-mi también fue reconocida con el Emmy a la Mejor actriz invitada en una serie dramática.
La primera parte de El juego del calamar había dejado abierto el camino y los fanáticos agradecen que la competencia continúe al menos dos temporadas más.
Después de una década, la actriz de Gossip Girl regresó a los premios. Además, compartió su técnica en Instagram y mostró cómo logra el efecto de relleno de labios
Blake Lively sorprendió al regresar a los CFDA Fashion Awards después de una década, luciendo un impactante vestido blanco de Michael Kors, diamantes y un maquillaje que fue furor en las redes. En sus historias de Instagram, la actriz de Gossip Girl, compartió este truco de maquillaje, que hace que los labios parezcan más grandes sin necesidad de rellenos ni técnicas invasivas.
En esta ocasión, la actriz de It Ends With Us o Romper el círculo recurrió a su amiga y maquilladora Carolina González para lograr un look de labios voluminosos, inspirado en una técnica popular entre la Generación Z. Este truco se logra con sombra de ojos.
Blake explicó que la técnica empleada por Carolina González consiste en aplicar sombra de ojos en lugar de delineador de labios, un truco que ha ganado popularidad entre los más jóvenes. Este método crea un contorno suave y difuminado alrededor de los labios, que en combinación con un labial claro en el centro de los labios genera un efecto visual de mayor volumen.
Además, en sus historias de Instagram, Lively mostró el resultado y elogió el ingenio de su maquilladora: “Cuando @cgonzalezbeauty hace el truco de sombra de ojos y labios de la Generación Z para que tus labios se vean enormes”.
Una anécdota de belleza entre millennials y la generación Z
La actriz de Gossip Girl impresionó en los CFDA Fashion Awards con un look de Michael Kors y un maquillaje innovador (REUTERS)
Mientras Lively alababa este truco moderno, también recordó sus propias experiencias de belleza en la adolescencia, con un toque humorístico y nostálgico. La actriz de 37 años comentó que en su época de secundaria, cuando no existía este tipo de técnica, ella y otras millennials recurrían a métodos que ahora resultan casi absurdos.
También, publicó una selfie al natural, sin maquillaje, y relató cómo solía aplicar brillo labial mezclado con chiles para lograr un efecto voluminoso, un método bastante doloroso. “Solíamos usar brillo labial con cantidades alarmantes de chiles para tener un aspecto regordete porque estábamos tan comprometidos con las malas ideas”, recordó la actriz.
Lively bromeó que, comparado con los métodos de la Generación Z, el truco con sombra de ojos resulta menos doloroso y mucho más efectivo. “Resulta que la sombra de ojos duele mucho menos que las Carolina Reapers”, comentó, agradeciendo a Carolina González por no convertir su boca en lo que describió como un “episodio de Hot Ones”, en referencia al popular show en el que los invitados prueban salsas extremadamente picantes.
El cambio en las tendencias de maquillaje
Lively aconseja que la moda y la belleza deben reflejar la identidad personal y llevarse con confianza (REUTERS)
Este truco de la Generación Z representa uno de los cambios más visibles en las tendencias de maquillaje entre generaciones. Mientras que los millennials experimentaban con opciones caseras y hasta arriesgadas para lograr efectos temporales, la Generación Z prefiere soluciones prácticas, accesibles y menos invasivas, como el uso de productos multifuncionales que optimizan el maquillaje sin necesidad de procedimientos complicados.
La técnica de la sombra de ojos en los labios ha ganado popularidad no solo por su practicidad, sino también por la precisión que ofrece para definir y contornear los labios, adaptándose al gusto actual por un estilo más natural.
El consejo de belleza de Blake Lively
Más allá de esta divertida anécdota, Lively dejó un consejo que considera esencial para quienes se animen a probar nuevas tendencias de moda o belleza.
“Tanto si se trata de moda como de belleza, si no te sientes cómoda al usarlo, no lo llevas con confianza y entonces todo se va al traste. Sea lo que sea, si lo llevas con confianza, te ves genial. Tiene que ser un reflejo de ti misma y de quién eres”, dijo la famosa actriz en una entrevista para Harper’s Bazaar en 2013.
En una entrevista con Infobae, el reconocido cantante compartió la inspiración detrás de su reciente material y destacó la buena repercusión que tiene en el público. “Si no has vivido una experiencia, es muy complicado poder escribir sobre ella”, explicó.
Alejandro Sanz es un reconocido cantautor español que desde muy joven mostró interés por la música. Su carrera despegó en los años ‘90 con la publicación de su álbum Viviendo Deprisa, que le otorgó reconocimiento a nivel nacional e internacional. Su estilo musical fusiona pop, rock y el flamenco, que llamó la atención del público.
A lo largo de su carrera, lanzó numerosos hits como El Alma al Aire, Cuando nadie me ve y Corazón Partío, entre otros. Ha vendido más de 25 millones discos en todo el mundo, convirtiéndose en uno de los artistas de habla hispana más vendidos. Además, fue galardonado con múltiples premios Grammy Latinos, incluyendo el Grammy a la Mejor Álbum del Año, consolidando su estatus como una figura influyente en la música en español.
Sanz también es conocido por sus colaboraciones con otros artistas destacados, como Shakira, Juanes y Joaquín Sabina, entre otros. Su habilidad para combinar géneros y estilos atrajo a una amplia audiencia, lo que le permitió mantenerse relevante en la industria musical durante décadas.
En 2021, recibió una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood y lanzó su álbum Sanz para celebrar sus treinta años de carrera. Rápidamente, el álbum alcanzó el número uno en España. En 2022, publicó varios sencillos, incluidos NASA junto a Camilo y LaDespedida, además de iniciar una exitosa gira que congregó cerca de 300 mil personas en 16 conciertos.
En 2023, presentó su primer EP Correcaminos y en mayo de ese mismo año el artista reveló públicamente que sufría de “depresión secundaria por estrés” que lo llevó a consultar a especialistas y a seguir un tratamiento. Hoy, recuperado, explicó cómo fue esa dura experiencia que le tocó atravesar y qué aprendizaje le dejó.
Recientemente, lanzó su nuevo single Palmeras en el Jardín que marca el inicio de una etapa artística profunda y emocional. Esta canción es el adelanto de un disco que se espera para mediados del 2025.
Alejandro Sanz: “Todas las canciones hablan de alguna herida en el alma”
— Lanzaste tu nuevo tema Palmeras en el Jardín y comentaste que surgió de las heridas del alma. ¿Podrías contarnos de qué se trata?
— En realidad todas las canciones salen de alguna herida en el alma porque los compositores trabajamos con un instrumento que es la emoción. Si no has vivido una experiencia, es muy complicado poder escribir sobre ella. En algún momento sí fantaseé con la idea de poder escribir canciones de cosas que no había vivido, pero no funciona así. Necesitas haber pasado por ahí para poder contarlo.
— Después de más de 30 años de carrera, ¿cuál sigue siendo tu motivación?
— La música en sí, su belleza, ponerle el nombre a las cosas, el inventar canciones que no existían. Cuando terminas una canción sientes un agradecimiento a la vida, es una especie de poder, entonces cuando pierdes esa ilusión es terrible. Yo he pasado épocas por las que no tenía motivación para escribir o simplemente tenía una laguna de inspiración y es terrible porque me siento completamente incompleto.
— ¿Te da miedo el paso del tiempo?
— No. Me daría miedo que no pase el tiempo (risas).
— Fuiste muy abierto recientemente con tus desafíos sobre la salud mental, ¿cómo estás hoy en día?
— Mucho mejor. Trabajé muy duro en eso y creo que está superado, realmente. Mi psiquiatra ya me dio el alta. Así que ya… (risas).
— ¿Cuáles fueron las herramientas con las que trabajaste para poder superarlo?
— Había medicación y una parte de terapia. Las terapias consistían en conversaciones en las que el terapeuta más que darte herramientas, va conversando contigo hasta que tu empiezas a encontrar las claves de por qué te sientes de una forma u otra. Lo peor de todo es que yo no sabía qué estaba pasando, no podía ponerle nombre al sentimiento que tenía, entonces era como ese agujero en el pecho que sale en el video, en la primera imagen, porque así era como definía yo esa sensación. Sí me dijo que era muy bueno que no me quedara encerrado en casa, que estuviera con amigos, con gente que me quisiera. Iba a ver si suspendía la gira, pero no la suspendí porque el primer día que me subí al escenario sentí que donde mejor me sentía, más libre y más tranquilo era subido a ese escenario.
“Hay muchos artistas que intentan hacer algo porque está de moda y creo que es un error”, opinó Sanz.
— ¿Cómo equilibrás hoy tu vida profesional y personal?
— Bueno, soy uno de los mejores padres del mundo, sino el mejor (risas). Dicho por una universidad de Toronto, ¿sabes? Que es de donde salen todas las informaciones (risas). Lo compagino bien, intento darle tiempo a mi familia y también dárselo a mi trabajo.Ahora soy más cuidadoso con las cosas que hago y las que no. Intento elegir muy bien los tiempos, no pasar tanto tiempo fuera de casa, compaginarlo.
— ¿Crees que hay una mayor presión en la industria en relación a años anteriores con la aparición de las redes y otras formas de difusión?
— La música está en evolución constante, siempre. He vivido varios procesos. Cuando se sacó por primera vez el CD parecía que se acababa el mundo, empezó la piratería callejera y parecería que se acababa la industria y ha seguido. Después, aparecieron las plataformas, se ha reinventado y se han hecho mil cosas. Es una cosa que, en realidad, no me compete mucho.Mi trabajo es hacer música, hacer música bien y de calidad, que es lo que yo puedo hacer. O sea yo no soy un buen artista de reggaeton, no lo sería y me refiero a que haymuchos artistas que intentan hacer algo porque está de moda y creo que es un error. El artista que hace reggaeton lo hace porque así lo siente. Nadie puede fingir ser lo que no es. Entonces, mi parte del trabajo es esta y luego la de la industria es de la industria. Ellos sabrán cómo hacen el tema de las cuentas, es un tema que siempre va a estar cambiando.
— ¿Cómo estás viviendo la presentación de este nuevo tema?
— Retomando esto de la promoción que ya casi lo tenía olvidado (risas). Tengo mucha ilusión con el disco y con esta canción en concreto, así que uno lo hace con más ganas. De momento, la recepción es buena.
— ¿Cómo es la recepción del público hasta ahora?
— De momento, noto muy buen ambiente. Se han hecho escuchas en varias ciudades. Se estrenó en Madrid, en México, en Buenos Aires y la reacción de la gente es muy buena y también noto que los periodistas lo han ido a escuchar, han visto el video y la reacción es satisfactoria.