Las pericias judiciales contradicen el relato de todos los testigos que dijeron que el chico se había perdido en el campo luego de un almuerzo en la casa de su abuela. Los captores lo habrían llevado a la capital correntina y pasado por Chaco.
El jueves 13 de junio, Loan Danilo Peña conoció la casa de su abuela, una vivienda ubicada en la localidad de El Algarrobal, Corrientes, cercana al municipio de 9 de Julio. Estuvo allí pocas horas. Su papá, José, lo llevó montando a caballo. Almorzaron un caldo de gallina con varios adultos y algunos niños. Loan salió del lugar a las tres menos diez de la tarde. Subió a la cabina trasera de una camioneta Ford Ranger, manejada por el ex capitán de navío de la Armada Carlos Pérez. En el asiento del acompañante se sentó su esposa, la directora de Producción de la Comuna local, María Victoria Caillava.
La funcionaria conocía a la abuela de Loan, Catalina Peña, de 87 años, porque alguna vez la ayudó a que el municipio le instale un pozo de agua en su pequeño campo. Es un lugar agreste. Rondan las víboras alrededor de la vivienda. Más allá, en el monte, hay más alimañas y animales peligrosos. Hay árboles de cítricos. Naranjales.
Loan fue llevado hacia 9 de Julio, el pueblo en el que vive junto a sus seis hermanos mayores y su mamá, María Noguera. Pero no fue a su casa. Habría estado al menos una noche en la vivienda de Caillava y Pérez. A la mañana siguiente partió rumbo a la provincia de Chaco en un Ford Ka también manejado por Pérez y con su esposa de nuevo acompañándolos en el asiento de adelante del vehículo.
Pasaron por la ciudad de Corrientes. Cruzaron el puente hacia Chaco. El niño no volvió más. Sus familiares habían denunciado que se había perdido el día anterior. Es más, habría sido la propia Caillava quien se comunicó con Walter Maciel, el comisario de 9 de Julio, para avisarle que el niño Loan, que en realidad estaba a su cuidado, había sido perdido de vista por sus familiares en las cercanías de la casa de su abuela. El agente sabría la verdad.
También fue ella quien alertó por la misma noticia falsa al intendente de su pueblo, su jefe político, Hugo Ynsaurralde. Según creen los investigadores de la causa judicial, Loan podría haber sido entregado en un lugar desconocido de Chaco a miembros de una organización que lucra con la trata de personas y que paga para comprar infantes que luego entrega a matrimonios que pagan por adoptar un hijo de esa manera ilegal. Es posible que Loan, entonces, esté aún con vida, y se encuentre en Chaco o en Paraguay.
Ésa sería, en resumen, la verdadera historia detrás de un caso policial que captó pronto la atención de buena parte de la opinión pública de la Argentina, pero con un relato diferente, posiblemente “armado” por cómplices de un delito aberrante.
En ese montaje estarían complicados parte de los mismos familiares del niño correntino que le contaron a todo el país que fueron ellos los que lo perdieron cuando, después de comer el jueves 13 en casa de su abuela, lo llevaron junto a otros chicos a buscar naranjas, y él corrió, y ya no lo vieron, y nadie supo de él, y una historia increíble que se tomó por verdadera hasta que un cúmulo de pruebas recolectadas por el fiscal Guillermo Barry junto a su colega Juan Carlos Castillo comenzaron a romper ese relato.
El padre de Loan este sábado, en una marcha para pedir su aparición. Foto Fernando de la Orden / enviado especial
La Justicia Federal aportó, por pedido del Ministerio Público de Corrientes, los peritajes de los celulares secuestrados, el impacto de las antenas de la zona de la supuesta desaparición y el rastreo en las cuentas bancarias o billeteras virtuales de los sospechados de haber secuestrado al niño para entregarlo a la organización criminal que lo habría puesto a la venta.
La información en este artículo fue aportada por fuentes judiciales que conocen toda la trastienda de la causa Loan, y también por otras autoridades que se involucraron en la búsqueda del niño hasta que la hipótesis de la causa viró debido a los indicios rotundos de las pruebas documentales y los testimonios orales de testigos, peritos, policías, familiares de Loan y demás aportantes de información fundamental para dilucidar esta historia.
El fiscal Barry supo que el relato que afirmaba que el niño se había perdido en la casa de su abuela mientras lo acompañaban otros chicos y su tío, Bernardino Benítez, durante un recorrido por los naranjales del lugar carecía de sustento cuando las fuerzas policiales le informaron que 50 perros entrenados para seguir pistas de personas extraviadas a través de su olfato solo se habían movido dentro del perímetro de la casa de Catalina Peña.
Los perros no se movieron de allí durante varios días de operativo. Mientras tanto, se seguían rastrillando decenas de miles de hectáreas agrestes de la zona. Los canes no se fueron ni para los caminos que llevan a los montes, ni para otro lugar. Olfateaban y olfateaban alrededor de la vivienda de la abuela Peña. Y nada más.
A eso se sumó que en varias reconstrucciones de los hechos realizadas en ese mismo lugar con los sospechosos e imputados en el expediente por “abandono de persona” presentes allí, sobre todo con los primeros detenidos de la causa, el tío Bernardino y una pareja de amigos, Daniel “Fierrito” Martínez y Mónica del Carmen Millepi, se reveló que ninguno de esos tres adultos pudo explicar de modo fehaciente dónde había sido que se había perdido de vista el niño, cómo, cuándo, por qué. Ninguno. Otros testigos presentes en el almuerzo fatídico del jueves 13 de junio tampoco pudieron salir de un laberinto de contradicciones o verdades a medias que salieron de su propia boca.
María Victoria Caillava y su pareja Carlos Pérez, detenidos por la desaparición de Loan.
Como los perros no se movían de la casa siguiendo algún rastro del olor de Loan hacia afuera del predio y los testigos no lograban explicar cómo había salido el nene del lugar, los investigadores empezaron a pensar que solo podría haber salido de allí en un vehículo, un modo que no deja rastros de olor corporal detectables por los animales.
El viernes pasado a la tarde se realizaron pericias odorológicas en los dos vehículos de la pareja Caillava y Pérez.
Ese estudio fue liderado por el experto Mario Rosillo. Los especialistas habían descubierto dos gotas de sangre que podrían ser de humano en la camioneta Ford Ranger, y tomaron además muestras de células epiteliales tanto de la camioneta como del Ford Ka. Esas células se levantan con hisopos. Todas las pruebas eran de los asientos traseros de los dos Ford. Tres perros adiestrados en el arte de olfatear su objetivo a buscar en esos pequeñísimos elementos fueron claves en este punto.
La pericia se hace con las muestras reales de quien sería Loan, pero con cuatro hisopos más con células epiteliales de otros niños. En el caso de las pruebas de la Ford Ranger, dos de los tres perros determinaron que allí habían estado el niño correntino “perdido”. En el caso de los hisopos pertenecientes al Ford Ka, los tres perros coincidieron en que en ese lugar había estado sentado Loan.
La foto del último almuerzo de Loan con su familia, en el que estuvieron Pérez y Caillava.
Luego de esas pericias, el fiscal Barry ordenó la detención de la funcionaria municipal Caillava y de su pareja Pérez.
Antes de caer presa, ella le dijo a TN: “Nos plantaron la ropa de Loan”. Pareció anticipar el desenlace, que aún resta confirmar de modo final por la Justicia.
También se ordenó la detención del comisario de 9 de Julio, Walter Maciel. Fue él quien movilizó a la fuerza en búsqueda de Loan con actitudes extrañas para la fiscalía de Barry, pero fue sobre todo fue la policía a su cargo, él mismo, quien alertó a la Justicia del descubrimiento de un botín de fútbol que tenía puesto Loan el día de su desaparición: ese calzado se habría “encontrado” a un par de kilómetros de la casa de su abuela, lo que suponía entonces que el niño podría haber caminado solo hasta allí.
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Habló el abogado de la mamá de Loan Peña, el niño de 5 años desaparecido en Corrientes, dijo que el peritaje dio positivo en el auto de la directora de Producción de la Municipalidad de 9 de Julio, María Victoria Caillava.
Para Barry, esa prueba fue “plantada” adrede para desviar la atención. Maciel fue desplazado del cargo y se le inició un sumario administrativo.
Las autoridades políticas, conocida esta información, supieron por colaboración de sus colegas de Chaco que el Ford Ka efectivamente había cruzado al otro día a esa provincia.
La policía busca ahora a Loan con vida. Los cómplices de lo que sería “una entrega”, una increíble escenografía “montada” como coartada, se extiende a todos los presentes en el almuerzo del jueves 13 de junio. El fiscal Barry tiene aun más pruebas testimoniales y periciales que sostendrían esta hipótesis, trabajada en secreto desde hace varios días.
El día que Loan se fue, en casa de su abuela estaba presente su papá. La madre nunca compartió abogado con él.
El paraje correntino El Algarrobal es ahora conocido por todo el país. Los acontecimientos extraordinarios nunca se habían detenido allí.
Loan podría estar con vida. Se lo busca. En secreto. Pero en otro lado.
Los dos principales imputados volverán al Tribunal Oral Criminal N°3 de San Isidro para el final del proceso o en caso de que sus abogados consideren necesaria su presencia
El neurocirujano Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov, los principales acusados por la muerte de Diego Maradona, no seguirán asistiendo al resto de las audiencias del juicio a partir de la semana que viene. Así lo comunicaron sus abogados, quienes adelantaron que sus defendidos no volverán al Tribunal Oral Criminal Nº3 de San Isidro hasta el día de los alegatos o hasta que alguno de ellos decida declarar.
El motivo principal por el que se ausentarán será para “retomar la rutina”.Según explicaron sus defensores, este proceso judicial es largo y los imputados no pueden desatender sus responsabilidades diarias: ambos siguen atendiendo pacientes y no van a pausar sus agendas hasta mitad de año, cuando se estima que finalizará el juicio.
Su decisión está en el marco de la ley, que indica que, al estar en libertad, ninguno de los imputados tiene la obligación de asistir a las audiencias después la resolución de las cuestiones preliminares, que ya fueron definidas al comienzo de este jueves.
No obstante, sí deben estar presentes para los lineamientos finales y la lectura del veredicto, que definirá si son o no culpables de la muerte el Diez.
Luque en el banquillo de los acusados
Luque, a quien desde la primera audiencia se lo vio incómodo en el banquillo de los acusados, ni siquiera esperó a que terminara la segunda audiencia para irse: aprovechó este jueves un cuarto intermedio de 10 minutos luego de que los jueces Maximiliano Savarino, Verónica Di Tommaso y Julieta Makintach resolvieran los planteos que estaban pendientes y se fue. Lo mismo hizo la coordinadora de medicina prepaga Nancy Forlini.
La psiquiatra Cosachov, por su parte, se quedó hasta el final. No obstante, su abogado Vadim Mischanchuk dijo a Infobae que ella no volverá a asistir al palacio de la calle Ituzaingó, excepto que él considere necesaria su presencia ante algún testigo o que decida que va a declarar.
La psiquiatra Agustina Cosachov
Si bien el resto de los abogados no definieron si sus defendidos seguirán yendo o no a las audiencias, es probable que muchos tomen la misma decisión que Luque y Cosachov y solo asistan a aquellas jornadas que consideren estrictamente necesarias.
Solo dos confirmaron seguirán yendo a todos los debates hasta el final del juicio. Uno fue el clínico Pedro Di Spagna: su defensora oficial María Julia Marcelli explicó a Infobae que considera importante que el imputado esté por si, por ejemplo, un testigo de la acusación dice algo que lo comprometa.
El otro es Mariano Perroni, jefe de enfermeros, quien adelantó que asistirá al juicio, ya que ir a la audiencia le justifica su ausencia al día de trabajo.
Quienes serán los primeros testigos
Al comienzo de la que será la tercera jornada del juicio está previsto que sean citados a declarar los primeros tres testigos que, a diferencia de lo que se esperaba, no será ninguno de los familiares de Diego Maradona.
Según adelantaron los fiscales Cosme Iribarren y Patricio Ferrari, este martes estarán ante los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal N°3 de San Isidro el oficial de policía Lucas Farías, y los comisarios Lucas Rodrigo Borge y Leonardo Mendoza.
Fernando Burlando, abogado de Dalma y Giannina
Para la Fiscalía, sus testimonios son claves: se trata de las primeras personas que ingresaron a la casa del barrio San Andrés, en Tigre, después de la muerte de Maradona, ocurrida el pasado 25 de noviembre de 2020.
En este sentido, se considera que su relato acerca de cómo se encontraron al Diez aquella mañana es más puro en comparación al que aportará el resto, cuya versión pudo haber estado empapada de comentarios ajenos.
Farías, Borge y Mendoza son los primeros de los más de 100 testigos previstos para declarar en el juicio.
No obstante, antes de finalizar la audiencia de este jueves, todas las partes acordaron trabajar durante este cuarto intermedio para reducir la lista de testigos. “Esperamos que queden entre 80 y 90″, dijo a Infobae una fuente con conocimiento de la causa.
A.J, de 49 años, escapó a Santa Fe luego de que la víctima lo denunciara tras cumplir la mayoría de edad. Fue capturado por la División Homicidios de la Policía Federal
A.J, de 49 años, oriundo de Villa Martelli, fue detenido la semana pasada en Villa Ocampo, provincia de Santa Fe, acusado de un delito aberrante: violar a su hijastra durante seis años, desde sus 12 hasta sus 18. Fue capturado por la División Homicidios de la Policía Federal, luego de que los investigadores descubrieran que se refugiaba en la zona. Puntualmente en un domicilio que, supuestamente, le alquilaba un familiar directo.
Tras lograr que saliera, lo arrestaron y lo trasladaron de vuelta a territorio bonaerense, donde ahora deberá responder por la acusación en su contra -realizada por la Unidad Funcional de Instrucción Especializada en Violencia de Género de Vicente López- por el delito de abuso sexual reiterado, agravado por el vínculo.
A.J -ex empleado de una empresa de limpieza- fue denunciado el año pasado por su víctima, que hoy tiene 19 años. En su relato, la joven relató los ataques que sufrió a lo largo de los años y contó que siempre fueron bajo amenazas: su padrastro, supuestamente, aseguraba que los mataría a ella y a sus hermanos si es que hablaba.
La víctima también trazó un mapa de los lugares donde fue abusada. A.J, si es que es culpable, no solo la atacó en la casa que compartían, cuando la madre no se encontraba: además la llevaba a un terraplén del tren Belgrano Norte cercano a su domicilio, donde la abusaba entre las piedras y las plantas. Era en plena vía pública, entre la calle Melo y la avenida Mitre.
Luego, insólitamente, la violó en un punto más lejano: el albergue transitorio O’Brien, ubicada en la calle del mismo nombre, en la zona de Constitución.
El albergue de Constitución donde, según la víctima, ocurrieron los abusos (Google View)
La joven denunció a su padrastro al cumplir la mayoría de edad y, en consecuencia, el hombre escapó de inmediato. Ante esta situación, la División Homicidios de la PFA -que depende de la Superintendencia de Investigaciones Federales, con una larga tradición de capturas de prófugos difíciles de hallar-comenzó a rastrearlo.
Entre los operativos, allanaron la casa de la madre del hombre en Florida Oeste, sin resultado positivo.
Sus registros personales y comerciales, sin embargo, revelaban una pista: un viejo domicilio registrado en Villa Ocampo. Luego, llegaron al dato clave: el alquiler en la zona.
La captura de A.J no es la única detención resonante de la División Homicidios realizada este año. En enero último, capturaron en Mar del Plata a Santiago Nicolás Mallol, alias “Pipa”,acusado de matar 12 años atrás a la psicóloga Martha Landívar en Pinamar.
El cadáver de Landívar, de 37 años, fue descubierto el 20 de mayo de 2012 por un grupo de sus amigas que llegaron a su domicilio en la calle De Las Almejas ante la falta de respuesta a sus mensajes.
Allí, vieron a Landívar ya muerta desde una ventana. Los forenses en la escena detectaron que el cuerpo tenía un disparo en el pecho y otro en su mano. La bala en el pecho, calibre .22, impactó en su clavícula y le perforó la aorta, causando un fuerte sangrado.
El crimen no parecía tratarse de un hecho de inseguridad. La casa no parecía ser el blanco de un robo. Nada estaba revuelto. Tiempo después, se detuvo a un funcionario municipal vinculado a la víctima, que fue liberado por falta de pruebas.
Micaela Garrido, con rango de cabo, se encuentra detenida en un penal bonaerense, acusada de desvalijar a un hombre en Villa La Ñata. El nuevo auge de un delito que termina en muerte y la paradoja del Código Penal
Micaela Alejandra Garrido, cabo de la PFA, se encuentra en prisión, acusada de ser una viuda negra. El fiscal Cosme Iribarren, uno de los encargados de la acusación en el juicio por la muerte de Diego Armando Maradona, la imputó por desvalijar a un hombre en Villa La Ñata, partido de Tigre.
El hecho ocurrió el 14 de diciembre pasado en un bar de Plaza Serrano, en la zona de Palermo, donde Garrido conoció a su supuesto blanco. Enlazar en vivo a una víctima es una técnica en desuso; las viudas negras, hoy, prefieren marcar sus potenciales robos en plataformas de citas como Tinder. Tras compartir unos tragos, Garrido, según la acusación en su contra, le propuso al hombre pasar la noche juntos. Así, se dirigieron a la casa de la víctima en Villa La Ñata, partido de Tigre. Como suele ocurrir en los ataques de viudas negras, los recuerdos del hombre de aquella noche terminaron poco después.
Despertó a la mañana siguiente, aturdido, con su casa revuelta. Faltaban varios objetos de valor. También, faltaba su auto. Luego, formuló la denuncia ante la Policía Bonaerense.
La Unidad N°59 de Merlo, donde Garrido se encuentra detenida (foto: SPB)
El fiscal Iribarren, titular de la UFI de Benavidez, le encargó la investigación a la Sub DDI de Tigre. El auto fue hallado abandonado, cuatro días más tarde. Poco después, los detectives llegaron a Garrido, de 29 años, con un domicilio registrado en Ciudad Oculta. Descubrieron su condición de policía, además del lugar donde se desempeñaba: la comisaría de la terminal de micros de Retiro. Entonces, Iribarren pidió su arresto. El subcomisario de la Federal a cargo de esa dependencia fue notificado. Allí, detuvieron a Garrido, en un operativo conjunto entre la Federal y la Policía Bonaerense e incautaron su celular a fines de enero último.
Hoy, según información policial, la presunta viuda negra continúa detenida en la Unidad N°59, el penal de Merlo del Servicio Penitenciario Bonaerense. La PFA la separó de sus funciones y la colocó en estado de situación pasiva. Según sus registros comerciales, cobró sus aportes, al menos, hasta el mes pasado.
El nuevo auge de las viudas y la paradoja del Código Penal
A mediados del mes pasado, el juez Martín Peluso procesó con prisión preventiva y un embargo de 30 millones de pesos a Juliana J., de 20 años de edad, detenida por la Policía de la Ciudad, acusada de drogar y desvalijar a un informático de 46 años en Palermo. Tras captarlo en Tinder, luego ocho meses de trabajo fino y una noche juntos, Juliana, según la acusación en su contra, le robó casi 24 mil dólares, 1,2 millones de pesos, tres computadoras, lentes Gucci y seis botellas de Champagne Veuve Clicquot. Juliana no fue la única viuda que Peluso procesó y envió a prisión en los últimos tiempos. Shamira Yoselí, con 18 años recién cumplidos, oriunda de la la Villa 21-24, empleada de una estación de servicio en Villa Lugano, fue detenida a fines del año pasado, acusada de drogar y desvalijar a un turista alemán en un departamento del Abasto tras conocerlo en una app de citas.
Los casos de mujeres jóvenes que dopan con clonazepam y le roban a hombres mucho mayores se repiten en las crónicas de este periodista con particular intensidad al menos desde mediados de 2023. La villa Zavaleta es un nodo para la actividad, con varias imputadas que provienen de la zona, con rateros del barrio en autos de apoyo.
Juliana J., presunta viuda negra, presa y procesada
Peluso buscó enviar un mensaje en el procesamiento a Juliana J.: la cárcel y el embargo de Juliana se debían a la particular gravedad del delito, donde el informático, con su bebida dopada, podría haber muerto.
Sucede que, en las últimas semanas, dos hombres murieron por presuntos ataques de viudas negras en el AMBA, un caso en Balvanera y otro en Lanús Oeste, un jubilado de 77 años cuya supuesta asesina fue una mujer de 62.
Sin embargo, el juez aplicó la calificación máxima que el Código Penal ofrece para estos casos: robo simple.