La tensión política devora funcionarios y Pettovello se reunió este sábado largas horas con Milei.
Hay ministros que se ven en la silla eléctrica y les preguntan si van a seguir en el cargo.
Los mercados, en alerta. Por qué el Presidente cree que el cimbronazo quedará atrás en el corto plazo.
El viernes a la noche, ya casi sábado, cuando se supone que los funcionarios entran por fin en un ambiente de relax, sus teléfonos seguían activados y en sus WhatsApp se acumulaban preguntas incómodas.
—¿Vos también te vas? —la consultaron a Diana Mondino.
La cuestión hubiera sido imposible de plantear hace solo unos meses, cuando la canciller, una de las primeras ministras confirmadas tras el triunfo en el balotaje de noviembre, asomaba como una de las piezas clave del Gobierno. La velocidad de la crisis interna, que amenaza a funcionarios que parecían intocables, la obligó a responder la pregunta maldita.
Nicolás Posse se enfrentó al mismo interrogante que Mondino hace solo dos semanas. Milei venía de declarar en televisión que los cambios llegarían después de que se conociera el destino de la Ley Bases y su jefe de Gabinete se agarró de esa frase para resistir y negar su salida aquel fin de semana. A las 24 horas estaba afuera. “Posse ya es historia”, dijo el líder libertario el martes. El último desaire para quien se sentaba en la mesa ultra chica del Gabinete, su amigo y confidente de almuerzo diario de los tiempos en que trabajaban juntos en la Corporación América. “Con ese antecedente todos sabemos que mañana podemos volar por el aire”, dice uno de los ministros que hoy no corre riesgo.
No es la primera vez que Mondino aparece en la lista de funcionarios que se pueden ir. Tuvo varios traspiés, algunos insólitos, como cuando dijo que los chinos “son todos iguales”. El viernes a la mañana Milei acumuló una nueva queja sobre ella cuando, camino al Centro Cultural Islámico de Palermo -donde lo esperaban la canciller y 19 embajadores- se enteró de que, entre los convocados, estaba el encargado de Negocios de la Embajada de Palestina, Alhalabi M. A. Riyad. De inmediato, le pidió a su chofer que pegara la vuelta.
El Presidente consideró que la presencia del palestino podía ser un problema para su alineamiento incondicional con Israel y descargó su ira contra la ministra de Relaciones Exteriores. Al mediodía, pese a que estaba confirmado, decidió no asistir al brindis con los acreditados de la Casa Rosada por el Día del Periodista, probablemente para no tener que dar explicaciones. La agenda del jefe de Estado puede sufrir alteraciones intempestivas. Habían comunicado que no iría al G-7 y, a las pocas horas, cambió.
Los estados de ánimo de Milei también tienen picos. Puede pasar de la decepción a la euforia, o al revés, en breves lapsos. Quizá Milei extrañe hoy la contención de su amiga Sandra Pettovello, que se ha quedado a dormir en la Residencia de Olivos cuando la situación lo requirió. Ayer, de hecho, ambos estuvieron reunidos allí largas horas. No son muchos los que acceden a esa intimidad presidencial. Milei le ha confesado a algún interlocutor que por momentos se siente solo.
Los roles con Pettovello se invirtieron por la crisis que afecta a Capital Humano, todavía con final incierto. Ahora es Milei quien debe contenerla. “Es la mejor ministra de la historia”, exageró. La funcionaria quiso abandonar su cargo varias veces en las últimas semanas. “No aguanto más”, ha dicho. Siente una presión sofocante, de afuera y de adentro. Nunca dimensionó, tal vez, lo que significaba tener bajo una misma órbita Desarrollo Social, Educación, Cultura, Trabajo y la ANSeS.
Milei se encuentra ante un verdadero dilema. Ya en el Gabinete admiten en voz baja que, así como está planteado, el Ministerio de Capital Humano es inmanejable. Desarmarlo implicaría una derrota que, quienes conducen el Gobierno, no están dispuestos a asumir. Pettovello ni siquiera se anima a dar entrevistas por la diversidad de temas que maneja y sobre los que podría ser consultada. Algunas cuestiones le resultan inabarcables. Es cierto, también, que se ha parado muy fuerte contra la corrupción. Eso le ha deparado elogios y, a la vez, amenazas a su familia. El desgaste es evidente.
Mientras “corta curros”, como le gusta decir al mileísmo, Pettovello sufre la sangría de su equipo. Algunos funcionarios fueron echados -como Pablo de la Torre, a quien acusan de retener alimentos de comedores y de manejos espurios relacionados con el pago de sobresueldos- y otros, como ella, se quieren ir. El ministerio sufrió más de 40 bajas en seis meses de gestión. Un récord. La última fue la de su principal asesor, Fernando Szereszevsky, que prefirió irse de gira con los Ratones Paranoicos. Literal.
En otras áreas también hay bajas y reproches. En la Agencia Federal de Inteligencia se alejó Silvestre Sívori, que respondía a Po-sse, y entró Sergio Neiffert, de buen diálogo con Santiago Caputo. En la Secretaría de Ciencia y Tecnología renunció Alejandro Cosentino y en otras dos secretarías hay ruido. Los cambios coinciden con voces que antes operaban fuerte en los medios en favor de La Libertad Avanza y que hoy se alzan en contra. Carolina Píparo, la apuesta de Milei en la última elección para la provincia de Buenos Aires, acaba de decir que el espacio es “un enjambre de violentos, ignorantes e intolerantes”. La crisis libertaria se devoró también al jefe de bloque de Diputados, Oscar Zago. Hay otros diputados molestos. Por ahora, callan. Imitan a Victoria Villarruel, que podría ser una espada mediática muy importante y que, por diferencias con Karina Milei, adoptó un bajo perfil.
Muchos creen que la llegada de Federico Sturzenegger a un puesto de relevancia podría, al menos, aliviar la situación. Milei aceleró su nombramiento y luego lo enfrió. Luis Caputo, el ministro de Economía, permanece atento a esos movimientos. Tuvo encontronazos con Sturzenegger en la era Macri.
El primer mandatario está pensando en una renovación para el caso de que la Ley Bases sea aprobada por el Senado. Guillermo Francos, el jefe de Gabinete, luce muy optimista. No así Milei, que sigue viendo en el Congreso un nido de ratas.
Esa sensación se agudizó el martes, cuando el kirchnerismo, la UCR y Hacemos Coalición Federal votaron juntos en la Cámara de Diputados y lograron media sanción a un proyecto que promueve mejoras para los jubilados y una nueva actualizaicón. Milei ya anunció que, si el Senado lo aprueba, vetará la iniciativa. De paso, llamó “degenerados fiscales” a los legisladores.
La tensión política se trasladó a los mercados. Transitan ya dos semanas seguidas de turbulencias. Milei les dijo a sus funcionarios que ya pasará y que vendrá la recuperación. Según Caputo, lo peor ya pasó. Habrá que verlo.
La actual administración asumió el 10 de diciembre con un riesgo país de 1.935 puntos. Llegó a bajarlo a 1.148 el 22 de abril, pero el viernes cerró a 1.582, un avance del 20,4% en los cinco días hábiles que transcurrieron en junio. En la semana, los bonos globales (los que se emiten en dólares) se desplomaron, en promedio, 9%. La caída refleja que el mercado comienza a impacientarse. Los dólares financieros subieron 5,5% en lo que va del mes, después de escalar 18% en mayo en el caso del contado con liquidación. La brecha más baja entre el dólar oficial y el CCL llegó a ser del 23%, el 18 de marzo. Hoy se encuentra en el 46%.
Milei culpa a la oposición, un truco que le viene funcionando. Los números de imagen le siguen deparando gratas sorpresas en medio del ajuste del gasto y de la caída de la actividad. La línea divisoria de aguas en la sociedad es: esperanza versus bronca. La esperanza, por poco, se impone.
El Presidente aguarda un cambio de clima. Esta semana se conocerá el índice de inflación de mayo y se confirmará una racha alentadora: en diciembre, el Indec marcó 25,5%; en enero, 20,6%; en febrero, 13,2; en marzo, 11%; en abril, 8,.8%; la de mayo daría debajo del 5%. El Gobierno quiere creer que a esa noticia se acoplará la aprobación de la Ley Bases en el Senado. Y que, a los pocos días, el FMI desembolsará los 800 millones de dólares que se necesitan para cubrir el próximo vencimiento de deuda. No es la salvación. Tan solo, un oasis.
En La Plata mantienen las dudas sobre el accionar de la agrupación ultra K en los acuerdos subterráneos. Entre los intendentes creen que lograrán acercar posturas
Idas y vueltas. Una vez más. Van y vienen los pedidos de apoyo para que el Gobierno bonaerense tenga la habilitación para endeudarse y respire hondo en el medio de una gestión asfixiada por la falta de fondos de la Casa Rosada. Detrás de esas negociaciones cruzadas, permanentes e inestables, está presente la interna del peronismo. La relación tormentosa y furiosa que tienen el kicillofismo y el cristinismo.
Ayer por la tarde, Kicillof hizo un pedido concreto y directo. Tomó la precaución de dejar expuesta la necesidad que tiene su gobierno de obtener el endeudamiento y la situación de debilidad en la que deja a la gestión si la ley no sale. En La Plata se encargaron de reforzarlo. “Si no logramos sacarlo, quedamos en una situación crítica”, precisaron.
“La provincia de Buenos Aires necesita las herramientas para no desproteger a nuestro pueblo. Es una emergencia económica del país y de la provincia. Estamos atravesando una profunda recesión que afecta a todos los sectores”, expresó el Gobernador durante una conferencia de prensa que brindó en La Plata.
Kicillof aseguró que se perdieron “5.000 empresas en la provincia” y “172.000 puestos de trabajo”, además de destacar que hay “mil obras frenadas en todos los rubros” con una gran cantidad de “despidos, suspensiones y cierres de empresas”. El Gobernador habló de “asfixia financiera” por parte del gobierno de Milei.
En la conferencia, que buscó ser una muestra de alineamiento detrás del pedido del Gobernador, había referentes del Frente Renovador, La Cámpora y el peronismo bonaerense, identificado, sobre todo, en los intendentes y el sector sindical.
La cuestión por el endeudamiento deja al descubierto la interna peronista en la Provincia de Buenos Aires (Adrián Escandar)
Sin embargo, hay dos versiones de una misma historia. El presidente del bloque de diputados de Fuerza Patria en la Legislatura Bonaerense, Facundo Tignanelli, es el vocero de la postura del kirchnerismo. En los últimos días no se ha movido un centímetro de su discurso público. Consideró que es necesario sacar la ley de endeudamiento “para poder cumplir con todas las obligaciones que la provincia tiene”. Además, sostuvo que en el peronismo vienen “trabajando para tratar de lograr esa ley tan necesaria”.
La unidad que expresa el legislador camporista, no es decodificada de la misma forma en el kicillofismo, donde desconfían, en forma permanente, de cada una de las negociaciones de la que es parte el cristinismo. “Nos corren el arco todo el tiempo. A la mañana dicen una cosa, a la tarde otra y a la noche una nueva”, se quejó un importante funcionario platense.
En el Gobierno bonaerense y en el Movimiento Derecho al Futuro (MDF) hay una desconfianza permanente sobre cada movimiento del cristinismo. Tiene que ver con que, en el fondo, advierten que la relación política está rota y que nadie de esa tribu quiere que Kicillof sea el candidato a presidente del peronismo ni que se convierta en el sucesor de Cristina Kirchner.
Kicillof en la presentación del Presupuesto 2026
Si no quieren el objetivo de fondo, tampoco van a querer el objetivo a corto plazo. Entonces, el desgaste de la gestión estará siempre presente como una postura del cristinismo para con el kicillofismo. “Quieren ver cuántos nos sacan, cuánto nos debilitan. Están jugando en tándem con algunos sectores de la oposición”, indicaron en una oficina importante de la gobernación.
Entre los intendentes hay una visión más moderada. Creen que no hay “temas sensibles“ sin cerrar y que este miércoles el peronismo llegará con una posición unificada. La clave, entonces, será buscar los votos en los sectores más blandos de la oposición.
La vocación de cerrar acuerdos va a contramano de los sentimientos que atraviesan la relación política entre el kicillofismo y La Cámpora. No se eligen, no se quieren, pero el contexto y las necesidades de ambas partes los lleva a tener que buscar un punto de acuerdo forzado.
En una llamada, de menos de 15 minutos, el presidente de Estados Unidos le dijo al líder del régimen chavista que tenía una semana para abandonar Venezuela con su familia. Ese plazo habría expirado el viernes, según dos fuentes
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se está quedando sin opciones para dimitir y salir de su país bajo un salvoconducto garantizado por Estados Unidos, tras una breve llamada con el presidente estadounidense, Donald Trump, el mes pasado, donde el presidente rechazó una serie de solicitudes del líder venezolano, según cuatro fuentes informadas sobre la llamada.
El llamado, del 21 de noviembre, se produjo después de meses de creciente presión estadounidense sobre Venezuela, incluidos ataques contra presuntos barcos de tráfico de drogas en el Caribe, reiteradas amenazas de Trump de extender las operaciones militares a tierra y la designación del Cártel de los Soles, un grupo que la administración Trump dice incluye a Maduro, como una organización terrorista extranjera.
Maduro y su gobierno siempre han negado todas las acusaciones criminales y dicen que Estados Unidos está buscando un cambio de régimen para tomar el control de los vastos recursos naturales de Venezuela, incluido el petróleo.
Maduro le dijo a Trump durante la llamada que estaba dispuesto a abandonar Venezuela siempre que él y sus familiares tuvieran una amnistía legal completa, incluida la eliminación de todas las sanciones estadounidenses y el fin de un caso emblemático que enfrenta ante la Corte Penal Internacional, dijeron tres de las fuentes.
Maduro le dijo a Trump durante la llamada que estaba dispuesto a abandonar Venezuela siempre que él y sus familiares tuvieran una amnistía legal completa (REUTERS)
También solicitó el levantamiento de las sanciones a más de 100 funcionarios del gobierno venezolano, muchos de ellos acusados por Estados Unidos de abusos a los derechos humanos, tráfico de drogas o corrupción, según las tres personas.
Maduro pidió a la vicepresidenta Delcy Rodríguez dirigir un gobierno interino de cara a nuevas elecciones, según dos de las fuentes.
Trump rechazó la mayoría de sus solicitudes en la llamada, que duró menos de 15 minutos, pero le dijo a Maduro que tenía una semana para salir de Venezuela al destino de su elección junto con sus familiares.
Ese pasaje seguro expiró el viernes, lo que llevó a Trump a declarar el sábado que el espacio aéreo de Venezuela estaba cerrado, dijeron dos de las fuentes. El Miami Herald informó previamente varios detalles de la llamada. La fecha límite del viernes no se había revelado previamente.
Trump confirmó el domingo que había hablado con Maduro, sin proporcionar detalles. La Casa Blanca se negó a dar más detalles, y el Ministerio de Información de Venezuela, encargado de todas las consultas de prensa del gobierno, no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios.
Maduro pidió a la vicepresidenta Delcy Rodríguez dirigir un gobierno interino de cara a nuevas elecciones, según dos de las fuentes (REUTERS)
El gobierno de Trump ha declarado que no reconoce a Maduro, en el poder desde 2013, como presidente legítimo de Venezuela. Maduro se proclamó reelegido el año pasado en unas elecciones nacionales que Estados Unidos y otros gobiernos occidentales calificaron de farsa y que, según observadores independientes, obtuvo una victoria abrumadora de la oposición.
El lunes, al dirigirse a los manifestantes, Maduro juró “absoluta lealtad” al pueblo venezolano.
No está claro si Maduro aún puede presentar una nueva propuesta que incluya un salvoconducto. Trump se reunió este lunes con sus principales asesores para abordar la campaña de presión sobre Venezuela, entre otros temas, según informó un alto funcionario estadounidense.
Una fuente con sede en Washington informada sobre las discusiones internas de la administración Trump no descartó la posibilidad de una salida negociada de Maduro, pero enfatizó que aún quedan desacuerdos significativos y detalles importantes sin resolver.
La recompensa millonaria por la captura del dictador Nicolás Maduro
Estados Unidos ha aumentado a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca al arresto de Maduro y ofrece 25 millones de dólares por otros altos funcionarios del gobierno, incluido el ministro del Interior, Diosdado Cabello, acusado en Estados Unidos de presunto narcotráfico, entre otros delitos. Todos han negado las acusaciones.
La administración de Maduro ha solicitado otra llamada con Trump, según las tres fuentes.
El oficialismo podría presentar un bloque de 94 miembros. Mientras, busca que los gobernadores le quiebren la bancada al peronismo
El mundo libertario se encamina a tener el primer festejo parlamentario con la nueva composición del Congreso de la Nación.
Luego del fallido intento por Lorena Villaverde en el Senado, el bloque de LLA tendrá algo para mostrar a la exigente Casa Rosada que solo quiere triunfos y no perdona derrotas. Por estas horas estará ingresando el documento que lleva la firma de Gabriel Bornoroni con el listado de los legisladores que conformarán el bloque de LLA y se quedaría con la primera minoría de laCámara de Diputados.
“En solo 4 años pasamos de dos diputados –Javier Milei y Victoria Villarruel– a ganar la presidencia y sumar 94, 95 diputados” señala, exultante, un diputado de LLA que va a empezar a transitar su tercer año de mandato en pocos días.
Mientras la oposición buscaba reorganizarse y trabajaba sus propias versiones de los proyectos de reformas, el oficialismo se dedicó a salir de caza por el recinto y se llevó en solo un mes más de 14 diputados.
Al término de la elección, el bloque de LLA iba a estar conformado por 79 legisladores. Hubo un principio de conversación con el PRO por un interbloque y el partido amarillo aseguró que iba a apostar por la independencia. Luego de esa decisión, y antes de que comenzara noviembre, se fueron Damián Arabia, Sabrina Ajmechet, Laura Rodríguez Machado, Patricia Vásquez y Silvana Giuidici. Luego se sumaron Marilú González Estevarena, Belén Avico, Carlos Almena y en las últimas horas Verónica Razzini y Alejandro Bongiovanni.
Verónica Razzini junto a Patricia Bullrich y Martín Menem
A este grupo se le sumó el bloque de los radicales con peluca con el tucumano Mariano Campero, el cordobés Luis Picat y el correntino Federico Tournier. Hasta acá, los libertarios sumaban 91 diputados.
Pero los pases no parecen haber terminado y en las últimas horas los libertarios apuestan a sumar entre tres y cuatro diputados más y, por otro lado, incentivan a los gobernadores peronistas no kirchneristas para que se vayan del bloque de UP y armen uno nuevo.
En lo que se refiere a posibles incorporaciones al mundo libertario, se espera la llegada de José Nuñez y de Lorena Petrovich, ambos del PRO. Esta última asumirá para completar el mandato de Silvia Lospennato y todos tienen en Patricia Bullrich su terminal política.
De completarse todos estos pases, el bloque que conduce el cordobés Gabriel Bornoroni llegará a la sesión preparatoria con 94 diputados.
Ese número los dejaría a las puertas de arrebatarle al peronismo la primera minoría y ya sin “peceras” a dónde ir a pescar, la estrategia libertaria se concentró en “empujar” a los gobernadores peronistas a romper el bloque en el Congreso. Principalmente al catamarqueño Raúl Jalil que viene amagando desde hace tiempo con retirar a sus legisladores del bloque de UP.
El peronismo logró contener en las urnas la cantidad de legisladores y el 27 de octubre el bloque que conduce Germán Martínez amaneció con 98 integrantes.
El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, y el de Tucumán, Osvaldo Jaldo (NA)
Pero al poco tiempo el tucumano Javier Noguera anunció que no iba a asumir en el bloque y se iba a Independencia, el bloque del gobernador de esa provincia, Osvaldo Jaldo. Un camino similar seguiría el diputado por San Luis, Jorge “Gato” Fernández.
Pero lo que busca el oficialismo es que los cuatro diputados catamarqueños que responden todos al gobernador Raúl Jalil; o los siete santiagueños que responden a Gerardo Zamora.
“No necesitamos que los gobernadores rompan, necesitamos que uno solo lo haga, con eso nos alcanza”, reconoció un libertario que transita los pasillos de Diputados.
Las negociaciones se mantienen. El oficialismo promete a los gobernadores vía el ministro del Interior, Diego Santilli, y la oposición les recuerda que en dos años no les cumplieron la promesa.
“No sé que van a hacer los catamarqueños, lo que sí te adelanto es que los santiagueños están adentro” aseguró una alta fuente del bloque del peronismo en Diputados.
Los bloques tienen tiempo hasta hoy para presentar su conformación por lo que las negociaciones continuarán durante toda la jornada. En el oficialismo la expectativa es la de pegar el “zarpazo” y quedar como la primera minoría que, más allá del título, los deja muy bien posicionados para lo que será el reparto de las sillas en las comisiones; y con una posición de fortaleza que habrá que ver cómo se traduce en el recinto.