El misterio alrededor de Camila Giorgi sumó un nuevo capítulo, que refuerza las versiones de que su sorpresivo retiro y desaparición de la vida pública estarían relacionados a supuestos problemas con la Agencia Tributaria de Italia. La ex tenista y su padre, un argentino ex combatiente de la Guerra de Malvinas, fueron acusados de haber huido de una casa en la que estuvieron viviendo durante seis meses sin pagar el alquiler y haberse robado muebles antiguos de la propiedad, según el periódico Corriere Della Sera.

Ese medio italiano aseguró que Giorgi y su padre Sergio abandonaron repentinamente hace unos tres meses la villa que alquilaban en Calenzano, una localidad cercana a Florencia, dejando una gran deuda. Se llevaron muebles valuados en unos 100 mil euros. Y ante el reclamo del dueño del lugar, se negaron a devolverlos.

“No sólo se fueron sin decir nada con seis meses de alquiler impago, sino que hicieron desaparecer la mitad de nuestros muebles. Alfombras persas, muebles de prestigio, incluso una mesa antigua de media tonelada. Estamos hablando de daños de entre 50 y 100 mil euros”, le contó el propietario de la casa al diario La Repubblica.

El dueño de la villa contó que fueron los vecinos del lugar quienes lo alertaron sobre la presencia de camionetas de mudanza frente a la casa que alquilaba la ex 26ª del ranking mundial. Y que al llegar al lugar ya no había nadie.

“La casa estaba medio vacía. En el jardín, sin embargo, había más muebles y alfombras apilados. Probablemente ya habían llenado los camiones y no sabían dónde meterlos”, relató.

Y agregó: “Le escribí para que al menos nos devolvieran nuestras cosas y me contestó de forma despectiva diciendo que eran objetos de poco valor. Un comportamiento odioso hacia alguien como yo, que ha sufrido daños no sólo económicos sino también emocionales”.

“No puedo saber cuánto (de lo que se dice) es verdad ni cuánto le debe Camila al Estado, pero sé lo que nos debe a nosotros. Esos objetos forman parte de la vida de mi madre y de la mía: quiero que me los devuelva, al menos esta cantidad, ya que por los miles y miles de euros de alquiler atrasado hemos perdido la esperanza”, se lamentó.

Esta nueva denuncia no hizo más que agrandar la incertidumbre sobre lo que está ocurriendo en la vida de la ex jugadora, quien irrumpió en el circuito en 2011, llegó a ganar cuatro títulos (el más importante, el del WTA 1000 de Montreal de 2021) y jugó su último torneo en marzo, en Miami, donde perdió la en segunda ronda con Iga Swiatek, número uno del mundo. Estaba 116° en el ranking.

Durante su estadía en esa ciudad de Florida, compartió una foto en su cuenta de Instagram con la leyenda: “Random places #miami” (Lugares azarosos, en español). Fue su última publicación en las redes sociales, en la que era muy activa, sobre todo con posteos relacionados a la moda, su otra pasión.

Hace dos semanas, misteriosamente, desapareció de la lista de tenistas activas de la Agencia Internacional de Integridad del Tenis (ITIA, por sus siglas en inglés). Aunque ella nunca había anunciado su retiro, ni siquiera a la WTA.

“La WTA la buscó para pedirle un comentario y encontró sus teléfonos desconectados (el propio, el de su padre y los de sus hermanos Leandro y Amadeus). Entonces la entidad que nuclea a las tenistas profesionales dio un mensaje vacío. ‘Camila no revelará nada sobre ella hasta Roland Garros, tal vez’, dijo. Hay rumores de que se habría trasladado de una manera apresurada al extranjero por problemas en Italia”, publicó el Corriere della Sera.

Ese diario recordó que Giorgi había sido acusada en 2022 por una fiscalía de Vicenza de haber obtenido un certificado falso de vacunación contra el coronavirus, algo que la jugadora negó en su momento.

El diario Gazzetta dello Sport especuló que su repentino retiro podría deberse a una intención de evitar un posible control antidopaje, ya que al colgar la raqueta, su nombre queda automáticamente afuera de los candidatos a ser testeados por la ITIA.

Aunque también reconoció que en Italia nadie tiene constancia de un posible positivo de la jugadora de 32 años. Y destacó que tampoco Tathiana Garbin, capitana del equipo italiano de la Billie Jean King Cup, puede contactarla. “Hace meses que no la veo ni sé nada de ella. Lleva tiempo diciéndome que no estaba lista por un problema en un pie”, le dijo Garbin a ese medio.

Días después de que lTIA la sacara de la nómina de jugadoras en actividad, Giorgi reapareció con un breve comunicado en sus historias de Instagram para confirmar su retiro.

“Por favor, confíen en este Instagram para obtener información confiable”, arrancó. “Estoy feliz de anunciar formalmente mi retiro del tenis. Hubo muchos rumores inexactos sobre mis planes a futuro, por lo que espero brindar más información sobre las interesantes oportunidades que se avecinan. Es una alegría compartir mi vida contigo y continuemos este viaje juntos. Con mucho amor, Camila”, cerró.

Ese mensaje no aclaró las dudas sobre su presente, que son ahora más grandes tras esta denuncia sobre una misteriosa huida, con robo incluido, que se hizo pública en las últimas horas.