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Crece la venta de las “joyas de la abuela” y ahora es para pagar los servicios y llegar a fin de mes

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  • En las principales casas de compra-venta de oro y también en la calle Libertad admiten que la demanda de tasaciones se disparó.
  • Historias de quienes se desprenden de alhajas y relojes por la crisis económica.

Nadie puede negar que las publicidades nocturnas (y sus parodias) que en la tele muestran a alguien que lleva una joya de la abuela a un tasador para recibir dinero a cambio, son hipnóticas. Hasta satisfactorias.

Hay ficción (el argumento, la actuación) y hay realidad (la necesidad de plata para cumplir un deseo o pagar una deuda, y la inseguridad como motivo para dejar ir a esa posesión material sobre la que cotiza también el valor de los afectos).

Pero quienes hoy llenan los locales de compra de oro en la ciudad de Buenos Aires están bien despiertos. Les quita el sueño la crisis económica y necesitan vender para llegar a fin de mes, pagar los servicios o evitar embargos.

“Traen hasta el último recurso”, dice a Clarín Jacqueline Queipo, una tasadora con más de 20 años en El Tasador. ¿Qué es el último recurso? “Lo que tengan, aunque no sirva, aunque no tenga valor comercial. Pero no lo saben y quieren venir a ver:¿Cuánto vale esto que tengo?”.

“Somos cinco tasadores (NdR: en ese local de Corrientes y Pueyrredón) y no damos abasto. Estamos armando más oficinas y preparando a más tasadores. Ayer (por el martes) yo sola atendí a 60 personas, a veces son 70. El promedio es de unas 350 por día. Antes yo atendía a 5 o 6, en los últimos meses explotó el trabajo”, cuenta.

Una tasadora analiza alhajas que le llevaron para vender. Foto Maxi Failla Una tasadora analiza alhajas que le llevaron para vender. Foto Maxi Failla

A veces vienen a vender para poder pagar la boleta de luz. El perfil sigue siendo el mismo, con un plus de gente que antes no venía. Gente de todas las edades, que se metió en créditos de autos. Eso es de todos los días. Te dicen: ‘No me alcanza el sueldo para pagar la cuota, qué hago, pierdo el auto’, o que tienen que pagar tratamientos médicos”.

Desde la página de estos tasadores se puede subir la foto de la joya o el reloj a través de un formulario, también recibir asesoramiento por WhatsApp. Pero, como explica la gemóloga experta en piedras preciosas, “no lo quieren mandar, porque les da miedo que quede registrado su número y lo que tienen”. Entienden la desconfianza.

“Siempre invitamos a la gente a que vengan y traigan lo que heredaron. Una vez que lo tenemos enfrente, porque si me mandás una foto no es lo mismo, cuando yo tengo la pieza en la mano, veo si me si puede llegar a servir, si tiene algún valor comercial o no”, recomienda.

Lo que más se quiere vender ahora es oro y plata. Foto Maxi Failla Lo que más se quiere vender ahora es oro y plata. Foto Maxi Failla

Además del disparo del escáner que detecta metales y la lupa, la herramienta principal del oficio es la expertise. Jacqueline se acuerda de que lo primero que aprendió fue simple y útil: “A mirar el sellito (de 18 o 24 kilates)”.

Hoy es la cara visible de esa empresa y da esta nota desde el set que armó el equipo de marketing para subir contenido a redes. Esta dama del oro tiene carisma y tres Rolex sobre el paño: un Junior Zafiro (con pase rápido de calendario), otro con malla Oyster combinada y el Jubilee de acero.

Jacqueline, de El Tasador, dice que "no dan abasto" con la demanda de gente deseosa por vender. Foto Maxi FaillaJacqueline, de El Tasador, dice que “no dan abasto” con la demanda de gente deseosa por vender. Foto Maxi Failla

La sensación al entrar a estas grandes casas de venta de oro es la de estar en un ambiente híbrido, entre sanatorio y banco. También tienen algo de boliche.

La imagen de “clínica” la dan las recepcionistas, hay que registrarse y obtener un turno (la consulta es gratis), y las filas de sillas en la sala de espera, que casi todas estaban ocupadas el miércoles al mediodía.

Lo “bancario” es que, cuando toca, se pasa a la privacidad de box individuales. Y, si hay acuerdo, de ahí se sale con plata (pero en papel, el billete, que pueden ser dólares, pesos o una transferencia bancaria).

Lo de “boliche” es porque en la puerta custodian hombres de traje negro y anteojos de sol.

Lo que más se quiere vender ahora es oro y plata. Foto Maxi FaillaLo que más se quiere vender ahora es oro y plata. Foto Maxi Failla

Lo que más se quiere vender ahora es oro y plata. “Todos los metales”, como le dicen en la jerga. Nada que se revenda después como pieza, sino que se “refina” (otro verbo característico). Nadie se acerca ya con de obras de arte o esculturas. “Aunque a algunos ves entrar con jarrones acá”, dice la tasadora.

“Es bastante variado, no es que vienen solo con la alhaja de la abuela y la pieza más preciada. Nada que tenga diseño, todas cosas hechas de matricería, nada que tenga piedras preciosas. Vienen juntando todo lo que tienen, pero de verdad que es así. No te exagero ni un poquito. Son toneladas de cosas que van acercando. Por ahí vienen una vez y dicen ‘Bueno, la semana que viene vengo con otra cosa, porque no quise traer todo junto’”.

La mayoría está asesorada sobre cuánto van a recibir. Pero sólo los tasadores acertarán el precio “justo”. Porque ellos lo definen en el rubro. “El oro está bastante caro, así que si traen una cosita sola, ya se llevan un montón de plata”. avisa.

No hay que pensar en pasar antes por una joyería y averiguar cuánto cuestan unos aritos o una cadenita parecidos a lo que quieren vender, y esperar algo similar a cambio. El valor del oro es por peso y está determinado por el mercado internacional. Aún así, eso no define tanto.

¿Qué pasa si alguien, después de escuchar la oferta, pide más?

“Puede haber una negociación en alhajas que se compran como alhajas (no por el metal). Ese precio tiene que ver ya con el ejercicio de la compra y venta en el mercado internacional. No estamos supeditados al mercado local, entonces, podemos ir comprando y podemos seguir vendiendo. Si tuviese que pensar en solo vender en Argentina… fuimos, porque no se estaría vendiendo nada. El precio del oro, en cambio, no lo manejamos nosotros, depende del mercado, del día”, explica Jacqueline.

En la web se lee a quienes pagan “$ 82.000 el gramo de oro” y otros, menos mediáticos, que en realidad “cotizan el gramo hasta $ 70.000 o $ 73.000”, como explica uno de los joyeros más importantes de la calle Libertad, esa gran joyería porteña a cielo abierto. Allí, confirman los joyeros a Clarín, también se disparó la demanda de tasaciones por la misma razón: la crisis económica. Lo mismo dicen en Leiva Joyas, de los mismos dueños de El Tasador.

En Libertad, algunas joyerías promocionan “pago por gramo más que nadie, $ 93.000”. Pero esos números no siempre se alcanzan. El “mercado” es lo que pasa en cada box de venta.

Ana Carolina vendió las alianzas de sus abuelos para poder pagar la deuda de la tarjeta de crédito. Foto Maxi Failla Ana Carolina vendió las alianzas de sus abuelos para poder pagar la deuda de la tarjeta de crédito. Foto Maxi Failla

Ana Carolina habla con Clarín justo después de haber vendido, por primera vez, en El Tasador de Corrientes y Pueyrredón. Es una de esas personas que no trajo una “bolsa de oro”. Pero la historia de lo que vendió, que combina el pasado dorado de su familia y su presente en crisis, pesa bastante más.

Traje las alianzas de mis abuelos. Estuvieron casados 50 años. Hace cinco mi abuelo falleció y al mes falleció mi abuela. Me endeudé mucho, dado la crisis del país. Estoy vendiendo alhajas y todo lo que tengo en oro para poder ir pagando la tarjeta. No me quedó otra, porque me embargaron“, dice la mujer, encargada de un local de ropa en Microcentro.

Todos los días, antes de entrar a trabajar, pasaba por esa casa de compra de oro. Esta vez, entró.

Quizá inconscientemente, Ana Carolina repite parte del guión de las nocturnas e hipnóticas publicidades televisivas armadas sobre este tema. “Me llevé más de lo que esperaba“. Por los dos anillos y “unas cadenitas” recibió cerca de $ 1.500.000.

Lo que más se quiere vender ahora es oro y plata. Foto Maxi FaillaLo que más se quiere vender ahora es oro y plata. Foto Maxi Failla

Alejandra pudo “aguantar” las alianzas de sus padres. Las llevó pero no las vendió y, de hecho, las usa todos los días. Sí convirtió en plata todo el oro que tenía guardado hace 15 años en una caja de seguridad. Ella lo hizo en tandas. Y hasta vendió un Rolex.

Se había quedado “sin liquidez”, después de comprar un PH.

“Mi mamá tenía muchas cosas de oro que yo tenía guardadas en el banco. Me pasaron un contacto de confianza en la calle Libertad y fui sin tener idea de cuánto me iban a pagar. El tipo lo pesó adelante mío y me dijo: ‘Ocho mil’. Le dije: ‘¿Ocho mil qué?’. Fueron 8.000 dólares. Le contesté: ‘Tengo algo más’. Volví y vendí hasta las dos medallas de oro que me dieron en el trabajo. Fueron 11.800 dólares en total“, cuenta Alejandra a Clarín.

“Así como cobré los dólares los llevé a la caja. Ahí vi que también había un Rolex, que no era de oro, que mi hermano no iba a usar porque una vez se lo habían querido robar. Pedí otro contacto, de alguien que compre específicamente relojes, y me pagaron 1.500 dólares“, cuenta con orgullo.

En relojes, lo más batallero (lo que más se vende y compra) en Argentina es Rolex. Es la marca más conocida, pero hay otras que llegan a manos de tasadores, incluso más caras. Una es Patek Philippe.

“Ese tipo de piezas las adquieren quienes saben de relojería, no es solamente que ‘son caros’, hay relojes que son altamente superiores en todo sentido. El mercado y la relojería es una sorpresa todos los meses. Hay momentos en el mercado en el que los relojes están súper altos y por ahí a los dos meses no tiene nada que ver el valor”, explica Jacqueline.

Un ejemplo lindo: los tasadores pagan un extra si el reloj viene con el papel original, no el duplicado que podría pedirse al ir a una casa de Rolex oficial y exigirlo.

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Un turista de 21 años se metió al Río Paraná para buscar una pelota y murió ahogado

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Ocurrió en el balneario municipal de Santa Elena. El joven habría cruzado la zona habilitada, que estaba delimitada por boyas

Un joven de 21 años murió ahogado este martes por la tarde tras adentrarse en las aguas profundas del río Paraná para recuperar una pelota. El trágico accidente ocurrió en el balneario Santa Elena, situado en la ciudad homónima, en Entre Ríos.

El cuerpo no ha sidoEl cuerpo no ha sido encontrado y la búsqueda continúa.

Si bien un compañero intentó ayudarlo, tuvo que soltarlo debido a que la víctima comenzó a arrastrarlo mientras se ahogaba. El joven fue identificado como Logan Daniel Videla, oriundo de La Matanza, provincia de Buenos Aires. En el caso intervinieron agentes de la Comisaría de Santa Elena, del Departamento La Paz, junto con personal de Prefectura Naval.

El trágico accidente ocurrió enEl trágico accidente ocurrió en Río Ceballos (Foto: Prensa Policía)

Alarmante cifra de ahogamientos durante el verano

Según se pudo reconstruir, al notar que no podía mantenerse a flote, comenzó a pedir auxilio. A pesar de los esfuerzos de una persona que logró sacarlo del agua, ya no presentaba signos vitales, según informó El Doce TV.

En lo que va del verano, las víctimas fatales sufrieron accidentes en las localidades cordobesas de La Calera (Sierras Chicas), Nono (Traslasierra), Villa Rumipal (Valle de Calamuchita), Villa Carlos Paz (Valle de Punilla), el dique Piedras Moras (Calamuchita), Mina Clavero (Traslasierra) y Río Tercero (Tercero Arriba).

Las autoridades locales y los organismos de emergencia suelen emitir recomendaciones para evitar accidentes en los cursos de agua. Entre las medidas más comunes se encuentran evitar ingresar a zonas profundas, prestar atención a las corrientes y no nadar en áreas no habilitadas. Sin embargo, los incidentes registrados este verano reflejan que, en muchos casos, estas advertencias no son suficientes para prevenir tragedias.
Un turista de 65 añosUn turista de 65 años falleció en La Toma.

Solo dos días antes de la muerte de Lucas Iván Paz, falleció otro hombre identificado como Horacio Quiroga en la ciudad de Río Tercero. La víctima, de 37 años, disfrutaba de una jornada familiar cerca del balneario municipal; cuando ingresó al agua en la zona del predio del Centro Tradicionalista alrededor de las 19 horas. Testigos relataron que, tras lanzarse al río, Quiroga no volvió a salir a la superficie, lo que generó alarma entre los presentes.

Ante la emergencia, las autoridades locales y los Bomberos Voluntarios acudieron rápidamente al lugar. Según detalló Telefe Córdoba, lograron rescatar al hombre y trasladarlo de inmediato al hospital de la localidad. Sin embargo, pese a los esfuerzos médicos, se confirmó su fallecimiento horas después. Habría sufrido un paro cardiorrespiratorio tras ingresar al agua.

Días atrás, un hombre de 65 años, identificado como Norberto Jorge Amadeo, falleció en el balneario La Toma, ubicado en la localidad de Mina Clavero. El turista, oriundo de la provincia de Buenos Aires, resbaló mientras intentaba cruzar el río a nado, golpeó su cabeza contra una piedra y fue arrastrado por la corriente, lo que resultó en su trágico deceso.

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Temporal en Bahía Blanca, en vivo: se reactivó el transporte público y será gratis por 30 días

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La ciudad bonaerense vuelve poco a poco a la normalidad. El funcionamiento de los colectivos, la recolección de residuos y la entrega de donaciones. La atención al público en lugares habilitados para circular. Qué pasará con las clases y el clima

Bahía Blanca se reconstruye después del fuerte temporal que azotó a la ciudad el viernes pasado, provocando grandes daños y destrozos. La ciudad recibió la llegada del.

En el medio de la angustia que prevalece por las personas que aún están desaparecidas, incluyendo a las hermanas Delfina y Pilar Hecker, de uno y cinco años, las autoridades del municipio se mantienen trabajando en su búsqueda.

Por lo pronto las clases estarán suspendidas hoy y mañana debido a las complicadas condiciones de infraestructura en las que se encuentran las instituciones relevadas.

En tanto, el gobierno de la Provincia de Buenos Aires anunció un paquete de medidas como créditos blandos, subsidios, transporte gratis y beneficios impositivos.

Alfredo Dagna, presidente del Club Olimpo de Bahía Blanca: “El club está colapsado con las ayudas”
Alfredo Dagna, presidente del Club Olimpo, confirmó que suspendieron el fútbol en Bahía Blanca, para ayudar a la ciudad

El presidente del Club Olimpo de Bahía BlancaAlfredo Dagna, destacó la ayuda de gran parte de las instituciones deportivas de la Argentina: “Es un aluvión de donaciones que vienen. Me han llamado casi todos los presidentes de clubes para decirme que enviaban uno o dos camiones”. E informó que la idea es entregarlo “en forma inmediata” a la gente, ya que hay una situación de desesperación.

Respecto al rol de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), Dagna comentó que el organismo se encuentra recibiendo donaciones en el predio de la AFA, en Ezeiza, que provienen de los clubes del interior. Y subrayó que lo que más se necesita son elementos de higiene: “El tema es lo que pueda pasar desde el punto de vista sanitario en la Ciudad”.

Alfredo Dagna, presidente del ClubAlfredo Dagna, presidente del Club Olimpo de Bahía Blanca

En cuanto a medidas, el dirigente relató: “En el fútbol lo que hicimos fue suspender el partido que teníamos ahora, jugábamos el domingo. Tengo dos helicópteros de la Policía Federal en la cancha de fútbol y suben y bajan todos los políticos que vinieronEl club está colapsado con las ayudas”.

Por último y sobre la situación actual en la localidad bonaerense, Dagna calificó al temporal como “una situación difícilmente de entender” y estimó que es poco probable que vuelva a suceder. “Son situaciones que uno las explica y las cuenta, pero el que las vive es una situación traumática porque pierde todo. Eso es como el Juego de la Oca, retrocedes 20 casilleros porque perdés todo. Hechos como estos desbordan cualquier previsibilidad posible”.

En este punto, concluyó: “Es dramático lo que pasó, de tal forma que, toda la ayuda que llega, si bien es un bálsamo para la gente, cuando pase la ayuda la gente va a tener que arrancar de cero. Y eso es lo más preocupante”.

10:28 hsHoy

Cómo están las rutas en Bahía Blanca

El desigual estado de lasEl desigual estado de las rutas en Bahía Blanca (Gustavo Gavotti)

Según informó Vialidad Nacional, el estado de las rutas nacionales que conectan la ciudad con el resto del país presenta diversas restricciones, incluyendo cortes totales y tramos transitables con precaución.

De acuerdo con el reporte oficial, la Ruta Nacional 3 (RN 3), muestra diferentes niveles de accesibilidad dependiendo del tramo. El segmento entre Azul y el empalme con la Ruta Nacional 229 (RN 229) se encuentra transitable sin inconvenientes. El tramo que conecta la RN 229 con El Triángulo y el que va desde este último punto hasta la calle Charlone (kilómetro 691) requieren precaución debido a las condiciones del camino.

Por otro lado, el tramo entre el Canal Maldonado (kilómetro 692) y el empalme con la Ruta Nacional 33 (RN 33) permanece completamente cerrado al tránsito.

Los trabajos para recuperar laLos trabajos para recuperar la circulación vial en algunos accesos a la ciudad de Bahía Blanca

El resto de los tramos de la RN 3 presentan una situación mixta. Desde el empalme con la RN 33 hasta el empalme con la Ruta Nacional 22 (RN 22), el tránsito es posible pero con precaución, mientras que el trayecto entre el empalme con la RN 22 y Patagones está habilitado sin restricciones.

Asimismo, el segmento que conecta el empalme con la RN 3 y Río Colorado, perteneciente a la RN 22, también es transitable con normalidad.

El pavimento resquebrajado, producto deEl pavimento resquebrajado, producto de las tormentas del viernes pasado

La Ruta Nacional 33 (RN 33) también presenta condiciones variables. El tramo entre el empalme con la RN 3 y La Vitícola está habilitado, pero se recomienda circular con precaución. Por su parte, el trayecto que conecta La Vitícola con Pigüé no presenta inconvenientes. Sin embargo, el tramo que une Pigüé con Trenque Lauquen requiere precaución debido a las condiciones del camino.

En cuanto a la Ruta Nacional 35 (RN 35), el panorama es más crítico. El tramo que conecta Bahía Blanca con el límite de la provincia de La Pampa se encuentra totalmente cerrado.

La Ruta 35, una deLa Ruta 35, una de las más afectadas por el temporal

Por su parte, la Ruta Nacional 228 (RN 228), que conecta Necochea con Tres Arroyos, está habilitada sin restricciones. Por otro lado, la Ruta Nacional 229 (RN 229), que une el empalme con la RN 3 y Balneario Marisol en Punta Alta, es transitable, pero con precaución.

La Ruta Nacional 249 (RN 249), que conecta el empalme con la RN 3 y el empalme con la RN 229 en Punta Alta, también requiere precaución para su tránsito. Asimismo, la Ruta Nacional 252 (RN 252), que abarca el tramo entre la Rotonda de Villa Sarsfield y el puente La Niña, presenta condiciones similares.

Finalmente, la Ruta Nacional 1V03 (RN 1V03), que conecta el empalme con la RN 3 y la Rotonda Ex Indiada, también está habilitada, pero se recomienda circular con precaución.

10:12 hsHoy

El Hospital Penna reactiva algunos de sus servicios

El acceso a guardia delEl acceso a guardia del Hospital José Penna (REUTERS/Juan Sebastián Lobos)

El Hospital Provincial José Penna, principal centro de salud de Bahía Blanca, comenzó a recuperar su funcionamiento tras los graves daños sufridos durante el temporal del pasado viernes.

El Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires implementó un amplio Plan de Contingencia que incluye la adecuación de espacios, la reorganización de servicios y el envío de recursos humanos y materiales para garantizar la atención médica en la región.

Más de 200 agentes sanitarios fueron enviados al hospital, junto con equipamiento médico, medicamentos, vacunas y personal especializado en salud mental. Estas medidas buscan restablecer la operatividad del establecimiento, que es clave para la atención de la población local.

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“¿Dónde está mi bebé?”: la angustia de una madre adolescente y la hazaña de una enfermera en medio de la inundación en Bahía Blanca

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La tormenta arrasó con el Hospital Penna y decenas de niños tuvieron que ser evacuados de la Neonatología. Saira Delmiro, de 16 años, vivió una odisea para reencontrarse con su hija, Amely. Su historia y la de la enfermera que la salvó

El viernes 7 de marzo, Saira Delmiro (16) se despertó sobresaltada en su casa del barrio 9 de Noviembre, en Bahía Blanca. Eran las cuatro de la madrugada y afuera llovía sin parar. Horas después, cuando ya se había desatado el peor temporal de la historia de la ciudad, llegó a su teléfono un video que le heló la sangre: el hospital Penna, donde su hija Amely llevaba tres semanas internada en el sector de Neonatología, se había inundado.

“Me agarró un ataque de nervios. No veía a mi bebé desde la noche anterior y en las imágenes no aparecía el sector donde ella estaba. Me desesperé. Pensé que no se iba a salvar”, recuerda Saira en diálogo con Infobae.

Amely nació el 15 de febrero pasado, con solo 27 semanas de gestación y un peso de 940 gramos. Desde entonces, la beba pasaba sus días en una incubadora, con respirador y asistencia médica constante. Saira, que recibió el alta tres días después de traerla al mundo, la visitaba dos veces al día. “Trataba de pasar la mayor cantidad de tiempo en la Neonatología. Le cambiaba los pañales, me sacaba leche para que se alimentara y le hablaba permanentemente. Me costaba mucho verla así, tan chiquita y llena de cables”, explica.

A pesar del buen cuidado, en sus primeras semanas de vida, la evolución de Amely era inciertaprimero tuvo ictericia (NdR: una afección frecuente en los neonatos que provoca que la piel y las partes blancas de los ojos se tornen amarillas a partir de un exceso de bilirrubina en la sangre) y, luego, una infección que le comprometió los pulmones. “Todo venía siendo muy cuesta arriba”, explica su mamá

Pero la prueba más dura todavía estaba por llegar.

La primera imagen de Amely.La primera imagen de Amely. La beba nació el 15 de febrero con solo 27 semanas de gestación y un peso de 940 gramos

“¿Dónde está mi bebé?“

Después de ver los videos, aquel viernes 7 de marzo, Saira decidió ir al hospital Penna a buscar a su bebé. Llegó alrededor de las 17 y ahí se enteró de que Amely ya no estaba allí. “Pregunté adónde estaba mi hija y me dijeron que la habían trasladado. ‘Ella está bien, pero la llevamos a OSECAC’, me explicó el director de Neonatología. El problema es que eso quedaba pasando el centro y, con mi mamá, no teníamos cómo llegar. Paramos una camioneta que se ofreció a llevarnos, pero tuvimos que bajarnos antes. Cuando salimos del coche, el agua nos llegaba por encima de la cintura y la corriente te llevaba. Tuvimos miedo”, cuenta.

Durante horas, Saira y su madre se quedaron atrapadas en una vereda, sin poder avanzar. “Tuvimos que esperar a que bajara el agua. Estábamos empapadas y embarradas. Al final, empezamos a caminar por calles sin luz. ‘No vamos a llegar’, le decía a mi mamá”, cuenta Saira.

Finalmente, cerca de las 21:30, llegaron a la clínica. “Entré y dije: ‘Soy la mamá de Amely, una de las bebés que trajeron del Penna’. Ahí me llevaron a la sala de padres para que me cambiara y después nos reencontramos. Cuando la vi, me largué a llorar. No podía creerlo. Creí que no iba a sobrevivir”, dice.
Luciana Marrero, la enfermera queLuciana Marrero, la enfermera que cobijó a Amely en su pecho, debajo de su ambo, para darle calor y así salvarle la vida

“No tenés nada que agradecer”

Quien repone la otra parte de la historia, ahora, es Luciana Marrero, la enfermera que cobijó a Amely en su pecho, debajo de su ambo, para darle calor y así salvarle la vida. Junto a sus compañeras del Penna, Luciana puso en marcha un operativo de rescate que se extendió durante 18 horas ininterrumpidas hasta que lograron trasladar a todos los recién nacidos a un lugar seguro.

“Actuamos con el corazón y pensando en las madres que no pudieron llegar hasta sus hijos debido a la tormenta. Si no nos saliera del corazón, no podríamos haberlo hecho. La prioridad siempre son los bebés”, comentó la enfermera en una entrevista días atrás.

Luciana, quien trabaja en el turno noche de la Neonatología, conocía a Amely, pero no a Saira. Recién se vieron por primera vez días después de la tormenta. “Fue muy emotivo el encuentro. Ella estaba superagradecida por lo que hice. ‘No tenés nada que agradecer. Yo también soy mamá y te entiendo. Vos hubieras hecho lo mismo’, le dije. Me emocionó mucho verla afrontar una tarea tan enorme como la maternidad, siendo tan chiquita”, contó la enfermera a Infobae.
Así fue el encuentro entre Saira Delmiro y Luciana Marrero, la enfermera de neonatología del Hospital Penna de Bahía Blanca, que rescató a su bebé (Video/Telefe Noticias)

“A Luciana nunca la había visto porque yo me iba del hospital a las 21 y ella llegaba a las 24. El encuentro fue muy lindo. Me abrazó y me dijo que hizo lo que yo hubiera hecho. Si no fuera por ella, Amely no estaría hoy acá”, asegura Saira.

Pese a la incertidumbre por lo que vendrá, la joven se aferra a la esperanza. “Gracias a Dios, mi casa no se inundó y puedo ir y volver de OSECAC, aunque está mucho más lejos que el Penna. Amely sigue ganando peso y mientras ella esté bien, yo también lo estaré”, se despide Saira.

Amely, hoy. "Ya pesa másAmely, hoy. “Ya pesa más de un kilo. Mientras ella esté bien, yo también lo estaré”, dice su mamá

Volver a ponerse de pie

Tras la inundación, el hospital Penna, que también recibe pacientes de Tres Arroyos, Carmen de Patagones y otras localidades del sur de Buenos Aires, se encuentra en una situación crítica.

Ante la devastación, el personal de la institución solicitó la colaboración de la comunidad para reconstruir la sala de Neonatología y reponer los equipos perdidos. “Bahía necesita de la población. Nuestro sueño es volver a ver nuestra Neo en pie“, aseguraron las enfermeras.

Al cierre de esta nota, según informaron las autoridades locales, la ciudad comienza a reactivarse con la restauración de los medios de transporte y la recolección de basura. En tanto, este lunes, la Policía Científica logró establecer la identidad de 15 de las 16 víctimas fatales, quedando solo una, de entre 50 y 55 años, sin identificar. A su vez, se conoció que el número de evacuados descendió a 523 y que continúa la búsqueda de las hermanas Delfina y Pilar Hecker, de 1 y 5 años, quienes fueron arrastradas por la corriente durante el temporal.

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