El chico de 20 años, de Parque Patricios, recibió un tiro en la frente el domingo 14 de abril en Teatro Woodstock.
“Si te apreto acá, ¿qué pasa?”. Desafiante, “Taielcito”, de 19 años, apoyó el dedo en el botón de “power” de la computadora del DJ de Teatro Woodstock, un salón de San Justo (La Matanza), en la ruta 3, que suele alquilarse para conciertos y fiestas privadas.
Estaba insistente con sus exigencias para que pasara las canciones que le pedía. Había reservado la mejor mesa del VIP, pegada a la consola, pero con su grupo empezó a molestar a todos los que estaban alrededor, mientras corría el champagne.
El joven se subió a la cabina del DJ y la solicitud ya fue en tono de orden. Le estrechó la mano derecha, que apretó más fuerte de lo normal, como para que no quedaran dudas de que no solo era algo “de onda“.
Al bajar, “Taielcito”, como le dicen algunos de sus amigos, pero cuyo nombre completo es Yoel Taiel Tambussi, el mismo que llevaba cinco meses “prófugo” por el crimen de un jubilado y había entrado al salón con una 9 milímetros en la cintura, cayó sobre un grupo de jóvenes que no sabían que él era un pesado del delito, “un chorro conocido“, describen las fuentes.
Entre ellos estaba Gianfranco Di Luciano (20), “El Colo”, un chico de 20 años muy querido en el barrio de Parque Patricios.
Pasadas las 5.30 del domingo 14 de abril, Tambussi -de acuerdo a la sospecha de los investigadores- sacó el arma y disparó tres veces hacia arriba. Esto puede verse en una filmación hecha con un celular. Increíblemente, nadie salió herido.
El cuarto tiro dio directamente en la frente del “Colo”, que cayó fulminado. Su amigo, Alan, al que había acompañado desde Buenos Aires, salió corriendo. En la escena quedaron tres vainas servidas. Y en un bolsillo de su campera, una bolsa tipo Ziploc con 23 dosis de cocaína y tusi.
“Nuestra hipótesis principal fue o que este muchacho Alan le dijo ‘teneme esto‘ o que directamente se le plantó la droga adentro del boliche”, sostiene Francisco Di Luciano (41), papá del joven asesinado. Quienes lo conocían refuerzan esto del “favor” al amigo y sintetizan: “El Colo no sabía decir que no“.
El cuarto de Gianfranco, en su casa de Parque Patricios. Foto Fernando de la Orden.
Con el correr de las horas, la postura del hombre varió. Este fin de semana, en un par de historias de Instagram, redobló la apuesta y publicó su foto: “Podría ser cómplice del asesinato. Si lo ven, llamen al 911“, escribió tras señalarlo como quien llevó a Di Luciano “a una trampa mortal”.
Al padre todavía le resuenan las palabras del comisario que le anunció la muerte del chico. “Hubo un tiroteo adentro, a su hijo le pegaron un tiro en la cabeza y está muerto“, fue la primera frase. A continuación, otro mazazo: “¿Su hijo vendía drogas?“. Francisco se tiró al piso llorando. Su esposa, Corina Solofrano (42), quedó en shock.
Los allegados al chico, según pudo saber Clarín, insisten: “No era transa“. Y apuntan al amigo con el que fue esa noche al boliche. De todas maneras, esta cuestión de las drogas no es un punto central en la investigación del fiscal Matías Folino (Homicidios de La Matanza).
Yoel Taiel Tambussi, detenido por el crimen de Gianfranco Di Luciano en Teatro Woodstock, en San Justo (La Matanza).
Tambussi, cuando fue detenido, llevaba dos dosis idénticas a las que encontraron en la campera de la víctima. Por eso, cabe hacerse algunas preguntas: ¿Pudo haber existido una discusión en medio de una venta de drogas entre Tambussi y el amigo de Di Luciano? ¿Este último no dice todo lo que sabe? ¿Tuvieron los dos (Taiel y Alan) protección policial tras el crimen?
“Yo no no fui el que disparó, fue alguien de mi grupo, pero no voy a decir quién“, declaró el detenido al ser indagado por Folino. Horas más tarde se entregó un adolescente de 17 años que integraba su grupo. Por eso, la causa pasó a manos de Pablo Insúa, de la UFI N° 1 del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil.
Los objetos secuestrados a Tambussi. Entre ellos, una 9 milímetros.
Los papás de Luciano recibieron a Clarín en su casa de Parque Patricios. “Somos clase media justa, esta casa es herencia de mi abuelo. De lo contrario, hoy estaríamos viviendo en un monoambiente alquilado”, remarca Francisco.
El silencio en la habitación del “Colo” impacta. Están sus trofeos en Huracán, ya que jugó allí desde los 3 años hasta la pandemia de COVID-19. Empezó en baby fútbol, siguió en futsal. Jugaba de nueve y era fanático del “Globo” como su papá, de no faltar nunca al Ducó. El vicepresidente del club, Abel Poza, fue uno de los tantos que visitó a la familia para solidarizarse.
Francisco vende suplementos deportivos. Es entrenador personal y de fisicoculturismo. Gianfranco heredó su pasión y se había vuelto fanático del gimnasio. Corina es profesora de educación física, pero trabaja como empleada.
Los trofeos que había ganado Gianfranco en Huracán. Foto: Fernando de la Orden.
Este verano se la pasó pensando qué estudiar. Luego de trabajar el 2023 en una concesionaria de autos del Microcentro, como la carrera de Marketing no figura en la Universidad de Buenos Aires (UBA), y hacerlo en una facultad privada era demasiado costoso, se decidió por kinesiología y arrancó el CBC.
La semana previa al asesinato, empezó una prueba como mozo en Divino Budín, un café-boutique de Recoleta. El lunes 15 debía presentarse a su primer día.
Tras el homicidio, Tambussi escapó en un Ford Fiesta Kinetic rojo manejado por el adolescente de 17 años. “Yo no vi, mami, me agaché y salí corriendo“, le dijo este último a su madre sobre los tiros.
El Ford Fiesta Kinetic, encontrado por la Policía.
En la escena hallaron tres vainas servidas de una pistola 9 milímetros, que esta semana se cotejarán con el arma Bersa Thunder, con numeración suprimida, que le secuestraron al sospechoso, quien después del hecho siguió “de caravana”: se fue a la fiesta clandestina “El Pelucón”, en el barrio Almafuerte, conocido como Villa Palito. La cuarta vaina no apareció.
Según la Policía, al salir de allí lo detuvieron y hubo un enfrentamiento. “Habría efectuado un único disparo“, dijo un investigador a este diario. Las fotos que se difundieron tras su captura no muestran ninguna lesión visible. Iba en una moto KTM 250, que había sido robada el 3 de abril en Lomas del Mirador.
A Tambussi lo buscaban por otro homicidio brutal, que tuvo como víctima a Rafael Indalecio Pardo, para robarle el auto cuando salía de comprar remedios de una farmacia. Era el último integrante de la banda de cuatro motochorros que le pegaron un culatazo en la cabeza y un balazo en el abdomen a un jubilado de 83 años con marcapasos y bastón.
Rafael Pardo, muerto dentro de su auto. Tenía 83 años y lo asesinaron cuatro motochorros en Ramos Mejía.
Cómo hizo para mantenerse cinco meses en libertad es lo que se pregunta más de uno. Y, sobre todo, cómo hizo para entrar armado en dos fiestas. ¿Lo estaban buscando realmente? ¿O alguien lo cubría?
El papá de Gianfranco insiste en lo que dice la mayoría sobre él. “Suele haber discursos de las familias cuando le matan a un hijo así, pero mi hijo no tenía la picardía para ser transa, ni la viveza ni la calle ni la habilidad ni los códigos para ser transa, ni para estar metido en San Justo vendiendo droga. A Rambo le daría miedo meterse ahí a vender droga”, enfatiza.
Según cuentan, esa noche “El Colo” les pidió plata prestada a los padres para salir con Alan y otros amigos de éste. No llegaron a darle, dicen, más de 5.000 pesos. “Imaginate si el Rey de la Noche iba a andar pidiendo de 2.000 pesitos“, apunta el papá.
El chico tenía un celular modelo viejo, marca Samsung, porque se le había roto otro hace tres meses y no le alcanzaba la plata para comprarse uno nuevo.
“Si fuese transa, mi hijo no me va a andar pidiendo 5.000 pesos para ir a comprarse tres kilos de pechuga, o no estaría juntando plata como mozo. Al que es transa le ves, en una semana, un iPhone”, enfatiza.
Los padres también señalan la falta de empatía con la que los atendieron en la comisaría. “Para ellos fue como decir ‘te chocaron el auto, está en el depósito‘”, se quejan.
Francisco insiste en hablar, a pesar del consejo de la familia, de “la mafia político-judicial” ya que la venta de drogas en un boliche no se produce “sin la venia del dueño, de los organizadores, del jefe de calle y del jefe político”.
“El Colo”, jugando al futsal en Huracán.
“A 20 cuadras de la comisaría tenían a un tipo buscado con antecedentes. Yo salgo a trabajar con la moto y me paran 20 veces. Y el asesino iba de un antro a otro”, resalta.
A su lado, Corina se vuelve a quebrar en llanto, mientras piensa en contener a su hija más chica.
“Yo quiero tener mi plata, quiero cambiar el celular“, le decía su hijo. La mujer no olvida aquel mensaje, a las ocho y media de la mañana de ese fatídico domingo, que le envió un amigo de la víctima: “Pasó algo con El Colo“. A partir de allí, todo es una pesadilla.
El máximo tribunal penal del país rechazó una queja presentada por la defensa y ratificó la continuidad del proceso contra un pasajero denunciado por su accionar en un vuelo de Miami a Buenos Aires
La Cámara Federal de Casación Penal ratificó este jueves la continuidad del proceso penal contra un hombre acusado de haber cometido el delito de abuso sexual contra una pasajera durante un vuelo comercial desde la ciudad de Miami, Estados Unidos, hacia el Aeropuerto Internacional de Ezeiza. Con su decisión, el máximo tribunal penal del país dejó firme el procesamiento sin prisión preventiva dictado en primera instancia y luego confirmado por la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata.
El caso se inició a partir de una denuncia que presentó la víctima al aterrizar. En su exposición, relató que durante el trayecto aéreo, mientras dormía en su asiento, el pasajero que se encontraba a su lado -identificado con las iniciales J.G.H.– colocó su mano sobre su pierna derecha y luego la introdujo en el interior de su pantalón.
La instrucción penal quedó en manos del Juzgado Federal de Lomas de Zamora, con competencia en el aeropuerto “Ministro Pistarini“. En ese marco, el hombre quedó imputado bajo el delito de ”abuso sexual simple“en una resolución que luego sería revisada y confirmada por la Sala II de la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata, que admitió que el procesamiento fuese sin prisión preventiva.
El procesamiento una sin detención cautelar implica que, si bien el juez instructor consideró reunidas las condiciones para vincular formalmente al imputado a la causa penal, no se acreditaron riesgos concretos de fuga o de entorpecimiento de la investigación para ordenar su arresto. De acuerdo con el artículo 312 del Código Procesal Penal, la prisión preventiva sólo puede dictarse cuando existen motivos fundados que así lo justifiquen.
La denunciante reseñó los hechos al llegar al Aeropuerto Internacional de Ezeiza (EFE/Luciano González)
En el caso de J.G.H., ni el juzgado ni la Cámara de La Plata encontraron razones suficientes para imponerle una medida preventiva contra su libertad ambulatoria, concediéndole así la posibilidad de transitar el proceso penal en su contra sin restricciones.
Así las cosas, contra el fallo de la Alzada la defensa particular de J.G.H. presentó un recurso de casación por considerarlo arbitrario y sin fundamentos. Y al serle denegado, interpuso una queja para llevar su caso ante el máximo tribunal penal, que ahora también resultó desestimada.
La resolución fue adoptada por la Sala III de la Casación Federal, integrada por los jueces Carlos Mahiques, Juan Gemignani y Mariano Borinsky, quienes en sintonía remarcaron que la resolución impugnada “no reviste la calidad de sentencia definitiva ni se equipara a ella” para analizarla en esta instancia. Además, indicaron que “la defensa no ha logrado acreditar fundadamente la existencia de una cuestión federal de entidad suficiente, ni la concurrencia de alguna circunstancia que imponga la habilitación de la competencia de esta Cámara como tribunal intermedio conforme las pautas sentadas por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el precedente ‘Di Nunzio’”.
Los magistrados destacaron que “la garantía a la doble instancia ha sido satisfecha”, ya que el imputado obtuvo “pronunciamientos concordantes” en primera instancia y en la Alzada. De ese modo, la Sala III resolvió “declarar inadmisible la queja por recurso de casación denegado, con costas”, en los términos de los artículos 478, 530 y 531 del Código Procesal Penal de la Nación.
Con todo, el episodio en el avión quedó encuadrado bajo el artículo 119, primer párrafo, del Código Penal, que establece:“Será reprimido con reclusión o prisión de seis (6) meses a cuatro (4) años el que abusare sexualmente de una persona cuando ésta fuera menor de trece (13) años o cuando mediare violencia, amenaza, abuso coactivo o intimidatorio de una relación de dependencia, de autoridad, o de poder, o aprovechándose de que la víctima por cualquier causa no haya podido consentir libremente la acción”.
El 8 de mayoLoan Danilo Peñacumplió 6 años en algún lugar. Nadie sabe si le hicieron una torta, si le pusieron globos o le dieron regalos o, simplemente, ese día pasó como uno más. Incluso, en este 2025, debería haber empezado la escuela Primaria y, para esta altura, su cuaderno tendría que estar lleno de letras escritas por primera vez por él. Sin embargo, desde hace 365 días, no hay rastros de ese nene que fue a buscar naranjas tras un almuerzo en la casa de su abuela en el paraje Algarrobal de Corrientes. Desapareció. Y su ausencia duele; a María, su mamá, la atormenta más que a nadie: “Me hace falta mucho mi hijo. Él es mi compañerito más chiquito y me hace falta un montón”.
Un año después, y con la angustia acumulada y la ansiedad cruel de la espera, María sigue en la misma casa donde el nene creció en la localidad correntina de 9 de Julio. Ahí lo espera junto a José, su marido, y el resto de su familia. Todavía recuerda cómo lo vio irse contento ese 13 de junio de 2024 con su papá a caballo a la casa de su abuela Catalina para un almuerzo por el día de San Antonio. Era la primera vez que iba de visita al Algarrobal. Y allí se esfumó.
“Es muy triste. José no puede estar acá, en casa, porque le falta un hijo. Quizá estamos conversando y nos caemos, lloramos, pero nos levantamos otra vez. Estamos de pie. La verdad que ya es mucho tiempo un año, un año sin saber… Por favor, qué hablen, que digan de una vez dónde está Loan, qué pasó ese día”, repite María ante Infobae como un ruego a los detenidos por la desaparición de su hijo más chico.
Por la desaparición de Loan, hay siete detenidos y procesados a un paso de ir al juicio oral por la sustracción y el ocultamiento del menor: la tía del chico Laudelina Peña, y la pareja de la mujer, Antonio Benítez; Daniel Oscar Ramírez, Mónica del Carmen Millapi,la ex funcionaria María Victoria Caillava, el capitán de navío (RE) Carlos Guido Pérez y el ex comisario Walter Adrián Maciel.
A un año de la desaparición de Loan, su madre reclama respuestas
Para los investigadores, tanto los fiscales como la jueza de Goya, Cristina Pozzer Penzo; existió “un plan coordinado” para llevarse a Loan ese día lejos de la guarda de su papá y “se montó una escena para hacer creer que se había perdido,incluyendo la plantación de un botín en un lodazal y la difusión de una falsa noticia sobre su hallazgo”.
“En ninguna oportunidad se hallaron rastros fehacientes del niño que lo ubicaran fuera de la órbita del naranjal”, remarcaron los fiscales Mariano de Guzmán, de la Fiscalía Federal de Goya, y Marcelo Colombo y Alejandra Mángano, de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX).
María y José y sus hijos. Sólo falta Loan
Para los investigadores, Laudelina, Benítez, Ramírez y Millapi “alejaron del cuidado de su padre a Loan durante el almuerzo, lo condujeron hacia una zona fuera de su alcance visual”. El ex comisario Maciel es señalado como quien, “valiéndose de su cargo, montó un falso escenario de búsqueda e impartió y ejecutó distintas medidas con la finalidad de entorpecer e imposibilitar el hallazgo del menor”.
Cronología de los hechos
13 de junio de 2024, por la mañana: Loan y su padre José llegan a caballo a la casa de Catalina, en el paraje Algarrobal, para participar de un almuerzo familiar.
13:52: Se toma la última fotografía en la que se registra a Loan con otros menores y adultos caminando hacia el naranjal, ubicado a unos 500 metros de la casa de Catalina.
Entre las 13:52 y 14:25: Loan es visto por última vez en la zona del naranjal en compañía de Benítez, Ramírez y Millapi. Los niños presentes refirieron que desapareció en ese lapso.
Los detenidos Caillava y Pérez con la abuela Catalina
Las fotos del almuerzo tras el cual desapareció Loan
14:25: Benítez realiza una llamada a Laudelina Peña desde el naranjal. La comunicación dura más de 9 minutos.
15:24: Comienzan los registros de intentos de comunicación telefónica de José con la madre del niño y con vecinos del lugar.
15:37: Caillava informa a un miembro de la comisaría de 9 de Julio sobre la desaparición del menor.
La mayoría de los que están en la foto están presos
16:15: María llega al paraje Algarrobal en moto, se encuentra con Laudelina cerca de la escuela abandonada, y comienza la búsqueda del niño.
Entre las 16 y las 17: Llegan al lugar policías, vecinos y familiares que participan en la búsqueda inicial.
14 de junio de 2024: A primeras horas de la madrugada, se difunde erróneamente la noticia de que LDP había sido encontrado, lo que genera confusión y desvía la investigación inicial. En la tarde, se encuentra el botín izquierdo del niño en un lodazal en un campo, lo que los fiscales consideran una “plantación” deliberada de evidencia. Laudelina luego admitiría que fue ella quien plantó ese calzado.
15 de junio de 2024 en adelante: Se llevaron a cabo operativos de búsqueda más amplios, con participación de fuerzas federales y provinciales, pero sin hallazgos concluyentes sobre el paradero del niño.
El naranjal de 9 de Julio
El botín de Loan Peña
Pese a que la causa se encamina al juicio, en el Juzgado Federal de Goya no se dan por vencidos: “Se siguen otras líneas investigativas de búsqueda”, explicaron a este medio allegados al despacho. Continúan buscando a Loan.
“Me preguntó por qué, para qué. Una criatura, un inocente. No se entiende esto. La verdad, es muy difícil, muy difícil. Pero no bajo los brazos. Voy a hacer todo lo que haga falta, voy a seguir con esto, voy a seguir porque yo quiero saber qué pasó, quiero encontrarlo. No pierdo la fe ni la esperanza de que van a lograr encontrarlo y que está vivo”, cierra María la charla, pero no la espera por volver a ver a su hijo.
Laudelina Peña, la tía detenida y quien plantó el botín del nene
La causa paralela
Como si la causa por la desaparición de Loan no fuera lo suficientemente tremenda, en el medio la Justicia descubrió la irrupción de un grupo de personas que se hacían pasar por profesionales de la Fundación Lucio Dupuy y que hoy están procesados y también camino al juicio oral por haber retenido a menores que estuvieron con el niño y haber manipulado sus declaraciones para entorpecer la investigación, además de defraudar a la administración pública.
Ese es un expediente paralelo a la causa madre que tiene 10 imputados, uno solo detenido: Nicolás Gabriel Soria, alias “El Americano o el Yanqui”. El resto de los acusados son: Elizabeth Cutaia, Pablo Noguera, Leonardo Rubio, Alan Cañete, Delfina Taborda, Verónica Machuca Yuni, Valeria López, Pablo Núñez y Federico Rossi Colombo.
De acuerdo al expediente, les endilgan los delitos de privación ilegítima de la libertad, estafa calificada por defraudación a la administración pública y encubrimiento. A ello se suman cargos adicionales como suministro gratuito de estupefacientes, resistencia a la autoridad, falso testimonio, violación de secretos y usurpación de títulos, imputados en distintos grados de participación, según cada caso.
Seis de los 10 imputados por la causa paralela a la desaparición de Loan
¿Cómo operaban? Según la Justicia, tras la desaparición de Loan y con el mecanismo de las fuerzas federales en marcha y la conmoción social por el caso, los acusados, bajo el pretexto de ayudar, obstaculizaron las diligencias judiciales y policiales.
Incluso, habrían simulado realizar actividades benefactoras mientras en realidad desviaban la atención de la investigación. Se destacó la organización de una reconstrucción de los hechos de manera privada y sin autorización judicial, un movimiento que para la Justicia estuvo diseñado para manipular el curso normal de los procedimientos legales.
*/Producción audiovisual y guion: María Belen Etchenique / Edición: Leo Aquiba Senderovsky / Locución y presentación: Bárbara Villar
El Ministerio Público de Río Negro y la policía provincial investigan el atraco, que tiene características particulares. La víctima es coleccionista y cazador. Los ladrones huyeron en una camioneta
La Policía provincia y el Ministerio Público de Río Negro avanzan en conjunto para encontrar pistas de los delincuentes que, el miércoles por la tarde, robaron 78 armas de fuego, municiones y una camioneta Renault Oroch, en la que cargaron una caja fuerte con dólares, euros, libras esterlinas y pesos chilenos.
Ocurrió en la periferia de Bariloche, lejos del radio céntrico, en el mismo predio donde la familia afectada tiene una empresa de transporte y su vivienda particular.
El recuento del botín estuvo a cargo de una familiar de la víctima, quien todavía no viajó a la ciudad rionegrina para analizar lo que se llevaron, por ello la cantidad de armas que sustrajeron es tentativa y podría variar.
En la denuncia mencionó que delincuentes violentaron el acceso a una habitación y se llevaron 78 armas de fuego, 32 de las cuales son cortas – revólveres y pistolas – y 46 largas, entre fusiles, escopetas y carabinas.
En una camioneta Renault Oroch que estaba en el mismo predio cargaron una caja fuerte con 160 mil dólares, 50 mil euros, 1500 libras y 3 millones de pesos chilenos, y huyeron con rumbo desconocido.
No sólo lo que se llevaron sorprendió a los investigadores, sino también lo que quedó. Por eso el Ministerio Público Fiscal ordenó un allanamiento en la misma propiedad para secuestrar otro arsenal que quedó y no fue sustraído por el grupo comando.
La revisión del armamento demandó varias horas, desde la tarde hasta la medianoche de este jueves. Luego se dispuso el secuestro de las armas y su traslado a un sitio seguro para “garantizar su resguardo”, ya que el sitio donde estaban depositadas no cuenta con medidas de seguridad.
El propietario del arsenal es coleccionista y cazador. Aunque todavía no fue confirmado, se cree que la mayoría de las armas están registradas legalmente y cuenta con credenciales de legítimo usuario. Pero para poder confirmarlo las autoridades aguardan que el damnificado viaje a Bariloche y releve lo que se llevaron y lo que quedó.
Mientras tanto, la Policía de Río Negro realiza múltiples operativos para intentar dar con los autores. El atraco habría sido protagonizado por cuatro sujetos, que sabían de la existencia del arsenal en la vivienda.
“No fue un hecho fortuito o aleatorio. Los ladrones sabían lo que buscaban, también dónde estaba y cuándo ingresar” confirmaron a Infobae fuentes con acceso a la investigación. Es que, de acuerdo a lo que trascendió, forzaron la ventana de la habitación donde estaban las armas, las seleccionaron y se ocuparon de la caja fuerte, sin prestar atención a otros elementos de valor que estaban allí.
El vehículo en el que huyeron no pertenece a la familia, sino a un conocido que utiliza el patio como estacionamiento.
El hecho tuvo gran repercusión por la magnitud y las características del botín. Pero también por la preocupación de las autoridades por el ingreso al circuito clandestino de las armas sustraídas. “Son armas que podrían caer en manos de delincuentes y ser utilizadas para delinquir, por eso es importante la investigación que inició la Policía de Río Negro y la Justicia” dijeron desde el municipio local.
El foco está puesto también en las medidas de seguridad que tenía el damnificado en el recinto donde guardaba las armas, ya que la puerta de acceso sólo estaba oculta por un mueble liviano.
Si las armas estaban registradas, como se cree, la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMAC) debería haber fiscalizado el sitio donde se guardaban y garantizar que se cumpla con determinadas exigencias para ese fin.
La resolución 149 -2024 de ese organismo establece que, quienes tengan en su poder 50 armas o más, deben guardarlas con estrictas medidas de seguridad, con accesos blindados, candados, alarmas sonoras, cámaras o personal de vigilancia, entre otros recaudos.
Los investigadores no detectaron ninguna medida de ese tenor, motivo por el que la información forma parte del expediente investigado.