Connect with us

Nacionales

No hay acuerdo ni tampoco laudo: los yerbateros se quedan sin precios de referencia para la cosecha gruesa tras más de 20 años

Publicado

on

  • El directorio del Instituto Nacional de la Yerba Mate no pudo fijar los valores de la materia prima.

El directorio del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) no pudo fijar los valores de referencia para la hoja verde y la yerba canchada para el periodo de cosecha gruesa por la reiterada ausencia de los directores que representan a los molinos y a la provincia de Corrientes. Lo inédito es que tampoco habrá laudo de la Secretaría de Agricultura de la Nación, como ocurría cada vez que no se lograban valores por consenso.

Desde el Instituto dijeron que por la ausencia de los mencionados referentes la sesión de precios nunca pudo ser abierta formalmente, por lo cual tampoco se pueden enviar los antecedentes a Agricultura para que haga de componedor. “El laudo está previsto para cuando no hay acuerdo, pero para eso tiene que haber una negociación en el directorio, lo cual no ocurrió en esta ocasión”, explicó Jonás Petterson, el director interino del INYM.

Por primera vez en más de dos décadas, los secaderos y molinos no tendrán que pagar precios mínimos a los productores primarios. En definitiva, el sector industrial y Corrientes terminaron avalando la idea desregulatoria del sector que impulsó el presidente Javier Milei apenas desembarcó en la Casa Rosada.

Desde el Instituto dijeron que los valores de la materia prima seguirán siendo tratados por la comisión de Costos y Estadísticas del INYM, que mensualmente irá aportando a los yerbateros los precios de referencia, aunque ya no serán de cumplimiento obligatorio por parte del sector industrial.

Petterson sostuvo que “es la salida que encontramos a esta situación inédita en el Instituto. A partir de ahora analizaremos posibles modificaciones del reglamento interno para ver si podemos evitar que en el futuro se repita”.

El precio vigente para la hoja verde es de 250 pesos por kilo puesto en secadero, pero la mayoría de las industrias ya están abonando entre 350 y 370 pesos porque necesitan reponer su stock de yerba para el extenso proceso de secado. Las asociaciones de productores sostienen que el precio debería situarse por encima de los 500 pesos para que sea rentable.

Los más de 12.000 productores de yerba mate de Misiones ven con preocupación el futuro. Es que a la falta de precios de referencia ahora también se sumó la autorización del Gobierno Nacional para que las industrias puedan importar yerba mate canchada desde Paraguay y Brasil.

Los más pesimistas auguran una profunda crisis, similar a la de los 90, cuando muchos abandonaron sus yerbales debido a la falta de rentabilidad.

Corrientes, que tiene muy pocos productores primarios pero molinos muy poderosos, jugó en tándem con el sector industrial para dejar sin precios de referencia para la materia prima. El Gobierno Nacional también hizo su aporte al no designar al presidente del Instituto Nacional de la Yerba Mate, tal como establece la Ley que lo creó.

Esa acefalía y el decreto que le quita funciones al INYM fueron los argumentos de Corrientes y la molinería para no sentarse a negociar los precios de referencia. De nada sirvieron los argumentos del secretario de Industria y Desarrollo Productivo del Ministerio de Economía de la Nación, Juan Pazo, que en su paso por Misiones, dijo que el decreto desregulatorio del mercado yerbatero recién entraría en vigencia cuando se conociera su reglamentación, algo que no ocurrió hasta ahora.

Y tampoco sirvió el amparo que le concedió a un grupo de productores una jueza Civil de Misiones, que puso un freno al polémico DNU, al menos hasta que se defina la cuestión de fondo. Nada fue suficiente para evitar el amargo trago de este jueves.

Comentá aquí

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Nacionales

Pese al cientificidio, Argentina sigue destacándose: diez estudiantes ganaron el mundial aeroespacial impulsado por la NASA

Publicado

on

Por

La edición 2025 reunió a 40 equipos universitarios: solo 20 provenían de fuera de Estados Unidos. La meta era desarrollar y poner a prueba un prototipo de satélite. El grupo del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) fue el único de América Latina en competir y lograr un puesto en el Top 5.

Pese a las políticas que desfinancian y buscan desprestigiar al sector de la ciencia y técnica en Argentina, el sector sigue demostrando su altísimo nivel. Diez estudiantes universitarios locales ganaron el mundial aeroespacial que impulsa la NASA. Se trata de la CanSat Competition, un evento anual de relevancia internacional que consiste en desarrollar y poner a prueba un prototipo de satélite. Además de subir al podio, el equipo del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) fue el único de América Latina en competir y lograr un puesto en el Top 5.

El grupo campeón está integrado por Ezequiel Bolzicco, Daniela Maradei, Thomas Marthi y Agustin Pilotto en Estructura y Materiales; Agustin Haarth, Santiago Agosti, Emanuel Albornoz y Rafael Dalzotto en Hardware; Micaela Perillo en Software; Santiago Bolzicco en Operaciones, y Eduardo Barbier como Advisor. Son estudiantes de las carreras de Ingeniería Mecánica, Electrónica, Industrial, Informática y Bioingeniería.

Comenzaron a trabajar en enero, en el marco de una iniciativa extra curricular no obligatoria para participar en la competición internacional de ingeniería organizada por la American Astronautical Society (AAS) con el respaldo de la NASA, Lockheed Martin, Siemens y otras instituciones.

La edición 2025 reunió a 40 equipos universitarios: solo 20 provenían de fuera de Estados Unidos. La competencia se divide en varias etapas, desde el prediseño hasta la misión final. El equipo argentino alcanzó un 99% de cumplimiento técnico en la primera entrega, lo que les permitió clasificarse como uno de los cinco mejores grupos a nivel global antes de viajar a la ciudad de Virginia, donde el certamen comenzó el 3 de junio y terminó este lunes, con el triunfo.

Un mini satélite

El equipo del ITBA tenía la misión de diseñar, construir y lanzar un satélite funcional del tamaño de una lata de gaseosa. Debía transmitir datos en tiempo real, registrar video aéreo y medir variables ambientales durante su descenso controlado desde una altura de 700 metros.

“El satélite se lanza a 700 metros, se abre y unas aspas comienzan a girar a 18 kilómetros por hora en caída. Va girando como un helicóptero. Nosotros usamos una antena direccional que tenemos que ir apuntando a donde va a estar el satélite y ahí empieza la toma de datos”, explicó antes de la final Thomas Marthi, estudiante de Ingeniería Electrónica del ITBA, en diálogo con Infobae. “El dispositivo no entra en órbita, pero transmite datos como temperatura, presión y posición tras ser lanzado”, detalló por su parte Daniela Maradei, estudiante de Ingeniería Mecánica.

El objetivo de la competición es hacer una simulación de un proyecto real aeroespacial, tal como ocurre en la industria. Por eso los dispositivos fueron evaluados por profesionales con trayectoria en la NASA.

Varios de los ganadores ya habían participado en ediciones anteriores de la competencia, y el ITBA había sido finalista en 2021, 2022 y 2024. Solo faltaba el triunfo definitivo.

Pese al cientificidio, Argentina sigue destacándose: diez estudiantes ganaron el mundial aeroespacial impulsado por la NASA

Más logros

El triunfo del equipo argentino en Estados Unidos no fue el único logro del área en el último tiempo. A fines de mayo, un equipo de la Universidad de Buenos Aires (UBA) se ubicó entre los cinco mejores en el mundial de satélites enlatados organizado por la Universidad Nacional de México. El grupo fue seleccionado entre más de 100 equipos participantes.

Los participantes fueron Clara Telesca, Pedro Monczor, Pilar Risso, Santiago Perez Garber y Juan Valle, estudiantes de las carreras de Física y Química de la Facultad de Ciencias Exactas.
Se habían anotado en diciembre de 2024, y tras superar las primeras cuatro etapas recibieron la premiación que los ubicó entre los mejores cinco equipos de la competencia.

A la Luna

Las promesas universitarias argentinas tienen su correlato en el regreso de la exploración humana del espacio profundo después de más de 50 años, que contará con la presencia de un microsatélite desarrollado por investigadores locales.

Se trata del microsatélite ATENEA, resultado de un esfuerzo conjunto entre la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) e instituciones académicas y científicas, entre ellas la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires (FIUBA), el Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR) y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA).

Todo tiene aún más valor en el contexto de crisis sin precedentes que atraviesa el sector científico, tecnológico y universitario por las políticas de ajuste –a la par de ataques discursivos– del Gobierno nacional.

Seguir leyendo

Nacionales

Pluriempleo y sobreocupación: las dos caras de la pérdida del poder adquisitivo y la precarización

Publicado

on

Por

En 2024, el pluriempleo tocó un inédito 12,4%, mientras que la sobreocupación -personas que trabajan más de 45 horas semanales- continuó creciendo. Esto demuestra que la sobreexplotación se muestra como una alternativa a los bajos salarios.

Seguir leyendo

Nacionales

Cayó en default Albanesi, uno de los grandes grupos energéticos del país

Publicado

on

Por

No pagó una pequeña fracción de intereses correspondientes a una deuda de corto plazo de U$S 220 millones. En total adeuda U$S 1100 millones.

El Grupo Albanesi formalizó este jueves el default de su deuda. El hecho, si bien previsible y anunciado un mes antes por la propia empresa, impactó en los medios financieros locales y del exterior y podría derivar en una nueva venta de activos argentinos, cuyo nivel de riesgo aumentará.

El default de Albanesi sucedió una vez vencidos los 30 días de negociaciones entre la empresa y sus acreedores. En realidad, lo que dejaron de pagar las dos subsidiarias de Albanesi –Generación Mediterránea (Gemsa) y Central Térmica Roca– es una fracción (un tramo de los intereses) de una deuda de corto plazo de U$S 220 millones y una total del grupo de U$S 1100 millones.

El recurso de Albanesi

Albanesi envió a la Comisión Nacional de Valores (CNV) un texto en el que aseguró: “Vencido el plazo de gracia previsto en los términos y condiciones de las Obligaciones Negociables y no habiéndose efectuado el pago de los intereses correspondientes, se ha configurado un Supuesto de Incumplimiento”.

El incumplimiento corresponde al bono Clase XXXIX, identificado en los mercados por el ticker MR390, con vencimiento en 2031. Se trata de un título que había despertado el interés de los inversores por su tasa del 11% anual en dólaresmuy por encima de los rendimientos promedio del sector energético local.

En el mismo comunicado a la CNV, Albanesi consignó que, con la ayuda de sus asesores financieros y legales, locales e internacionales, inició “un proceso de reordenamiento financiero”. Agregó que “el objetivo final es readecuar la carga de nuestras obligaciones al flujo de caja generado por nuestras operaciones».

También anticipó que está «analizando distintas alternativas para resolver esta situación a la mayor brevedad posible, buscando priorizar la continuidad de su operación y preservar los intereses de sus acreedores».

electricidad albanesi

Tiempo observó dos semanas atrás que el desequilibrio financiero de Albanesi empezó con la decisión del gobierno nacional de pagar acreencias acumuladas con un bono y no con cash. Y que luego se acentuó con la modificación de las condiciones cambiarias, que cortó la bicicleta financiera a la que muchas empresas apelaron para arrancar otra con nuevas condiciones.

Pero en ese cambio, las empresas que tomaron deudas en dólares para transformar esos fondos en pesos y ganar renta con las elevadas tasas de interés, perdieron el beneficio y terminaron quedándose con deudas en dólares a tasas elevadas. Albanesi emitió el bono Clase XXXIX el 30 de octubre de 2024, con un valor nominal de US$ 350,25 millones, y posteriormente realizó una emisión adicional el 8 de noviembre de 2024 por US$ 3,7 millones a una tasa de interés del 11%. Ese nivel de renta solo era pagable con la bicicleta financiera (o «carry trade»,en la jerga del sector). Insostenible.

Seguir leyendo

Mas Leidas

© 2022 FM Integracion 90.1. Todos los Derechos Reservados. | Desarrollado por Conexión Streaming

FM Integracion 90.1