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Uno de los sobrevivientes del choque en Playa del Carmen y el relato del horror: “Todavía no caigo que estoy vivo”

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  • Lucas Figallo sufrió múltiples fracturas pero está fuera de peligro.

Tiene la voz ronca y dice que le duele todo. Hasta las acciones más involuntarias, como respirar o pensar. Le duele respirar, porque tiene nueve fracturas en su torso, y le duele pensar, porque él es uno de los dos sobrevivientes del brutal choque en Playa del Carmen, de hace una semana, por el que además murieron cinco argentinos y pelea por su vida una sexta víctima. En diálogo con ClarínYamil Lucas Figallo cuenta detalles del choque y de su recuperación.

Llovía mucho. No era un día normal del Caribe, donde se cae el cielo durante una hora o dos y luego vuelve la normalidad. Ese día llovió todo el tiempo”, dice. Lucas, como prefiere ser llamado, hace referencia al domingo 18 de febrero. Elige, por respeto a quienes iban con él en el auto y murieron, no hacer referencia al viaje de ida. Sin embargo, Clarín pudo determinar que habían ido en busca de la renovación de las visas de turistas de seis argentinos en la frontera de México con Belice.

No se conocían entre sí: él, Micaela Papiermeister (que continúa en estado crítico), Nahuel López, Hernan Sibella, Gerónimo Amengual, Paula Silva y Maximiliano Laviano, cuyo propósito no era el de renovar su permiso de estadía sino el de conducir la Suzuki Artiga en que viajaban. “Ese día amanecimos con lluvia, en Playa del Carmen, y siguió lloviendo durante todo el trayecto de ida y el de vuelta. Yo viajaba en el asiento de acompañante, con el cinto de seguridad puesto”, precisa Figallo.

Tiene 30 años y desde hace tres meses está en Playa del Carmen. Nació y se crió en Mar del Plata, y hasta antes de ir a México, vivía desde hacía un año y medio en Belgrano, Ciudad de Buenos Aires. Dice que conocer el Caribe era un sueño desde chico, y que pudo materializarlo laburando de entrenador físico y de modelo. Le gusta viajar: antes de México, pudo conocer Brasil y España. A México, asegura, fue con ese propósito: recorrer y conocer, no quedarse a vivir. Fue con ahorros que le permitían quedarse un tiempo más; esto no lo dice, pero quizás por eso buscaba renovar su visa de turista. Y lo logró el 18 de febrero.

Estaba de retorno hacia Playa del Carmen, por la carretera federal 307, y continuaba lloviendo copiosamente. El viaje de varias horas, más de cinco, estaba cerca de culminar. Estaban por Puerto Aventuras, a una hora de distancia de Playa del Carmen, cuando había pasado media hora desde las doce del mediodía. “Yo estaba usando el celular y escuché: ¡No, no! ¡No!. Todo se resume a tres segundos: luego del grito del conductor, quien atinó a pegar un volantazo, la camioneta pegó contra el bulevar, dio vueltas en el aire y terminamos incrustados en la combi estacionada, en el carril contrario”, comenta Figallo.

Lucas Figallo es uno de los dos sobreviviente del choque de Playa del Carmen, en el que murieron cinco argentinos. Foto: InstagramLucas Figallo es uno de los dos sobreviviente del choque de Playa del Carmen, en el que murieron cinco argentinos. Foto: Instagram

Lo próximo que recuerda son gritos desde dentro de la camioneta, desde afuera de ésta y por parte de otros automovilistas que frenaron y pidieron auxilio. También las sirenas. Luego miró sus manos y sus pies, podía moverlos. Llegó a sacarse el cinturón de seguridad y cuando quiso mover su torso, el dolor intenso lo disuadió. Quiso romper el parabrisas con una débil patada, pero tampoco pudo. Quiso abrir la puerta, pero su fuerza no le alcanzó.

Según trascendió, la violencia del choque fue tal que los rescatistas tuvieron que trabajar más de tres horas sobre la camioneta en que viajaban. “Los bomberos tuvieron que abrir la puerta con una máquina neumática: entre que estaba trabada por la cerradura y la fuerza del choque, era imposible de abrir. Sólo después pudo asistirme el personal médico de emergencia”.

Estaba consciente cuando lo rescataron y cuando lo trasladaron en ambulancia hasta el Hospital La Joya, de Playa del Carmen. Cuando llegó allí, comenzó otra pesadilla. “Me ingresaron a la sala de urgencias y lo primero que me preguntaron fue si tenía cobertura médica que solventara la atención. Yo contraté un seguro de viaje antes de partir de Argentina, por lo que les pedí que contactaran a la empresa aseguradora. Les dijo que no cubriría los gastos y que éstos debían debitarse a las aseguradoras de los autos del choque”.

No movieron su camilla hacia adentro de la sala de atención médica hasta que Lucas abonó 8 mil dólares, prácticamente todos sus ahorros. Todo lo gestionó en soledad: nadie lo acompañaba en México, su madre y su hermana viven en España, y no tiene relación con su padre. Agrega Figallo: “Además de que estaba consciente, tuve la muchísima suerte de tener mi celular encima. Tuve que empezar a hacer movimientos de guita de aquí y de allá, juntar todos mis ahorros y, mientras estaba hecho mierda, pagar al hospital. Hasta que no vieron impactado el pago, no me ingresaron”.

Luego sí, le dieron el diagnóstico: tres vértebras quebradas, dos lumbares y una dorsal, además de seis costillas fracturadas, tres de cada lado. La policía lo visitó durante la primera hora de su internación para consultarle detalles del incidente vial, para poder esclarecer algo al respecto. Fue cuando entonces pudo relativizar su suerte, aunque algo intuía: supo que cinco de sus acompañantes resultaron fallecidos y que Micaela estaba grave.

Algunas horas más tarde pudo contactarse con su familia. Primero, envió un mensaje a su mamá y a su hermana, en España. Luego, otro mensaje hacia familiares de Mar del Plata, que celebraban el cumpleaños de una tía. Dilató el aviso tanto cuanto pudo, antes de pensar que sería mejor contar lo que pasó por cualquier eventualidad que pudiera pasar. Luego de los mensajes, su familia se enteró de la gravedad del hecho.

Cinco días y medio de internación antes del alta, que llegó el sábado pasado. “Todavía no me doy cuenta que estoy vivo y con todas las facultades: puedo hablar, puedo oír, no me falta ningún miembro. Sólo tengo, además de las fracturas, un raspón en el codo y un cortecito en la nuca. No creo en los milagros, por lo que digo que esto fue algo de película, una locura”.

Sin embargo, a pesar de que agradece enormemente seguir vivo y sin mayores secuelas, hay dos cuestiones que lo preocupan. Por un lado, la salud de Micaela Papiermeister, la otra sobreviviente, que aún lucha por su vida: además de múltiples fracturas, sufrió el colapso del bazo, por lo que tuvo que ser operada. Su salud, desde la intervención quirúrgica, aún no parece haber mejorado. Los papás de ella pudieron visitar a Lucas, mostrarle su apoyo y conocer el de él para la recuperación de Micaela. En su cuenta de Instagram (@lucas.yf), difunde noticias de la salud de ella, recibe mensajes de apoyo a ambos.

Pero por otro lado, a Lucas le preocupa su subsistencia económica. Varias son las aristas que se desprenden de esta cuestión. Para empezar, el seguro que pagó no lo asistió, aunque debía hacerse cargo de los costos de estas eventualidades. Por eso, está en litigio con la empresa que contrató, asunto que está en manos de un abogado en Buenos Aires. Si bien su voz es algo ronca y débil por su situación física, se alza cuando toca el tema.

“Casi todos mis ahorros tuve que ponerlos para la internación, aún cuando contraté un seguro en noviembre pasado, antes de viajar hacia México. ¿Para qué lo pagué? Me dejaron tirado”, dice, enojado. Su abogado presentó un recurso de amparo, y sostiene que hasta desde el consulado argentino de Playa del Carmen le dan la razón. Él cree que la aseguradora está dilatando el trámite y pateando la situación hasta que todas las excusas se esfumen.

Pero además de perder sus ahorros, que son poca cosa al lado de lo que le pasó y la fortuna que tuvo, está el problema de la subsistencia económica de aquí a futuro: casi no tiene plata. Está en otro país, ya casi sin dinero, encarando una rehabilitación que lo tendrá inmovilizado, literalmente, por varias semanas más. Algunas lesiones tomarán meses en curar. Por ende, se pregunta, ¿cómo mantenerse?

“Necesito que el seguro se haga cargo. Que me reintegre la plata que no debí haber tenido que poner y que también se hagan cargo de la mala sangre que me hice por la situación de descuido que me hicieron pasar”, expresa. Otra de las cosas que desea que el seguro costee es el viaje de retorno hacia Argentina, donde quiere terminar su recuperación. El problema es el siguiente: no puede viajar en un avión de clase turista, donde tendría que viajar en posturas incómodas, contraproducentes para su recuperación.

Aguarda, entonces, que el seguro haga lo que le corresponde y que pase la semana que le queda antes de volver a visitar nuevamente al médico. Aún le duele respirar profundo, estornudar, toser, moverse. Le duele también recordar las consecuencias del choque, un infortunio. “Desde que me internaron no paro de pensar que no tengo un minuto que perder. No nací de nuevo, como dicen algunos, pero cada instante ahora vale más”.

SC

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Un turista de 21 años se metió al Río Paraná para buscar una pelota y murió ahogado

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Ocurrió en el balneario municipal de Santa Elena. El joven habría cruzado la zona habilitada, que estaba delimitada por boyas

Un joven de 21 años murió ahogado este martes por la tarde tras adentrarse en las aguas profundas del río Paraná para recuperar una pelota. El trágico accidente ocurrió en el balneario Santa Elena, situado en la ciudad homónima, en Entre Ríos.

El cuerpo no ha sidoEl cuerpo no ha sido encontrado y la búsqueda continúa.

Si bien un compañero intentó ayudarlo, tuvo que soltarlo debido a que la víctima comenzó a arrastrarlo mientras se ahogaba. El joven fue identificado como Logan Daniel Videla, oriundo de La Matanza, provincia de Buenos Aires. En el caso intervinieron agentes de la Comisaría de Santa Elena, del Departamento La Paz, junto con personal de Prefectura Naval.

El trágico accidente ocurrió enEl trágico accidente ocurrió en Río Ceballos (Foto: Prensa Policía)

Alarmante cifra de ahogamientos durante el verano

Según se pudo reconstruir, al notar que no podía mantenerse a flote, comenzó a pedir auxilio. A pesar de los esfuerzos de una persona que logró sacarlo del agua, ya no presentaba signos vitales, según informó El Doce TV.

En lo que va del verano, las víctimas fatales sufrieron accidentes en las localidades cordobesas de La Calera (Sierras Chicas), Nono (Traslasierra), Villa Rumipal (Valle de Calamuchita), Villa Carlos Paz (Valle de Punilla), el dique Piedras Moras (Calamuchita), Mina Clavero (Traslasierra) y Río Tercero (Tercero Arriba).

Las autoridades locales y los organismos de emergencia suelen emitir recomendaciones para evitar accidentes en los cursos de agua. Entre las medidas más comunes se encuentran evitar ingresar a zonas profundas, prestar atención a las corrientes y no nadar en áreas no habilitadas. Sin embargo, los incidentes registrados este verano reflejan que, en muchos casos, estas advertencias no son suficientes para prevenir tragedias.
Un turista de 65 añosUn turista de 65 años falleció en La Toma.

Solo dos días antes de la muerte de Lucas Iván Paz, falleció otro hombre identificado como Horacio Quiroga en la ciudad de Río Tercero. La víctima, de 37 años, disfrutaba de una jornada familiar cerca del balneario municipal; cuando ingresó al agua en la zona del predio del Centro Tradicionalista alrededor de las 19 horas. Testigos relataron que, tras lanzarse al río, Quiroga no volvió a salir a la superficie, lo que generó alarma entre los presentes.

Ante la emergencia, las autoridades locales y los Bomberos Voluntarios acudieron rápidamente al lugar. Según detalló Telefe Córdoba, lograron rescatar al hombre y trasladarlo de inmediato al hospital de la localidad. Sin embargo, pese a los esfuerzos médicos, se confirmó su fallecimiento horas después. Habría sufrido un paro cardiorrespiratorio tras ingresar al agua.

Días atrás, un hombre de 65 años, identificado como Norberto Jorge Amadeo, falleció en el balneario La Toma, ubicado en la localidad de Mina Clavero. El turista, oriundo de la provincia de Buenos Aires, resbaló mientras intentaba cruzar el río a nado, golpeó su cabeza contra una piedra y fue arrastrado por la corriente, lo que resultó en su trágico deceso.

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Temporal en Bahía Blanca, en vivo: se reactivó el transporte público y será gratis por 30 días

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La ciudad bonaerense vuelve poco a poco a la normalidad. El funcionamiento de los colectivos, la recolección de residuos y la entrega de donaciones. La atención al público en lugares habilitados para circular. Qué pasará con las clases y el clima

Bahía Blanca se reconstruye después del fuerte temporal que azotó a la ciudad el viernes pasado, provocando grandes daños y destrozos. La ciudad recibió la llegada del.

En el medio de la angustia que prevalece por las personas que aún están desaparecidas, incluyendo a las hermanas Delfina y Pilar Hecker, de uno y cinco años, las autoridades del municipio se mantienen trabajando en su búsqueda.

Por lo pronto las clases estarán suspendidas hoy y mañana debido a las complicadas condiciones de infraestructura en las que se encuentran las instituciones relevadas.

En tanto, el gobierno de la Provincia de Buenos Aires anunció un paquete de medidas como créditos blandos, subsidios, transporte gratis y beneficios impositivos.

Alfredo Dagna, presidente del Club Olimpo de Bahía Blanca: “El club está colapsado con las ayudas”
Alfredo Dagna, presidente del Club Olimpo, confirmó que suspendieron el fútbol en Bahía Blanca, para ayudar a la ciudad

El presidente del Club Olimpo de Bahía BlancaAlfredo Dagna, destacó la ayuda de gran parte de las instituciones deportivas de la Argentina: “Es un aluvión de donaciones que vienen. Me han llamado casi todos los presidentes de clubes para decirme que enviaban uno o dos camiones”. E informó que la idea es entregarlo “en forma inmediata” a la gente, ya que hay una situación de desesperación.

Respecto al rol de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), Dagna comentó que el organismo se encuentra recibiendo donaciones en el predio de la AFA, en Ezeiza, que provienen de los clubes del interior. Y subrayó que lo que más se necesita son elementos de higiene: “El tema es lo que pueda pasar desde el punto de vista sanitario en la Ciudad”.

Alfredo Dagna, presidente del ClubAlfredo Dagna, presidente del Club Olimpo de Bahía Blanca

En cuanto a medidas, el dirigente relató: “En el fútbol lo que hicimos fue suspender el partido que teníamos ahora, jugábamos el domingo. Tengo dos helicópteros de la Policía Federal en la cancha de fútbol y suben y bajan todos los políticos que vinieronEl club está colapsado con las ayudas”.

Por último y sobre la situación actual en la localidad bonaerense, Dagna calificó al temporal como “una situación difícilmente de entender” y estimó que es poco probable que vuelva a suceder. “Son situaciones que uno las explica y las cuenta, pero el que las vive es una situación traumática porque pierde todo. Eso es como el Juego de la Oca, retrocedes 20 casilleros porque perdés todo. Hechos como estos desbordan cualquier previsibilidad posible”.

En este punto, concluyó: “Es dramático lo que pasó, de tal forma que, toda la ayuda que llega, si bien es un bálsamo para la gente, cuando pase la ayuda la gente va a tener que arrancar de cero. Y eso es lo más preocupante”.

10:28 hsHoy

Cómo están las rutas en Bahía Blanca

El desigual estado de lasEl desigual estado de las rutas en Bahía Blanca (Gustavo Gavotti)

Según informó Vialidad Nacional, el estado de las rutas nacionales que conectan la ciudad con el resto del país presenta diversas restricciones, incluyendo cortes totales y tramos transitables con precaución.

De acuerdo con el reporte oficial, la Ruta Nacional 3 (RN 3), muestra diferentes niveles de accesibilidad dependiendo del tramo. El segmento entre Azul y el empalme con la Ruta Nacional 229 (RN 229) se encuentra transitable sin inconvenientes. El tramo que conecta la RN 229 con El Triángulo y el que va desde este último punto hasta la calle Charlone (kilómetro 691) requieren precaución debido a las condiciones del camino.

Por otro lado, el tramo entre el Canal Maldonado (kilómetro 692) y el empalme con la Ruta Nacional 33 (RN 33) permanece completamente cerrado al tránsito.

Los trabajos para recuperar laLos trabajos para recuperar la circulación vial en algunos accesos a la ciudad de Bahía Blanca

El resto de los tramos de la RN 3 presentan una situación mixta. Desde el empalme con la RN 33 hasta el empalme con la Ruta Nacional 22 (RN 22), el tránsito es posible pero con precaución, mientras que el trayecto entre el empalme con la RN 22 y Patagones está habilitado sin restricciones.

Asimismo, el segmento que conecta el empalme con la RN 3 y Río Colorado, perteneciente a la RN 22, también es transitable con normalidad.

El pavimento resquebrajado, producto deEl pavimento resquebrajado, producto de las tormentas del viernes pasado

La Ruta Nacional 33 (RN 33) también presenta condiciones variables. El tramo entre el empalme con la RN 3 y La Vitícola está habilitado, pero se recomienda circular con precaución. Por su parte, el trayecto que conecta La Vitícola con Pigüé no presenta inconvenientes. Sin embargo, el tramo que une Pigüé con Trenque Lauquen requiere precaución debido a las condiciones del camino.

En cuanto a la Ruta Nacional 35 (RN 35), el panorama es más crítico. El tramo que conecta Bahía Blanca con el límite de la provincia de La Pampa se encuentra totalmente cerrado.

La Ruta 35, una deLa Ruta 35, una de las más afectadas por el temporal

Por su parte, la Ruta Nacional 228 (RN 228), que conecta Necochea con Tres Arroyos, está habilitada sin restricciones. Por otro lado, la Ruta Nacional 229 (RN 229), que une el empalme con la RN 3 y Balneario Marisol en Punta Alta, es transitable, pero con precaución.

La Ruta Nacional 249 (RN 249), que conecta el empalme con la RN 3 y el empalme con la RN 229 en Punta Alta, también requiere precaución para su tránsito. Asimismo, la Ruta Nacional 252 (RN 252), que abarca el tramo entre la Rotonda de Villa Sarsfield y el puente La Niña, presenta condiciones similares.

Finalmente, la Ruta Nacional 1V03 (RN 1V03), que conecta el empalme con la RN 3 y la Rotonda Ex Indiada, también está habilitada, pero se recomienda circular con precaución.

10:12 hsHoy

El Hospital Penna reactiva algunos de sus servicios

El acceso a guardia delEl acceso a guardia del Hospital José Penna (REUTERS/Juan Sebastián Lobos)

El Hospital Provincial José Penna, principal centro de salud de Bahía Blanca, comenzó a recuperar su funcionamiento tras los graves daños sufridos durante el temporal del pasado viernes.

El Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires implementó un amplio Plan de Contingencia que incluye la adecuación de espacios, la reorganización de servicios y el envío de recursos humanos y materiales para garantizar la atención médica en la región.

Más de 200 agentes sanitarios fueron enviados al hospital, junto con equipamiento médico, medicamentos, vacunas y personal especializado en salud mental. Estas medidas buscan restablecer la operatividad del establecimiento, que es clave para la atención de la población local.

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“¿Dónde está mi bebé?”: la angustia de una madre adolescente y la hazaña de una enfermera en medio de la inundación en Bahía Blanca

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La tormenta arrasó con el Hospital Penna y decenas de niños tuvieron que ser evacuados de la Neonatología. Saira Delmiro, de 16 años, vivió una odisea para reencontrarse con su hija, Amely. Su historia y la de la enfermera que la salvó

El viernes 7 de marzo, Saira Delmiro (16) se despertó sobresaltada en su casa del barrio 9 de Noviembre, en Bahía Blanca. Eran las cuatro de la madrugada y afuera llovía sin parar. Horas después, cuando ya se había desatado el peor temporal de la historia de la ciudad, llegó a su teléfono un video que le heló la sangre: el hospital Penna, donde su hija Amely llevaba tres semanas internada en el sector de Neonatología, se había inundado.

“Me agarró un ataque de nervios. No veía a mi bebé desde la noche anterior y en las imágenes no aparecía el sector donde ella estaba. Me desesperé. Pensé que no se iba a salvar”, recuerda Saira en diálogo con Infobae.

Amely nació el 15 de febrero pasado, con solo 27 semanas de gestación y un peso de 940 gramos. Desde entonces, la beba pasaba sus días en una incubadora, con respirador y asistencia médica constante. Saira, que recibió el alta tres días después de traerla al mundo, la visitaba dos veces al día. “Trataba de pasar la mayor cantidad de tiempo en la Neonatología. Le cambiaba los pañales, me sacaba leche para que se alimentara y le hablaba permanentemente. Me costaba mucho verla así, tan chiquita y llena de cables”, explica.

A pesar del buen cuidado, en sus primeras semanas de vida, la evolución de Amely era inciertaprimero tuvo ictericia (NdR: una afección frecuente en los neonatos que provoca que la piel y las partes blancas de los ojos se tornen amarillas a partir de un exceso de bilirrubina en la sangre) y, luego, una infección que le comprometió los pulmones. “Todo venía siendo muy cuesta arriba”, explica su mamá

Pero la prueba más dura todavía estaba por llegar.

La primera imagen de Amely.La primera imagen de Amely. La beba nació el 15 de febrero con solo 27 semanas de gestación y un peso de 940 gramos

“¿Dónde está mi bebé?“

Después de ver los videos, aquel viernes 7 de marzo, Saira decidió ir al hospital Penna a buscar a su bebé. Llegó alrededor de las 17 y ahí se enteró de que Amely ya no estaba allí. “Pregunté adónde estaba mi hija y me dijeron que la habían trasladado. ‘Ella está bien, pero la llevamos a OSECAC’, me explicó el director de Neonatología. El problema es que eso quedaba pasando el centro y, con mi mamá, no teníamos cómo llegar. Paramos una camioneta que se ofreció a llevarnos, pero tuvimos que bajarnos antes. Cuando salimos del coche, el agua nos llegaba por encima de la cintura y la corriente te llevaba. Tuvimos miedo”, cuenta.

Durante horas, Saira y su madre se quedaron atrapadas en una vereda, sin poder avanzar. “Tuvimos que esperar a que bajara el agua. Estábamos empapadas y embarradas. Al final, empezamos a caminar por calles sin luz. ‘No vamos a llegar’, le decía a mi mamá”, cuenta Saira.

Finalmente, cerca de las 21:30, llegaron a la clínica. “Entré y dije: ‘Soy la mamá de Amely, una de las bebés que trajeron del Penna’. Ahí me llevaron a la sala de padres para que me cambiara y después nos reencontramos. Cuando la vi, me largué a llorar. No podía creerlo. Creí que no iba a sobrevivir”, dice.
Luciana Marrero, la enfermera queLuciana Marrero, la enfermera que cobijó a Amely en su pecho, debajo de su ambo, para darle calor y así salvarle la vida

“No tenés nada que agradecer”

Quien repone la otra parte de la historia, ahora, es Luciana Marrero, la enfermera que cobijó a Amely en su pecho, debajo de su ambo, para darle calor y así salvarle la vida. Junto a sus compañeras del Penna, Luciana puso en marcha un operativo de rescate que se extendió durante 18 horas ininterrumpidas hasta que lograron trasladar a todos los recién nacidos a un lugar seguro.

“Actuamos con el corazón y pensando en las madres que no pudieron llegar hasta sus hijos debido a la tormenta. Si no nos saliera del corazón, no podríamos haberlo hecho. La prioridad siempre son los bebés”, comentó la enfermera en una entrevista días atrás.

Luciana, quien trabaja en el turno noche de la Neonatología, conocía a Amely, pero no a Saira. Recién se vieron por primera vez días después de la tormenta. “Fue muy emotivo el encuentro. Ella estaba superagradecida por lo que hice. ‘No tenés nada que agradecer. Yo también soy mamá y te entiendo. Vos hubieras hecho lo mismo’, le dije. Me emocionó mucho verla afrontar una tarea tan enorme como la maternidad, siendo tan chiquita”, contó la enfermera a Infobae.
Así fue el encuentro entre Saira Delmiro y Luciana Marrero, la enfermera de neonatología del Hospital Penna de Bahía Blanca, que rescató a su bebé (Video/Telefe Noticias)

“A Luciana nunca la había visto porque yo me iba del hospital a las 21 y ella llegaba a las 24. El encuentro fue muy lindo. Me abrazó y me dijo que hizo lo que yo hubiera hecho. Si no fuera por ella, Amely no estaría hoy acá”, asegura Saira.

Pese a la incertidumbre por lo que vendrá, la joven se aferra a la esperanza. “Gracias a Dios, mi casa no se inundó y puedo ir y volver de OSECAC, aunque está mucho más lejos que el Penna. Amely sigue ganando peso y mientras ella esté bien, yo también lo estaré”, se despide Saira.

Amely, hoy. "Ya pesa másAmely, hoy. “Ya pesa más de un kilo. Mientras ella esté bien, yo también lo estaré”, dice su mamá

Volver a ponerse de pie

Tras la inundación, el hospital Penna, que también recibe pacientes de Tres Arroyos, Carmen de Patagones y otras localidades del sur de Buenos Aires, se encuentra en una situación crítica.

Ante la devastación, el personal de la institución solicitó la colaboración de la comunidad para reconstruir la sala de Neonatología y reponer los equipos perdidos. “Bahía necesita de la población. Nuestro sueño es volver a ver nuestra Neo en pie“, aseguraron las enfermeras.

Al cierre de esta nota, según informaron las autoridades locales, la ciudad comienza a reactivarse con la restauración de los medios de transporte y la recolección de basura. En tanto, este lunes, la Policía Científica logró establecer la identidad de 15 de las 16 víctimas fatales, quedando solo una, de entre 50 y 55 años, sin identificar. A su vez, se conoció que el número de evacuados descendió a 523 y que continúa la búsqueda de las hermanas Delfina y Pilar Hecker, de 1 y 5 años, quienes fueron arrastradas por la corriente durante el temporal.

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