Los vecinos dicen que tuvieron poco apoyo municipal para reponerse del temporal.
La noche del 16 de diciembre de 2023 muchas familias esperaban ansiosas en la tribuna la presentación de patinaje de sus hijos. Para ese entonces, Bahía Blanca empezaba a sufrir un fuerte temporal que la estaba arrasando. Como consecuencia de esos vientos, una de las paredes del Club Bahiense del Norte, cuna de Manu Ginóbili, se desprendió y mató a 13 personas. La tragedia motivó la visita de Javier Milei y de Axel Kicillof, pero hubo muchos que se quedaron sin techo. Dos meses después, la ciudad sigue intentando reponerse al dolor y al miedo constante de que un nuevo temporal se lleve lo poco que se pudo salvar.
En la cobertura tras la catástrofe, Clarín recorrió muchos de los barrios periféricos de Bahía Blanca. Los mismos vecinos los describían como una zona de guerra: árboles caídos con raíces expuestas, postes torcidos a 45 grados, casas completamente destruidas por el paso del viento.
En ese entonces, la avenida General Arias era patrullada por camiones del Ejército, los cuales circulaban por lugares como Villa Rosas, barrio Spurr, barrio Talleres, barrio AMEF. En medio de este panorama, la historia de Liliana Aberastury resultó impactante.
Su vivienda quedó partida en dos luego de que un árbol se cayera sobre ella como producto de los vientos de ese 16 de diciembre. Tanto esta familia como otras más pasaron Navidad y Año Nuevo con la tristeza y la incertidumbre como únicas garantías.
La casa de Liliana, en uno de los barrios periféricos de Bahía Blanca, la ciudad que perdió todo tras un gran temporal. Foto: Fernando de la Orden.
Cuentan en diálogo con Clarín que convivieron con ese árbol dentro de la casa por más de 20 días.
“Nos quejamos hasta que vino una máquina, lo cargaron y se lo llevaron. Pero tuvimos muy poco apoyo municipal. A nosotros nos dio chapas, un metro de arena, cal, y fierros como para hacer los encadenados que armamos nosotros. Después nunca vino nadie, no se presentó nadie, ni del Municipio, ni de la Provincia”, destaca Gustavo, el hijo mayor de Liliana.
La casa de Liliana, en uno de los barrios periféricos de Bahía Blanca, la ciudad que perdió todo tras un gran temporal. Foto: Fernando de la Orden.
Desde lo ocurrido está haciendo trabajos espontáneos para colaborar económicamente con la refacción de la casa, dice que antes trabajaba en un taller que perdió el techo: “El viento me dejó sin trabajo. Fui haciendo lo que pude. En estos días hice unas columnas acá en mi casa, estuve pegando algunos ladrillos”.
En la conversación, se refuerza constantemente una sensación que Gustavo sabe que es difícil de transmitir a quien no lo vivió, pero lo intenta. Es el miedo, ese sentimiento que no se fue nunca más de los bahienses.
“El sábado hubo un temporal grande en Bahía de vuelta, y nosotros salimos de la casa y nos metimos en el auto. Nos quedamos ahí refugiados hasta las 3 de la mañana porque había ráfagas fuertísimas que se mezclaban con la lluvia. Parecía que se iba a caer todo otra vez”, comenta.
No solo eso tuvieron que atravesar en estos meses: cuentan que casi perdieron el resto de la casa dos veces por el fuego que otros vecinos hacían en la calle para iluminarse por los cortes.
El vecino enfatiza en que los materiales repartidos por el Municipio no fueron equitativos, y que se les dio más a quienes “no tuvieron roturas”. Clarín quiso ponerse en contacto con el Municipio de Bahía Blanca, pero no tuvo respuesta hasta el cierre de la nota.
Los barrios periféricos que quedaron destruidos por completo tras el temporal conservan miedo y enojo. Foto: Fernando de la Orden
“Hay varias críticas y quejas en torno a que la gente está usando Marketplace para publicar las chapas que recibieron. Las están vendiendo descaradamente”, señala Gustavo.
Entre los vecinos de estos barrios aledaños de Bahía Blanca, persiste también la convicción de que el temporal no solo dejó 13 muertos, sino que hay muchos conocidos que no volvieron a aparecer más desde ese día.
“A la catástrofe de Bahía se la recuerda por sus 13 fallecidos, pero acá en los barrios hay muchos otros que murieron y ni se sabe. Hay mucha gente que está desaparecida y que no volvió nunca más, y ya hace dos meses de esto. Se le da más prioridad a los clubes que a la gente que perdió la casa. Preocúpense por las familias, por lo que están pasando”, concluye.
El cementerio de árboles y el problema del agua
“En muchas cuestiones se ha vuelto a una vida normal, pero psicológicamente y en términos de infraestructura todavía falta mucho. En la ciudad ni bien se levanta el viento la gente se pone nerviosa. Todos empiezan a decir ‘ojalá que no se corte la luz, que no se vuelen los techos’, porque hay gente que lamentablemente tiene la construcción muy precaria. Y siempre surge el tema de cómo se distribuye la ayuda”, comenta Matías Torres, bahiense que tuvo un rol activo ayudando a los damnificados post-temporal.
Los barrios periféricos que quedaron destruidos por completo tras el temporal conservan miedo y enojo. Foto: Fernando de la Orden
El Ciudadano Bahiense, como se bautiza el canal que utiliza para colaborar con acciones solidarias en la ciudad, explica que en la primera semana se lograron cortar los árboles más grandes que obstruían la calle.
“El último número que leí hablaba de entre 15 y 20 mil árboles que se perdieron. Se declaró un programa para duplicar esa cantidad en los próximos cinco años por lo menos, con especies más de esta zona. La caída de árboles más importante fue de pinos y eucaliptos. La mitad de los eucaliptos de la ciudad se cayeron”, destaca.
Miles de árboles se perdieron tras el temporal que azotó a Bahía Blanca. Foto: Fernando de la Orden.
La plaza Almirante Brown se convirtió en una de las imágenes del temporal, porque tenía árboles de muchas décadas. Matías añade que el parque “El Pinar” también fue muy afectado.
Refuerza que para algunos “pareciera que el tema ya pasó, pero para otros no y cada vez que hay un viento fuerte es como si volvieran a vivir lo mismo. Mucha gente en la ciudad todavía sigue sufriendo con las lluvias. Es una incertidumbre, porque se perdió confianza en los pronósticos”
“Hasta un mes después había alguna que otra familia evacuada pero la mayoría decidió volver a sus casas por miedo de que les terminaran de robar lo que les quedaba en pie. Hasta 20 días después que había gente que todavía no tenía luz por otras personas que se habían robado transformadores o cables”, completa.
Los barrios periféricos que quedaron destruidos por completo tras el temporal conservan miedo y enojo. Foto: Fernando de la Orden
Sobre el problema del agua en la ciudad, Torres expresa que viene desde hace unos 15 años tras una crisis hidráulica: “Hablamos con las estaciones de servicio para cargar celulares, para cargar agua de pozo, o sea, de perforaciones que se podía usar para bañarse, pero no para cocinar o tomar”.
Lo último que dio a conocer el Municipio de Bahía Blanca en febrero fue que el intendente Federico Susbielles recibió al ministro de Infraestructura de la Provincia de Buenos Aires, Gabriel Katopodis, y juntos anunciaron la inversión para obras de infraestructura (pavimentación y luminarias) en Bahía Blanca por 3 mil millones de pesos.
En la conferencia también participó Damián Costamagna, vicepresidente de la Autoridad del Agua quien anunció que los usuarios que sufrieron afectaciones en el suministro de ABSA (Aguas Bonaerenses S.A) serán eximidos del pago de la tarifa de enero, febrero y marzo de manera automática sin tener que tramitar la exención. Esta decisión impacta sobre 250 mil vecinos de la ciudad.
Qué pasó con el club de los Ginóbili
En Salta 28, Club Bahiense del Norte pudo recuperar varias actividades que desarrollaba, ya que cuenta con varias canchas aparte del lugar en el que se cayó la pared que mató a 13 personas. Esta información fue confirmada por el Ministerio Público de Bahía Blanca a Clarín.
Así había quedado la pared del Club Bahiense del Norte tras el temporal de Bahía Blanca. Murieron 13 personas. Foto: Fernando de la Orden.
Los mismos agregaron que la causa sigue en trámite con varias pericias por llevar a cabo que serán analizadas en su conjunto y que están enfocados en determinar si hay o no delito penal y si corresponde imputar a alguna persona.
Matías Torres remarca que fueron muchos los clubes que quedaron destruidos. “Hace un par de semanas el intendente declaró un plan de ayuda especial por parte de empresas de acá y de multinacionales para trabajar en la recuperación. Hay unos 15 o 20 clubes muy afectados”, cierra.
Es fundamental que los padres estén atentos a los signos que pueden indicar que su hijo está siendo víctima de acoso escolar
El acoso escolar, conocido también como bullying, es un problema que afecta a miles de niños en todo el mundo. De acuerdo con cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), aproximadamente uno de cada tres estudiantes ha sido víctima de intimidación en el entorno escolar. Este fenómeno se manifiesta de diversas formas, incluyendo agresiones físicas, verbales y psicológicas, e impacta de tal manera en la vida de los afectados que tiene estragos incluso años después de ocurrido.
El acoso escolar no solo genera un ambiente hostil para los estudiantes, sino que también repercute en su desarrollo emocional y académico, pues los niños y niñas que son víctimas de acoso tienen un mayor riesgo de experimentar ansiedad, depresión y disminución en su rendimiento escolar. En casos extremos, el bullying puede conducir al aislamiento social y afectar la autoestima de los menores, generando consecuencias a largo plazo en su bienestar.
Actualmente, el problema no termina cuando los niños salen de los centros escolares, pues también están expuestos al ciberacoso, una forma de intimidación que ocurre a través de plataformas digitales. La Secretaría de Educación Pública (SEP) menciona que la facilidad con la que se pueden difundir mensajes ofensivos y la dificultad para eliminar contenido en línea hacen que este tipo de acoso tenga un fuerte impacto en la vida de los niños y adolescentes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió en su informe “El ciberacoso afecta a uno de cada seis niños” que esta práctica digital incrementa la vulnerabilidad psicológica de los menores, al generarles miedo, angustia y sentimientos de desesperanza.
Los 7 pasos para saber qué si tu hijo es acosado
(Imagen Ilustrativa Infobae)
Aunque los niños, niñas y adolescentes pasen una gran parte de su tiempo en la escuela, es fundamental que los padres también estén atentos a los signos que pueden indicar que su hijo está siendo víctima de acoso escolar.
La Unicef expone que hay varias señales de advertencia que pueden ayudar a identificar esta situación, por ejemplo, cambios en el comportamiento del niño con los que es posible que se muestre más ansioso, retraído o irritable. Algunos menores pueden tener dificultades para dormir, pérdida de apetito o dolores físicos recurrentes como dolores de cabeza o estómago sin una causa aparente.
En el entorno escolar, los niños que sufren acoso pueden negarse a asistir a clases, mostrar una disminución en su rendimiento académico o perder el interés en actividades que anteriormente disfrutaban. También comienzan a evitar situaciones sociales, alejarse de sus amistades o comienzan a ser más reservados.
Si un padre, madre o tutor identifica que su hijo es víctima de acoso escolar, es importante actuar de manera oportuna para apoyarlo y buscar una solución. La Unicef tiene siete pasos esenciales sobre cómo actuar ante el tema, los cuáles son los siguientes:
Actúa pronto para protegerles y después busca soluciones.
Escúchale con mucha atención y sobre todo sin juzgarle.
Hazle saber que estás para apoyarle y que juntos van a encontrar una solución.
Busca a un profesional para trabajar el impacto emocional que puede causar en tu hija o hijo.
Si el acoso ocurre en línea, mantén un registro de todos los acontecimientos.
Contacta a la escuela para informarles la situación y pide que tomen medidas para detenerlo.
Si el acoso no se detiene, pide ayuda a las autoridades de protección de los derechos de las niñas, niños y adolescentes de tu estado.
También es recomendable reforzar la privacidad de las cuentas del menor y fomentar un uso responsable de las tecnologías digitales.
La participación activa de los padres en la vida académica y social de sus hijos es fundamental para prevenir el acoso escolar. Fomentar la confianza, enseñar valores de respeto y empatía, así como promover relaciones saludables, contribuye a la creación de entornos escolares más seguros y armoniosos para todos los niños.
¿Qué hacer si mi hijo acosa a sus compañeros?
— dialogar con un niño, niña o adolescente que acosa a sus compañeros es muy importante para poner fin a estar prácticas en el ámbito escolar.
Si en caso contrario, se tienen sospechas o se sabe que su hijo está intimidando a otros niños, es importante recordar que no son inherentemente malos, pero pueden estar actuando de forma violenta por una serie de razones como querer encajar, necesidad de atención o simplemente están descubriendo cómo lidiar con emociones complicadas. En algunos casos, los acosadores son víctimas o testigos de violencia en el hogar o en su comunidad, por lo que podría estar replicando los patrones que ve familiares.
Si este es el caso, esto es lo que se debe hacer para actuar y detener la situación:
Comunicación. Comprender por qué el niño o la niña está actuando así, lo que ayudará a saber cómo ayudarlo. “¿Se siente inseguro en la escuela? ¿Está peleado con un amigo o hermano?”, sugiere como preguntas fundamentales la organización. Si no se obtienen resultados al abordar el tema, se puede buscar la ayuda de un consejero, trabajador social o profesional de salud mental que esté capacitado para trabajar con niños.
Trabajar para encontrar formas saludables de afrontar los problemas. Es bueno pedirle a los hijos que expliquen un escenario que les frustra y explicarle formas constructivas de reaccionar. Se puede hacer una lluvia de ideas sobre posibles escenarios futuros y respuestas que no sean dañinas para nadie, tanto en la realidad como en el mundo digital.
Examinarse a uno mismo. Los niños que intimidan a menudo repiten lo que ven en casa. ¿Están expuestos a comportamientos perjudiciales física o emocionalmente por tu parte o por parte de otro cuidador? Mirar hacia adentro y pensar honestamente sobre cómo se comportan los padres delante de los hijos es clave.
Explicar las consecuencias. Es importante hablar sobre los efectos que tendrán sus actos y ofrecerle oportunidades para hacer las paces. “Si descubres que tu hijo ha estado intimidando, es importante que esto tengan consecuencias apropiadas y no violentas. Podrías limitar sus actividades, especialmente aquellas que fomentan el acoso escolar (reuniones sociales, tiempo de pantalla o de uso de redes sociales)”, agregó la Unicef.
No importa si el acoso es físico o psicológico, el daño puede ser muy profundo para el niño, niña o adolescente que lo sufre y puede impactar su salud física y mental a corto, mediano y largo plazo, haciendo que disminuyan su autoestima y confianza en sí mismos, y puede desencadenar algunos padecimientos como ansiedad o depresión, e incluso, puede conducir al suicidio.
Los afiliados al PAMI deberán completar un formulario obligatorio. Además, la nómina de los medicamentos que ya no tendrán el 100% de cobertura.
Los jubilados deberán completar un formulario obligatorio para tener los medicamentos gratuitos. Esta medida rige a partir de marzo y contempla a los afiliados al Programa de Asistencia Médica Integral (PAMI). Ahora, para acceder a la cobertura del 100%, el organismo exige que los beneficiarios presenten diferentes documentos para acreditar su situación económica y personal.
“El subsidio por razones sociales está destinado a los afiliados de PAMI que no están en condiciones de pagar sus medicamentos ambulatorios con descuento”, destacan en la página oficial del organismo. Quienes cumplan con los requisitos del subsidio podrán solicitar hasta cuatro medicamentos con cobertura del 100% por razones sociales de forma virtual. Si requieren más medicamentos, deben realizar el trámite de manera presencial en su agencia PAMI. Para solicitar un turno en agencias, haga clic ACÁ.
Requisitos:
El formulario está disponible en línea en la página oficial de PAMI y debe ser completado con información personal y económica del afiliado, como:
Datos personales: Nombre completo, número de afiliado y contacto.
Situación patrimonial: Declaración de propiedades, vehículos y activos societarios. No deben contar con cobertura de medicina prepaga ni poseer un automóvil con menos de 10 años de antigüedad.
Ingresos familiares: Presentación de documentos que respalden los ingresos, los cuales no deben superar 1,5 haberes previsionales mínimos. Para hogares con convivientes con Certificado Único de Discapacidad (CUD), el límite se amplía a 3 haberes previsionales mínimos.
Condición de discapacidad: En caso de convivir con una persona con discapacidad, se deberá adjuntar el CUD correspondiente.
Receta Electrónica: La medicación solicitada debe estar prescripta por un médico de PAMI con diagnóstico detallado o codificación CIE-10.
No ser propietario de más de un inmueble; No tener aeronaves o embarcaciones de lujo.
En caso de exceder el ingreso previsto en los puntos precedentes, pero el costo de los medicamentos para su tratamiento es igual o mayor al 15% de los ingresos, el afiliado puede solicitar la cobertura al 100% en medicamentos por razones sociales a través de un mecanismo de vía de excepción. Para ello PAMI le solicitará:
Informe social (Disposición 7339/GPSyC/13).
Escala de vulnerabilidad Socio-sanitaria (Disposición 306/GPSyC/05).
Revalidación médica.
Los Afiliados Veteranos de Guerra del Atlántico Sur no están sujetos a estos requisitos, pero igualmente deben realizar el trámite de solicitud del subsidio por razones sociales.
Por otro lado, el PAMI anunció que a partir de 2025, algunos medicamentos dejarán de estar cubiertos al 100%. La nómina es la siguiente:
El humorista pasó sus últimos tiempos en un centro de rehabilitación, lejos de los escenarios que alguna vez dominó con una presencia inigualable. Su hermano Carlos Gasalla, quien lo acompañó hasta el final, había confirmado el diagnóstico con palabras que aún resuenan: “Quiero ser claro: tiene demencia senil. Es una enfermedad que va a seguir avanzando. Antonio no tiene conocimiento ninguno, no habla”.
Su amigo y confidente de años, Marcelo Polino, lo describió con brutal honestidad en aquel momento: “Antonio está bastante complicado. No camina, no nos reconoce desde hace más de un año. Ya casi no habla, se alimenta por un botón gástrico. Es un panorama muy triste”.
Soledad Solari, uno de los personajes emblemáticos de Antonio Gasalla
Para millones de argentinos, Gasalla no era solo un actor. Era el hombre que, con una peluca y una carcajada forzada, se convertía en Mamá Cora, la abuela desquiciada de Esperando la carroza (1985), inmortalizando frases que hoy son parte del ADN cultural del país. Fue también La Empleada Pública, esa mujer resignada que enfrentaba la burocracia con una mezcla de ironía y hartazgo. Soledad Solari, la diva decadente. La Abuela, que en los años 90 y 2000 enloquecía a los invitados en los programas de Susana Giménez con preguntas incómodas y comentarios filosos.
Gasalla tenía un don. Su humor era un bisturí afilado, capaz de diseccionar la hipocresía con precisión quirúrgica. Nunca necesitó recurrir a lo fácil, a lo burdo. Hacía reír y, al mismo tiempo, obligaba a pensar.
Marcelo Polino, quien compartió más de 15 años de amistad con él, lo recordó con emoción y tristeza: “Nos reíamos por horas de la gente de la televisión. Hablábamos todos los días. Verlo así, que te mira y no te reconoce, es muy complicado”.
Antonio Gasalla, en una de sus últimas presentaciones públicas, ovacionado por el público
Hace un mes, en la entrega de los Premios Carlos en Villa Carlos Paz, su ausencia se sintió con fuerza. El galardón honorífico que recibió quedó en manos de su hermano, quien subió al escenario con la voz entrecortada. “Es muy emocionante y creo que merecido. Esto es un aliciente para nosotros y un reconocimiento por todo lo que le dio al teatro”, dijo Carlos, con la estatuilla en las manos y el peso de la realidad en el rostro.
Las últimas noticias sobre su salud habían generado un movimiento de afecto en el mundo del espectáculo. Marcelo Tinelli y Susana Giménez, dos figuras claves en su carrera, se mantenían pendientes de su estado. “El otro día hablaba con Tinelli, al igual que Susana, que siempre pregunta cómo está”, contó Polino. Y agregó con crudeza: “Llega un momento en el que tu brillantez, tu inteligencia, tus premios, tu talento y tu dinero… cuando aparece una enfermedad así, barre con todo. Es feo”.
Pero lo cierto es que nada puede borrar el impacto de Antonio Gasalla en la cultura argentina. Su voz, su risa y su mirada crítica siguen vivas en cada sketch, en cada escena de cine, en cada frase de Mamá Cora repetida hasta el cansancio en reuniones familiares.
El humor argentino perdió a su mejor observador. Pero su legado, imborrable, seguirá provocando risas y reflexiones por generaciones.
bikini
21 febrero, 2025 at 10:07 am
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