El conjunto millonario igualó 1-1 con Rayados de Monterrey en el segundo amistosos en los Estados Unidos
“Me voy con sensaciones muy buenas y positivas. No deja de ser un partido de preparación para llegar óptimos a la primera fecha del torneo (el 28 de enero ante Argentinos Juniors en el Monumental). Hace dos días hacíamos doble turnos muy intensos, por eso la dosificación de cargas en cuanto a los minutos de los jugadores”, reconoció Martín Demichelis luego del empate 1 a 1 de River Plate ante Rayadosde Monterrey en Dallas.
El elenco millonario igualó su segundo encuentro amistoso en los Estados Unidos, con un segundo tiempo plagado de cambios. “Me voy contento, por momentos se vieron asociaciones que son parte de nuestro ser, con presiones altas en las que buscamos hostigar a un rival que está en otra etapa, porque ellos ya comenzaron la liga. Seguiremos trabajando pensando en el próximo partido”, continuó el DT en diálogo con ESPN.
Demichelis destacó dos momentos del partido, aunque en líneas generales el equipo dejó una muy buena impresión: “En ambos tiempos hubo momentos buenos, los primeros 25 minutos del partido fueron buenos, y los últimos 15 del segundo tiempo también. Cuando hacés muchos cambios, obviamente que cada chico necesita acomodarse. Terminó siendo muy positivo”.
Acerca de Agustín Ruberto, el joven de 18 años que debutó como titular en lugar de Miguel Borja, que fue desafectado del partido por una sobrecarga, el entrenador explicó por qué por momentos lo ubicó a uno de los laterales del mediocampo. “Fue por cómo se paraban ellos cuando presionábamos a los dos centrales. Decidimos acostamos con Agustín a la derecha, porque nos atacaban por los costados. Es un partido de preparación, ya llegará momento de trabajar más en detalles de ataque”.
“Borja está bien, llegó con una sobrecarga pero el fin de semana estará presente”, llevó tranquilidad Demichelis, quien también se refirió al estado físico de Franco Armani quien fue reemplazado en el entretiempo por molestias en una de sus rodillas. “Franco no tiene nada que preocupe, trabajamos muy duro hasta hace dos días. Fue una adaptación corta, donde había que aplicar conceptos y buscar una preparación física importante”.
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Por último, no quiso ahondar en detalles sobre qué le falta al plantel en materia de refuerzos: “Seguir entrenando fuerte”, concluyó.
Crónica del partido.
River Plate salvó un empate 1 a 1 con Rayados Monterrey de México gracias al golazo a cinco minutos del final de Marcelo Herrera. El encuentro amistoso se llevó a cabo en el imponente estadio Cotton Bowl, de Dallas, Estados Unidos, con una temperatura inferior a los cero grados. El conjunto dirigido por el argentino Fernando Ortiz se había puesto en ventaja por el gol del uruguayo Rodrigo Aguirre, tras una grave distracción entre González Pírez y el arquero Ezequiel Centurión.
El cuadro mexicano apeló a una formación alternativa debido a que comenzó el torneo Clausura local. Por este motivo, solamente fue titular uno de los cuatro argentinos que tiene en el plantel y es el recién llegado volante ex Banfield y Estudiantes de La Plata, Jorge Corcho Rodríguez, mientras que sus compatriotas, el arquero Esteban Andrada, el volante Maximiliano Meza y el delantero Germán Berterame arrancaron en el banco.
Esto le permitió a River, especialmente en el primer tiempo, ejercer un leve dominio sobre su rival y generar una acción favorable para convertir que falló Ignacio Fernández. Los riverplatenses mostraron en ese período inicial que carecieron de presencia ofensiva importante, ya que el colombiano Miguel Borja estuvo ausente por una fatiga muscular y entonces Demichelis apeló a la inclusión del prometedor juvenil Agustín Ruberto para formar dueto ofensivo con Facundo Colidio.
El desarrollo del juego tuvo una mejoría para River en el arranque del complemento, sobre todo por las cinco variantes que desde el primer minuto de ese segundo período ensayó Demichelis, y que al desnaturalizar el partido, ese río revuelto terminó favoreciendo a los milllonarios.
River Plate y Rayados de Monterrey empataron 1-1 en Dallas, Estados Unidos (Twitter)
Claro que esa mejoría riverplatense observada del medio hacia delante, que derivó en algunas acciones favorables en derredor del arco defendido por Luis Cárdenas, no fue tal en la zona defensiva, y a la primera contra que ensayó el equipo mexicano el uruguayo Rodrigo Aguirre aprovechó una duda entre los recién ingresados Leandro González Pírez y el arquero Ezequiel Centurión para poner en ventaja a los mexicano a los 20 minutos. Más allá de que ambos fueron los protagonistas finales de esa acción, el problema inicial radicó en el incoherente retroceso de sus volantes. River pareció extrañar a Enzo Pérez (en esa acción del gol ya había salido quien hoy lo reemplazó desde el arranque, Matías Kranevitter, reemplazado apenas cinco minutos antes por el debutante uruguayo Nicolás Fonseca).
Por contrapartida, el técnico riverplatense se debe haber ido muy contento con lo hecho por el chico Franco Mastantuono, el azuleño de apenas 16 años, que hizo un surco jugando como extremo derecho desde que ingresó pasado el cuarto de hora del complemento en lugar de un inexpresivo Colidio y fue el gestor de las mejores acciones de riesgo en el área mexicana. Pero cuando parecía que la gélida noche de Dallas se iba a terminar con una derrota para River apareció Marcelo Herrera por el lateral derecho, ese que disputa palmo a palmo con Santiago Simón y el hoy lesionado Milton Casco, y con un furibundo derechazo puso la igualdad final.
Ahora River volverá a jugar el próximo sábado frente a otro equipo mexicano como Pachuca, en la continuidad de su gira norteamericana.
El defensor de 37 años fue el gran protagonista del duelo por el Grupo C con un tanto que gritó de cara a los fanáticos del Xeneize. “Todo el mundo sabe que soy hincha de River”, aclaró
Nicolás Otamendi fue el gran protagonista del electrizante duelo que marcó el estreno de Boca Juniors en el Mundial de Clubes. El defensor argentino fue clave para que el Benfica recorte los dos goles que había sufrido en el primer tiempo y se lleve un empate 2-2 sobre el final en el Hard Rock Stadium de Miami en el duelo que marcó el estreno de ambos por el Grupo C.
El capitán del elenco portugués subió a su feed de Instagram19 fotos de su actuación en este encuentro, pero eligió abrir el posteo con cinco escenas de su tanto de cabeza. En el festejo se lo vio gritando de cara a unas de las tribunas, que tuvieron una nutrida concurrencia de fanáticos del Xeneize. Tras poner una citación a su club y al torneo en el texto, eligió musicalizar con el tema “Para la gilada”, de la banda de cumbia “Meta Guacha”.
“Salte capitán”, le firmó su compañero Ángel Di María. “Ídolo”, se sumó el delantero brasileño Arthur Cabral, que acaba de dejar Benfica para disputar el Mundial de Clubes en Botafogo, una transferencia que significó un costo en torno a los 15 millones de euros para el club sudamericano. Entre los “me gusta” del posteo hubo otros jugadores destacados como el arquero de la selección argentina Walter Benítez, el ex guardametas albiceleste Mariano Andújar, el defensor del Manchester United Lisandro Martínez o el ex mediocampista Javier Pastore.
“Todo el mundo sabe que soy hincha de River. Y meter un gol lo festejo como cualquier gol que le convierta a cualquier rival. La verdad que son goles que uno tiene que festejarlos, me tocó festejarlos”, dijo el futbolista de 37 años en zona mixta luego. “Todo el partido me silbaron, se dio que yo tenga que meter el gol y muy feliz. Lo grité mucho como todos los goles que me toca convertir. Más que feliz. Sabíamos la exigencia que nos iban a dar ellos y nosotros también debíamos mentalizarnos en hacerlo bien para poder obtener los tres puntos. El próximo partido para nosotros también tiene que ser una final como hoy”, agregó con mira al duelo ante Auckland.
“Íbamos 2-0 abajo y mi gol sirvió para poder empatar. Ya sabemos cómo juega Boca, lo exigente que es en los duelos y esas cosas. Encontramos el empate y muy feliz. Sabemos que ellos en los duelos son fuertes. Enfrentar siempre a un equipo argentino después de mucho tiempo creo que es lindo, es una competición que hay que disfrutar y hacerlo de la mejor forma posible para nosotros en la personal seguir avanzando”, analizó.
Al mismo tiempo, se refirió a los pasos a seguir en su carrera, teniendo en cuenta que todavía no se sabe si continuará en Portugal: “Todavía mi futuro no lo tengo resuelto. Estoy disfrutando de esta competición, que es una competición que le gustaría a cualquier jugador”.
El defensor de la Selección fue protagonista también de las tapas de los principales medios deportivos de Portugal. “Capitán América”, lo definió el periódico A Bola, que destacó que además del tanto también fue protagonista del penal que Ángel Di María cambió por el descuento sobre el cierre de la primera etapa. “Nico cala boca”, tituló el Récord en su edición de papel, en un juego de palabras aprovechando al rival. El diario O Jogo no puso una foto de Otamendi en su portada, pero hizo también un juego de palabras: “Amargo de boca” (amargo en la boca), en referencia a que sufrieron dos goles en seis minutos y debieron alcanzar un empate sobre el final.
“Nunca se sabe. Todavía me queda un año de contrato con Benfica y trato por respeto al club estar enfocado siempre acá”, había dicho hace unos meses el General en diálogo con ESPN sobre un posible arribo a River. “Una vez que finalice el contrato se verá que será de mi futuro. No quiero ilusionar a la gente porque sino me cagan a puteadas pero saben que soy hincha, miro todos los partidos, tengo un montón de relación con los dirigentes y con los chicos que están en el club. Dios dirá lo que pasa de acá a mi fin de contrato”, agregó.
Otamendi surgió de Vélez en la temporada 2007/08, pero desde hace 15 años milita en el exterior. Emigró inicialmente al Porto de Portugal, tuvo un breve retorno a Sudamérica para jugar en el Atlético Mineiro de Brasil durante una parte del 2014 pero inmediatamente regresó a Europa para jugar en Valencia de España y posteriormente en Manchester City de Inglaterra, club en el que se asentó como un referente a lo largo de cinco años. Desde 2020 es uno de los pilares del Benfica, aunque todavía no se sabe si seguirá en ese club.
El cabezazo de Otamendi para el gol (Foto: Dan Mullan/Getty Images/AFP (Photo by Dan Mullan / GETTY IMAGES NORTH AMERICA / Getty Images via AFP)
Nico viene de alcanzar los 140 juegos con la camiseta de la selección argentina en la última doble fecha de Eliminatorias para convertirse en uno de los jugadores con más partidos en el combinado nacional. Fue campeón del Mundial de Qatar 2022, bicampeón en la Copa América (2021 y 2024) y completó su vitrina con la Finalíssima del 2022.
Esta temporada fue una de las más agitadas de su carrera, ya que tras ser campeón de la Copa América con la Mayor, viajó a París para ser líder del combinado que disputó los Juegos Olímpicos. Más allá de las competencias locales y la Champions League que disputó con Benfica, tuvo Eliminatorias con la Selección y cerró su calendario en este Mundial de Clubes.
La actividad para ambos elencos seguirá el próximo viernes 20 de junio. Benfica se enfrentará al Auckland City desde las 13:00 (hora argentina), mientras que Boca hará lo propio contra el Bayern Múnich a partir de las 22:00. El Grupo C bajará el telón el martes 24: desde las 16, los dos equipos europeos se enfrentarán entre sí y el Xeneize jugará contra los neozelandeses.
El Merengue finalmente se quedó con la joya argentina que buscaban los principales clubes de Europa
La novela finalmente terminó. Una promesa de River Plate, que rompe récords y llama la atención de todo el continente, se marcha al Real Madrid, el club que ha transformado la exportación de talento joven en una política de Estado. Franco Mastantuono, a los 17 años, rubricó con su presente un destino reservado solo para unos pocos elegidos.
“El 11 de junio de 2025, Franco Mastantuono ejecutó su cláusula de rescisión, en conjunto con el Real Madrid, finalizando de forma anticipada su contrato con River Plate. El jugador se incorporará al club español tras la disputa del Mundial de Clubes FIFA 2025. El monto total de la operación fue de € 63,2 millones, equivalentes a USD 72,6 millones, constituyéndose como la mayor transferencia en la historia del fútbol argentino. River Plate percibirá € 45 millones netos (USD 51,7 millones)“, informó el Millonario en su sitio oficial.
En su anuncio, el conjunto de Núñez también aclara que el resto del dinero se dividió de la siguiente manera: € 11,8 millones (USD 13,6 millones) al fisco español, € 1,4 millones (USD 1,6 millones) a Futbolistas Agremiados, € 0,9 millones (USD 1 millón) a Fondos Estructurales AFA, € 3,6 millones (USD 4,1 millones) por el Decreto 510/2023 y € 0,5 millones (USD 0,6 millones) por otras tasas.
“Gracias, Franco, por tu entrega y talento. Un orgullo verte crecer en el Club. Te deseamos lo mejor en esta nueva etapa que viene post Mundial de Clubes“, añadió el club.
La Casa Blanca, por su parte, no profundizó en cuanto a los números de la operación a la hora de anunciar la contratación de la joven joya argentina. “El Real Madrid C. F. comunica que Franco Mastantuono será jugador de nuestro club durante las próximas seis temporadas, desde el 14 de agosto de 2025 hasta el 30 de junio de 2031. Mastantuono se formó en la cantera de River Plate entre 2019 y 2024, y ha formado parte del primer equipo en la pasada temporada 2024-2025. En febrero de 2024, se convirtió en el goleador más joven en la historia de River Plate, equipo con el que ha ganado una Supercopa de Argentina. A sus 17 años, también es el jugador más joven en jugar un partido oficial con la selección de Argentina en toda su historia”, informó.
En el desenlace de su traspaso, otro nombre merece un apartado: Juni Calafat. Para comprender la dimensión de este pase, hay que entender la relevancia que el directivo español tiene en la estructura del Real Madrid. Calafat, de 52 años, Chief Scout y Director de Fútbol Internacional, fue el protagonista silencioso detrás de los fichajes de Vinicius Jr., Rodrygo, Fede Valverde, Militao, Camavinga, Bellingham y Arda Güler, entre otros. Su metodología no reside únicamente en el análisis técnico y el seguimiento de videos, sino en el vínculo personal, la empatía con las familias y la capacidad de interpretar el entorno sudamericano mejor que nadie en Europa.
La intervención de Calafat fue determinante en la puja con el PSG. Ante la avanzada del club francés, el Real Madrid aceleró y envió a Buenos Aires a su principal estratega. El español tomó contacto con el entorno íntimo de Mastantuono, ofreció más que un proyecto deportivo, y tejió el mismo lazo de confianza que supo emplear en anteriores operaciones exitosas. Su presencia, además de ser una declaración de intenciones, inclina hacia el club blanco a casi cualquier talento sudamericano codiciado en el continente.
Fuentes de la negociación indican que Juni fue el principal interlocutor en la fase clave de las charlas con el representante Walter Tamer y la familia Mastantuono. Por eso, el joven acordó un contrato hasta 2031 con el Real Madrid, en una de las operaciones más resonantes de la historia reciente millonaria.
LA HISTORIA DE FRANCO MASTANTUONO:
El informe de Franco Mastantuono en España
La historia de Mastantuono es, ante todo, la de un chico que respiró deporte desde la cuna. Nació el 14 de agosto de 2007 en Azul. Cristian, su padre, fue su guía en los primeros pasos futboleros en River de Azul, la escuelita donde empezó a codearse con la pelota a los tres años, mientras en su casa compartía juegos y rutinas con su madre Sofía y sus hermanos Lucila y Valentín.
Lo extraordinario de su formación radica en que su destino parecía bifurcarse entre dos disciplinas: el fútbol y el tenis. Durante varios años, Franco dividió sus energías entre la genética de un mediocampista incisivo y los movimientos técnicos de un tenista entre los mejores Sub 12 del país. Sus entrenadores en el club Azul lo recuerdan como un talento innato, con una capacidad poco común para resolver situaciones complejas. Físicamente ágil, mentalmente predispuesto y con una táctica asombrosa para la edad, Mastantuono parecía destinado al alto rendimiento sin importar el deporte que eligiera. Ocupaba desde muy chico el top 10 de los juveniles de su categoría, venció a varios de los mejores proyectos nacionales y dejó a los técnicos con la sensación de que en la raqueta también había nacido para estar entre los mejores.
Eligió el fútbol finalmente, no porque el tenis lo haya vencido, sino porque su vocación por la pelota y el césped fue más fuerte. River Plate, a través de un trabajo paciente de su captador Daniel Brizuela, convenció a la familia con argumentos deportivos e institucionales sólidos: “Fue una pulseada de dos años con la familia. Él seguía destacándose en el tenis y nos decían que el fútbol era un juego, pero cuando lo vimos supimos que teníamos que traerlo”, rememoró el encargado de llevárselo a Núñez.
Su llegada formal a River fue en 2019, a los 12 años, aunque la seducción de los cazatalentos millonarios había comenzado antes. En su debut, en la última fecha de una liga local y con apenas un par de entrenamientos en el lomo, jugó como si ya llevara años en el club, contribuyó al título del equipo y rápidamente convenció a todos.
Franco Mastantuono brilló desde sus inicios con la camiseta de River Plate
Pocos futbolistas en la historia reciente del fútbol argentino irrumpieron con tanta naturalidad en todas las categorías como Mastantuono. Inicialmente, la zurda exquisita sobresalió en la Séptima y la Octava División, donde no solo fue goleador sino capitán y líder del grupo. Su eventual salto a las Juveniles nacionales llegó rápido: convocado a la Sub 17 y hasta fue llamado por Javier Mascherano a la Sub 20 a los 15 años.
Ya en el club de Núñez, técnicos como Martín Pellegrino y Pablo Fernández coincidieron en cuestiones clave: Franco reúne atributos técnicos superlativos y una mentalidad de competencia fuera de lo usual. Describe Pellegrino: “Es muy vertical, determinante en el uno contra uno, con una pegada formidable; de los que no ves todos los días. Hace rato que no veía a alguien golpear la pelota así”. Fernández, por su parte, le sumó: “Es líder natural, tranquilo, pero de gran personalidad. Y tiene recursos para llegar al gol de todas las formas: pelota parada, media distancia, cabeza”.
La racha de récords, en consecuencia, se dio de manera natural. El 28 de enero de 2024 debutó en Primera frente a Argentinos Juniors, con solo 16 años, 5 meses y 14 días, tercero más joven en estrenarse en el club después de Mateo Mussachio y Tomás Rossi. Apenas un par de semanas después, marcó de zurda un gol ante Excursionistas y se convirtió en el goleador más joven de la historia de River. Luego, su sello ganador se desparramó por todo Sudamérica: en abril de ese año anotó en su primer partido de Copa Libertadores en Asunción, transformándose en el más joven en lograrlo con la camiseta millonaria. Y la obra cumbre: su gol de tiro libre a Boca en el último Superclásico, que le dio a River una victoria memorable y a él el privilegio de ser también el más joven con la banda roja en anotar en ese partido con apenas 17 años, 8 meses y 13 días.
Mientras tanto, en Selección Argentina, la estadística y la historia se rindieron a sus pies. Scaloni lo citó a la Mayor y lo hizo debutar en un partido oficial a los 17 años, 9 meses y 22 días, quedando como el debutante más joven de la historia en ese contexto, superando récords previos de Alejandro Garnacho y Facundo Buonanotte.
La selección de Scaloni mostró carácter en un juego complejo, supo sobreponerse a la desventaja y con uno menos, por la expulsión de Fernández, llegó al empate 1-1.
En un partido cargado de tensión en la previa y que terminó con empujones y muchos nervios, Argentina y Colombia empataron anoche 1-1 en el Monumental por la fecha 16ª de las eliminatorias de Conmebol.
La igualdad premió al campeón del mundo, que nunca bajó los brazos y que cuando se vio en desventaja fue al frente, buscó el gol y no disminuyó en su esfuerzo hasta conseguirlo.
Al mismo tiempo, el resultado castigó a Colombia, porque, después de un inteligente primer tiempo y de irse en ventaja, se quedó sin osadía, se refugió y trató de aguantar sin lograr el objetivo.
La Albiceleste ya sacó su boleto al Mundial 2026 hace rato, pero el juego sirvió para ratificar el presente de Almada y de Álvarez, y mostró que hay equipo para un largo tiempo.
Pegó Colombia
La primera parte tuvo movilidad por ambos lados, una presión alta de Colombia y el intento de manejar con criterio la pelota por el lado de Argentina en cada una de las salidas desde el fondo.
La Albiceleste se vio un poco sorprendida por el juego del Cafetero, quien no le dejó manejar con tranquilidad la pelota y siempre colocó gente cerca de Messi como para que el capitán no pudiera manejar la pelota con simpleza.
La salida rápida y la contra fueron el arma utilizada por el equipo visitante, y desde el juego de James Rodríguez, más la velocidad de Luis Díaz, nació lo mejor del equipo de Lorenzo.
Un par de aproximaciones de los locales hizo que la gente se levantara, pero el campeón no tuvo la precisión habitual en los metros finales.
A los 23, una pelota profunda terminó en los pies de “Lucho” Díaz y el atacante del Liverpool dejó parado a “Cuti”, a Otamendi y a Molina para definir ante la salida del “Dibu”.
La transición paciente y con pases precisos en el campeón del mundo se diluyeron en los metros finales, y aunque hubo un par de buenas combinaciones entre Almada, Julián Álvarez y Messi, el final no fue el soñado por la multitud.
Con el 0-1 colocado en el marcador, los dirigidos por Scaloni se mostraron confundidos y por momentos perdieron la línea.
La chapa del campeón
En la segunda parte, y con la ventaja a su favor, la visita decidió cambiar la manera de jugar y ello fue clave para que el partido tomara un rumbo totalmente distinto, porque el técnico Lorenzo colocó un 4-5-1 y decidió resistir la diferencia.
En su afán por defenderse, dejó en libertad a Messi y el capitán generó juego y, en un par de ocasiones, el equipo estuvo cerca de llegar al gol.
Colombia apostó a una corrida de Díaz, quien en soledad siguió manejando los ataques visitantes y complicando a los locales. Pero pagó la idea de jugar unos metros más atrás.
González exigió a Mier y después el propio González estrelló un remate en el poste. Y cuando Fernández levantó el pie y vio la roja tras pegarle a un adversario y Messi dejó el campo, el campeón siguió jugando mejor, hasta que Almada la clavó cruzada y abajo para poner el empate.
Fue justicia en el Monumental, porque Colombia no se animó a ser protagonista ante Argentina y porque el campeón nunca se da por vencido.