Los valores volverán a subir en febrero. La idea del Gobierno es que el costo del boleto se actualice mensualmente siguiendo el dato de la inflación acumulada
Los boletos volverán a subir en febrero (Foto: NA)
Tras un retraso en la aplicación del nuevo valor del boleto del transporte público en el AMBA, a partir de mañana, comenzarán a regir los nuevos valores para los colectivos ytrenes.
Pese a que el Ministerio de Infraestructura había anunciado el pasado 28 de diciembre que los aumentos comenzarían a regir a partir de enero, esta suba no se pudo efectivizar debido a demoras en la actualización de las 18 mil máquinas validadoras que utilizan los colectivos.
Ahora, el plazo fijado para su implementación finalizó, por lo que a partir del próximo lunes la tarifa mínima de colectivo ascenderá a $76,92., mientras que para el tramo de 3 a 6 km, el costo será de $85,69. Por otro lado, quienes hagan un viaje de 6 a 12 kilómetros deberán pagar un valor de $92,29 y aquellos que recorran entre 12 y 27 km pagarán $98,89. Por último, la tarifa más alta, para los más de 27 km, valdrá $105,46.
De igual forma, desde Transporte resaltaron que se mantiene la política de subsidio a los usuarios a través de los atributos sociales, canalizada por medio de la tarjeta SUBE, con los que tienen un descuento del 55% en sus viajes. El beneficio alcanza a jubilados y/o pensionados, personal de trabajo doméstico, veteranos de la Guerra de Malvinas, monotributistas sociales y beneficiarios de Asignación Universal por Hijo (AUH) y por Embarazo (AUE), Más y Mejor Trabajo, seguro de desempleo, seguro de capacitación y empleo y programa Promover Igualdad de Oportunidades.
El nuevo cuadro tarifario
Con respecto a los trenes, la tarifa para la sección 1 será de $37,38en las líneas Roca, Belgrano Sur, Belgrano Norte y Urquiza; y de $43,38 en las líneas Mitre, Sarmiento y San Martín, de acuerdo con la información a la que pudo acceder Télam.
La sección 2 pasará a ser de $48,38 en las líneas Roca, Belgrano Sur, Belgrano Norte y Urquiza; y de $61,57 en las líneas Mitre, Sarmiento y San Martín. Por último, el boleto de la sección 3 en las líneas Roca, Belgrano Sur, Belgrano Norte y Urquiza tendrá un costo de $59,37, mientras que en las líneas Mitre, Sarmiento y San Martín el valor será de $76,96.
Todos estos valores corresponden a viajes que sean abonados con la tarjeta SUBE, puesto que, si se abona en efectivo, los costos se incrementan. Así, el boleto para las líneas Roca, Belgrano Sur y Belgrano Norte y Urquiza será de $115 y de $150 para las líneas Mitre, Sarmiento y San Martín.
Las líneas Mitre, Sarmiento y San Martín compartirán un mismo cuadro tarifario
Estos montos fueron dados a conocer tras una reunión que mantuvieron el ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro, y el secretario de Transporte, Franco Mogetta, con los integrantes de las cámaras empresarias del transporte automotor de pasajeros y de la Unión de Tranviarios Automotor (UTA). Durante este encuentro, el Gobierno resolvió que los montos volverán a ser reajustados en febrero, debido a los aumentos de combustibles e insumos generales. Para esto, convocó a una audiencia pública.
Además, adelantó que los valores serán actualizados mensualmente de acuerdo con la inflación acumulada, incrementos que se sumarán a la reducción del subsidio al transporte.
Estas subas anunciadas por el Gobierno son parte de un ajuste por el atraso tarifario acumulado en los últimos años, especialmente desde agosto pasado. La administración anterior había suspendido la actualización automática basada en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec, casi al mismo tiempo en que se aceleró la inflación. Este retraso, junto con demoras en el pago de subsidios, provocó interrupciones en el servicio de transporte de pasajeros en el Gran Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Esta fórmula será válida para todos los colectivos urbanos y suburbanos de jurisdicción nacional; y servicios metropolitanos y regionales de trenes del AMBA. Lo mismo regirá para los valores de los trenes regionales del interior y de larga distancia, pero los incrementos serán trimestrales en vez de mensuales.
El precio máximo permitido por el gobierno es 16.000 dólares, libre de impuestos, sobre los que se suman todos los incrementos fiscales argentinos. Ya se pueden hacer los primeros pedidos
Mientras el gobierno nacional ultima los detalles del decreto que se publicará en los próximos días para reformar sustancialmente la Ley Nacional de Tránsito Nro 24.449, la Secretaría de Industria y Comercio publicó el formulario que permite a terminales automotrices y representantes oficiales de marcas que no producen automóviles en la Argentina solicitar cupo para la importación de vehículos híbridos, eléctricos y a celdas de combustible con arancel al 0 por ciento.
Lo que se necesita para poder postularse a obtener parte de ese cupo de 50.000 vehículos que estarán habilitados cada año es tener CUIT y Clave fiscal (nivel 3 o superior); contar con Trámites a Distancia (TAD) asociado a ARCA; y completar la planilla de unidades a importar, disponible en la página web del Ministerio de Economía de la Nación.
La planilla pide completar la posición arancelaria, es decir el número o código con el que se identifica los automóviles que están calificados para este programa de incentivo del gobierno, la marca y modelo del vehículo a importar, la denominación comercial, el tipo de tecnología de motorización (híbrido, eléctrico, pila de combustible), la cantidad de unidades que se solicita importar, el precio FOB en dólares, el precio de venta en dólares con el que se venderá al público y, finalmente, la fecha en la que se hará efectiva la nacionalización de las unidades.
Completada la planilla y enviada a través del TAD (que aún no está disponible para esta operación pero lo estará próximamente), el sistema generará el expediente de Solicitud de Adhesión, y una vez resuelta la licitación, el gobierno notificará la aprobación o no del cupo solicitado.
El formulario para licitar parte del cupo de 50.000 autos híbridos y eléctricos, ya está disponible en la web del Ministerio de Economía, aunque el TAD aún no está habilitado. REUTERS
Como ya se comunicó en el Decreto 49/2025 del 30 de enero de este año, ese cupo está dirigido a vehículos con sistemas de propulsión sustentables como los que combinan un motor térmico con uno o más eléctricos (híbridos), a los sistemas de propulsión 100% eléctricos y a los de pila de combustible de hidrógeno, siempre y cuando cumplan con características técnicas mínimas como tener un peso mayor a 400 kg sin contar el peso de la batería, una autonomía superior a 80 km y una potencia mínima de 20 CV.
El Talón de Aquiles para las compañías que quieran entrar a este programa del gobierno está en el precio, ya que se ha establecido que debe ser menor a USD 16.000 FOB (free on board). Significa que ese es el precio máximo con el que se embarcará en el puerto de origen. Sobre ese precio se deben cargar todos los impuestos argentinos, salvo el arancel de importación del 35% que por acuerdo de comercio entre Argentina y Brasil (ACE14), se aplica en ambos países a todos los vehículos que provienen de otras regiones fuera del Mercosur.
Esos USD 16.000 FOB no son el precio que tendrán todos los autos que lleguen este año y por los próximos cinco que tendrá vigencia el programa del gobierno. Es el máximo, pero hay modelos eléctricos chinos que podrían tener un precio de hasta USD 13.000, lo que permitiría ser más competitivos contra los productos que ya se venden en el mercado argentino.
Los autos eléctricos chinos son los mayores beneficiados con este programa del gobierno argentino, aunque las marcas europeas aseguran que tienen varios modelos para importar con ese precio de USD 16.000 FOB
Cuánto es USD 16.000 FOB
La cuenta no es sencilla de hacer. De hecho, ninguna terminal automotriz ha estimado públicamente hasta que valor tendrá un auto con ese precio FOB al llegar al punto de venta al público. Unos hablan de casi el doble, es decir unos USD 32.000, otros son más optimistas y creen que se puede llegar a unos USD 29.000.
Aunque el precio de venta lo tendrán que publicar en dólares, para comparar los modelos que lleguen importados sin arancel con los autos más accesibles del mercado, hay que hacer la conversión a pesos. Así, aquellos modelos que tengan un precio FOB menor a USD 15.000 podrán vender sus autos en unos $30.000.000, pero los que se acerquen al límite máximo permitido no podrán bajar de los $32.000.000. Algunos ejecutivos de terminales automotrices confesaron a Infobae que hicieron la simulación con el modelo más accesible que tienen para importar, y el precio en pesos no baja de los $34.000.000.
“Es muy pronto para poder decir el precio. Tenemos que entender como está armada la estructura de precios. No es traer un auto de 16.000 FOB y hacés la cuenta con el tipo de cambio. Tenés un costo logístico, un margen del concesionario, el de la terminal, tenés IVA, Ingresos Brutos, Ganancias, sellos, municipios. Hay un montón de cosas que inciden en el costo final. Hay que ser prudente con ese costo como para poder decir cuál sería el precio al público de un auto que se importa con esos USD 16.000 FOB. Pero creemos que va a ser un vehículo competitivo como el que hay en el mercado hoy”, dijo este viernes Martin Zuppi, presidente de Stellantis Argentina, en el lanzamiento del nuevo DS7 E-Tense en Argentina.
Los préstamos en pesos registraron un fuerte crecimiento en febrero, impulsados por la demanda de consumidores y empresas. En contraste, el financiamiento con tarjetas se desaceleró
El mercado de créditos en pesos sigue en alza, con un fuerte impulso de los préstamos personales y comerciales, mientras que el financiamiento con tarjetas de crédito se desaceleró.
Según un informe de First Capital Group, basado en datos del Banco Central (BCRA), en febrero el saldo total de préstamos en pesos al sector privado alcanzó $60,4 billones, lo que representa un crecimiento nominal del 4,9% respecto al mes anterior. En términos reales, descontando la inflación estimada para el período, el incremento fue del 2,8 por ciento.
Dentro de las distintas líneas de financiamiento, los préstamos personales se destacaron con un aumento del 10% mensual, alcanzando un saldo de $12,5 billones y una suba interanual del 444,9%. “La inminencia del inicio del ciclo lectivo seguramente incrementó las necesidades de las familias, lo que se reflejó en un mayor volumen de colocaciones durante el mes”, explicó Guillermo Barbero, socio deFirst Capital Group.
La inminencia del inicio del ciclo lectivo seguramente incrementó las necesidades de las familias, lo que se reflejó en un mayor volumen de colocaciones durante el mes (Barbero)
El crecimiento del financiamiento en pesos también estuvo ligado a cambios en la política fiscal y monetaria. “La eliminación del déficit fiscal tuvo un impacto fundamental sobre la economía. Redujo la inflación y, además, el Tesoro dejó de demandar fondos para financiar sus gastos, por lo que dichos fondos pasaron a estar disponibles para el sector privado”, dijo a Infobae Javier Bolzico, presidente de la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba).
“El BCRA también hizo su parte, eliminando muchas malas regulaciones y controles que impedían el desarrollo del crédito”, agregó Bolzico.
En el segmento de créditos comerciales, el saldo de cartera alcanzó los $21,6 billones tras un alza mensual del 4% nominal y del 2% en términos reales (Foto: Franco Fafasuli)
En el segmento de créditos comerciales, el saldo de cartera alcanzó $21,6 billones tras un alza mensual del 4% nominal y del 2% en términos reales.
“Se registra un retorno de las colocaciones en este mes, aunque un escalón por debajo de los meses anteriores. La prioridad para el empresariado sigue siendo el endeudamiento en moneda extranjera ante la perspectiva de estabilidad cambiaria”, indicó el informe de First Capital Group.
Los segmentos de descuento de documento y adelantos en cuenta corriente fueron los más activos en el sector empresas, mientras que préstamos personales lideraron en el segmento préstamos al consumo (Bolzico)
Adeba destacó también que todas las líneas de crédito han crecido en 2024, tanto para empresas como para personas. “Los segmentos de descuento de documento y adelantos en cuenta corriente fueron los más activos en el sector empresas, mientras que préstamos personales lideraron en el segmento préstamos al consumo”, indicó Bolzico.
Pérdida de protagonismo
En contraste con el crecimiento de los créditos personales y comerciales, el financiamiento con tarjetas de crédito perdió dinamismo. En febrero, el saldo financiado con este medio creció apenas un 1% nominal, lo que implica una caída del 0,9% en términos reales. “Nos encontramos ante el valor de variación más bajo del último año, ya que el desarrollo de otras líneas de financiamiento le restó protagonismo a las tarjetas”, dijo Barbero.
El saldo financiado con tarjeta cayó 0,9% en términos reales en febrero (Foto: Shutterstock)
Para los próximos meses, se espera que el financiamiento siga creciendo, aunque con algunas restricciones. “El aumento del encaje efectivo reducirá la capacidad prestable del sistema y puede afectar la tasa de crecimiento de los préstamos. También será muy importante el crecimiento que tengan los depósitos este año”, advirtió Bolzico.
El acceso al financiamiento sigue siendo un factor clave para el desarrollo de las pymes y emprendedores. A pesar del crecimiento del crédito en pesos, las dificultades en la obtención de financiamiento siguen limitando las posibilidades de inversión y expansión de muchas empresas. En este sentido, la articulación entre el sector público y privado será determinante para generar un sistema financiero más inclusivo y dinámico.
Efecto sobre las empresas
Fabián Castillo, presidente de la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (Fecoba), analizó el efecto de los créditos personales en pesos sobre las pymes, resaltando un impacto moderado.
Según Castillo, la prioridad de gasto de los consumidores está en insumos básicos, como alimentos, impuestos y cuotas escolares, lo que limita el flujo de financiamiento hacia otros sectores, incluidos los que dependen de la manufactura.
La prioridad de gasto de los consumidores está en insumos básicos, como alimentos, impuestos y cuotas escolares, lo que limita el flujo de financiamiento hacia otros sectores (Castillo)
Castillo destacó que hasta el año pasado las tarjetas de crédito en cuotas eran consideradas prohibitivas y restrictivas, lo que obligaba al cliente a evaluar con cautela sus opciones de pago. Sin embargo, con la implementación del programa “Cuota Simple 3 y 6″, se observó una mejora en la comercialización de estos créditos, facilitando el acceso y dinamizando el consumo. Con el cambio de temporada y una desaceleración de la inflación, los clientes tienden a consumir, aunque si las ventas no se concretan, el valor de la cuota puede incrementarse.
El programa Cuota Simple dinamiza el consumo en el rubro comercial
Castillo también subrayó en diálogo con Infobae un desafío importante: la competencia desleal de comerciantes ilegales. Estos operan sin pagar impuestos y ofrecen créditos a condiciones más económicas, lo que genera una distorsión en el mercado y dificulta que el comercio formal, que ya soporta una carga impositiva superior a la de 100 tributos, compita en igualdad de condiciones.
El dirigente mercantil enfatizó que el dinero recaudado a través de los créditos personales sigue un “embudo” en el que primero se destina a cubrir las necesidades primarias, y solo el remanente se canaliza a sectores como la manufactura, en el cual las pymes son fundamentales al generar casi el 70% del empleo formal.
Además, Fabián Castillo remarcó la importancia de un acceso al crédito más amplio que permita financiar de forma adecuada al sector formal, haciendo hincapié en la necesidad de crear condiciones de competencia equitativas para enfrentar la presión del mercado paralelo y fomentar el desarrollo sostenible de las pymes.
Pequeñas y medianas empresas
Pese a esta expansión, las pymes aún enfrentan barreras para acceder al financiamiento.
La educación financiera sigue siendo una necesidad clave para las pymes (González)
Según el Índice de Competitividad y Acceso al Financiamiento (ICAF) de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), el 46,4% de las firmas mencionaron requisitos demasiado exigentes como uno de los principales obstáculos. Además, solo el 20,8% de las empresas accedió a financiamiento en los últimos seis meses, mientras que el 43,8% dijo desconocer programas de asistencia disponibles.
“La educación financiera sigue siendo una necesidad clave para las pymes”, destacó Alfredo González, presidente de CAME. Según la encuesta, el 34,4% de las firmas identificó esta capacitación como una prioridad, junto con la necesidad de mejorar en comunicación y marketing. A su vez, el 43% de las pymes planea invertir en materia prima y capital de trabajo en el próximo trimestre, mientras que el 41,7% proyecta incorporar tecnología.
El 46,4% de las empresas de CAME mencionaron requisitos demasiado exigentes para acceder al financiamiento (Foto: EFE)
Otro desafío señalado por CAME es la falta de oferta crediticia adaptada a la realidad de las pequeñas y medianas empresas.
“El sistema financiero tradicional sigue funcionando con criterios que muchas veces no contemplan la realidad de las pymes. Se necesita una mayor flexibilidad en las garantías exigidas y en los plazos de devolución”, remarcó González.
En este contexto, la entidad ha impulsado mesas de diálogo con el sector bancario y el Gobierno para ampliar las líneas de financiamiento específicas para pymes, así como fomentar mecanismos alternativos como el “factoring” y el leasing.
Muchos negocios en etapa inicial encuentran dificultades para cumplir con los requisitos bancarios, lo que ha llevado a un crecimiento del financiamiento a través de inversores privados y plataformas de crowdfunding
Los emprendedores también enfrentan desafíos similares. La incertidumbre económica fue mencionada por el 65,3% de los encuestados como el principal obstáculo para acceder al financiamiento. Solo el 14,8% logró obtener créditos en los últimos seis meses, con la compra de equipos y maquinaria como principal destino de inversión.
Además, muchos negocios en etapa inicial encuentran dificultades para cumplir con los requisitos bancarios, lo que ha llevado a un crecimiento del financiamiento a través de inversores privados y plataformas de crowdfunding.
Los ejecutivos de las terminales aseguran que los autos más baratos ya están en el mínimo y que difícilmente puedan bajar de precio por los impuestos que todavía pagan. Proponen una posible solución
Con la apertura total de las importaciones, el gran desafío de la industria automotriz nacional para 2025 y los próximos años es poder competir en precio y calidad con productos que llegan desde Brasil y otras latitudes.
Sin embargo, mientras la competencia se mantenga en los actuales términos –con el arancel de importación desde extra zona del 35% que exige el Acuerdo de Complementación Económica 14 (ACE14) que Argentina tiene con Brasil–, la producción nacional deberá estar más pendiente del flujo de unidades que lleguen libremente desde su principal socio del Mercosur. Hoy, representan casi el 85% de las importaciones.
Hay otra amenaza en el horizonte, aunque con una potencial menor incidencia en las ventas de los autos argentinos. Se trata del cupo de 50.000 autos de bajo precio que el Gobierno permitirá importar desde mercados externos a la región sin arancel.
Si bien una de las limitaciones de ese cupo es que está destinado únicamente a modelos híbridos y eléctricos, aunque especialmente estos últimos, la otra variable que incidirá es la franja de precios. Esta estará determinada por el valor máximo de USD 16.000 FOB (libre de impuestos en puerto de embarque) que trasladados a pesos en el mercado local y con todos los impuestos, los llevará hasta un precio máximo de unos $34 millones.
Los modelos más accesibles tienen un precio entre los 22 y los 28 millones de pesos. Los fabricantes dicen que ese precio no puede bajar si no bajan los impuestos
De este modo, el gran desafío de la industria es mantener competitivos a los autos accesibles que se producen en el país. No son tantos, pero forman parte esencial del mercado por el gran volumen de ventas que tienen.
Se trata del Fiat Cronos, el auto más vendido de febrero; el Peugeot 208, el más vendido de 2024, y los SUV Chevrolet Tracker y Peugeot 2008. También, aunque en menor medida, los furgones Renault Kangoo, Peugeot Partner y Citroën Berlingo en sus versiones de pasajeros. El resto de los productos de fabricación nacional son utilitarios y pick-ups, que por su segmento y condición impositiva, siguen siendo productos protegidos con beneficios como no pagar impuestos internos, el 50% del IVA e impuesto automotor con bajas alícuotas en muchas jurisdicciones por considerarse vehículos de trabajo.
En el escenario hay dos posturas claramente diferenciadas. De un lado, quienes están convencidos de que con la “invasión de autos brasileños” los números de los modelos locales que ya bajaron continúen en la misma tendencia, pero apuestan por la especialización en pick-ups para compensar la caída y generar mayores ingresos en exportaciones. Hay dos fabricantes parados en esa posición que son Renault y Stellantis, y ambos tienen proyectadas las incorporaciones de pick-ups en sus fábricas de Córdoba entre 2025 y 2026.
Las pick-up pagan sólo el 10,5% de IVA en Argentina. Para algunos ejecutivos ese sería un método para lograr que bajen un 10% los autos más baratos que hoy pagan el 21%
“No va a ser fácil competir en precio. La calidad no nos preocupa, pero los precios no pueden bajar mucho si no se bajan los impuestos, porque los autos más accesibles son los que menor margen tienen para los fabricantes y también para la red de concesionarios. Si el gobierno quiere que se aprecie una baja de precio apreciable, una medida de lograrlo sería bajar el IVA al 10,5% como el que pagan las pick-ups. Ahí se apreciaría la baja de precios lineal e inmediata”, comentó un ejecutivo de la industria a Infobae.
El otro lado están los que no fabrican autos, sino solamente camionetas, como Toyota y Ford, que ya apostaron a las exportaciones de sus vehículos nacionales Hilux y Ranger como prioridad, y que han dejado menos de la mitad de su producción a los mercados externos. Aunque para todos los fabricantes argentinos la carga impositiva que aplica el gobierno sobre la producción industrial es alta y necesitan bajarla para mantener la competitividad de sus exportaciones, probablemente para estas dos terminales ese sea el punto sobre el que hacen mayor hincapié.
“En conjunto, todas las medidas que el gobierno llevó adelante han reducido la carga impositiva en unos 6 puntos porcentuales. Si estábamos entre 22 y 25% hace un año, dependiendo del nivel de localización que cada automotriz tiene, hoy estamos entre 16 y 19%”, le dijo Martín Galdeano, presidente de Ford Argentina y Sudamérica, a Infobae.
Los autos chinos que podrán llegar al mercado sin pagar arancel no tendrían el efecto deseado por el gobierno en la baja de precios de los modelos locales de acceso a la gama (REUTERS)
La preocupación, en todo caso para los fabricantes especialistas en utilitarios como Toyota y Ford, puede estar puesta en la llegada de mayor cantidad de modelos y ofertas de vehículos chinos, que ya se están empezando a ver en el mercado local. Este año en Expoagro, por primera vez hubo presencia de dos marcas de ese origen con sus propuestas de pick-up medianas como son Foton y Maxus.
“La competencia con reglas de juego equivalentes nos hace mejores a todos, y creo que el consumidor es quien más se beneficia de esto. En Chile, uno de los mercados más abiertos que conozco, hay 90 marcas de autos y el 50% es de origen asiático. No veo que el mercado argentino se convierta en un mercado como el chileno en el corto plazo, sino que vemos que la Argentina va a tender a un mercado más parecido al de Brasil, donde hoy se ofrecen muchos más competidores”, dijo Galdeano.