La rosarina, a la que le atribuyen supuestos poderes sanadores, sostuvo que el origen de la enfermedad está en la falta de perdón.
“Sus expresiones son de su exclusiva responsabilidad”, se desligó la Iglesia.
Los presuntos poderes sanadores que le atribuyen en Rosario a Leda Bergonzi convirtieron a esa mujer en un fenómeno de multitudes que en las últimas horas cruzó las fronteras del país y llegó a Chile, junto a una polémica que despertó el rechazo de la Iglesia y de la comunidad médica.
Bergonzi sostuvo durante un evento en Maipú, en al región metropolitana de Santiago, que el origen del cáncer está vinculado a la falta de perdón por parte de quien lo padece.
Mientras en Rosario y alrededores el fenómeno crece y convoca a decenas de miles de personas en cada evento que se realiza en el imponente salón Metropolitano de Rosario, un centro de convenciones en un shopping de la ciudad, Leda se presentó en Chile ante 6.000 personas en Templo Votivo de la comuna de Maipú.
“El cáncer es una enfermedad del hoy. Sabemos que tiene un origen, que es la falta de perdón“, dijo Bergonzi cuando en un contacto con la prensa chilena le preguntaron por esa enfermedad.
La rosarina, a la que le atribuyen supuestos poderes sanadores, sostuvo que el origen de la enfermedad está en la falta de perdón.
En esa misma línea, dijo que el cáncer es principalmente “emocional” y por eso pone el foco en transitar “un camino de sanación interior”.
La afirmación de Leda Bergonzi encendió la polémica y despertó el rechazo de la iglesia y de la comunidad médica.
El Arzobispado de Rosario publicó un comunicado en el que toma distancia de esos dichos. Después de señalar que “hay enfermedades espirituales que pueden afectar lo psíquico o lo orgánico”, advierten que “la fe es amiga de la inteligencia” y “la ciencia hoy indica que no hay una única causa que lo provoque y menos aún que la misma sea sólo de carácter emocional“.
“Las expresiones de la Sra. Bergonzi acerca del origen del cáncer son de su exclusiva responsabilidad y no se corresponden con la enseñanza de la Iglesia en dicha materia“, sostiene el texto que lleva la firma de Monseñor Emilio Cardarelli.
Los cuestionamientos a Leda Bergonzi también llegaron desde la Asociación de Oncología de Rosario, Alejandra Bártoli, quien enfatizó que “no hay una única causa que produce el cáncer”.
“Y si hubiera una sola, tampoco sería de carácter emocional”, enfatizó al ser consultada por el medio local La Capital.
La misma profesional insistió en la importancia de no “minimizar” una enfermedad como el cáncer. “La ciencia argentina y a nivel mundial invierte años y años en recursos humanos y tecnológicos para mejorar la prevención y los tratamientos del cáncer. Se han conseguido enormes logros en los últimos años en beneficio de los pacientes, entonces jamás podemos minimizar eso”, destacó.
La mamá de Messi visitó a Leda en Rosario
Celia Cuccittini, la mamá del capitán del seleccionado argentino, y Matías Messi, junto a otros familiares del astro rosarino, fueron parte de las miles de personas que se acercaron al predio de la ex Rural en esa ciudad santafesina.
Fue en septiembre pasado. Los familiares del capitán albiceleste se acomodaron en un sector del predio al que llegaron miles de personas y esperaron su turno para estar cerca de Leda y recibir su bendición.
Celia aguardó su turno sentada en una silla y se mostró sonriente y agradecida cuando Leda se acercó a saludarla.
“Para mí son todo iguales. Yo tengo una mirada de Dios presente. No nos condiciona nada”, contó Leda cuando en ese momento los periodistas le preguntaron por la particularidad de haber recibido a la familia de una de las figuras más reconocidas del mundo.
La actividad regular es clave para las mujeres con cáncer, mejorando su bienestar físico y emocional. Según Women’s Health, ayuda a reducir efectos del tratamiento y favorece la recuperación
El ejercicio físicoes mucho más que una herramienta para mantener la forma física; su impacto en la salud y bienestar de las mujeres con cáncer de mama es notablemente beneficioso, tanto en el corto como en el largo plazo.
A lo largo de los años, la ciencia ha demostrado que la práctica regular de actividad física no solo mejora la calidad de vida de las pacientes, sino que también podría jugar un papel crucial en la disminución de efectos secundarios relacionados con los tratamientos de esta enfermedad, como la quimioterapia, y contribuir a la prevención de recaídas. Expertas en oncología y pacientes lo confirman y nos lo explican.
Un aliado frente al cáncer de mama
El cáncer de mamaes uno de los más comunes en todo el mundo. A pesar de la prevalencia de la enfermedad, muchas mujeres no son completamente conscientes de los beneficios que la actividad física regular puede aportar durante y después del tratamiento.
La actividad física regular ayuda a reducir efectos secundarios de tratamientos como la quimioterapia (Imagen Ilustrativa Infobae)
Las investigaciones han subrayado que mantener un estilo de vida saludable, que incluya ejercicio, es esencial para una recuperación integral. Un estudio realizado por el Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM), el epiGEICAM, reveló que las mujeres españolas que llevan un estilo de vida sedentario tienen un riesgo hasta un 71% mayor de desarrollar cáncer de mama en comparación con aquellas que practican deporte.
El ejercicio físico como prevención y tratamiento
Numerosos estudios muestran que las personas que practican ejercicio de manera regular tienen menos riesgo de desarrollar distintos tipos de cáncer, incluido el cáncer de mama. Además, aquellos que siguen una rutina de ejercicios tras ser diagnosticadas, presentan índices de supervivencia más altos, especialmente en los distintos tipos de cáncer de mama, como el luminal A y B, HER2 positivo y el triple negativo.
La Sociedad Española de Oncología Médica también avala estos beneficios, señalando que el ejercicio físico puede reducir en un 30% el riesgo de desarrollar cáncer y disminuir en un 20% la mortalidad por esta enfermedad. En resumen, la actividad física no solo previene, sino que puede mejorar considerablemente los resultados a largo plazo para las pacientes con cáncer de mama.
¿Cuándo comenzar a hacer ejercicio?
Una pregunta recurrente entre las pacientes diagnosticadas es cuándo es el momento adecuado para comenzar con el ejercicio. La respuesta es clara: “Antes, durante y después del tratamiento”.
La fase de prehabilitación, antes de comenzar con los tratamientos como cirugía o quimioterapia, debe incluir recomendaciones de ejercicio para preparar al cuerpo. Durante la quimioterapia, el ejercicio ayuda a reducir los efectos secundarios y mejora la tolerancia al tratamiento.
El ejercicio físico disminuye en un 30% el riesgo de padecer cáncer y en un 20% la mortalidad (Imagen Ilustrativa Infobae)
Después del tratamiento, en la fase de rehabilitación, el ejercicio sigue siendo esencial para mejorar la calidad de vida y reducir las secuelas a largo plazo.
Se recomienda ejercicios que combinen actividades cardiovasculares y de fuerza. Los ejercicios de fuerza, como el trabajo con pesas, han demostrado ser los más beneficiosos en términos de supervivencia, además de mejorar la estabilidad articular y la función muscular.
Asimismo, los ejercicios de movilidad, estiramientos y propiocepción (equilibrio) son fundamentales, especialmente para prevenir y tratar la neurotoxicidad que ciertos tratamientos pueden causar.
La importancia de la guía profesional
Aunque los beneficios del ejercicio están claros, es fundamental que las pacientes sigan un plan de actividad física diseñado por especialistas. El oncólogo, en colaboración con fisioterapeutas y expertos en ciencias del deporte, debe ser quien supervise el ejercicio para asegurar que sea seguro y adecuado a las condiciones de cada paciente.
Oncólogos y especialistas deben supervisar planes de ejercicio personalizados para pacientes (JUNTA DE EXTREMADURA)
Este enfoque personalizado asegura que el ejercicio sea una herramienta eficaz y no cause efectos adversos. El ejercicio físico se ha consolidado como un aliado crucial en el tratamiento y prevención del cáncer de mama.
Desde su capacidad para prevenir la enfermedad hasta su papel en la mejora de los resultados a largo plazo y la calidad de vida de las pacientes, mantenerse activas es esencial.
Las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama deben ser conscientes de los beneficios que la actividad física puede brindar, no solo a nivel físico, sino también emocional y psicológico.
En un periodo tan complejo como el tratamiento del cáncer, el ejercicio representa una forma de recuperar el control sobre la salud y el bienestar, un paso vital en el proceso de curación.
El científico de Harvard y el MIT Jeffrey Karp revela en GQ cómo una nutrición inteligente puede potenciar la memoria, la concentración y la salud cerebral
Jeffrey Karp, PhD, investigador biomédico en Harvard y el MIT, sostiene que la alimentación es un pilar fundamental para la salud cerebral. Según sus estudios, una dieta equilibrada no solo mejora el estado de ánimo y la función cognitiva, sino que también puede reducir el riesgo de enfermedades neurológicas.
Con esta premisa, Karp ha diseñado un régimen alimenticio meticulosamente planificado para maximizar el rendimiento intelectual. A punto de lanzar su libro LIT: Life Ignition Tools: Use Nature’s Playbook to Energize Your Brain, Spark Ideas, and Ignite Action, el científico explica cómo su dieta está enfocada en nutrientes específicos que optimizan el funcionamiento del cerebro.
Un desayuno diseñado para el cerebro
Karp comienza su día con lo que llama un “tazón de nutrientes potenciadores del cerebro”, una mezcla de ingredientes elegidos por sus propiedades beneficiosas para la función cognitiva. Además, espera dos horas y media después de despertar antes de desayunar, con la intención de aumentar su sensación de gratitud y disfrute al comer.
El desayuno del científico incluye avena, nueces, arándanos y cúrcuma, enfocado en nutrientes que optimizan la salud cerebral (Imagen Ilustrativa Infobae)
Ingredientes clave de su desayuno:
Avena en hojuelas: Fuente de carbohidratos complejos, proporciona energía estable al cerebro y es rica en vitamina B.
Nueces y macadamias: Contienen ácidos grasos esenciales, como el ácido alfa-linolénico (ALA), que favorecen la estructura y la función cerebral.
Nueces de baru: Aportan proteínas, antioxidantes, magnesio y zinc, fundamentales para la regulación de neurotransmisores.
Leche dorada (con cúrcuma y pimienta negra): La curcumina de la cúrcuma tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, mientras que la piperina de la pimienta mejora su absorción.
Copos de algas marinas: Gran fuente de yodo, mineral crucial para la función cognitiva y el desarrollo del cerebro.
Semillas de cáñamo: Ricas en omega-3 y ácido gamma-linolénico, ayudan a reducir la inflamación en el cerebro.
Arándanos: Llamados “bayas del cerebro” por su alto contenido en flavonoides, que pueden mejorar la memoria y retrasar el envejecimiento cerebral.
Cereal Catalina Crunch: Bajo en carbohidratos y alto en fibra, ayuda a estabilizar el azúcar en sangre y a mejorar la función intestinal, lo que también repercute en la salud cerebral.
Leche de avena fortificada: Aporta vitaminas del grupo B, vitamina D y calcio, esenciales para el bienestar mental.
Para quienes no disfrutan de la avena, Karp recomienda huevos con pan integral, una alternativa rica en colina, un nutriente clave en la producción de acetilcolina, un neurotransmisor esencial para la memoria y el aprendizaje.
Almuerzo y cena: un enfoque bajo en FODMAPs
El investigador sigue una dieta baja en FODMAPs, evitando ciertos carbohidratos fermentables que pueden causar problemas digestivos. Esto se debe a que tiene enfermedad celíaca y no consume gluten.
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Según explica, evitar ciertos alimentos ha reducido síntomas como inflamación y malestar abdominal, lo que le permite mantener una mejor concentración y bienestar general.
Entre los alimentos que evita se encuentran:
Ajo y cebolla
Trigo y otros cereales con gluten
Algunas frutas fermentables
Un enemigo silencioso: Karp evita el trigo y otros cereales con gluten debido a su impacto en la digestión y la inflamación, factores que pueden afectar la función cerebral (Imagen ilustrativa Infobae)
Este enfoque también le ha permitido identificar alimentos desencadenantes de malestar digestivo, una estrategia que recomienda a quienes experimentan problemas gastrointestinales.
La importancia de la hidratación para el cerebro
Karp es enfático en la importancia del agua para el rendimiento cognitivo. Afirma que una hidratación adecuada mejora la concentración, el estado de ánimo y la función cerebral en general.
Para asegurarse de consumir suficiente agua, sigue estas estrategias:
Bebe agua con electrolitos o infusiones calientes a lo largo del día.
Consume al menos ocho vasos de agua de 250 ml diariamente.
Incluye alimentos ricos en agua en su dieta, como naranjas.
Bebe cacao, que además de flavonoides, mejora la circulación sanguínea hacia el cerebro y reduce la inflamación.
Omega-3 y su impacto en la salud mental
Uno de los nutrientes más valorados por Karp es el omega-3, al que considera esencial para la memoria, la estabilidad emocional y la prevención del deterioro cognitivo.
“El omega-3 es fundamental para la formación de membranas celulares en el cerebro y la comunicación neuronal”, explica. Sin embargo, advierte que debe haber un equilibrio con los omega-6, ya que un consumo excesivo de estos últimos puede generar inflamación.
Además, resalta la importancia de los omega-9, presentes en alimentos como el aceite de oliva, los aguacates y las almendras, que también benefician la función cerebral.
Alimentos clave para la memoria y la concentración
Según Karp, existen alimentos específicos que pueden potenciar la concentración y la memoria:
Pescados grasos (salmón, sardina, caballa): Ricos en DHA, un tipo de omega-3 clave para la función cerebral.
Vegetales de hojas verdes: Alto contenido en antioxidantes y vitaminas que protegen las neuronas del estrés oxidativo.
Granos enteros y frutos secos: Mejoran la circulación sanguínea en el cerebro.
Karp limita su consumo de café a una o dos veces por semana, ya que el exceso de cafeína puede generar ansiedad y afectar la estabilidad mental. En su lugar, recomienda el té verde, que contiene L-teanina, un aminoácido que mejora la concentración sin causar nerviosismo.
Aunque el café puede mejorar la concentración a corto plazo, su consumo excesivo puede generar ansiedad. Karp prefiere el té verde, que proporciona energía sin afectar el equilibrio mental (Imagen Ilustrativa Infobae)
El científico reduce drásticamente su consumo de azúcares refinados, ya que su impacto en el cerebro es negativo. También limita la carne roja a solo una o dos veces al año y evita alcohol y grasas trans, presentes en alimentos ultraprocesados.
¿Importa el horario de las comidas?
Karp sostiene que mantener horarios regulares para las comidas ayuda a estabilizar los niveles de glucosa y mejora la función cerebral. Además, respalda el ayuno intermitente, asegurando que períodos de al menos 14 horas sin comer pueden reducir la inflamación y mejorar la regeneración celular.
Los horarios regulares de las comidas pueden estabilizar la glucosa y beneficiar la función cerebral (Imagen ilustrativa Infobae)
Actualmente, Karp está experimentando con adaptógenos, sustancias naturales como el hongo melena de león, chaga y maca, que podrían mejorar la resistencia al estrés y la claridad mental.
Su enfoque, basado en evidencia científica, refuerza la idea de que la alimentación es clave para potenciar la inteligencia y la salud cognitiva a largo plazo. Aunque no existe una fórmula única, sus recomendaciones ofrecen una guía práctica para quienes buscan nutrir su cerebro de manera óptima.
Un bajo consumo de energía puede afectar el metabolismo, la recuperación muscular y hasta la salud ósea. Cómo mejorar la dieta para evitar problemas a largo plazo
A menudo se subestima la importancia de una alimentación adecuada para el rendimiento físico. Los expertos en nutrición deportiva advierten que no consumir suficientes calorías en relación con el gasto energético puede desencadenar una serie de problemas metabólicos, hormonales y de salud en general.
El impacto de la baja disponibilidad de energía en el cuerpo
El cuerpo necesita un equilibrio entre la energía que consume y la que gasta. Cuando esta ecuación se rompe y la ingesta calórica no es suficiente para cubrir las demandas diarias, se puede desarrollar una condición conocida como deficiencia relativa de energía en el deporte (RED-S).
Esta afección afecta múltiples funciones biológicas, desde la regulación hormonal hasta la densidad ósea, el estado de ánimo y el sistema inmunológico.
La deficiencia energética relativa en el deporte (RED-S) afecta funciones biológicas clave como la regulación hormonal y la densidad ósea (Imagen ilustrativa Infobae)
Rebecca McConville, dietista deportiva y autora de Finding Your Sweet Spot, explicó a la revista de salud SELF que muchas personas pueden sufrir esta deficiencia sin darse cuenta.
No siempre es una cuestión de restricción intencional de calorías, sino que factores como la falta de planificación en la alimentación o la desinformación sobre las necesidades nutricionales pueden contribuir al problema.
Señales de advertencia de la falta de energía
Identificar los síntomas de una ingesta calórica insuficiente es clave para evitar consecuencias graves. Entre las señales más comunes, los especialistas destacaron en SELF las más importantes o impactantes.
1- Pérdida de motivación y fatiga extrema
Las sesiones de ejercicio que antes resultaban manejables comienzan a sentirse extenuantes. A medida que el cuerpo se queda sin energía disponible, la sensación de agotamiento se vuelve más frecuente, incluso después de descansar.
“Presta atención a lo que te dicen tus pensamientos. Si constantemente dices: ‘Esto es muy difícil. Esto apesta. ¿Por qué estoy haciendo esto? Esto no es divertido’, eso es señal de que tienes poca energía”, explicó Stephanie Roth-Goldberg, terapeuta especializada en psicología del deporte y recuperación de trastornos alimentarios.
Al finalizar el ejercicio uno se siente cansado y eso está bien y es normal. Lo que no debe ocurrir es sentirse sin energía para realizar tareas cotidianas como jugar con hijos, mascotas, llevar las bolsas de las compras y demás.
2- Problemas digestivos
Estreñimiento, hinchazón y alteraciones en la microbiota intestinal pueden ser señales de que el cuerpo está en modo de conservación de energía, afectando el funcionamiento del sistema digestivo.
Además, la insuficiencia de energía puede desequilibrar el sistema digestivo y modificar la microbiota intestinal, desencadenando molestias como diarrea o dolor abdominal.
McConville señaló que, ante molestias digestivas, muchas personas tienden a eliminar ciertos alimentos o grupos alimenticios, como los lácteos o el gluten, en un intento de aliviar los síntomas.
3- Desequilibrios hormonales
En las mujeres, la ausencia o irregularidad del ciclo menstrual puede ser un indicador de baja disponibilidad de energía. En los hombres, una caída en los niveles de testosterona puede manifestarse en una disminución del deseo sexual.
McConville explicó que una disminución repentina en el interés sexual podría ser una estrategia del cerebro para ahorrar energía, lo que indica un posible desequilibrio que no debe pasarse por alto.
Problemas digestivos como estreñimiento o hinchazón pueden indicar que el cuerpo está en modo de conservación de energía (Imagen Ilustrativa Infobae)
4- Trastornos del sueño
La dificultad para conciliar el sueño o los despertares nocturnos pueden ser resultado de un metabolismo alterado por la falta de nutrientes. Bajos niveles de azúcar en sangre durante la noche pueden generar episodios de ansiedad y afectar la calidad del descanso, según McConville en SELF.
5- Sensación constante de frío y cambios en la piel y el cabello
La ralentización del metabolismo como respuesta a la falta de energía puede hacer que las personas se sientan más frías de lo normal.
La dietista deportiva Holley Samuel, advirtió en SELF que los desequilibrios hormonales, la falta de micronutrientes y el déficit de proteínas pueden afectar la piel, el cabello y las uñas.
Algunas personas experimentan caída o debilitamiento del cabello, piel deteriorada y uñas frágiles. Además, señaló que este problema va más allá de una simple deficiencia y no puede resolverse solo con suplementos como la biotina.
6- Atracones de comida
Un patrón frecuente en quienes no consumen suficiente energía durante el día es la aparición de episodios de hambre extrema en la tarde o la noche, lo que puede generar un ciclo de restricción y sobrealimentación difícil de romper.
“Si le das a la gente la cantidad adecuada de calorías, pero las distribuyes a lo largo del día de manera uniforme y se alimentan antes y después de los entrenamientos, tendrán un buen equilibrio energético”, aseveró Samuel.
7- Aumento de peso inesperado
Aunque pueda parecer contradictorio, la falta de calorías puede ralentizar el metabolismo y provocar una mayor acumulación de grasa corporal como mecanismo de defensa del organismo, aseguró McConville.
Atracones nocturnos pueden surgir por una distribución inadecuada de calorías durante el día (Imagen Ilustrativa Infobae)
8- Alteraciones en la frecuencia cardíaca y niveles de colesterol
Un metabolismo desacelerado puede reflejarse en una frecuencia cardíaca inusualmente baja. Al mismo tiempo, los desbalances hormonales pueden elevar los niveles de colesterol LDL, asociado a un mayor riesgo cardiovascular, de acuerdo con el artículo de SELF.
9- Mayor riesgo de lesiones y recuperación lenta
Las fracturas óseas fueron durante mucho tiempo una consecuencia asociada a los trastornos alimentarios. La insuficiencia de nutrientes esenciales para la salud ósea, como el calcio y la vitamina D, junto con un bajo nivel de energía, puede alterar el equilibrio hormonal y debilitar los huesos, aumentando el riesgo de fracturas por estrés.
Sin embargo, expertos en medicina deportiva advirtieron que la falta de energía también compromete la recuperación muscular, según SELF
Los desequilibrios hormonales pueden interferir en la reparación de los tejidos después del ejercicio, haciendo que músculos, tendones y articulaciones sean más vulnerables al dolor y las lesiones. Además, los tiempos de recuperación pueden prolongarse, lo que dificulta el proceso de sanación.
Cómo corregir la falta de energía
Recuperar el equilibrio energético requiere un enfoque integral que combine cambios en la alimentación y ajustes en la rutina de ejercicio. Los especialistas recomendaron:
Consultar a un experto: un dietista deportivo o un profesional de la salud con experiencia en nutrición deportiva puede evaluar las necesidades energéticas individuales y ayudar a planificar una dieta adecuada.
Ajustar la alimentación: es clave distribuir mejor las comidas a lo largo del día, asegurando un consumo adecuado de carbohidratos, proteínas y grasas saludables.
Prestar atención a los signos del cuerpo: identificar síntomas tempranos y hacer ajustes oportunos puede prevenir problemas de salud a largo plazo.