Se necesitaba tiempo para procesar, para barajar y dar de nuevo, como se dice cuando ocurre una acción disruptiva. Las palabras de Lionel Scaloni abriendo la puerta a una posible salida como DT de la Selección Argentina después del histórico triunfo ante Brasil como visitante retumbaron fuerte en el estadio Maracaná. El presidente de AFA, Claudio Chiqui Tapia, dejó respirar al oriundo de Pujato, que se volvió a su ciudad de residencia Mallorca, en España. Este miércoles por la noche volverán a verse las caras en la previa del sorteo de la Copa América 2024 e intentarán aclarar el panorama.

Será una cena en el hotel que la Conmebol eligió para alojar a sus invitados especiales para el evento que se celebrará el jueves a partir de las 21:30 (hora argentina). Ambos compartirán mesa en representación de la Selección Argentina, defensora del título y que ocupará el lugar A1 en el sorteo de la fase de grupos. Tapia arribó el martes a la madrugada y Scaloni lo hará este miércoles.

Desde aquella madrugada larga del miércoles 22 de noviembre no volvió a haber contacto entre los dos protagonistas principales de esta historia. Scaloni primero no iba a concurrir a Miami, pero luego le avisó a los encargados administrativos de la Selección dentro de AFA que sí viajaría junto a su familia, desde Mallorca.

Los reclamos de Scaloni y su cuerpo técnico se sabían incluso antes de la ‘bomba’ del Maracaná. El punto estuvo en que nadie, ni siquiera los jugadores con quienes la relación está intacta, esperaban que el DT campeón del mundo se manifieste, sin que nadie le pregunte, en esa conferencia de prensa.

“Ahora toca una cosa importante que quiero decir…”, comenzó el DT para cortar con esa frase de ocho palabras lo que hasta ese momento era euforia y alegría por la histórica victoria de la Albiceleste en el Maracaná y la cima en la tabla de las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial 2026.

“Parar la pelota, ponerme a pensar, tengo muchas cosas para pensar en este tiempo”, dijo el DT. Y siguió: “Estos jugadores me han dado un montón, a mí y a todo el cuerpo técnico. Necesito pensar mucho qué voy a hacer”.

Scaloni quiere un salto de calidad. En los pasillos del predio Lionel Andrés Messi de Ezeiza se dice que una cosa es “pretender ser campeón del mundo” y otra diferente es conseguirlo. Las demoras en los pagos de los premios por Qatar 2022 para gran parte de los integrantes del cuerpo técnico, la pesificación de los viáticos para los viajes al exterior y la profesionalización de las áreas relacionadas con la logística de la Selección son los temas que están sobre la mesa, aunque no se trata de una postura inflexible del ‘Gringo’.

Del otro lado, Tapia tiene que conseguir convencerlo que en marzo próximo, cuando la Selección Argentina tenga dos amistosos en la fecha FIFA (Scaloni quería dos rivales europeos, AFA pretendía ir a Asia otra vez y ahora todo se mantiene bajo llaves), el panorama habrá cambiado.

Pase lo que pase en este reencuentro, Scaloni dirigirá a la Selección en la Copa América 2024. Después del 14 de julio próximo, día en que ojalá la Albiceleste esté en la final para defender el título, nadie se anima a decirlo.