Es un establecimiento modelo que produce leche de alta calidad.
La situación de los tambos en Argentina es crítica. Durante el último año, un gran número de establecimientos lecheros de distinta escala fueron cerrados por falta de rentabilidad. Ahora, le tocó el turno a La Rosalía, un tambo modelo de unas 450 hectáreas ubicado en Espinillo, en el departamento Paraná de la provincia de Entre Ríos, que produce leche de alta calidad desde 1981.
El establecimiento fue el primero en alcanzar el autoabastecimiento energético sustentable en la provincia a través de una inversión de US$ 100 mil en paneles solares en 2019, lo que lo llevó a ser noticia a nivel nacional y hasta ser felicitado el las redes por el presidente Mauricio Macri. Además, fue el primero en el país en obtener la certificación para exportar leche a la Unión Europea. Entre sus clientes figuran San Ignacio, Freddo y La Montevideana, y países como Alemania, España, Italia, Reino Unido, Suiza, Canadá, Estados Unidos, Israel, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Perú, entre otros.
Pese a que se trata de una empresa de alta producción, su propietario, el Ing. Agr. Laurentino López Candioti, director de la empresa e hijo de sus fundadores, no ha podido resistir frente a la realidad del sector lácteo. Hace cuatro años, a sus 36, Laurentino soñaba con expandir la producción para el mercado interno adonde destinaba el 40 por ciento de la leche. En ese entonces, producía 12.000 litros diarios con 500 vacas y aspiraba a llegar a 15.000. Hace más de un año, logró tocar un máximo de 18.000 litros.
Tambo La Rosalía.
Sin embargo, después, “una tormenta perfecta”, tal como la denomina el productor, se abatió sobre la lechería y empezó a escribir el final de su tambo: “Por nuestro producto recibimos pesos y nosotros tenemos costos en dólares, además, recibimos un muy bajo precio por la leche y a esto se sumó la sequía“. Este combo letal para la lechería hizo que hoy, con una capacidad de generar 30.000 litros diarios, La Rosalía apenas esté produciendo 9.000.
En este escenario, el plan de cierre del tambo modelo ya empezó a ejecutarse. De las 700 vacas que tenía hasta hace tres meses, ahora quedan 400. Está liquidando el plantel para ir achicándose progresivamente y pagar deudas. Por el momento, planea quedarse solo con los animales tope de gama genético, hasta que pueda sostenerlos. “Estamos poniendo el tambo en stand by, pero una vez que vendés es muy difícil volver a abrir, perdimos quince años de inversión y esfuerzo. Si todo sigue así nos vamos totalmente a agricultura, cambiamos de rubro. Es una decisión muy difícil”, contó Laurentino.
El cierre de este tambo modelo que produce leche de alta calidad afecta a la familia López Candioti y a las 17 personas que trabajan en La Rosalía. Mientras que las tareas agrícolas solo requerirían de dos trabajadores.
“Inexplicable”
“Las vacas producen pesos y comen dólares, esa es la base de la explicación de la crisis de la lechería”, explicó Laurentino a Clarín Rural. “El precio de la leche es bajísimo, y ni siquiera copiamos la inflación porque la leche subió de enero a hoy, más o menos el 50 por ciento y los subproductos aumentaron 140 o 150 por ciento”, detalló.
Tambo La Rosalía.
“El precio de la leche es irrisorio, nos pagan $120 el litro cuando en la góndola está $700, es inexplicable, un litro de agua mineral sale $600″, remarcó el tambero.
“Yo soy de no quejarme por la sequía, es un problema que es parte de nuestra actividad, pero hizo que tengamos que pasar de comprar afuera el 40 por ciento del alimento para los animales, al 80 por ciento, y nos piden pago en efectivo o en dólares”, dijo Laurentino. A esto se agregó el incremento del costo de los alimentos provocado por los diferentes Programas de Incremento Exportador, conocidos como dólar soja, dólar agro o dólar maíz.
Modelo
“Siento que fracasamos por hacer las cosas bien. Fuimos el único tambo de Argentina que se autoabasteció con energía solar y nos castigaron por eso”, expresó Laurentino. “Por lo que nos sobra a nosotros e inyectamos a la red nos pagan el mínimo, $3,70 el kilowatt, y lo que consumimos lo pagamos $22”, indicó el ingeniero.
“Apuntamos a hacer una leche premium, somos el único tambo en Argentina certificado para exportar a la Unión Europea, eso no quiere decir que nosotros exportemos sino que les vendemos a quienes quieren exportar, y el mercado exportador se destruyó con el dólar a $365, no se puede exportar con ese valor, es inviable”, explicó.
Cuando en La Rosalía se dispusieron a producir leche de alta calidad pensaron en que tendrían oportunidad en el mercado interno pero no fue así. “La gente no está comprando calidad, está comprando lo más barato que puede, así es la industria, pero a pesar de que la industria no ha perdido plata, no es la que está ganando en la cadena láctea, los que están ganando son los grandes supermercados y la etapa final de la comercialización. No puede ser que a nosotros nos paguen $120, que la industria entregue una leche entera a $230 y aparezca en la góndola a $700″, señaló.
Con el objetivo de producir de manera sustentable, en La Rosalía también reciclan los residuos domiciliarios y los industriales del tambo; hacen una baja aplicación de fitosanitarios; están trabajando en reducir la huella de carbono y generando corredores verdes. “Nosotros queríamos un modelo de producción europea y estamos entregando a un mercado de Zimbabue, digo Zimbabue porque es una competencia directa a la hora de ver el ránking de tasas de inflación”, expresó Laurentino.
¿Qué futuro?
Laurentino lleva adelante La Rosalía junto a su esposa, Valentina Miller, la veterinaria del campo, con quien tiene tres hijos de 9, 5 y un año y medio, Justo, Antonia y Faustina. Hoy, el tambero se pregunta: “¿Qué les tengo que decir a mis hijos a futuro? ¿producí mal, producí en negro que te va a ir bien?”.
Aún haciendo las cosas de manera ejemplar, los números no cierran y Laurentino se vio obligado a iniciar el plan de cierre de su tambo. No es el primero, en su provincia ya se ha liquidado un gran número de establecimientos lecheros. Sin ir más lejos, en tan solo 15 kilómetros a la redonda de La Rosalía, dos empresas desaparecieron en los últimos meses.
“Ahora nos toca a nosotros, ahora nos llega el agua a nosotros”, lamentó el ingeniero. “Estamos vendiendo las vacas y esto es retroceder quince años de trabajo y plata, es volver a lo que teníamos hace quince años. La inversión en el tambo es estratosférica y cuando te va mal, realmente te pegás fuerte, cuando perdés plata, perdés plata grande”, dijo Laurentino.
“No podemos seguir con esta incertidumbre de no saber qué va pasar la semana que viene, no hay gasoil para transportar el alimento para los animales, nosotros necesitamos proyección porque nuestras inversiones son a cinco años”, indicó.
En cuanto a lo que espera para el futuro manifestó que quiere lo mismo que para todos: “un país normal”.
Ruralistas reclaman
“Los costos, en su mayoría, están dolarizados, mientras los ingresos se perciben en pesos que ni siquiera son actualizados al ritmo de la inflación”, explicaron integrantes del Distrito Entre Ríos de la Sociedad Rural Argentina (SRA) que se reunieron en el establecimiento de los López Candioti. Así, se ha venido produciendo “una pérdida continua por goteo y una descapitalización permanente” que llevó muchos tamberos de la provincia a tomar la difícil decisión de cerrar, manifestaron.
“El campo entrerriano continúa soportando los graves efectos negativos de políticas públicas distorsivas y problemáticas irresueltas“, señalaron los ruralistas. Y aseguraron que la realidad del sector no ha cambiado sino que “continúa siendo la misma que hace muchos años, agravada por emergencias climáticas recurrentes y distorsiones que producen políticas públicas que desalientan a los sectores productivos”.
Desde marzo a junio, la SRA local junto a cerca de un centenar de instituciones económicas, productivas y sociales de la provincia, mantuvieron encuentros con los cinco precandidatos a gobernador para presentarles e impulsar una agenda que conduzca a resolver las problemáticas que afectan a la mayoría de los entrerrianos. Entre otros puntos, incluye cuestiones como presión impositiva, infraestructura, energía, mercados, financiamiento, esquema cambiario, salud, educación, Justicia.
“En ese marco recibimos, de parte de cada uno de ellos, su compromiso público de reunirse pasadas las elecciones con las autoridades electas para trabajar de manera conjunta sobre esta plataforma”, recordaron los ruralistas.
Por eso, ante el “frágil presente”, consideraron que “llegó el momento de generar los ámbitos necesarios de interacción entre las instituciones provinciales y las recientes autoridades electas”.
El 1,5% de mayo fue más bajo respecto a los pronósticos previos, pero será difícil que se repita este mes, porque se registra un repunte en alimentos. Caputo sacó rédito a su política de privilegiar la desinflación por sobre el fortalecimiento de reservas
La abrupta caída de la inflación de mayo a 1,5%, el menor registro en cinco años, representa un triunfo para la estrategia elegida por el ministro de Economía. Luis Caputo privilegió la estabilidad cambiaria y el estricto control de los agregados monetarios por sobre la acumulación de reservas. El objetivo de esta política fue justamente poner como prioridad la desaceleración de precios, reflejado ayer en los datos divulgados por el INDEC.
El objetivo cada vez más explícito del Gobierno es mostrar el éxito alcanzado en la lucha contra la inflación. Y sobre todo transmitir que el ajuste fiscal y el control del gasto público finalmente tienen su premio.
Lo más destacado del dato conocido ayer es que el rubro alimentos y bebidas subió apenas 0,5%, mientras que la canasta alimentaria cayó 0,4%. Se trata de datos claves, ya que la desaceleración de precios en este segmento impacta positivamente en la base de la pirámide social. Son las familias de menores ingresos las que más se ven favorecidas, teniendo en cuenta que la mayor parte de su gasto se dedica a compras en supermercados y autoservicios.
Aún con todo lo positivo, el dato de mayo tuvo algunas señales amarillas. Por un lado, la fuerte desaceleración en alimentos se explicó por fuertes caídas de precios en frutas y verduras, algo que difícilmente se repita hacia adelante. Por otra parte, la inflación núcleo -que excluye productos regulados y estacionales- se mantuvo bastante más arriba, arrojando un 2,2%.
La inflación de servicios también se ubicó bien por encima de la promedio, llegando a 2,7%, reflejando el impacto real de los ajustes de precios sobre la clase media. Aquí entran tarifas de servicios públicos, alquileres, Internet, prepagas, restaurantes y cuotas de colegios, entre otros rubros.
Con estos datos, la pregunta razonable es si semejante caída de la inflación es sostenible en los próximos cuatro meses, es decir en la previa electoral.
Existe una probabilidad alta que se mantenga efectivamente por debajo del 2% mensual. Sin embargo, es menor claro que se pueda mantener la tendencia descendente desde los niveles actuales en los próximos meses.
La consultora LCG, por ejemplo registró un fuerte repunte en alimentos en la segunda semana de junio, con incrementos de 1,7% tras haber registrado estabilidad de precios en la primera semana. Entre los productos que lideran las subas hay varios de la canasta básica: aceites aumentaron 5,9%, verduras 4% (tras la caída de junio) y carnes 1,3%. La inflación promedio para las últimas cuatro semanas en este rubro fue de 1,6%, bien por encima del registro de mayo.
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Por lo tanto, no será fácil que este mes se mantenga un nivel similar al de mayo, pero sí existe una probabilidad alta de que se mantenga por debajo del 2%. La probabilidad de que este comportamiento se mantenga hasta la medición de septiembre también aumentó considerablemente.
La expectativa del Gobierno es que mantener la inflación en niveles acotados sea clave para conseguir un buen resultado electoral en octubre. Javier Milei siempre tuvo claro que la principal demanda de la sociedad cuando asumió era la reducción de la inflación, que pasó del 25,5% en diciembre de 2023 (producto de la devaluación) a solo 1,5% en la última medición.
Que la baja se explique sobre todo en la mayor estabilidad registrada en alimentos también es una buena noticia para la Casa Rosada, ya que el impacto se siente en sectores populares, históricamente más cercanos al peronismo o al kirchnerismo.
Por supuesto que por delante quedan muchos desafíos, en particular consolidar la reactivación para que se transforme en crecimiento genuino. También la necesidad de crear puestos de trabajo para al menos compensar la destrucción de empleo de sectores como las pymes industriales. Pero posiblemente esto sean temas que figurarán en las demandas de los próximos dos años, ya pensando en la elección presidencial de 2027.
La magnitud de la inundación que afectó a las ciudades de Bahía Blanca y General Daniel Cerri impactó a toda la comunidad y también dañó gravemente al Complejo Industrial, uno de los pilares productivos de la trasportadora de gas
Después de la inundación y la tragedia que sufrió la ciudad bonaerense de Bahía Blanca, y tras tres meses de trabajo intenso e ininterrumpido, la trasportadora de gas TGS anunció que su Complejo Cerri se encuentra nuevamente 100% operativo.
Se trata de una planta cuya principal actividad es la producción de líquidos derivados del gas natural —etano, propano, butano y gasolina natural— con una capacidad anual superior a 1.050.000 toneladas. “Además, allí, se realiza el fraccionamiento y envío de estos líquidos por ductos hacia la Planta Galván, también de tgs, donde se almacenan antes de su despacho al mercado local y regional”, explicaron desde la empresa cuyo 51% pertenece en partes iguales a Pampa Energía y a un grupo de inversores liderado por la familia Sielecki.
“En nombre de todo TGS, quiero agradecer profundamente a nuestros colaboradores, proveedores, contratistas, vecinos y a toda la comunidad de Bahía Blanca por su apoyo incondicional y su compromiso durante estos meses. Lo que logramos en este tiempo récord no solo demuestra capacidad técnica, sino también una enorme vocación de servicio, solidaridad y sentido de pertenencia. Gracias a todos por ayudarnos a poner nuevamente de pie una instalación clave para la energía del país, luego de lo tristemente sufrido”, afirmó Oscar Sardi, CEO de TGS.
Oscar Sardi, CEO de TGS, en el centro, acompañado por los accionistas Marcelo Mindlin (Pampa Energía) y Daniel Sielecki, en octubre del 2024, en el NYSE de Nueva York, cuando se celebraron los 30 años de cotización de la empresa en Wall Street
Desde la compañía energética destacaron que para la recuperación, trabajaron no solo colaboradores de TGS provenientes de distintos puntos del país, sino también más de 150 proveedores y contratistas de servicios y materiales, cuyo trabajo coordinado y compromiso resultaron clave para la recuperación del complejo.
“A pesar de la magnitud del evento climático y del hecho de que el complejo alberga dos plantas compresoras esenciales para el sistema de transporte de gas natural, TGS nunca interrumpió la provisión del servicio. Gracias a una rápida respuesta operativa y a la implementación de maniobras extraordinarias, la compañía logró mantener la continuidad del suministro con los más altos estándares de seguridad, garantizando así el abastecimiento de gas natural en todo momento”, cerró el comunicado de TGS.
El Ejecutivo eliminó barreras para la operación de fondos internacionales con títulos públicos y redujo las condiciones para el retiro de divisas
El Gobierno nacional avanzó con un nuevo paquete de medidas orientadas a estimular la entrada de divisas mediante la flexibilización de normas que hasta ahora limitaban la operatoria de capital extranjero en el mercado financiero local. Las decisiones, tomadas en simultáneo por la Comisión Nacional de Valores (CNV) y el Banco Central (BCRA), apuntaron a facilitar tanto el ingreso como el egreso de fondos especulativos de corto plazo que inviertan en instrumentos de deuda emitidos por el Tesoro Nacional.
Desde el lado regulatorio, la CNV publicó la Resolución General N.º 1068, por la cual se amplió el conjunto de excepciones al límite diario de $200 millones que regía para transferencias al exterior de valores negociables por parte de inversores no residentes. A partir de esta disposición, esa restricción dejó de aplicarse en casos en los que se trate de bonos del Tesoro con vencimiento igual o mayor a 180 días desde su fecha de emisión y que hayan sido adquiridos en colocación primaria, siempre hasta el valor nominal suscripto.
El presidente del organismo, Roberto Silva, indicó que esta medida se enmarca en una política general de remoción de trabas al funcionamiento del mercado de capitales. Según el comunicado oficial, la CNV buscó avanzar con la normalización de operaciones y acompañar la estrategia general del Ejecutivo nacional, que prioriza el financiamiento en moneda extranjera sin intervención directa del Banco Central.
En paralelo, el BCRA confirmó que eliminará el plazo mínimo de permanencia de 180 días para los fondos del exterior que ingresen al país y participen en operaciones en el Mercado Libre de Cambios (MLC) o en licitaciones primarias de títulos públicos del Ministerio de Economía. Esta condición, vigente desde abril de este año tras la Comunicación “A” 8230, había sido parcialmente modificada en mayo con la Comunicación “A” 8245 para permitir la suscripción del Bonte 2030 en dólares. Ahora, la permanencia mínima se suprime completamente.
El presidente del BCRA, Santiago Bausili, explicó que la decisión respondió a una revisión del esquema de restricciones cambiarias vigente. Consideró que el “cepo” aplicado desde 2019 había dejado de cumplir su función original y se transformó en un obstáculo para el ingreso de nuevos fondos. Según declaraciones públicas, el funcionario sostuvo que los inversores que querían salir ya lo habían hecho y que actualmente no existían trabas relevantes que justificaran mantener el régimen anterior.
El Bonte 2030, con tasa elevada y suscripción en dólares, se volvió una herramienta central para el financiamiento del Tesoro y la compra de dólares para las reservas (Reuters)
Estas modificaciones se dieron en un contexto de estrategia coordinada entre la autoridad monetaria y el Ministerio de Economía, orientada a reforzar las reservas internacionales mediante el ingreso de divisas del exterior. Para ello, el equipo liderado por Luis Caputo activó dos mecanismos: por un lado, la firma de un acuerdo de financiamiento tipo REPO con siete bancos internacionales por un monto de US$2.000 millones; por el otro, una nueva licitación del Bonte 2030, que permite suscripción en dólares por parte de inversores locales y extranjeros.
El llamado a licitación se programó para el viernes 13 de junio y apuntó a captar US$500 millones, la mitad del monto obtenido en la primera colocación de abril, que se orientó exclusivamente a no residentes. En esta oportunidad, tanto residentes como no residentes pudieron participar en la oferta, lo que amplió el universo potencial de suscriptores.
En su debut, el Bonte 2030 ofreció una tasa del 29,5%, superior a las expectativas de mercado. Esta rentabilidad, combinada con la eliminación de las restricciones de salida, representó un atractivo importante para los fondos internacionales, que encontraron mejores condiciones para operar en el mercado local. Además, se estableció un límite mensual de US$1.000 millones para este tipo de colocaciones, lo que permitió mantener cierto grado de control sobre los flujos.
El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, confirmó que el menú de la licitación incluiría además letras capitalizables con vencimientos en julio, agosto, septiembre y noviembre, orientadas a captar el interés de fondos comunes de inversión. Asimismo, se pusieron en oferta dos Bonos Capitalizables (BONCAP) con vencimientos en enero y junio de 2026.
Desde el Ministerio de Economía, el subsecretario de Política Económica, José Luis Daza, consideró que estas decisiones formaban parte de un plan para anticipar el regreso a los mercados voluntarios de deuda con legislación extranjera. En declaraciones a medios, sostuvo que el programa económico avanzaba mejor de lo previsto y que la colocación de instrumentos en moneda dura reflejaba ese ritmo.
Por otro lado, el Tesoro anunció que a partir de este mes se publicará un cronograma anual de licitaciones de deuda pública. Esta medida apunta a brindar previsibilidad y permitir que los agentes financieros planifiquen su participación de forma más ordenada, tanto en moneda local como extranjera.
El objetivo del Gobierno nacional consistió en asegurar un flujo constante de divisas que le permita reforzar las reservas internacionales, cumplir los compromisos asumidos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y enfrentar el segundo semestre sin sobresaltos financieros. En este período, se proyecta una baja en la liquidación de exportaciones agroindustriales, así como un aumento en la dolarización de portafolios minoristas en vísperas del calendario electoral.
Diversos analistas interpretaron que la relajación de controles podría facilitar el ingreso de capitales de corto plazo que busquen aprovechar el diferencial de tasas. Al mismo tiempo, advirtieron sobre la posibilidad de que esos flujos generen mayor volatilidad en caso de una salida masiva o imprevista. Aunque destacaron que estas medidas podían ayudar a sostener el tipo de cambio en el corto plazo, también consideraron que podrían consolidar un nivel mínimo más alto para el dólar.
Con esta serie de anuncios, el Gobierno argentino consolidó una estrategia de financiamiento basada en el mercado voluntario local, con foco en la emisión de instrumentos que puedan ser suscriptos en dólares y liquidados en pesos. El desafío de las próximas semanas será evaluar la respuesta del mercado y la capacidad del esquema para sostener la acumulación de reservas sin necesidad de intervención directa del BCRA.