El presupuesto del área quedó desfasado frente a la aceleración de la inflación y denuncian una desinversión “alarmante”.
Pese a que el ministro de Defensa, Jorge Taiana, se la pasó viajando y firmando decenas de cartas de intención para la adquisión de equipamiento militar -la última en Italia, y la próxima en China la semana que viene cuando viaje con el presidente Alberto Fernández-, el presupuesto de Defensa para 2024 no ofrece buenas noticias para las Fuerzas Armadas.
Este no contempla por ejemplo ni los aviones de guerra que tanto se mencionaron en los últimos años, ni proyectos de importancia que los uniformados esperaban para su plan de modernización.
Ni siquiera la compra de un submarino que reemplace la carencia del ARA San Juan -hundido en 2017 con 44 tripulantes- y que permita a los en otro tiempo experimentados submarinistas volver a entrenar en la Argentina cuando ahora lo hacen en Perú. Taiana viajó a Francia y Alemania con la idea de comprarles uno.
El Presupuesto 2024 para la Defensa fue ajustado en sí hasta para el Fondo Nacional de la Defensa (Fondef) que creó por ley el gobierno de Alberto Fernández.
Este cuenta con menos recursos teniendo en cuenta la escalada de la inflación, coinciden e sus cálculos sitios especializados como Pucará Defensa y Zona Militar.
Para el caso, resulta estéril la polémica montada alrededor de las negociaciones para la adquisición de aviones caza para la Fuerza Aérea.
El martes 3 el canciller Santiago Cafiero intercambió notas reversales con el embajador Marc Stanley, a través de las cuales la Argentina y los Estados Unidos establecieron que los Acuerdos existentes de 1964, sobre cooperación en defensa, y de 2017, en materia de utilización, garantías de retransferencia y seguridad, se harán extensivos a eventuales adquisiciones de material militar por parte de la Argentina, que se encuentren en un tercer Estado. Cafiero firmó el documento y se lo envió a Stanley.
El acuerdo no referiere a ninguna operación en particular, recalcan los especialistas pero si se enmarca en el régimen de control de exportaciones de material sensible y bélico bajo la órbita de la Comisión Nacional de Control de exportaciones Sensibles y Material Bélico (CONCESYMB), cuya finalidad es evitar cualquier intento de exportación o reexportación no autorizada de este tipo de materiales.
Y por lo tanto es parte de las negociaciones del Ministerio de Defensa con los Estados Unidos para comprar aviones de combate F-16 que actualmente posee Dinamarca para la Fuerza Aérea, y Aviones P-3 Orion para patrullaje marítimo de la Armada y que posee Noruega.
Un F-16 de los Estados Unidos en Indonesia, este jueves 3 AFP
Este diario supo que los militares argentinos están ya decididos por la compra de más de veinte aviones caza F-16 en lugar de los JF-17 Thunder que ofrece China o los Tejan, que ofrece la India. Y la elección tiene que más ver con el vínculo histórico y sistémico que las fuerzas armadas tienen con los Estados Unidos que con una decisión ideológica, según afirman.
Pero tras las vueltas de debate generado con estos aviones, tal como indica el director de la revista Pucará Defensa, Santiago Rivas, el Ministerio de Economía a cargo de Sergio Massa envió el proyecto de Presupuesto 2024 que no los contempla.
Presupuesto ajustado
Esa iniciativa destina 2,28 billones de pesos al área de Defensa, en el que $ 1,27 billones están destinados a financiar gastos y los restantes $ 1,005 billones se dedican al pago de jubilaciones y pensiones.
“El monto asignado para toda la jurisdicción (incluyendo jubilaciones y pensiones que en Defensa y Seguridad se pagan desde los mismos ministerios a diferencia de otros ministerios) es un 73% superior a los $1,32 billones de pesos que se encuentran autorizados al 18 de septiembre para el ejercicio 2023, dadas las ampliaciones del presupuesto que se tuvieron que hacer debido a que, como suele ocurrir, la ley de presupuesto para 2023 preveía una inflación muy inferior (60%)a la que terminó habiendo”, dijo Rivas a este diario.
El especialista militar también recordó que el proyecto de ley de presupuesto 2024, plantea una inflación esperada para 2024 de 69,5%, cuando esta es superior al 120%. De mantenerse la inflación actual el gasto total en defensa caería más de un 10%, señaló el especialista.
El avión C130 de @CanalOficialFAA operando desde la Base Aeronaval Almirante Zar #Trelew en el marco de las tareas de búsqueda del #SubmarinoARASanJuan #Gracias Busqueda submarino San Juan foto Armada 22 de noviembre de 2017 Archivo
Por su parte, Santiago Lucero Torres, presidente del Foro Argentino de Defensa dijo que “la desfinanciación es alarmante” y que el presupuesto de Defensa está “en su punto más bajo en la historia nacional”. Y sostuvo que ello se traduce en una drástica reducción de recursos disponibles para entrenamiento, adiestramiento y reequipamiento.
Agregó tajante que el presupuesto 2024 era “otra gran estafa de este Gobierno es el FONDEF que recibe menos del 10% del de lo que le correspondería por su propia ley.”
Lucero Torres aseguró que el Fondo era un escándalo en si mismo. “Según la Ley 27565 del Fondef, se debería asignar el 0,8% del total de los Ingresos Corrientes previstos en el Presupuesto Anual Consolidado por el Sector Público Nacional para la compra de bienes de capital para las Fuerzas Armadas, ni para pagar déficit, ni contratos de ñoquis ni la mala praxis en la gestión de las empresas de defensa en manos de militantes”, sostuvo apuntando a la situación que se vive hoy.
E indicó que en el presupuesto del próximo año, con ingresos actuales estimados en 57,68 billones de pesos, ello debería llevarlos a una asignación de 461.503.680.000 millones de pesos, o aproximadamente 1.100 millones de dólares al cambio oficial.
“Sin embargo, el proyecto de ley solo destina al Fondef un vergonzoso 10% de esta suma, con un total de 49.501.784.000 pesos. Además, en comparación con el presupuesto del 2023, se omitieron los 22.800 millones de pesos destinados como Aportes del Tesoro Nacional a empresas como FAdeA, Tandanor y Fabricaciones Militares”, apuntó.
Qué proyectos se contemplan
En la descripción de Adquisición de bienes y servicios con incidencia en ejercicios futuros” se consignaron “los programas y ejercicios militares entre los que deberían estar la compra de aviones de combate, de helicópteros de transporte, blindados a ruedas y la construcción de un buque polar, entre otras, algunas de las cuales ya llevan casi una década apareciendo en el presupuesto”, indica Pucará Defensa.
“Lo primero que llama la atención es que algunos de los proyectos más relevantes para las fuerzas, como la compra de aviones de caza para la Fuerza Aérea, no están contemplados en el proyecto para 2024, a pesar de que se incluyen $ 9.148 millones para la “Modernización y Actualización Tecnológica de la Infraestructura para la Incorporación de una Aeronave de Caza Multirol en la VI Brigada Aérea y en el Área Material Río Cuarto”, agrega, para luego señalar que tampoco aparecen los fondos para el programa de modernización del TAM ni para algún tipo de equipamiento relevante para la Armada.
Se incluyen una serie de proyectos edilicios, la compra conjunta de sistemas de defensa antiaéreos de mediano alcance, de helicópteros medianos para transporte de personal y carga, de 209 vehículos blindados a rueda y 72 vehículos de artillería.
Hay en planes de comprar 66 camionetas 4×4 y 4×2, 30 camiones 4×4, 57 ambulancias, 44 ómnibus de 19 pasajeros, 1.300 cascos para las Fuerza de Operaciones Especiales y 5.200 chalecos balísticos para el Ejército.
Se incluye la recuperación y modernización de 120 vehículos Mercedes Benz 230G en la planta de San Lorenzo – Santa Fé y la recuperación y modernización de 17 vehículos de combate de artillería autopropulsados TAM VCA, lo cual ya se incluyó en presupuestos anteriores y nunca avanzó.
Para la Fuerza Aérea solo se estipula la incorporación de planeadores biplazas de instrucción básicos para el Curso de Volovelismo en la Escuela de Aviación Militar.
En el apartado que precisan de crédito público, con créditos externos -como cuando se compraron los patrulleros oceánicos a Francia para la Armada que funcionan escasamente por la falta de presupuesto para pagar la gasolina- se incluyó nuevamente la compra de patrulleros oceánicos para la Prefectura Naval (a 298,4 millones de dólares cuando en 2023, siguiendo a Pucará se los había puesto a un valor de 150,4 millones).
Hay contemplada una compra de blindados a ruedas junto a 400 millones de dólares para la compra del reemplazo de los Bell UH-1H y 255 millones de dólares para aviones de transporte más195 millones de dólares para la construcción del buque polar, que se venía trabajando con diseño finlandés.
“Todas estas operaciones vienen apareciendo reiteradamente en las leyes de presupuesto sin que se lleguen a concretar”, precisaron.
Además, se agrega por primera vez la adquisición de helicópteros livianos para la Armada Argentina por 110 millones de dólares, lo cual es una necesidad urgente que tiene la fuerza y que esperaba poder cubrir en el transcurso de 2023, dado que los helicópteros Fennec ya prácticamente no están operativos ni pueden cumplir muchas de las funciones necesarias.”, concluye la publicación.
Su rostro y el logo presidencial figura en una iniciativa de la Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas, vinculada al mentor del presidente, Alberto Benegas Lynch
Coherente con su odio hacia la educación pública, el presidente Javier Milei prestó su imagen y hasta el logo de su gobierno para una beca de la universidad privada vinculada con su mentor político, Alberto Benegas Lynch. Se trata de la Beca Presidencia de la Nación que cubriría hasta el 100% de las cuotas para los beneficiarios que sean elegidos para asistir a la Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas (ESEADE).
“El objetivo principal de esta campaña es dar a conocer la nueva Beca ESEADE Presidencia de la Nación, una iniciativa que busca ofrecer oportunidades a estudiantes comprometidos con su desarrollo académico y profesional”, indican en la web oficial de la Casa de Estudios, en donde destacan que la cartelería se desplegará por unas cinco semanas, desde febrero, en diferentes puntos estratégicos de la Ciudad de Buenos Aires, “con el propósito de llegar al mayor número posible de jóvenes interesados en programas de grado y posgrado en áreas como negocios, economía, derecho y gestión”.
Sin embargo, la campaña no solo se extendió en la vía pública, sino también en las redes sociales. Allí, Milei promocionó en su Instagram una publicación en la que se destacaba que la beca tenía que ver con la “formación en las ideas de la libertad”. El posteo llevaba además el logo de la Presidencia de la Nación. Una maniobra que resultaría extraña si se tratara de cualquier otro mandatario.
El propósito de esta beca es «brindar a los jóvenes talentos la posibilidad de acceder a una educación de excelencia, alineada con los principios del libre mercado, el respeto a la propiedad privada y la responsabilidad individual”. Según aclararon, la institución no recibe fondos públicos para la realización de la iniciativa, más allá del impulso del presidente a título personal.
El mencionado posteo de Instagram fue el 2 de febrero, unas dos semanas antes que el presidente promocionara en Twitter la criptoestafa $LIBRA por la cual está siendo investigado por la justicia de Argentina y Estados Unidos.
La ESEADE fue fundada en 1978 gracias al aporte de “múltiples benefactores” y contó con la participación clave de Benegas Lynch, el padre de Bertie, actual diputado nacional de La Libertad Avanza. En 2022, el propio “Prócer”, como Milei llama a su mentor, le otorgó un Doctorado Honoris Causa, cuyo reconocimiento le vale al presidente para que lo denominen Doctor, una figura que llegó a ponerse en duda.
La referente opositora arremetió contra el Presidente por no haberse presentado personalmente en la zona del desastre. “Ayer gastaste 22 millones de dólares del BCRA para seguir con el dólar planchado. En un día quemaste más de la mitad de lo que se necesita para la reconstrucción”, disparó
La presidenta del Partido Justicialista, Cristina Kirchner, criticó con dureza a Javier Milei por lo que definió como una “desconexión emocional” con las tragedias que afectan a la población. En este caso, el cuestionamiento tuvo que ver con la decisión del jefe de Estado de no ir a Bahía Blanca tras el devastador temporal que azotó a la ciudad del sur bonaerense.
“¡Ay, Milei! Te juro que esperé. Pensé… ‘SEGURO QUE ESTE VIAJA A BAHÍA BLANCA, porque lo que pasó es apocalíptico’. Y no… NADA. ¡MADRE DE DIOS! ¡QUÉ DESCONEXIÓN EMOCIONAL TENÉS CON LOS QUE SUFREN!”, posteó la líder del kirchnerismo en sus redes sociales, donde se diferenció con un repaso sus acciones personales frente a tragedias naturales que golpearon a diferentes localidades durante su gestión como presidenta.
En un extenso mensaje, Cristina Kirchner compartió algunos recuerdos de momentos en los que -según relató- estuvo presente en comunidades devastadas,; entre ellos destacó casos como el pueblo de Tartagal, en Salta, tras el alud de barro de 2009; o lo que sucedió en San Pedro (Misiones), luego de un tornado ese mismo año.
Parte del mensaje que escribió Cristina Kirchner con críticas a Javier Milei
La ex mandataria destacó la importancia de la presencia de los líderes políticos en momentos de crisis, tanto para acompañar a las víctimas como para coordinar la ayuda: “No te imaginás lo que significa para la gente que llegue un presidente, o presidenta, cuando sufre una tragedia y muertes provocadas por las fuerzas de la naturaleza”.
“Te lo cuento de primera mano: el 9 de febrero del 2009 UN ALÚD DE BARRO SEPULTÓ, LITERALMENTE, AL PUEBLO DE TARTAGAL. No lo dudé un instante, me fui derecho para Salta y terminé enterrada en el lodo junto al resto de los vecinos”, recordó.
Además rememoró la tragedia que ocurrió el 3 de abril del 2013: “Te puedo contar también cuando fui a La Plata, mi ciudad natal, al día siguiente de las inundaciones que se llevaron las vidas de tantos platenses. NO SABÉS EL ROL QUE CUMPLIÓ EL EJÉRCITO ARGENTINO JUNTO A LOS PIBES DE LA CÁMPORA ORGANIZANDO LA AYUDA A LOS VECINOS DAMNIFICADOS. Todavía me acuerdo cuando, los mismos periodistas que este fin de semana justificaban la presencia en Bahía Blanca de José Luis Espert, tu candidato a diputado nacional para las próximas elecciones en PBA, no paraban de criticar a los chicos porque llevaban pecheras identificatorias de su organización… ¡Dios mío! ¡Cuánta mediocridad y estupidez! Como decía mi abuela: los estúpidos y las hormigas no se terminan nunca“.
Drama en Bahía Blanca: un refuerzo de 200 bomberos llegó para colaborar con las tareas de rescate y asistencia a los damnificados por el feroz temporal
En el caso de Bahía Blanca, donde el temporal provocó hasta ahora 16 muertes y cuantiosos daños materiales, el presidente Milei no viajó, aunque su gobierno estuvo representado por Patricia Bullrich, ministra de Seguridad, y Luis Petri, ministro de Defensa, quienes participaron de las tareas de coordinación de asistencia a los damnificados. De todos modos, la presencia de los funcionarios no estuvo exenta de críticas, ya que algunos habitantes de Bahía Blanca los increparon por considerar que su intervención era insuficiente en relación con la magnitud del desastre.
En ese marco, Cristina Kirchner lamentó la falta de acciones concretas para afrontar la reconstrucción de Bahía Blanca tras los daños ocasionados por el temporal. “No es tan difícil. Hay que poner voluntad Y SOBRE TODO PLATA. Porque tampoco sirve sólo poner la cara para la tele. Hay que poner la cara y la billetera para poder reconstruir Bahía Blanca”, agregó.
Finalmente, la ex presidenta aprovechó para cuestionar recientes decisiones económicas del gobierno de Milei, en particular, la intervención en el mercado de los dólares financieros. “AYER NOMÁS GASTASTE 224 MILLONES DE DÓLARES DEL BANCO CENTRAL para intervenir en el mercado de los dólares financieros… EN UN DÍA QUEMASTE MÁS DE LA MITAD DE LO QUE NECESITA BAHÍA BLANCA PARA SU RECONSTRUCCIÓN”, apuntó Kirchner.
Este mensaje llega en un contexto de creciente preocupación por la paralización de la obra pública que, según varios críticos y referentes de la oposición, afecta gravemente la infraestructura de las ciudades argentinas.
Los 485 empleados que se dedicaban a brindar ayuda estatal a zonas afectadas fueron echados o puestos en disponibilidad, y la dirección fue directamente cerrada como parte de la reducción del Estado ejecutada por Federico Sturzenegger.
El temporal en Bahía Blanca, con sus devastadoras consecuencias sobre la población, dejó al descubierto la total falta de criterio de la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, que tres días antes de que se desatara la tormenta despidió a todos los trabajadores de la Dirección Nacional de Emergencias -sus 485 empleados fueron echados o puestos en disponibilidad- y la cerró, como parte de la reducción del Estado ejecutada por Federico Sturzenegger. La Dirección eliminada se ocupaba de dar asistencia en casos de catástrofes, enviando insumos y profesionales -médicos, psicólogos, asistentes sociales- para dar contención y atender a los damnificados. Si bien la Casa Rosada mandó a Bahía Blanca a los ministros de Seguridad y de Defensa, Patricia Bullrich y Luis Petri, Pettovello no viajó -una decisión lógica, si se piensa en qué iba a poder hacer- y lo que despachó a la zona inundada -productos de limpieza e higiene, materiales para la construcción- llegó de la mano de las Fuerzas Armadas.
En la provincia aseguran que en los aviones Hércules con los insumos de Pettovello había “80 colchones”, una cantidad ridícula para una ciudad de 300.000 habitantes donde la gran mayoría sufrió pérdidas materiales. En Capital Humano replican que fueron más, aunque sin dar números. En este momento lo que les preocupa no es tanto aclarar el punto como establecer que no mandaron alimentos, ni un kilo, a Bahía Blanca. ¿Por qué? Porque quieren dejar en claro que no lo tienen. Es que a raíz de una nueva denuncia de Juan Grabois por los comedores populares, el Ministerio debe contestar, en un plazo de 48 horas, un requerimiento judicial que le exige informar qué alimentos mantiene guardados en sus depósitos. “No compramos más alimentos”, insistieron en decir ayer.
Disuelta la Dirección Nacional de Emergencias, el argumento que dan en el gobierno nacional es que no hubo imprevisión: lo que pase en situaciones de catástrofe dejó de ser tema del ministerio de Capital Humano y pasó a ser tema de los ministerios de Defensa y de Seguridad, señalan. “Pasó justo, pero ya estaba decidido”.
La Dirección de Emergencias funcionaba en el edificio ubicado en Moreno 711 y tenía a su cargo equipos que, ante una catastrofe, viajaban a los lugares para colaborar. Para dar una idea de qué se perdió con su cierre, ayer fuentes gremiales recordaban que en la última gran situación de catástrofe ocurrida en la gestión anterior, la de los incendios en Corrientes, la Dirección llegó con asistencia en las primeras 48 horas (llevó botellones de agua, kits de limpieza, colchones, frazadas, alimentos, ropa) y apagado el fuego viajaron equipos profesionales y asistentes sociales que hicieron relevamientos y gestionaron ayudas económicas para las familias. Es decir, hubo intervención tanto en el momento de la emergencia como el posterior, para ayudar a la reconstrucción. Estas tareas fueron coordinadas con los centros de referencia locales, también eliminados por el gobierno libertario.
Tras el desembargo de Bullrich y Petri en Bahia Blanca, la gobernación bonaerense le hizo llegar a Pettovello un pedido de asistencia en el que detallaron la dramática situación que atraviesan las familias bahienses y le recordaron que en los últimos dos años hubo 50 municipios afectados por inundaciones que la administración de Axel Kiciloff debió auxiliar sin respuestas de la Casa Rosada.
En Capital Humano responden a las críticas sobre el desguace del Estado doblando la apuesta: “había superposición de áreas”, dijeron ayer al defender los cierres. Agregaron que a partir de ahora, de las situaciones de catástrofe se va a ocupar el Sinagir (Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo), que depende del ministerio de Seguridad. Se supone, entonces, que Patricia Bullrich cuenta con equipos equivalentes a los despedidos de Desarrollo Social.