Ocurrió tras un desplazamiento del Cerro Chenque, donde se produjo una gran grieta.
La ruta nacional 3 en Comodoro Rivadavia, Chubut, se desmoronó este miércoles y quedó partida en dos, tras un desplazamiento del Cerro Chenque. Este es un camino crucial económicamente -provee a Santa Cruz y Tierra del Fuego- y dejó dividida a la población entre la zona norte y sur de la ciudad. Desde hace 28 años se registran desplazamientos; a eso se suman deudas pendientes en materia de licitaciones: ni Lázaro Báez ni Cristóbal López cumplieron sus contratos de obra.
En Comodoro Rivadavia persiste el riesgo de que se desmorone otro sector de la ruta nacional 3, por lo que habrá que esperar varios días para confirmar que la tierra se estabilizó y se pueda planear la obra de reconstrucción. Las últimas marejadas socavaron la base de la ruta tendida entre el Cerro Chenque y el mar, en el mismo lugar que en 1995. Se apunta a la falta de mantenimiento en esa zona.
Todo comenzó el lunes con una grieta sobre el asfalto que obligó por la tarde a interrumpir el tránsito. Fue provocada por dos factores combinados, explicó el secretario de Obras Públicas municipal, Maximiliano López.
“El desplazamiento del Cerro Chenque y las marejadas cada vez más pronunciadas, suponemos por el cambio climático, fueron socavando la base de la ladera por donde se construyó la ruta”, precisó.
Fue así que Vialidad Nacional dispuso el corte total del tránsito en la zona de curva y contracurva que se abre paso entre el Cerro Chenque y el acantilado que da al mar, a la altura del kilómetro 1.830, producto de las grietas que se produjeron en el sector, las cuales se agravaron con el correr de las horas.
“Las fisuras sobre la calzada que aparecieron se fueron proyectando sobre los terraplenes. Estuvimos haciendo el seguimiento y sellado de fisuras a fin de rever los desplazamientos y movimientos tanto verticales como longitudinales”, advirtió en conferencia de prensa, el presidente de Vialidad Nacional de Chubut, Julio Otero.
Explicó que durante la mañana del lunes “hubo movimientos más que importantes” que obligaron más tarde a cortar la ruta hasta nuevo aviso. El sector afectado en el acceso norte a la ciudad de Comodoro Rivadavia terminó por desmoronarse en la mañana de este miércoles, sin provocar accidentes ni heridos.
“Se veía venir. El colapso de la calzada era evidente y solo era cuestión de esperar el desenlace. Por eso se cortó el tránsito y se evitaron accidentes”, señaló Otero.
Colapsó la Ruta 3 en Comodoro. Foto: twitter luquejuanpablo
En redes sociales fueron replicadas impactantes imágenes de cómo quedó partida la cinta asfáltica. Hubo quienes alertaron sobre explosiones en la zonapor la profundización de la apertura.
Desde Vialidad Nacional se pidió que se declare la emergencia vialpara disponer de trabajos urgentes.
El subsecretario de Ambiente, Daniel González, detalló que en términos geológicos había en la zona de El Chenque “un bloque que supera los 100.000 metros cúbicos de material que se está desplazando”. Y recordó: “Es el mismo bloque que se desplazó en el 95 que tuvo una pequeña reactivación en el año 2003 y hasta ahora estaba muy estable”.
“Este bloque se desliza en dirección hacia el mar y producto de la marejada se quedó sin la base que lo mantenía en su sitio. Sumado al hecho de que venimos registrando desde el año pasado un aumento de la freática, la base de este talud está saturada de agua, y esto disparó el movimiento de este bloque en particular”, añadió.
Como se expresa, los desmoronamientos fueron previsibles; por eso todo apunta a la falta de mantenimiento de los caminos y al constante abandono de la obra.
Según relató Clarín meses atrás, la ruta nacional 3 tiene un tramo que sigue siendo una deuda pendiente. Son 73,6 kilómetros que unen a Santa Cruz con Chubut, y que fueron licitados en 2006: en ese momento y hasta 2015 la obra quedó en manos de Lázaro Báez (Austral Construcciones), y tuvo un avance promedio del 36% y sobrecostos estimados en más de 300%.
En 2016, durante la gestión de Cambiemos, se buscó abaratar los costos de la obra y se hizo la licitación pública por 1.569 millones de pesos. En aquel entonces, la mejor oferta la realizó Cristóbal López, pero corrió la misma suerte que en manos de Lázaro Báez: el contrato fue rescindido por incumplimiento de los plazos. Según la intimación, el avance no superaba el 5% y se denunció al también empresario K por abandono de obra.
Posteriormente, el gobierno de Alberto Fernández reorganizó el contrató y volvió a licitarlo en dos tramos, con un presupuesto general de 10.000 millones de pesos. El primer tramo corresponde a Rada Tilly -límite entre Chubut y Santa Cruz- y está a cargo de la empresa RIGEL SRL.
La segunda obra es la más costosa y es la que volvió a quedar a cargo de la empresa CPC de Cristóbal López, a cargo del tramo de la Ruta Nacional 3 entre el límite entre Chubut y Santa Cruz-Caleta Olivia.
Las causas
“Esto fue un deslizamiento de rocas, de suelo, que se produjo sobre un deslizamiento antiguo, que ocurrió en febrero de 1995. En ese momento se hizo una reparación de las rutas y en las últimas semanas hubo una marejada (la ladera de esa vía está muy cerca del mar) que generó que se descalce. Ahora se está produciendo el acomodamiento de todo ese material”, detalló a Clarín el geólogo José Paredes.
“Hay que esperar”, insistió. “Este deslizamiento (el que partió el camino) es el más alto de la ruta. Por debajo (hacia el sur) hay otro más y hay que ver si ya terminó la actividad (el movimiento de la tierra acomodándose). En dos o tres días vamos a tener una marejada muy fuerte para la zona y eso va a terminar de configurar todo el panorama”, siguió el experto sedimentólogo.
¿Se puede prevenir un deslizamiento donde ya hubo uno anterior? En el 95 se trazó esta nueva ruta y se reparó el sector que había quedado destruido por el descalce.
“A las pruebas se ve que lo que se hizo fue insuficiente. Se trabajó sobre la ladera sur, que da al centro de la ciudad y se tomó como que era lo urgente, además de que implicaba un gasto menor, y no se trabajó nunca sobre la ladera norte, que da hacia donde se produjo el nuevo deslizamiento”, aseguró.
Indudablemente, la ruta seguía estando sobre un sector muy inestable. “Si bien duró lo que duró hasta ahora, volvimos a tener una problemática parecida, en una escala más pequeña. Deja dividida a la población“, marcó el geólogo.
Por el momento se guía a los pobladores hacia caminos alternativos, para evitar la desconexión total por camino cortado. “Pero eso no resuelve el problema que se viene con la movilidad interna. Por ahí circulan más de 50 mil autos y más de mil camiones. Una obra realmente acorde a lo que se necesita llevaría años”, indica.
Respecto al mantenimiento, dice que esa vía está siendo monitoreada por su equipo de la Universidad Nacional de la Patagonia, porque “está a 100 metros de acantilados, en un terreno que está retrocediendo 1 metro por año, desde 1968”.
Es una problemática que establece no sólo una reparación del camino sino “una planificación a largo plazo que contemple tanto las marejadas como el cambio climático, que hace que las tormentas sean más importantes”.
Tránsito afectado y fuertes demoras
La grieta había provocado una restricción en el tránsito sobre un sentido de circulación a principios de esta semana, pero luego la situación se transformó en crítica y se decidió la interrupción total del tránsito que se desvía por las barriadas populares.
“El tema es que son 54.000 vehículos que pasan por ahí”, indicó López.
Así quedó el sector afectado y cortado al tránsito.
A ese número hay que agregarle los 1.300 camiones de carga que circulan por la red troncal que une al sur con el norte del país, a quienes desde el fin de semana obligaron a transitar por la ruta provincial 37.
Entre las consecuencias del desvío para el “tránsito pesado” se producen demoras de hasta cinco horas para la flota de camiones de carga y dificultades para el abastecimiento de combustible que se siente en algunas estaciones de servicio que exhibían mangueras cruzadas en los surtidores.
La Universidad de Buenos Aires se ubicó en el puesto 10 de la medición regional y ratificó su posición como la primera del país, pero casi la mitad de las instituciones argentinas cayeron en la lista. La Universidad Nacional de La Plata y la Austral completan el podio nacional
La Universidad de Buenos Aires (UBA) se mantiene como la mejor universidad del país y ocupa el puesto 10 del nuevo ranking QS de América Latina y el Caribe, elaborado por la compañía británica Quacquarelli Symonds. En esta medición, casi la mitad de las universidades argentinas empeoraron su posición: desde QS advirtieron sobre todo por la producción de investigación científica y por la precarización de las condiciones laborales de docentes e investigadores como consecuencia de los recortes presupuestarios.
La UBA se destaca a nivel regional por su prestigio: ocupa el segundo lugar en los indicadores de reputación entre académicos y empleadores internacionales. Luego figura la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), que se ubicó en el puesto 21 de la región, y que también se destaca por su reputación académica. El podio nacional se completa con la Universidad Austral, que alcanzó el puesto 25 en América Latina.
Luego aparecen la Universidad Nacional de Córdoba (que se mantiene en el puesto 33) y la Pontificia Universidad Católica Argentina (puesto 40). Doce universidades argentinas figuran entre las 100 mejores de América Latina: la mitad son públicas y la otra mitad, privadas.
Según los indicadores de QS, la mejor universidad de América Latina es la Pontificia Universidad Católica de Chile, seguida de la Universidade de São Paulo (Brasil), la Universidade Estadual de Campinas y el Tecnológico de Monterrey (México). En el quinto puesto regional se ubicó la Universidade Federal do Rio de Janeiro.
Brasil tiene tres universidades en el top 5, mientras que Chile y México tienen dos cada uno. En el top 10 también hay una institución de Colombia, la Universidad de los Andes, en el puesto 8.
Las otras instituciones argentinas que se ubicaron entre las 100 mejores son la Universidad Torcuato Di Tella (puesto 48), Universidad de San Andrés (51), Universidad Nacional de Rosario (62), Universidad Nacional del Litoral (87), Universidad de Palermo (95), Universidad Nacional de Cuyo (97) e Instituto Tecnológico de Buenos Aires (97). De las 45 universidades argentinas rankeadas, 20 empeoraron su posición con respecto al año pasado, mientras que 12 mejoraron y 13 permanecieron estables.
“El sistema de educación superior de Argentina es ampliamente reconocido por su tradición de acceso público y su sólida reputación académica, con la Universidad de Buenos Aires ocupando un lugar destacado entre los académicos y empleadores internacionales y el país disfrutando de algunos de los mejores recursos docentes de la región”, analizó Ben Sowter, vicepresidente senior de QS.
“Sin embargo –continuó Sowter–, los recientes recortes de financiación y la inflación han erosionado los presupuestos universitarios, lo que ha creado presión sobre la capacidad docente y de investigación, que no ha seguido el ritmo de sus homólogos regionales y ha provocado una mayor precariedad laboral del personal”.
El desafío de la investigación
El informe de QS señala que la producción de investigación –medida por el número de artículos publicados por profesor– es uno de los puntos críticos para el sistema universitario argentino: ninguna institución local se encuentra entre las 50 primeras en este rubro. La posición más destacada es para la Universidad Nacional de Mar del Plata, que ocupa el puesto 62 en este indicador (y el puesto 110 en la clasificación general).
El ranking QS destaca a la UBA por su participación en redes internacionales de investigación: ocupa el octavo lugar en este indicador. Pero la universidad experimentó fuertes caídas en las demás métricas de investigación, incluidas las citas por artículo y los artículos por profesor.
“Es un orgullo volver a estar entre las diez universidades más prestigiosas de la región, especialmente destacándonos en dos ítems tan importantes como el de reputación académica y reputación del empleador. Sin embargo, el desfinanciamiento que venimos padeciendo comienza a hacerse sentir en los resultados referentes a investigación científica”, consideró Ricardo Gelpi, rector de la UBA.
“Es una señal de alerta que no debemos desatender y que las autoridades nacionales tienen la obligación de reconocer. La formación de equipos científicos no es algo que se hace de un día para el otro y, si entramos en una espiral descendente en este sentido, va a costar mucho tiempo y esfuerzo recuperarla”, sostuvo Gelpi.
Por otro lado, el sistema universitario nacional logra un buen desempeño en el indicador referido al ratio de profesores por alumno, donde supera la media regional. La UCA se destaca en este punto: ocupa el puesto 5 en América Latina. También sobresalen en este indicador la UADE, la UP, la Austral y la Universidad Nacional de San Luis.
“Revalidar por sexto año consecutivo el liderazgo entre las universidades privadas argentinas y alcanzar el puesto 25 en Latinoamérica es reflejo de un desempeño sostenido. Este logro es fruto de un proyecto de largo plazo y del compromiso diario de docentes, estudiantes, investigadores, graduados y aliados institucionales”, afirmó Julián Rodríguez, rector de la Universidad Austral.
El ranking QS regional evaluó a 491 universidades de 26 países de América Latina y el Caribe. Argentina es el cuarto país más representado, con 45 instituciones, por debajo de Brasil (con 130), México (67) y Colombia (67). En tanto, Chile (41) se destaca por la buena posición relativa de sus universidades.
La medición considera 8 indicadores: reputación académica (30%), reputación entre empleadores (20%), ratio profesor-alumno (10%), citas por artículo (10%), personal con doctorado (10%), redes internacionales de investigación (10%), publicaciones por facultad (5%) e impacto web (5%).
Si bien se basa en los mismos parámetros que el ranking QS global, publicado en junio, la versión regional introduce pequeñas variaciones en los indicadores, que explican algunos cambios en la posición relativa de las universidades argentinas (en el ranking global, por ejemplo, la UBA aparece como la primera universidad de América Latina).
El nuevo ranking QS se dio a conocer en la previa de la Cumbre de la Educación Superior de QS Américas 2025, que se realizará este jueves y viernes en el hotel Hilton en la Ciudad de Buenos Aires. Además de varios expertos internacionales, la agenda del evento incluye intervenciones del jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, y del rector de la UBA, Ricardo Gelpi.
La policía peruana y argentina rastreó los movimientos de Tony Janzen Valverde a través de sus celulares y lo interceptó oculto en un camión en Pucusana, tras seis días prófugo
La caída de Tony Janzen Valverde Victoriano, conocido como ‘Pequeño J’, puso fin a una operación policial que mantuvo en vilo a las autoridades de tres países. El joven de 20 años, acusado de ser el autor intelectual de un triple feminicidio en Buenos Aires, fue localizado en el sur de Lima luego de atravesar fronteras clandestinas y desplazarse con ayuda de una red criminal que lo protegía durante su huida.
Su arresto fue posible gracias a un trabajo coordinado entre la Policía Bonaerense y la Dirección Antidrogas de la Policía Nacional del Perú, que lograron rastrear sus movimientos a partir de la señal de sus teléfonos. La fuga, que comenzó en Argentina, incluyó un paso por Bolivia y culminó en la localidad limeña de Pucusana, donde efectivos de civil lo interceptaron escondido en un camión de carga.
¿Cómo logró escapar de Argentina?
El recorrido de ‘Pequeño J’ empezó en Florencio Varela, al sur del Gran Buenos Aires. Tras abandonar esa ciudad, cruzó la frontera por pasos cordilleranos poco vigilados con el objetivo de despistar a las fuerzas de seguridad. Las investigaciones revelan que desde el inicio existía la hipótesis de que su destino final era el Perú, por lo que la policía argentina decidió no alertar a las autoridades bolivianas al considerarlas un territorio de tránsito.
Mientras se desplazaba en territorio argentino, utilizó varios teléfonos celulares para comunicarse con sus contactos y recibir apoyo logístico. Ese detalle resultó clave para reconstruir su ruta, ya que los equipos de inteligencia lograron triangular la señal y anticiparse a sus movimientos. Su habilidad para movilizarse sin documentos oficiales lo mantuvo varios días fuera del alcance policial.
El paso por Bolivia y la entrada irregular al Perú
Una vez en Bolivia, Valverde continuó su fuga utilizando buses de transporte interprovincial y alojándose en lugares discretos para no ser detectado. No existen registros oficiales de su ingreso, lo que confirma que burló los controles migratorios mediante pasos no autorizados. Desde allí se dirigió hacia la frontera sur del Perú, donde se embarcó en un camión que lo trasladaría por la carretera Panamericana.
El seguimiento a través de antenas telefónicas permitió identificar el vehículo en el que se ocultaba. Fue en ese contexto que la policía peruana montó un operativo encubierto, aprovechando que un bloqueo de pescadores en la vía obligó al camión a reducir su velocidad. Esa circunstancia facilitó la intervención de los agentes, quienes lograron detener el transporte sin generar enfrentamientos.
El engaño policial que permitió su captura
La coordinación entre las fuerzas de seguridad de ambos países fue decisiva. Horas antes de la detención de Valverde, la policía ya había arrestado en Lima a Matías Agustín Ozorio, considerado su principal colaborador. Para evitar que ‘Pequeño J’ advirtiera la caída de su socio, los agentes peruanos utilizaron el teléfono de Ozorio y mantuvieron comunicación con él haciéndose pasar por su mano derecha.
Esa maniobra fue determinante, ya que Valverde nunca sospechó que sus mensajes eran respondidos por la policía. Creyendo que se reuniría con Ozorio en el centro de Lima, continuó su trayecto en el camión hasta que fue interceptado en Pucusana. En ese momento se identificó ante los efectivos de la Dirección Antidrogas de la PNP, quienes lo esposaron y grabaron el procedimiento.
Lo que viene tras su arresto
La detención de ‘Pequeño J’ se produjo poco más de una hora después de la de Ozorio. Con ambas capturas, el número de implicados en el triple crimen de Morena Verri, Brenda del Castillo y Lara Gutiérrez ascendió a nueve. El caso provocó gran conmoción en Argentina y mantiene en alerta a las autoridades judiciales de ambos países.
Actualmente, el proceso se centra en los trámites de extradición para que Valverde sea trasladado a Buenos Aires y enfrente los cargos que se le imputan. Mientras tanto, permanece bajo custodia de la Policía Nacional del Perú, a la espera de la resolución que defina su futuro judicial.
En el marco de su conflicto con la entidad, el Gobierno avanzó sobre los aportes que debe realizar los clubes al Estado. Casi duplicó la alícuota e impuso un extra para compensar la pérdida de recaudación.
El Gobierno reavivó su pelea con la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), una disputa que se originó ya en el inicio de la gestión de Javier Milei, promotor de las figuras de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) que permite el ingreso de inversores privados a los clubes. Ahora volvió a la carga contra un beneficio impositivo que favorecía a las entidades por el cual tenía reducido su aporte al Estado.
El nuevo capítulo, que ocurre días después del duro cruce entre el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el número 2 de la AFA, Pablo Toviggino, se materializó mediante la Disposición 16/2025 del Ministerio de Capital Humano, publicada este lunes en el Boletín Oficial. Más específicamente de la Subsecretaría de Seguridad Social, que aborda el régimen de percepción y retención de aportes y contribuciones con destino a la seguridad social en el ámbito del fútbol profesional.
Guerra Gobierno vs AFA: quitan beneficios y aumentan alícuotas a los clubes
A través de esta medida el Gobierno casi que duplicó la alícuota que se aplica a los clubes por su contribución a la seguridad social. Ya a fines del año pasado la administración de Javier Milei había derogado el régimen que beneficiaba a los clubes y les dio 6 meses para adecuarse mientras se establecía el nuevo formato. Aunque en mayo pasado la AFA logró una cautelar para suspender esa decisión, el Ejecutivo avanzó.
Luego de que Claudio “Chiqui” Tapia fuera reelecto presidente de AFA hasta 2028, el Gobierno le puso fin al Régimen Especial de Seguridad Social, nacido en 2003 durante la presidencia de Eduardo Duhalde y extendido hasta 2019 cuando fue derogado por Mauricio Macri, bajo el argumento de que generaba un desfinanciamiento al Estado nacional. En octubre de 2023 el beneficio fue restituido por Alberto Fernández.
Con ese beneficio los clubes tenían una alícuota especial de 7,5% para tributar los aportes patronales. Ahora, la actual administración determinó que la alícuota de equilibrio del régimen debe ser del 13,06% para cubrir las obligaciones corrientes, y además se estableció una alícuota adicional del 5,56% durante un período de doce meses para recuperar el faltante acumulado, resultando en una alícuota total del 18,62%.
Según el Gobierno, el beneficio que recibieron los clubes generó una pérdida de recaudación para el Estado de casi $20.000 millones en el plazo de un año.
La disposición completa con la que el Gobierno quita beneficios y aumenta alícuotas a los clubes