Los ataques a supermercados ocurren en medio de una disparada inflacionaria y cuando el proceso electoral recién empieza. Mientras tanto, Alberto Fernández y Cristina Kirchner se mantuvieron ausentes de la escena, y Massa está en EEUU negociando con el Fondo. Milei evocó al 2001 y Bullrich habló de “estado de sitio”
La foto del supermercado del partido bonaerense de Moreno donde ocurrió uno de los ataques más graves del martes
Los teléfonos empezaron a sonar apenas se inició la reunión. En las redes ya estaban circulando frenéticamente los videos, muchos falsos, pero varios verdaderos. Ante el gobernador Axel Kicillof, los intendentes bonaerenses que se habían juntado en La Plata de lo único que hablaban era de las versiones de ataques a supermercados. Fue ayer por la tarde. Lo que había era confusión, un estado que seguía, agravado, hasta hoy.
Pasó la típica reacción frente a este tipo de eventos que ponen en crisis a todo el sistema: primero hubo negación, después un tibio reconocimiento de que algunos hechos eran ciertos y cuando ya lo evidente era imposible de ocultar, la acusación a los adversarios políticos del gobierno. Primero a Javier Milei, el candidato más votado de las PASO, y ahora, Patricia Bullrich, la segunda de la oposición.
Los ataques a supermercados y negocios -robos en poblado y en banda o lisos y llanos saqueos-, con epicentro en el conurbano bonaerense, y réplicas en Neuquén, Mendoza, Córdoba, Chaco y otras provincias, ocurre en un momento de extrema fragilidad social, económica y, sobre todo, política. La pobreza entre el 45% y el 50% y la inflación tocando las dos cifras mensuales son el telón de fondo de estos episodios.
Son hechos que se desataron con Alberto Fernández y Cristina Kirchner ausentes -la última vez que se los vio en público fue el 13 de agosto, el día de las PASO- y el ministro de Economía y candidato oficialista, Sergio Massa, negociando con el Fondo Monetario Internacional en Washington. Irrumpieron cuando el proceso electoral recién empieza: hasta hoy, lo único que se eligió fue los candidatos que van a competir el 22 de octubre, y Argentina tiene a sus dos máximas autoridades, el presidente y la vice, que no se hablan y, encima, se sienten definitivamente ajenos a este gobierno que juntos parieron allá por el 2019.
Para completarla, un piquetero como Raúl Castells se autoincriminó anoche en una entrevista en Crónica TV de ser el autor intelectual. Dijo “fui yo” y hasta ahora no hubo un juez ni un fiscal que haya ordenado su inmediata detención o al menos que se presente a declarar. Ningún funcionario nacional lo escuchó.
Un local de rompa en Moreno también fue víctima de robos en masa
Internas y desorientación
Pero si el contexto es entre dramático y complejo, la reacción del oficialismo y la oposición estuvo en la misma sintonía. Mientras en el conurbano bonaerense, en la porteña avenida Avellaneda, y en varias provincias ayer se multiplicaban las escenas de pánico en zonas comerciales y supermercados por el temor a los saqueos, la vocera presidencial Gabriela Cerruti publicó en sus redes sociales un video que metió por la ventana la cuestión político-electoral. De sus dichos tomaron distancia tanto el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, como el propio Axel Kicillof.
“No hay tales saqueos: hay rumores y agitación a través de grupos de WhatsApp porque son profundamente antidemócraticos y quieren desestabilizar. Durante todo el fin de semana en varias provincias y hoy mismo en la ciudad de Buenos Aires trataron de generar miedo e incertidumbre entre comerciantes y vecinos. Corriendo entre los locales, mandando mensajes por grupos y en algunos casos cometiendo claramente delitos”, señaló Cerruti.
Y agregó: “Ahora sale Milei a cerrar la operación dejando todo claro. Estas cuentas que están agitando desde el viernes son de sus seguidores. La democracia es un bien de todos y todas, y vamos a defenderla contra estos autoritarios y violentos”.
Lo dijo ayer y lo repitió hoy: “El clima en las redes sociales lo fueron generando las cuentas ligadas a La Libertad Avanza y a grupos de (Patricia) Bullrich, sobre algo que querían que sucedieran. Había grupos de Whatsapp incentivando”, resumió hoy la portavoz de Presidencia. “Cuando todavía no había pasado nada, Milei estaba en sus redes diciendo que esto era 2001 y que estaban los saqueos desatados. Su tuit es de las 6 de la tarde… ¿Tiene premonición de las cosas o es que de alguna manera se ha ido incentivando?”.
Son más de 96 los detenidos por los actos vandálicos
El ministro de Seguridad de la Nación esta mañana confirmó que se iba a convocar a un comando unificado con fuerzas federales y de la provincia de Buenos Aires y de la CABA para recuperar la tranquilidad perdida. Desde el fin de semana habían empezado a circular las versiones de robos y saqueos.
Lo cierto es que este mediodía aparecieron en conferencia de prensa Kicillof y su ministro Sergio Berni, para hablar de estos episodios que pusieron al país al borde de la anomia. “Se restableció anoche la paz”, dijo el gobernador. También confirmó que hubo más de 150 intentos de saqueo en el conurbano y 94 personas detenidas.
¿Y la oposición, a todo esto? El tuit de Milei evocando el 2001 y Patricia Bullrich agitando la posibilidad de un estado de sitio le dieron al gobierno nacional la excusa para ponerlos en la picota.
“Es trágico volver a ver luego de 20 años las mismas imágenes de saqueos que veíamos en el 2001. Pobreza y saqueos son dos caras de la misma moneda. La Argentina no resiste más este modelo empobrecedor que se sostiene por la fuerza de quienes viven a costa del esfuerzo de los argentinos de bien”, publicó Milei en Twitter.
“El gobierno tiene que ordenarse y, si necesita algo porque esto se desborda, tendrá que llamar al Congreso y pedir medidas más drásticas. Si se pierde total y absolutamente el control, el gobierno tiene que llamar a pedir el estado de sitio. Hoy todavía no lo sabemos, pero tiene que tener todas las hipótesis de lo que puede llegar a suceder”, declaró la candidata a presidenta de Juntos por el Cambio.
Ambas frases de los dos candidatos de la oposición que recibieron más votos en las PASO y que deberán enfrentar al Gobierno en el 22 de octubre, no hicieron más que darle al oficialismo los argumentos para acusarlos de estar relacionados a estos episodios que tuvieron entre el fin de semana y la noche de este martes sus momentos más angustiantes.
En La Plata mantienen las dudas sobre el accionar de la agrupación ultra K en los acuerdos subterráneos. Entre los intendentes creen que lograrán acercar posturas
Idas y vueltas. Una vez más. Van y vienen los pedidos de apoyo para que el Gobierno bonaerense tenga la habilitación para endeudarse y respire hondo en el medio de una gestión asfixiada por la falta de fondos de la Casa Rosada. Detrás de esas negociaciones cruzadas, permanentes e inestables, está presente la interna del peronismo. La relación tormentosa y furiosa que tienen el kicillofismo y el cristinismo.
Ayer por la tarde, Kicillof hizo un pedido concreto y directo. Tomó la precaución de dejar expuesta la necesidad que tiene su gobierno de obtener el endeudamiento y la situación de debilidad en la que deja a la gestión si la ley no sale. En La Plata se encargaron de reforzarlo. “Si no logramos sacarlo, quedamos en una situación crítica”, precisaron.
“La provincia de Buenos Aires necesita las herramientas para no desproteger a nuestro pueblo. Es una emergencia económica del país y de la provincia. Estamos atravesando una profunda recesión que afecta a todos los sectores”, expresó el Gobernador durante una conferencia de prensa que brindó en La Plata.
Kicillof aseguró que se perdieron “5.000 empresas en la provincia” y “172.000 puestos de trabajo”, además de destacar que hay “mil obras frenadas en todos los rubros” con una gran cantidad de “despidos, suspensiones y cierres de empresas”. El Gobernador habló de “asfixia financiera” por parte del gobierno de Milei.
En la conferencia, que buscó ser una muestra de alineamiento detrás del pedido del Gobernador, había referentes del Frente Renovador, La Cámpora y el peronismo bonaerense, identificado, sobre todo, en los intendentes y el sector sindical.
La cuestión por el endeudamiento deja al descubierto la interna peronista en la Provincia de Buenos Aires (Adrián Escandar)
Sin embargo, hay dos versiones de una misma historia. El presidente del bloque de diputados de Fuerza Patria en la Legislatura Bonaerense, Facundo Tignanelli, es el vocero de la postura del kirchnerismo. En los últimos días no se ha movido un centímetro de su discurso público. Consideró que es necesario sacar la ley de endeudamiento “para poder cumplir con todas las obligaciones que la provincia tiene”. Además, sostuvo que en el peronismo vienen “trabajando para tratar de lograr esa ley tan necesaria”.
La unidad que expresa el legislador camporista, no es decodificada de la misma forma en el kicillofismo, donde desconfían, en forma permanente, de cada una de las negociaciones de la que es parte el cristinismo. “Nos corren el arco todo el tiempo. A la mañana dicen una cosa, a la tarde otra y a la noche una nueva”, se quejó un importante funcionario platense.
En el Gobierno bonaerense y en el Movimiento Derecho al Futuro (MDF) hay una desconfianza permanente sobre cada movimiento del cristinismo. Tiene que ver con que, en el fondo, advierten que la relación política está rota y que nadie de esa tribu quiere que Kicillof sea el candidato a presidente del peronismo ni que se convierta en el sucesor de Cristina Kirchner.
Kicillof en la presentación del Presupuesto 2026
Si no quieren el objetivo de fondo, tampoco van a querer el objetivo a corto plazo. Entonces, el desgaste de la gestión estará siempre presente como una postura del cristinismo para con el kicillofismo. “Quieren ver cuántos nos sacan, cuánto nos debilitan. Están jugando en tándem con algunos sectores de la oposición”, indicaron en una oficina importante de la gobernación.
Entre los intendentes hay una visión más moderada. Creen que no hay “temas sensibles“ sin cerrar y que este miércoles el peronismo llegará con una posición unificada. La clave, entonces, será buscar los votos en los sectores más blandos de la oposición.
La vocación de cerrar acuerdos va a contramano de los sentimientos que atraviesan la relación política entre el kicillofismo y La Cámpora. No se eligen, no se quieren, pero el contexto y las necesidades de ambas partes los lleva a tener que buscar un punto de acuerdo forzado.
En una llamada, de menos de 15 minutos, el presidente de Estados Unidos le dijo al líder del régimen chavista que tenía una semana para abandonar Venezuela con su familia. Ese plazo habría expirado el viernes, según dos fuentes
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se está quedando sin opciones para dimitir y salir de su país bajo un salvoconducto garantizado por Estados Unidos, tras una breve llamada con el presidente estadounidense, Donald Trump, el mes pasado, donde el presidente rechazó una serie de solicitudes del líder venezolano, según cuatro fuentes informadas sobre la llamada.
El llamado, del 21 de noviembre, se produjo después de meses de creciente presión estadounidense sobre Venezuela, incluidos ataques contra presuntos barcos de tráfico de drogas en el Caribe, reiteradas amenazas de Trump de extender las operaciones militares a tierra y la designación del Cártel de los Soles, un grupo que la administración Trump dice incluye a Maduro, como una organización terrorista extranjera.
Maduro y su gobierno siempre han negado todas las acusaciones criminales y dicen que Estados Unidos está buscando un cambio de régimen para tomar el control de los vastos recursos naturales de Venezuela, incluido el petróleo.
Maduro le dijo a Trump durante la llamada que estaba dispuesto a abandonar Venezuela siempre que él y sus familiares tuvieran una amnistía legal completa, incluida la eliminación de todas las sanciones estadounidenses y el fin de un caso emblemático que enfrenta ante la Corte Penal Internacional, dijeron tres de las fuentes.
Maduro le dijo a Trump durante la llamada que estaba dispuesto a abandonar Venezuela siempre que él y sus familiares tuvieran una amnistía legal completa (REUTERS)
También solicitó el levantamiento de las sanciones a más de 100 funcionarios del gobierno venezolano, muchos de ellos acusados por Estados Unidos de abusos a los derechos humanos, tráfico de drogas o corrupción, según las tres personas.
Maduro pidió a la vicepresidenta Delcy Rodríguez dirigir un gobierno interino de cara a nuevas elecciones, según dos de las fuentes.
Trump rechazó la mayoría de sus solicitudes en la llamada, que duró menos de 15 minutos, pero le dijo a Maduro que tenía una semana para salir de Venezuela al destino de su elección junto con sus familiares.
Ese pasaje seguro expiró el viernes, lo que llevó a Trump a declarar el sábado que el espacio aéreo de Venezuela estaba cerrado, dijeron dos de las fuentes. El Miami Herald informó previamente varios detalles de la llamada. La fecha límite del viernes no se había revelado previamente.
Trump confirmó el domingo que había hablado con Maduro, sin proporcionar detalles. La Casa Blanca se negó a dar más detalles, y el Ministerio de Información de Venezuela, encargado de todas las consultas de prensa del gobierno, no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios.
Maduro pidió a la vicepresidenta Delcy Rodríguez dirigir un gobierno interino de cara a nuevas elecciones, según dos de las fuentes (REUTERS)
El gobierno de Trump ha declarado que no reconoce a Maduro, en el poder desde 2013, como presidente legítimo de Venezuela. Maduro se proclamó reelegido el año pasado en unas elecciones nacionales que Estados Unidos y otros gobiernos occidentales calificaron de farsa y que, según observadores independientes, obtuvo una victoria abrumadora de la oposición.
El lunes, al dirigirse a los manifestantes, Maduro juró “absoluta lealtad” al pueblo venezolano.
No está claro si Maduro aún puede presentar una nueva propuesta que incluya un salvoconducto. Trump se reunió este lunes con sus principales asesores para abordar la campaña de presión sobre Venezuela, entre otros temas, según informó un alto funcionario estadounidense.
Una fuente con sede en Washington informada sobre las discusiones internas de la administración Trump no descartó la posibilidad de una salida negociada de Maduro, pero enfatizó que aún quedan desacuerdos significativos y detalles importantes sin resolver.
La recompensa millonaria por la captura del dictador Nicolás Maduro
Estados Unidos ha aumentado a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca al arresto de Maduro y ofrece 25 millones de dólares por otros altos funcionarios del gobierno, incluido el ministro del Interior, Diosdado Cabello, acusado en Estados Unidos de presunto narcotráfico, entre otros delitos. Todos han negado las acusaciones.
La administración de Maduro ha solicitado otra llamada con Trump, según las tres fuentes.
El oficialismo podría presentar un bloque de 94 miembros. Mientras, busca que los gobernadores le quiebren la bancada al peronismo
El mundo libertario se encamina a tener el primer festejo parlamentario con la nueva composición del Congreso de la Nación.
Luego del fallido intento por Lorena Villaverde en el Senado, el bloque de LLA tendrá algo para mostrar a la exigente Casa Rosada que solo quiere triunfos y no perdona derrotas. Por estas horas estará ingresando el documento que lleva la firma de Gabriel Bornoroni con el listado de los legisladores que conformarán el bloque de LLA y se quedaría con la primera minoría de laCámara de Diputados.
“En solo 4 años pasamos de dos diputados –Javier Milei y Victoria Villarruel– a ganar la presidencia y sumar 94, 95 diputados” señala, exultante, un diputado de LLA que va a empezar a transitar su tercer año de mandato en pocos días.
Mientras la oposición buscaba reorganizarse y trabajaba sus propias versiones de los proyectos de reformas, el oficialismo se dedicó a salir de caza por el recinto y se llevó en solo un mes más de 14 diputados.
Al término de la elección, el bloque de LLA iba a estar conformado por 79 legisladores. Hubo un principio de conversación con el PRO por un interbloque y el partido amarillo aseguró que iba a apostar por la independencia. Luego de esa decisión, y antes de que comenzara noviembre, se fueron Damián Arabia, Sabrina Ajmechet, Laura Rodríguez Machado, Patricia Vásquez y Silvana Giuidici. Luego se sumaron Marilú González Estevarena, Belén Avico, Carlos Almena y en las últimas horas Verónica Razzini y Alejandro Bongiovanni.
Verónica Razzini junto a Patricia Bullrich y Martín Menem
A este grupo se le sumó el bloque de los radicales con peluca con el tucumano Mariano Campero, el cordobés Luis Picat y el correntino Federico Tournier. Hasta acá, los libertarios sumaban 91 diputados.
Pero los pases no parecen haber terminado y en las últimas horas los libertarios apuestan a sumar entre tres y cuatro diputados más y, por otro lado, incentivan a los gobernadores peronistas no kirchneristas para que se vayan del bloque de UP y armen uno nuevo.
En lo que se refiere a posibles incorporaciones al mundo libertario, se espera la llegada de José Nuñez y de Lorena Petrovich, ambos del PRO. Esta última asumirá para completar el mandato de Silvia Lospennato y todos tienen en Patricia Bullrich su terminal política.
De completarse todos estos pases, el bloque que conduce el cordobés Gabriel Bornoroni llegará a la sesión preparatoria con 94 diputados.
Ese número los dejaría a las puertas de arrebatarle al peronismo la primera minoría y ya sin “peceras” a dónde ir a pescar, la estrategia libertaria se concentró en “empujar” a los gobernadores peronistas a romper el bloque en el Congreso. Principalmente al catamarqueño Raúl Jalil que viene amagando desde hace tiempo con retirar a sus legisladores del bloque de UP.
El peronismo logró contener en las urnas la cantidad de legisladores y el 27 de octubre el bloque que conduce Germán Martínez amaneció con 98 integrantes.
El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, y el de Tucumán, Osvaldo Jaldo (NA)
Pero al poco tiempo el tucumano Javier Noguera anunció que no iba a asumir en el bloque y se iba a Independencia, el bloque del gobernador de esa provincia, Osvaldo Jaldo. Un camino similar seguiría el diputado por San Luis, Jorge “Gato” Fernández.
Pero lo que busca el oficialismo es que los cuatro diputados catamarqueños que responden todos al gobernador Raúl Jalil; o los siete santiagueños que responden a Gerardo Zamora.
“No necesitamos que los gobernadores rompan, necesitamos que uno solo lo haga, con eso nos alcanza”, reconoció un libertario que transita los pasillos de Diputados.
Las negociaciones se mantienen. El oficialismo promete a los gobernadores vía el ministro del Interior, Diego Santilli, y la oposición les recuerda que en dos años no les cumplieron la promesa.
“No sé que van a hacer los catamarqueños, lo que sí te adelanto es que los santiagueños están adentro” aseguró una alta fuente del bloque del peronismo en Diputados.
Los bloques tienen tiempo hasta hoy para presentar su conformación por lo que las negociaciones continuarán durante toda la jornada. En el oficialismo la expectativa es la de pegar el “zarpazo” y quedar como la primera minoría que, más allá del título, los deja muy bien posicionados para lo que será el reparto de las sillas en las comisiones; y con una posición de fortaleza que habrá que ver cómo se traduce en el recinto.