Connect with us

Salud

Hepatitis A, B y C: en qué se diferencian, cómo se contagian, se detectan y previenen

Publicado

on

En el Día Mundial de la Hepatitis, especialistas hacen hincapié en la vacunación contra la A y la B y en la detección y tratamiento de la C.

La historia de las hepatitis virales registró cambios profundos en los últimos años. En Argentina no se realizan trasplantes de hígado por falla hepática por hepatitis A (VHA)  en niños y niñas vacunados desde 2007, gracias a la estrategia de inmunización que empezó en 2005. Mientras que el desarrollo de medicamentos para tratar la hepatitis C (VHC) se considera una revolución, ya que permite la cura en la mayoría de los casos.

Pese a eso, todavía ocurren en el mundo más de un millón de muertes anuales relacionadas con la hepatitis y se produce una nueva infección crónica cada diez segundos, según datos difundidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el Día Mundial de la Hepatitis.

El lema elegido para este año es “Una vida, un hígado”. En ese sentido, desde la OMS subrayan que “la hepatitis puede devastar a ambos”, advirtieron en ese sentido desde la OMS.

Es que el hígado realiza silenciosamente más de 500 funciones vitales todos los días (procesa los nutrientes, sintetiza las proteínas y ejerce un rol desintoxicante), fundamentales para la salud del organismo. “Pero la infección por hepatitis viral también es silenciosa, y los síntomas solo aparecen una vez que la enfermedad está avanzada”.

“Aunque hay muchos tipos diferentes de virus de la hepatitis (A a E), la hepatitis B y C son las más preocupantes y causan casi 8.000 nuevas infecciones todos los días, que en su mayoría pasan desapercibidas”, destaca la OMS.

Y enfatiza que la mayoría de las muertes por hepatitis podrían evitarse debido a que existen vacunas y tratamientos efectivos para la hepatitis B e incluso una cura para la hepatitis C.

¿Qué es la hepatitis?

La hepatitis es la inflamación del hígado. Cuando una persona contrae hepatitis, el hígado altera su funcionamiento. En la mayoría de los casos, esa inflamación es causada por un virus, aunque en otros producirse por el consumo en exceso de alcohol, por algunas toxinas, medicamentos o enfermedades.

Los virus que con mayor frecuencia causan hepatitis son los A, B y C. En los casos en los que la infección se vuelve crónica, no manifiesta signos hasta que se encuentra avanzada, con un daño severo que incluye desde fibrosis hasta cirrosis y cáncer de hígado.

¿Cómo se detecta la hepatitis?

Dado que en etapas tempranas avanzan en forma silenciosa, a las hepatitis solo se las puede diagnosticar mediante análisis de sangre. ¿El problema? La mitad de las personas con hepatitis crónica desconoce su diagnóstico.

El testeo para las hepatitis A, B y C permite iniciar un tratamiento oportuno y evitar la transmisión. Las hepatitis A y B son prevenibles con vacunas. Los tratamientos para la hepatitis B crónica y para curar la hepatitis C, son seguros y muy efectivos.

Por eso, los esfuerzos están concentrados en detectar y tratar a las personas que están infectadas y que desconocen su diagnóstico.

En ese sentido, la Sociedad Argentina de Hepatología (SAHE) realiza esta semana testeos, sin turno previo, en 68 puntos de 18 provincias, entre hospitales, clínicas, centros de atención primaria, consultorios, plazas y otros sitios. (Se puede consultar aquí el listado completo)

“La hepatitis C es una enfermedad que la mayoría de las veces no da síntomas, por eso es tan importante realizarse el test por lo menos una vez en la vida. Campañas como esta son oportunidades inmejorables para hacerlo”, dijo Sebastián Ferretti, presidente de la SAHE.

“Si el testeo -que es rápido e indoloro– da negativo, la persona sigue con su vida. En cambio, si da positivo y luego se confirma el diagnóstico, los profesionales de la salud la acompañaremos para que pueda curarse y evitar complicaciones potencialmente severas a futuro”, afirmó.

Fuera de la campaña, los testeos para detectar hepatitis virales pueden realizarse durante todo el año en forma gratuita en hospitales públicos o centros de salud del país. Acá pueden consultarse los 117 Centros de Diagnóstico y Tratamiento de Hepatitis distribuidos a nivel nacional.

A continuación, las diferencias entre las hepatitis virales más comunes A, B y C, cómo se transmiten, síntomas, tratamiento y prevención, según la información de la Coordinación de Hepatitis Virales del Ministerio de Salud.

El testeo puede realizarse en forma gratuita en hospitales y centros de salud del país. Foto Archivo.El testeo puede realizarse en forma gratuita en hospitales y centros de salud del país. Foto Archivo.

Hepatitis A

¿Cómo se transmite la hepatitis A?

La hepatitis A se transmite por por vía fecal-oral, a través de agua y alimentos contaminados con el virus y por vía sexual, por sexo anal con penetración o sexo anal-oral (contacto boca-ano).

¿Cuáles son los síntomas de la hepatitis A?

  • Aparición repentina de náuseas, vómitos y falta de apetito.
  • Fiebre, malestar general y dolor abdominal y articular.
  • En los primeros días la orina puede tornarse oscura y las heces pálidas.
  • En las siguientes semanas puede presentarse color amarillo de la piel y mucosas (ictericia).
  • El período de incubación (tiempo entre el contagio y la aparición de los síntomas) es de 28 a 30 días.
  • En los niños menores de 7 años, la hepatitis A no provoca síntomas en un 70 a 80% de los casos.
  • En las personas adultas, el 25% de los casos no presenta síntomas.

¿Cómo se trata la hepatitis A?

No hay un tratamiento específico para la hepatitis A. Se suele indicar reposo y no realizar actividades físicas en el transcurso de la infección. Es importante evitar el consumo de alcohol y medicamentos que puedan ser tóxicos para el hígado. Las formas graves de hepatitis pueden desencadenar fallas hepáticas fulminantes y requerir internación.

Qué hacer ante el diagnóstico de hepatitis A

Durante las dos semanas siguientes al inicio de los síntomas, es importante seguir estas recomendaciones:

  • Desinfectar el baño con agua y lavandina después de cada uso.
  • Lavar bien las manos, en especial después de usar el baño y antes de comer.
  • No preparar ni manipular alimentos para otras personas.
  • Lavar la ropa, elementos de uso personal y utensilios para comer, por separado del resto de la familia o convivientes.
  • Evitar mantener relaciones sexuales que impliquen contacto oral o manual con secreciones anales (sexo anal, oral-anal, manual-anal).
  • Utilizar preservativo y/o campo de látex en todas las relaciones sexuales.

¿Cómo se previene la hepatitis A?

Con la aplicación de una vacuna gratuita incluida en el Calendario Nacional de Vacunación. Se aplica una única dosis al año de vida. Está también recomendada en grupos que se encuentran en mayor riesgo, con orden médica.

Además de la vacuna, una forma efectiva de prevenir la hepatitis A es implementar medidas de higiene, como lavarse las manos después de ir al baño o cambiar pañales y antes de preparar o ingerir alimentos.

Se recomienda el consumo de agua potable y medidas de saneamiento ambiental, como la correcta eliminación de la materia fecal. Si no hay seguridad de que el agua es potable, se debe hervir o potabilizar con dos gotas de lavandina por cada litro de agua.

Hepatitis B

¿Cómo se transmite la hepatitis B?

Se transmite principalmente por contacto directo con fluidos corporales como semen, secreciones vaginales o sangre, infectados con el virus de hepatitis B.

Son vías de transmisión frecuente: las relaciones sexuales sin preservativo; compartir agujas, jeringas, canutos o elementos cortopunzantes con personas infectadas, hacerse un tatuaje o piercing con material no descartable o debidamente esterilizado.

No se transmite por saliva, sudor, lágrimas ni por leche materna.

Las personas embarazadas con hepatitis B pueden transmitir el virus durante la gestación. Por eso es fundamental el control de salud durante el embarazo y la vacunación del niño o niña al momento del nacimiento.

El período de incubación (tiempo entre el contagio y la aparición de los síntomas) es de 45 a 180 días.

¿Cuáles son los síntomas de la hepatitis B?

Los síntomas de la hepatitis B crónica pueden tardar hasta 30 años en aparecer, y el daño al hígado puede ocurrir de manera silenciosa durante este tiempo.

La mayoría de los adultos que presentan síntomas los manifiestan en un plazo de 3 a 6 meses después de la exposición.

Algunas personas tienen síntomas parecidos a los de la gripe (fatiga y cansancio), también pueden presentar una coloración amarilla en la piel y mucosas (ictericia), náuseas o vómitos, orina de color oscuro, fiebre y escalofríos. No obstante, muchas personas que contraen hepatitis B no presentan ningún síntoma.

En menor medida (entre el 5 y el 10% de los casos) puede evolucionar hacia una forma de hepatitis crónica, que por lo general es asintomática. Estas personas tienen un mayor riesgo de desarrollar cirrosis hepática y cáncer de hígado.

¿Cómo se previene la hepatitis B?

Vacunarse es la manera más segura y efectiva de reducir el riesgo de infección por hepatitis B. La vacuna protege contra la infección en más del 90% de los casos. Son 3 dosis, que en Argentina se aplican en forma gratuita y sin orden médica.

Otras medidas de prevención importantes son evitar el contacto con sangre, evitar compartir agujas, canutos u objetos de higiene personal (como máquinas de afeitar o cepillos de dientes), usar material descartable si se realizan perforaciones en la piel (tatuajes o piercings), utilizar guantes de látex cuando exista contacto con sangre, usar preservativo en todas las relaciones sexuales.

¿Cómo se trata la hepatitis B?

Se recomienda guardar reposo y no realizar actividades físicas durante el transcurso de la infección por Hepatitis B.

Es importante evitar el consumo de alcohol y medicamentos que puedan ser tóxicos para el hígado.

Las formas graves de hepatitis pueden desencadenar fallas hepáticas fulminantes y requerir internación.

Existen tratamientos altamente efectivos para las personas con Hepatitis B crónica. El tratamiento debe ser administrado y controlado por personal médico especializado.

El uso de pruebas rápidas facilita la detección. Foto Archivo.El uso de pruebas rápidas facilita la detección. Foto Archivo.

Hepatitis C

¿Cómo se transmite la hepatitis C?

La hepatitis C se transmite por contacto directo con sangre infectada al compartir agujas, jeringas o elementos cortopunzantes con personas infectadas o al tener relaciones sexuales sin preservativo u otro método de barrera.

Las personas que recibieron transfusiones antes del año 1994 también pudieron haber estado expuestas al virus, ya que se desconocía en ese momento.

También existe la transmisión durante el embarazo, aunque es una vía poco frecuente.

¿Cuáles son los síntomas de la hepatitis C?

En una infección aguda, los síntomas pueden aparecer de 2 semanas a 6 meses después de haber tenido contacto con el virus.

La mayoría de las personas infectadas con VHC no tiene síntomas. Los síntomas de la hepatitis C crónica pueden tardar hasta 30 años en manifestarse, y el daño al hígado suele ser silencioso durante este tiempo.

Fatiga, náuseas o vómitos, fiebre y escalofríos, ictericia, problemas de coagulación, orina oscura, vómitos de sangre o materia fecal negra (sangrado digestivo) y distensión abdominal con líquido dentro del abdomen (ascitis), son signos con los que puede manifestarse.

¿Cómo se trata la hepatitis C?

La hepatitis C se puede curar. En los últimos años aparecieron nuevos medicamentos antivirales que permiten tratamientos cortos (8 o 12 semanas).

El tratamiento de la hepatitis C es universal, seguro y efectivo en el 95% de los casos.

¿Cómo se previene la hepatitis C?

Al momento no se dispone de una vacuna para prevenir la infección por Hepatitis C.

Se debe evitar el contacto directo con la sangre de otras personas, no compartir cepillos de dientes ni otros artículos personales, usar protección en las relaciones sexuales y elementos descartables ante cualquier procedimiento médico invasivo y/o estético.

Salud

Un cardiólogo que estudia a los “superancianos” identifica el único hábito que garantiza vivir muchos años y con buena salud: “Es lo único que reduce nuestro reloj biológico”

Publicado

on

Por

Tras analizar los factores que comparten los “superancianos”, el reconocido cardiólogo Eric Topol concluye que la longevidad depende, sobre todo, de una costumbre cotidiana

El doctor Eric Topolcardiólogo y genetista estadounidense, lleva décadas investigando los secretos de la longevidad. Su reciente libro, Super Agers: An Evidence-based Approach to Longevity (Superancianos: una aproximación a la longevidad basada en pruebas), recopila los resultados de años de análisis sobre personas que superan los 80 años manteniendo la salud y la vitalidad. La publicación aún no ha salido en español, pero ya ha generado debate en foros especializados y en medios de comunicación de todo el mundo.

Pocas son las personas que consiguen cruzar la barrera de los 90 manteniéndose activos y en buena forma. Lejos de secretos inalcanzables o fórmulas mágicas, Topol defiende que la clave se encuentra “más cerca de lo que creemos” y apuesta por rutinas sencillas. En su recorrido profesional – es reconocido como uno de los diez principales expertos mundiales en longevidad -, el médico afirma que pequeños cambios diarios pueden prevenir enfermedades que encabezan la mortalidad global: cáncer, cardiopatías y trastornos neurodegenerativos.

El deporte es “lo único que sabemos que reduce nuestro reloj biológico” (Imagen Ilustrativa Infobae)

El deporte es “lo único que sabemos que reduce nuestro reloj biológico”

“Sabemos que estas enfermedades tardan al menos 20 años en desarrollarse, así que estamos en condiciones de prevenirlas, sobre todo en personas con mayor riesgo”, afirma. “Tenemos una oportunidad de evitar esas patologías que surgen con la edad”. Para el especialista, modificar ciertos hábitos no supone un esfuerzo desmedido: “No se trata de pastillas ni de trucos mágicos. Podemos trabajar con lo que ya está en nuestras manos”.

El ejercicio – según Topol – destaca por encima del resto de recomendaciones. Basta con observar cómo se estructura la rutina diaria y plantear cambios sencillos en movimiento, dieta y ocio para encarrilar la salud a largo plazo. El cardiólogo recomienda especialmente aquellas actividades dirigidas a trabajar la musculatura en resistencia y los ejercicios de fuerza de prensión (la capacidad que tiene una persona para apretar o suspender objetos en el aire con las manos), dos prácticas que han mostrado una eficacia notable frente al deterioro físico vinculado al paso de los años.

“Resulta que el ejercicio es lo único que sabemos que reduce nuestro reloj biológico. El espacio entre tu verdadera edad y la edad biológica puede ampliarse”, destaca Topol. La recomendación estándar es realizar 30 minutos de ejercicio, cinco días a la semana, aunque el propio cardiólogo reconoce que incluso con dos sesiones semanales ya se obtienen beneficios. “No es sobre volverte más fuerte, es también sobre mejorar tu equilibrio”, insiste. “Nada de lo que podamos hablar supera al ejercicio si hablamos de reducir nuestro proceso de envejecimiento. No lo sabríamos si no hubiese toda esa ciencia detrás”.

Topol subraya que el ejercicio se ha revelado como el hábito más eficaz para mejorar la salud y prolongar la vida. Para quienes buscan una clave en la longevidad de los llamados “superancianos”, el mensaje queda claro: moverse no solo alarga los años, sino que también los llena de salud y vitalidad.

Seguir leyendo

Salud

Qué es el síndrome del “hombro congelado”, la dolencia que afecta principalmente a las mujeres mayores de 40

Publicado

on

Por

Durante la mediana edad, esta condición asociada a cambios hormonales interfiere con rutinas básicas y deteriora el bienestar general, advierten desde National Geographic. Cuáles son los síntomas y por qué es esencial el diagnóstico oportuno

Alcanzar el estante de la cocina, atarse el pelo o solo levantar los brazos pueden ser acciones que, aunque simples, se vuelven un desafío inesperado para muchas mujeres en la mediana edad, especialmente después de los 40 años.

Actualmente, esta condición ganó relevancia debido a su impacto prolongado y a la necesidad de repensar su diagnóstico y tratamiento desde una perspectiva informada y equitativa. Es que el dolor persistente y la rigidez en el hombro afectan de manera desproporcionada a mujeres de mediana edad, con una alta prevalencia e impacto en la calidad de vida.

La capsulitis adhesiva limita elLa capsulitis adhesiva limita el movimiento del hombro y puede prolongarse entre uno y tres años, afectando la calidad de vida (Créditos: Freepik)

El hombro congelado se caracteriza por una restricción progresiva y dolorosa del movimiento en la articulación, tanto en acciones activas como pasivas.

  • Congelación: dolor y rigidez aumentan de forma progresiva.
  • Congelada: disminuye el dolor, pero persiste la rigidez, lo que dificulta las actividades cotidianas.
  • Descongelación: el rango de movimiento mejora de manera gradual.

Este proceso puede extenderse entre uno y tres años. En algunos casos, la recuperación total no se alcanza.

Vale destacar que, en la fase inicial, el dolor suele ser intenso por la noche y la movilidad del hombro se reduce. En la etapa intermedia, la rigidez se acentúa y puede producirse atrofia muscular. Finalmente, durante la recuperación, disminuye el dolor y mejora la movilidad, aunque no siempre se restablece por completo.

Desde Mayo Clinic advierten que, aunque en la mayoría de los casos se resuelven con el tiempo, la afección puede resultar incapacitante durante su evolución.

Cuáles son los factores de riesgo

Tres fases del hombro congelado:Tres fases del hombro congelado: dolor inicial, rigidez persistente y recuperación parcial del movimiento (Créditos: Freepik)

Diversos reportes indican que entre el 2% y el 5% de la población desarrolla capsulitis adhesiva. Su frecuencia aumenta significativamente en mujeres de entre 40 y 60 años, especialmente en la transición menopáusica, profundiza National Geographic.

El mismo medio señala que cerca del 75% de los casos se presentan en mujeres, y más del 70% de quienes atraviesan la menopausia padecen síntomas musculoesqueléticos. Es más, una de cada cuatro desarrolla alguna forma de discapacidad funcional.

Aunque sus causas exactas no están completamente establecidas, se estima que el hombro congelado se origina por un proceso inflamatorio que provoca el engrosamiento y la contracción de la cápsula articular. Sobre este punto, el estudio de Climacteric vincula este mecanismo con la disminución de estrógenos durante la menopausia, lo que contribuye a la aparición de síntomas musculoesqueléticos como el dolor articular y la rigidez.

En cuanto a los factores de riesgoMayo Clinic identifica a los antecedentes de diabetes, trastornos tiroideos, enfermedades neurológicas o cardiovasculares, así como la inmovilización prolongada del hombro.

Vale destacar que la afección presenta mayor prevalencia entre personas de origen asiático, donde se la conoce como “hombro de los cincuenta años”, según relata National Geographic.

Los ejercicios de amplitud deLos ejercicios de amplitud de movimiento, acompañados de un compromiso sostenido con la rehabilitación, son fundamentales para la recuperación (Créditos: Freepik)

Por otro lado, un estudio publicado en Climacteric propuso el término “síndrome musculoesquelético de la menopausia” para describir síntomas asociados al descenso de estrógenos, como capsulitis adhesiva, artralgia y pérdida de masa muscular.

Al tiempo que una investigación publicada en Journal of Clinical Medicine documentó la alta frecuencia de dolor de hombro en mujeres menopáusicas y las barreras diagnósticas que enfrentan.

Contexto histórico y falta de investigación

Durante décadas, el hombro congelado fue una enfermedad poco comprendida y subestimada por la comunidad médica. National Geographic destaca que hasta hace poco existían escasos estudios sobre sus causas y tratamientos, en parte por un sesgo de género en la investigación.

La cirujana ortopédica Jocelyn Wittstein, citada por el medio, afirmó que “el solo hecho de ser mujer es un factor de riesgo para el hombro congelado” y señaló que la mayoría de los cirujanos ortopédicos no experimentan la menopausia, lo que contribuye a la falta de urgencia en el abordaje de esta afección.

Las radiografías permiten descartar patologíasLas radiografías permiten descartar patologías como artritis o lesiones óseas (Créditos: Freepik)

En 2024, Wittstein y su equipo introdujeron el concepto de síndrome musculoesquelético de la menopausia, para describir síntomas como dolor articular, pérdida de masa muscular, disminución de densidad ósea y progresión de la osteoartritis. La revista Climacteric, en ese tono, subrayó la relevancia de esta terminología para aumentar la conciencia médica y social sobre los efectos musculoesqueléticos del climaterio.

Diagnóstico: criterios y relevancia de la detección temprana

Durante años, el hombro congelado fue poco atendido en la práctica clínica. National Geographic vincula esta omisión con un sesgo de género. En ese marco, Jocelyn Wittstein insistió en que el factor de riesgo de ser mujer fue históricamente desestimado y atribuyó esa omisión al desconocimiento clínico de la experiencia menopáusica.

Estas afirmaciones sobre el síndrome musculoesquelético en la menopausia adquirieron respaldo desde la revista Climacteric, ya que se documentó la frecuencia y el impacto de estos síntomas en mujeres en transición hormonal.

El estudio en Journal of Clinical Medicine reforzó esta perspectiva al mostrar la elevada prevalencia de dolor de hombro y la falta de estrategias diagnósticas eficaces, lo que prolonga el sufrimiento y retrasa el tratamiento adecuado.

La detección temprana del hombroLa detección temprana del hombro congelado mejora el pronóstico con tratamientos como fisioterapia e hidrodilatación (Créditos: Freepik)

Lo cierto es que el diagnóstico del hombro congelado es clínico. Se basa en la historia de dolor y rigidez progresiva, y en la limitación del rango de movimiento activo y pasivo. La Cleveland Clinic explica que el examen físico incluye la evaluación comparativa con el otro hombro.

Las radiografías permiten descartar patologías como artritis o lesiones óseas, y técnicas como la resonancia magnética o la ecografía ayudan a confirmar el diagnóstico.

Su identificación oportuna es clave. Intervenir en las primeras fases mejora el pronóstico y acorta la duración de los síntomas. Sobre este punto, y a modo de ejemplo, el estudio publicado en Journal of Ultrasound demostró que la hidrodilatación guiada por ecografía, combinada con fisioterapia, resulta más eficaz si se aplica antes de alcanzar la rigidez completa.

Tratamientos actuales y evidencia disponible

El tratamiento del hombro congelado evolucionó, aunque aún no hay un protocolo unificado. Las estrategias incluyen fisioterapiaanalgésicosantiinflamatorios no esteroideos, corticoides (orales o inyectables), hidrodilatación y, en casos refractarios (resistes a los tratamientos tradicionales), cirugía.

La fisioterapia es el pilar del abordaje conservador. Mayo Clinic y Cleveland Clinic coinciden en que los ejercicios de amplitud de movimiento, acompañados de un compromiso sostenido con la rehabilitación, son fundamentales para la recuperación.

Las infiltraciones con corticoides alivian los síntomas en las etapas iniciales, aunque su efecto es transitorio. La hidrodilatación —inyección intraarticular de solución salina y corticoides guiada por ecografía— mostró buenos resultados, especialmente al combinarse con fisioterapia personalizada.

La investigación clínica reciente priorizaLa investigación clínica reciente prioriza un abordaje integral y temprano del síndrome musculoesquelético en mujeres menopáusicas (Créditos: Freepik)

El trabajo publicado en Climacteric cita estudios clínicos que muestran que estos tratamientos logran buenos resultados si se inician a tiempo, reduciendo la necesidad de intervenciones más invasivas.

Respecto a la terapia hormonal, National Geographic y la revista Climacteric señalaron que la terapia de reemplazo hormonal (TRH) podría prevenir o aliviar los síntomas musculoesqueléticos, incluido el hombro congelado.

La Dra. Kathleen Jordan, directora médica de Midi Health, afirmó a National Geographic que la TRH es una de las intervenciones más eficaces para el dolor articular vinculado al hipoestrogenismo, aunque debe evaluarse caso por caso.

Las opciones quirúrgicas quedan reservadas, entonces, a cuadros en los que el tratamiento conservador falla. El estudio de Journal of Clinical Medicine advirtió que muchas mujeres menopáusicas no acceden de forma temprana a tratamientos adecuados debido a la subestimación de su dolor, lo que retrasa intervenciones efectivas.

La terapia hormonal y laLa terapia hormonal y la fisioterapia personalizada son clave para aliviar los síntomas del hombro congelado y mejorar la movilidad (Créditos: Freepik)

El reconocimiento del hombro congelado como parte del síndrome musculoesquelético amplió la investigación clínica y mejoró el enfoque terapéutico. National Geographic destacó, en ese sentido, que una nueva generación de especialistas en salud femenina favoreció el acceso a tratamientos basados en evidencia.

En paralelo, Climacteric resaltó el rol de intervenciones complementarias como el ejercicio de resistencia y la suplementación con vitamina Dmagnesio y vitamina K2 para preservar la masa ósea y muscular en mujeres posmenopáusicas. La hidrodilatación guiada y la fisioterapia personalizada continúan como intervenciones de primera línea, sobre todo si se aplican en fases tempranas.

Seguir leyendo

Salud

Andar en bicicleta o caminar, ¿qué es mejor para la salud cardiovascular?

Publicado

on

Por

Ambas prácticas tienen múltiples beneficios para el organismo. En el Día Mundial de la Bicicleta, un repaso por sus efectos en la prevención de enfermedades cardíacas, control metabólico y fortalecimiento muscular

Cada 3 de junio se conmemora el Día Mundial de la Bicicleta, una iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que busca fomentar su uso por sus múltiples beneficios sociales, ambientales y de salud.

En 2025, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un análisis al respecto de su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien apuntó: “Caminar y andar en bicicleta mejora la salud y hace que las ciudades sean más sostenibles. Cada paso que damos y cada paseo ayudan a reducir la congestión, la contaminación atmosférica y las enfermedades. No obstante, debemos hacer que los desplazamientos a pie y en bicicleta sean seguros, para que más personas opten por estas opciones más saludables y ecológicas”.

Caminar y andar en biciCaminar y andar en bici son dos actividades saludables y amigables con el medioambiente (Imagen Ilustrativa Infobae)

Caminar o andar en bici: sus beneficios para la salud cardiovascular

Tras analizar a 82.297 personas durante 18 años, el trabajo concluyó que “en comparación con los desplazamientos no activos, el uso de la bicicleta se asoció con un menor riesgo de mortalidad por todas las causas, un riesgo un 24% menor de hospitalización por enfermedades cardiovasculares, prescripción de medicación cardiovascular y prescripción por problemas de salud mental”. En cuanto a la caminata, el mismo estudio señaló que las personas “que caminaban al trabajo tenían un riesgo 10% menor de hospitalización por enfermedad cardiovascular y de recibir medicación para tratarla”.

Sin embargo, el trabajo también advirtió sobre un riesgo mayor de lesiones entre ciclistas: “Quienes se desplazaban en bicicleta tenían casi el doble de riesgo de hospitalización por colisiones de tráfico en comparación con los no activos, aunque este fue un evento relativamente infrecuente (83 hospitalizaciones en 18 años)”. Estos eventos reflejan la necesidad de infraestructuras seguras para garantizar los beneficios del ciclismo sin aumentar riesgos viales.

El ciclismo estimula los músculosEl ciclismo estimula los músculos de las piernas, activando especialmente glúteos, muslos y pantorrillas (Imagen Ilustrativa Infobae)

En 2022, la OMS publicó un informe en el que apuntó: “Andar en bicicleta y caminar puede ayudar a combatir el sobrepeso y reducir la inactividad física. Los desplazamientos activos se asocian con una disminución de aproximadamente el 10% del riesgo de enfermedad cardiovascular y una disminución del 30% del riesgo de diabetes tipo 2″.

Fortalecimiento muscular, según la intensidad que se busca

Tanto caminar como andar en bicicleta activan los músculos de las piernas. Según una revisión de Public Health England, “el ciclismo se asocia con mejoras en la composición corporal” y permite reducir el porcentaje de grasa corporal cuando se lo realiza con frecuencia.

El mismo informe destacó que andar en bicicleta “beneficia la capacidad cardiorrespiratoria en adultos”, lo que implica también un refuerzo de la musculatura involucrada en la resistencia aeróbica. Por su parte, caminar actúa sobre músculos estabilizadores, fortalece los tobillos y las caderas, y mejora el equilibrio, especialmente en personas mayores o con movilidad reducida. Además, se asocia con mejoras en la salud musculoesquelética de mujeres posmenopáusicas y personas con dolor lumbar crónico, según precisó el análisis.

Si bien el ciclismo podría promover un fortalecimiento más marcado debido a la carga mecánica del pedaleo, caminar también ofrece beneficios relevantes, particularmente en términos de mantenimiento de la masa muscular con bajo impacto en las articulaciones, de acuerdo a los expertos.

Bajar de peso: ambas son buenas alternativas

Ambas actividades son aliadas eficaces en estrategias de control del peso. La OMS ha indicado que caminar “durante 30 minutos o andar en bicicleta durante 20 minutos la mayoría de los días reduce el riesgo de mortalidad en al menos un 10%”.

La OMS señala que caminarLa OMS señala que caminar 30 minutos o andar en bicicleta 20 reduce al menos un 10 por ciento el riesgo de mortalidad general (Imagen Ilustrativa Infobae)

En el informe de Public Health England detallaron que caminar con regularidad genera descensos en el índice de masa corporal, el perímetro de cintura y el peso, particularmente en personas inactivas o con sobrepeso. El ciclismo, por su parte, está significativamente asociado con una menor grasa corporal en estudios de cohorte y ensayos clínicos, lo que lo posiciona como una herramienta útil para reducir el exceso de peso.

Seguir leyendo

Mas Leidas

© 2022 FM Integracion 90.1. Todos los Derechos Reservados. | Desarrollado por Conexión Streaming

FM Integracion 90.1