El defensor de Boca, que no juega desde octubre, viajó a Estados Unidos para someterse a una serie de estudios y buscarle una solución a sus problemas físicos.

Marcos Rojo quiere jugar. Cansado de las lesiones y de estar alejado de las canchas, el zaguero central de Boca tomó la decisión de viajar a Estados Unidos, con permiso del club, para consultar a especialistas en musculatura que ayuden a encontrar una solución a sus constantes y sucesivos desgarros.

Rojo recibió un permiso del cuerpo técnico que encabeza Jorge Almirón y del vicepresidente de Boca y responsable del fútbol profesional, Juan Román Riquelme, y partió anoche rumbo a Miami junto a su familia para consultar a un especialista en musculatura y determinar el motivo de las reiteradas lesiones.

La licencia le servirá al ex jugador del seleccionado argentino para descansar junto a su familia, ya que se instalará unos días en Miami junto a su esposa y sus hijos.

Rojo ya se preparaba para volver cuando apareció el nuevo desgarro. Foto: Twitter Boca.

Rojo, de 33 años, se recupera de un desgarro grado uno sufrido en el sóleo de la pierna izquierda que le impidió jugar ante Sarmiento el domingo pasado y que lo mantendrá inactivo las próximas semanas.

El último partido que jugó el zaguero, ex Estudiantes y Manchester United de Inglaterra, fue el 31 de mayo cuando sumó 45 minutos en reserva frente a Arsenal, en el predio de Ezeiza.

Desde su llegada a Boca, Marcos Rojo ha sumado siete desgarros y tuvo que ser operado en octubre pasado del ligamento cruzados anterior de la rodilla derecha.

Este viaje de Rojo también se produce cuando aún no renovó su contrato. Desde el 30 de junio, el zaguero puede negociar su futuro como agente libre con otros clubes ya que su unión contractual con Boca culmina en diciembre próximo.

Las lesiones de Rojo en el último año en Boca

El momento de la lesión en la rodilla derecha, en octubre, en el triunfo 1-0 sobre Sarmiento, en Junín. (Marcelo Carroll)

El zaguero, alejado de las canchas desde octubre pasado tras romperse los ligamentos de la rodilla en un partido contra Sarmiento en Junín, terminó su recuperación y a principios de junio ya palpitaba su vuelta después de algunos minutos en Reserva pero sufrió un desgarro en la previa del partido contra Colo-Colo en la Bombonera.

El pasado viernes, Rojo tuvo que someterse a nuevos estudios por una molestia y el parte médico oficial reveló que tiene “una lesión muscular grado I en el gemelo de la pierna izquierda” que estiraría ese tiempo fuera del fútbol por al menos tres semanas más.

La grave lesión en la rodilla en octubre era la sexta del defensor desde su llegada a Boca. Anteriormente, en la temporada 20/21, había sufrido un desgarro muscular que lo mantuvo de baja 24 días (6 partidos) y un mes más tarde de regresar a la actividad normal volvió a resentirse de esa lesión, lo que obligó a una ausencia mayor: 37 días (3 partidos).

Otro problema muscular, esta vez en la parte del muslo, hizo que estuviera en recuperación durante 20 días. Y la temporada pasada, además de la lesión en la rodilla derecha, ya había tenido otras dos: desgarro y problemas en la pantorrilla que lo dejaron afuera por 10 partidos.