Se llama Diego Moreno y es el jefe de seguridad del plantel. En el Superclásico, estuvo en los incidentes del final y la fecha pasada hizo apagar una cámara de TV.
El desenlace del superclásico en el Monumental fue un papelón. Más allá de las suspicacias que generó el penal que Darío Herrera le cobró a River por la falta -muy discutida- de Agustín Sández sobre Pablo Solari, el cruce entre los jugadores en un momento caliente y definitorio del encuentro terminó de opacar una tarde que se iba con un clásico para el olvido. Agustín Palavecino les gritó el gol en la cara a los jugadores de Boca que reaccionaron y todo se desvirtuó. Incluso la “pelea” entre los futbolistas con el ingreso al campo de juego de la seguridad privada y de un personaje particular que había tomado relevancia días atrás en el empate de River en Tucumán: Diego Moreno.
La pregunta es inmediata: ¿Quién es Diego Moreno? El hombre, gigante y macizo como una montaña, se metió en la cancha en plena batahola y le hizo un tackle a Luis Vázquez, el delantero de Boca que ya había sido reemplazado -en ese momento había realizado un provocador gesto a los hinchas locales- y estaba desencajado por la cargada de un rival.
Moreno lo atrapó en plena carrera sobre el césped del Monumental, mientras a su lado estaba Martín Demichelis, el entrenador de River, que también intentaba detener al joven atacante catamarqueño. En medio del tumulto -algo bastante común en el fútbol argentino- había entre 10 y 12 personas con chalecos naranjas de la empresa de seguridad privada Tech, que River y varios clubes de Primera contratan para los partidos. Una escena poco habitual: en general, los jugadores se empujan, se insultan y se calman entre ellos. Y pocas veces -casi nunca- termina a las trompadas, al menos en las últimas décadas, desde que las cámaras (las de la transmisión oficial o las de cualquier teléfono) capturan cada detalle. Con el VAR los jugadores saben que una agresión a un rival puede costarles demasiado caro.
Apenas se lo ve a Diego Moreno La Roca, pero es quien están frenando a Vázquez. EFE/Juan Ignacio Roncoroni
Entonces, ¿por qué tanta gente intervino en el Monumental? Una semana atrás, en la Bombonera, cuando Gonzalo Piovi le tiró una patada desde atrás al propio Vázquez y el partido “se picó”, nadie ajeno al encuentro intervino en el campo de juego. Otro ejemplo: este lunes Sarmiento venció a Central Córdoba por 1-0 en Santiago del Estero y cerca del final del partido Gonzalo Bettini sufrió una lesión. Mientras lo sacaban en camilla desde la tribuna voló un botellazo y miembros del cuerpo médico local fueron a increpar a los visitantes. Otra vez “se pudrió”, hubo empujones y forcejeos, y después todo se calmó. No intervino la policía ni la seguridad del club ni nadie más que los implicados en el partido.
Otro interrogante que surge, al cabo, es: ¿era necesaria la intervención de la seguridad privada en el Monumental? ¿O generó más violencia, más crispación? ¿es River el único club que permite que sus guardias de seguridad ingresen al campo de juego? Otra vez aparece la figura de Diego Moreno.
Moreno, apodado La Roca por su parecido físico con el actor estadounidense Dwayne Johnson, está a cargo de la “seguridad” del plantel de River. Tiene un vínculo muy estrecho con los jugadores. Tanto es así, que fue el encargado de “repartir” a los hijos e hijas de los futbolistas después del festejo en el vestuario a las madres (parejas de los jugadores) que esperaban en el anillo del Monumental.
En los medios se repite que es de Coronel Pringles, que tiene entre 30 y 40 años y es fanático del gimnasio. Que ahí pasa la mayor parte de su tiempo, en el gimnasio de River, moldeando su cuerpo y sacando todavía más músculos -si es que la anatomía se lo permite-. También se sabe que es fanático de River y que cuando era más joven seguía los partidos desde la popular. Aunque desde el club se encargan de aclarar que “no es barra”, sin dar más datos.
¿Qué paso, Muñe? Marcelo Gallardo llegó a toda velocidad en su bicicleta ¡y casi se termina cayendo! Imperdible momento en la pretemporada de River en Punta del Este. pic.twitter.com/JNO041m7uK
La Roca trabajó como patovica en boliches y llegó a River a través de la empresa Tech. Cuando en 2014 el plantel del Millonario se quedó sin su principal guardia de seguridad, fue el propio Marcelo Gallardo el que dio el visto bueno para que Moreno se convirtiera en el nuevo guardaespaldas. Desde ese momento, su figura creció en la intimidad del plantel. Y también en los medios: cada vez que River juega en el exterior, su parecido con The Rock, el actor de Jumanji, llama la atención y hasta apareció en un diario de Al Ain, en Emiratos Árabes Unidos, en 2018, cuando River fue a disputar el Mundial de Clubes.
Para Jorge Brito, el presidente de River, la labor de su empleado fue ejemplar: “Conozco a La Roca (por Moreno), es muy buena persona. Se comió muchas trompadas cuando intentó separar. Le agradezco, hizo muy bien su trabajo”, analizó tras el Superclásico. Lo que no quedó claro es si su intervención era o no necesaria. Si la invasión de los guardias de chaleco naranja era necesaria.
La Roca Moreno junto a su pareja. (Facebook)
Sin embargo, no es la primera vez que La Roca aparece como protagonista en un partido de River. El sábado 29, en Tucumán, donde River visitó a Atlético por la fecha 14, Diego Moreno ganó notoriedad. El local ganaba 1-0 y los de Martín Demichelis se fueron al vestuario en desventaja. Sin embargo, en el campo de juego se quedaron Javier Pinola y Germán Lux reclamándole al árbitro del partido, Fernando Rapallini.
El juez se fue al túnel y los colaboradores de Demichelis lo siguieron para pedirle más explicaciones. La cámara de TNT Sports, la transmisión oficial de aquél partido, también fue detrás de la escena. En los pasillos del Monumental José Fierro el reclamo de Pinola continuaba, hasta que se percató que estaba siendo filmado y le dio un manotazo a la cámara. Con un gesto, le indicó a La Roca que hiciera su trabajo y el hombre a cargo de la seguridad del plantel de River increpó al camarógrafo para que dejara de tomar imágenes. ¿Qué era lo que no se podía mostrar? Lo del Superclásico fue diferente, pero ¿tiene potestad el encargado de la seguridad del equipo local para ingresar al campo de juego durante el partido? ¿No lo podían resolver los jugadores de ambos equipos como suele suceder?
En tanto, este domingo, cuando terminó el partido, la Policía de la Ciudad les labró un acta a Marcos Rojo, Luis Vázquez y Agustín Palavecino. La de Rojo es por “encontrarse en un lugar sin autorización” ya que no formaba parte de la delegación visitante al encontrarse lesionado. Las de los otros dos futbolistas es por “incitación al desorden”. La causa estará a cargo de la fiscal Celsa Ramírez, muy recordada en Boca por ser quien en 2021 pidió la clausura de la Bombonera por “exceso de concurrencia y omisión de recaudos”, y en 2022 impulsó una denuncia por “mal funcionamiento de los molinetes del estadio” que terminó con una multa de $2.000.000 para el Xeneize. Este año, Ramírez clausuró la tercera bandeja de la tribuna de la Bombonera que da al Riachuelo luego de la viralización de videos sobre los movimientos en las grietas de la estructura. “Ojalá la señora nos habilite”, había pedido Juan Román Riquelme, vice de Boca, para recuperar ese aforo.
El Merengue finalmente se quedó con la joya argentina que buscaban los principales clubes de Europa
La novela finalmente terminó. Una promesa de River Plate, que rompe récords y llama la atención de todo el continente, se marcha al Real Madrid, el club que ha transformado la exportación de talento joven en una política de Estado. Franco Mastantuono, a los 17 años, rubricó con su presente un destino reservado solo para unos pocos elegidos.
“El 11 de junio de 2025, Franco Mastantuono ejecutó su cláusula de rescisión, en conjunto con el Real Madrid, finalizando de forma anticipada su contrato con River Plate. El jugador se incorporará al club español tras la disputa del Mundial de Clubes FIFA 2025. El monto total de la operación fue de € 63,2 millones, equivalentes a USD 72,6 millones, constituyéndose como la mayor transferencia en la historia del fútbol argentino. River Plate percibirá € 45 millones netos (USD 51,7 millones)“, informó el Millonario en su sitio oficial.
En su anuncio, el conjunto de Núñez también aclara que el resto del dinero se dividió de la siguiente manera: € 11,8 millones (USD 13,6 millones) al fisco español, € 1,4 millones (USD 1,6 millones) a Futbolistas Agremiados, € 0,9 millones (USD 1 millón) a Fondos Estructurales AFA, € 3,6 millones (USD 4,1 millones) por el Decreto 510/2023 y € 0,5 millones (USD 0,6 millones) por otras tasas.
“Gracias, Franco, por tu entrega y talento. Un orgullo verte crecer en el Club. Te deseamos lo mejor en esta nueva etapa que viene post Mundial de Clubes“, añadió el club.
La Casa Blanca, por su parte, no profundizó en cuanto a los números de la operación a la hora de anunciar la contratación de la joven joya argentina. “El Real Madrid C. F. comunica que Franco Mastantuono será jugador de nuestro club durante las próximas seis temporadas, desde el 14 de agosto de 2025 hasta el 30 de junio de 2031. Mastantuono se formó en la cantera de River Plate entre 2019 y 2024, y ha formado parte del primer equipo en la pasada temporada 2024-2025. En febrero de 2024, se convirtió en el goleador más joven en la historia de River Plate, equipo con el que ha ganado una Supercopa de Argentina. A sus 17 años, también es el jugador más joven en jugar un partido oficial con la selección de Argentina en toda su historia”, informó.
En el desenlace de su traspaso, otro nombre merece un apartado: Juni Calafat. Para comprender la dimensión de este pase, hay que entender la relevancia que el directivo español tiene en la estructura del Real Madrid. Calafat, de 52 años, Chief Scout y Director de Fútbol Internacional, fue el protagonista silencioso detrás de los fichajes de Vinicius Jr., Rodrygo, Fede Valverde, Militao, Camavinga, Bellingham y Arda Güler, entre otros. Su metodología no reside únicamente en el análisis técnico y el seguimiento de videos, sino en el vínculo personal, la empatía con las familias y la capacidad de interpretar el entorno sudamericano mejor que nadie en Europa.
La intervención de Calafat fue determinante en la puja con el PSG. Ante la avanzada del club francés, el Real Madrid aceleró y envió a Buenos Aires a su principal estratega. El español tomó contacto con el entorno íntimo de Mastantuono, ofreció más que un proyecto deportivo, y tejió el mismo lazo de confianza que supo emplear en anteriores operaciones exitosas. Su presencia, además de ser una declaración de intenciones, inclina hacia el club blanco a casi cualquier talento sudamericano codiciado en el continente.
Fuentes de la negociación indican que Juni fue el principal interlocutor en la fase clave de las charlas con el representante Walter Tamer y la familia Mastantuono. Por eso, el joven acordó un contrato hasta 2031 con el Real Madrid, en una de las operaciones más resonantes de la historia reciente millonaria.
LA HISTORIA DE FRANCO MASTANTUONO:
El informe de Franco Mastantuono en España
La historia de Mastantuono es, ante todo, la de un chico que respiró deporte desde la cuna. Nació el 14 de agosto de 2007 en Azul. Cristian, su padre, fue su guía en los primeros pasos futboleros en River de Azul, la escuelita donde empezó a codearse con la pelota a los tres años, mientras en su casa compartía juegos y rutinas con su madre Sofía y sus hermanos Lucila y Valentín.
Lo extraordinario de su formación radica en que su destino parecía bifurcarse entre dos disciplinas: el fútbol y el tenis. Durante varios años, Franco dividió sus energías entre la genética de un mediocampista incisivo y los movimientos técnicos de un tenista entre los mejores Sub 12 del país. Sus entrenadores en el club Azul lo recuerdan como un talento innato, con una capacidad poco común para resolver situaciones complejas. Físicamente ágil, mentalmente predispuesto y con una táctica asombrosa para la edad, Mastantuono parecía destinado al alto rendimiento sin importar el deporte que eligiera. Ocupaba desde muy chico el top 10 de los juveniles de su categoría, venció a varios de los mejores proyectos nacionales y dejó a los técnicos con la sensación de que en la raqueta también había nacido para estar entre los mejores.
Eligió el fútbol finalmente, no porque el tenis lo haya vencido, sino porque su vocación por la pelota y el césped fue más fuerte. River Plate, a través de un trabajo paciente de su captador Daniel Brizuela, convenció a la familia con argumentos deportivos e institucionales sólidos: “Fue una pulseada de dos años con la familia. Él seguía destacándose en el tenis y nos decían que el fútbol era un juego, pero cuando lo vimos supimos que teníamos que traerlo”, rememoró el encargado de llevárselo a Núñez.
Su llegada formal a River fue en 2019, a los 12 años, aunque la seducción de los cazatalentos millonarios había comenzado antes. En su debut, en la última fecha de una liga local y con apenas un par de entrenamientos en el lomo, jugó como si ya llevara años en el club, contribuyó al título del equipo y rápidamente convenció a todos.
Franco Mastantuono brilló desde sus inicios con la camiseta de River Plate
Pocos futbolistas en la historia reciente del fútbol argentino irrumpieron con tanta naturalidad en todas las categorías como Mastantuono. Inicialmente, la zurda exquisita sobresalió en la Séptima y la Octava División, donde no solo fue goleador sino capitán y líder del grupo. Su eventual salto a las Juveniles nacionales llegó rápido: convocado a la Sub 17 y hasta fue llamado por Javier Mascherano a la Sub 20 a los 15 años.
Ya en el club de Núñez, técnicos como Martín Pellegrino y Pablo Fernández coincidieron en cuestiones clave: Franco reúne atributos técnicos superlativos y una mentalidad de competencia fuera de lo usual. Describe Pellegrino: “Es muy vertical, determinante en el uno contra uno, con una pegada formidable; de los que no ves todos los días. Hace rato que no veía a alguien golpear la pelota así”. Fernández, por su parte, le sumó: “Es líder natural, tranquilo, pero de gran personalidad. Y tiene recursos para llegar al gol de todas las formas: pelota parada, media distancia, cabeza”.
La racha de récords, en consecuencia, se dio de manera natural. El 28 de enero de 2024 debutó en Primera frente a Argentinos Juniors, con solo 16 años, 5 meses y 14 días, tercero más joven en estrenarse en el club después de Mateo Mussachio y Tomás Rossi. Apenas un par de semanas después, marcó de zurda un gol ante Excursionistas y se convirtió en el goleador más joven de la historia de River. Luego, su sello ganador se desparramó por todo Sudamérica: en abril de ese año anotó en su primer partido de Copa Libertadores en Asunción, transformándose en el más joven en lograrlo con la camiseta millonaria. Y la obra cumbre: su gol de tiro libre a Boca en el último Superclásico, que le dio a River una victoria memorable y a él el privilegio de ser también el más joven con la banda roja en anotar en ese partido con apenas 17 años, 8 meses y 13 días.
Mientras tanto, en Selección Argentina, la estadística y la historia se rindieron a sus pies. Scaloni lo citó a la Mayor y lo hizo debutar en un partido oficial a los 17 años, 9 meses y 22 días, quedando como el debutante más joven de la historia en ese contexto, superando récords previos de Alejandro Garnacho y Facundo Buonanotte.
La selección de Scaloni mostró carácter en un juego complejo, supo sobreponerse a la desventaja y con uno menos, por la expulsión de Fernández, llegó al empate 1-1.
En un partido cargado de tensión en la previa y que terminó con empujones y muchos nervios, Argentina y Colombia empataron anoche 1-1 en el Monumental por la fecha 16ª de las eliminatorias de Conmebol.
La igualdad premió al campeón del mundo, que nunca bajó los brazos y que cuando se vio en desventaja fue al frente, buscó el gol y no disminuyó en su esfuerzo hasta conseguirlo.
Al mismo tiempo, el resultado castigó a Colombia, porque, después de un inteligente primer tiempo y de irse en ventaja, se quedó sin osadía, se refugió y trató de aguantar sin lograr el objetivo.
La Albiceleste ya sacó su boleto al Mundial 2026 hace rato, pero el juego sirvió para ratificar el presente de Almada y de Álvarez, y mostró que hay equipo para un largo tiempo.
Pegó Colombia
La primera parte tuvo movilidad por ambos lados, una presión alta de Colombia y el intento de manejar con criterio la pelota por el lado de Argentina en cada una de las salidas desde el fondo.
La Albiceleste se vio un poco sorprendida por el juego del Cafetero, quien no le dejó manejar con tranquilidad la pelota y siempre colocó gente cerca de Messi como para que el capitán no pudiera manejar la pelota con simpleza.
La salida rápida y la contra fueron el arma utilizada por el equipo visitante, y desde el juego de James Rodríguez, más la velocidad de Luis Díaz, nació lo mejor del equipo de Lorenzo.
Un par de aproximaciones de los locales hizo que la gente se levantara, pero el campeón no tuvo la precisión habitual en los metros finales.
A los 23, una pelota profunda terminó en los pies de “Lucho” Díaz y el atacante del Liverpool dejó parado a “Cuti”, a Otamendi y a Molina para definir ante la salida del “Dibu”.
La transición paciente y con pases precisos en el campeón del mundo se diluyeron en los metros finales, y aunque hubo un par de buenas combinaciones entre Almada, Julián Álvarez y Messi, el final no fue el soñado por la multitud.
Con el 0-1 colocado en el marcador, los dirigidos por Scaloni se mostraron confundidos y por momentos perdieron la línea.
La chapa del campeón
En la segunda parte, y con la ventaja a su favor, la visita decidió cambiar la manera de jugar y ello fue clave para que el partido tomara un rumbo totalmente distinto, porque el técnico Lorenzo colocó un 4-5-1 y decidió resistir la diferencia.
En su afán por defenderse, dejó en libertad a Messi y el capitán generó juego y, en un par de ocasiones, el equipo estuvo cerca de llegar al gol.
Colombia apostó a una corrida de Díaz, quien en soledad siguió manejando los ataques visitantes y complicando a los locales. Pero pagó la idea de jugar unos metros más atrás.
González exigió a Mier y después el propio González estrelló un remate en el poste. Y cuando Fernández levantó el pie y vio la roja tras pegarle a un adversario y Messi dejó el campo, el campeón siguió jugando mejor, hasta que Almada la clavó cruzada y abajo para poner el empate.
Fue justicia en el Monumental, porque Colombia no se animó a ser protagonista ante Argentina y porque el campeón nunca se da por vencido.
Hay varias selecciones que podrían sellar su boleto a la próxima Copa del Mundo
Las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial 2026, que se celebrará en Estados Unidos, México y Canadá, se encuentran en su etapa decisiva. Este martes 10 de junio, la fecha 16 podría definir la clasificación directa de varias selecciones, entre ellas Ecuador, Paraguay y Brasil, dependiendo de los resultados de sus respectivos encuentros y de otros partidos clave.
Los enfrentamientos programados incluyen a Bolivia contra Chile en El Alto, Uruguay frente a Venezuela en Montevideo, Argentina recibiendo a Colombia en Buenos Aires, la Verdeamarela enfrentando a la Albirroja de Gustavo Alfaro en São Paulo y Perú midiéndose ante el combinado ecuatoriano en Lima.
Ecuador y Paraguay, que ya tienen asegurado el repechaje, podrían confirmar su clasificación directa al Mundial si logran una victoria en sus respectivos partidos contra el combinado incaico y la Canarinha, siempre que Venezuela no gane su encuentro. En caso de que la Vinotinto pierda, un empate también sería suficiente para que ambas selecciones aseguren su lugar sin necesidad de disputar el repechaje.
El cronograma de la fecha 16 de las Eliminatorias Sudamericanas
Por su parte, Brasil, que aún no garantizó su posición entre los siete primeros clasificados, necesita vencer al elenco guaraní para asegurarse, al menos, el repechaje. Si además los venezolanos pierden su partido, el equipo dirigido por Carlo Ancelotti obtendría automáticamente su pase directo al Mundial. Incluso en caso de una derrota ante los paraguayos, el Scratch podría asegurar un lugar en la repesca si Bolivia pierde.
Quien quedaría muy cerca de lograr el boleto a la siguiente cita ecuménica en caso de una victoria es el elenco charrúa. De hecho, si logra los tres puntos en su duelo con Venezuela, los dirigidos por Marcelo Bielsa se asegurarán un lugar en el repechaje y quedarán a una sola unidad de confirmar su presencia en el máximo torneo de selecciones. Por su parte, la Vinotinto podría asegurar su lugar en el repechaje en caso de imponerse ante los uruguayos y que Bolivia pierda.
La misma situación que Uruguay corre para Colombia. Con 21 puntos, la selección cafetera se garantizará un puesto en la repesca si logra vencer a la Albiceleste, en condición de visitante y quedaría a un pequeño paso de confirmar su pasaje a Norteamérica.
Más abajo y con menos probabilidades de clasificación aparecen Bolivia, Chile y Perú. La Roja y la Verde tendrán un duelo clave en las aspiraciones de cada uno, en el que un empate no le sirve a ninguno de los dos. A los dirigidos por Ricardo Gareca, que la única forma que tienen de acceder al Mundial es por la vía del repechaje, solo le vale una victoria y esperar que Venezuela no gane. Por su parte, el elenco boliviano podría quedar eliminado en caso de perder y que la Vinotinto obtenga los tres puntos.
El combinado incaico solo tiene una esperanza: terminar séptimo y entrar a la repesca. Opción que puede quedar descartada si el elenco venezolano se impone ante la Uruguay de Bielsa. Con este panorama, se puede dilucidar que Venezuela será el gran juez de esta jornada.
Vale recordar que la única selección sudamericana que ya tiene su boleto sellado es la Argentina, que se encuentra clasificada hace tiempo y que además tiene asegurado el primer puesto.