Se trata de Ricardo Bustos Fierro. Siguió utilizando la firma como magistrado aunque ya había sido apartado por la Cámara Federal provincial y la Cámara Nacional Electoral
El juez Ricardo Bustos Fierro estuvo al frente del Juzgado Federal Nº 1 de Córdoba desde 1994. Todavía es recordado como el magistrado que la abrió una ventana a la re-reelección del ex presidente Carlos Menem en 1998. Ahora es el protagonista de un escándalo institucional. Con 87 años, se niega a dejar su despacho en manos de un subrogante y reclama retener las funciones electorales, entregadas al juez Alejandro Sánchez Freytes. Tras la feria judicial de enero, Bustos Fierro siguió utilizando la firma como juez, pese a dos resoluciones de la Cámara Federal de Córdoba y la Cámara Nacional Electoral, que habían designado los respectivos subrogantes.
Ocurre que Bustos Fierro es uno de los jueces que pidió acuerdo del Senado cuando cumplió 75 años. En ese momento, le dieron el aval para para seguir cumpliendo sus funciones por 5 años más. Ese plazo se venció el 25 de enero y no hubo un nuevo requerimiento al Senado.
El viernes pasado, la presidenta de la Cámara Federal de Córdoba, Graciela Montesi, finalmente tomó la decisión de hacer cumplir una resolución de diciembre de ese mismo tribunal que había nombrado en forma provisoria al frente del juzgado federal 1 al juez federal de Bell Ville, Sergio Pinto.
Montesi resolvió dar de baja la firma electrónica de Bustos Fierro para cumplir con la designación de Pinto y notificó a la Corte Suprema y al Consejo de la Magistratura de la Nación sobre la situación. El mismo día también se le dio de baja al juez en el área de Recursos Humanos.
La Cámara Federal de Córdoba había decidido que Bustos Fierro finalizaba su mandato el 25 de enero. Pero el histórico juez se adelantó, presentó su renuncia ante el presidente Alberto Fernández y le puso día y hora: el 10 de diciembre de 2023, cuando asuma el próximo presidente. Argumentó que por ser el juez con competencia electoral, no podía abandonar su cargo este año.
“Ofrezco continuar ejerciendo mi magistratura de modo que el proceso electoral del presente año se desarrolle con total normalidad, como se viene desarrollando desde 1994 que asumí esta responsabilidad”, dice esa carta. Y agrega: “Señalo que es habitual que los magistrados al renunciar fijen una fecha que permita culminar con su responsabilidad en el ejercicio de la magistratura, tal como fue en los casos de las renuncias de los Dres. José María Pérez Villalobo, José Vicente Muscará y Carlos Julio Lascano”.
Como el Presidente aún no aceptó la renuncia, Bustos Fierro entiende que debe permanecer en el cargo.
La Cámara Electoral designó subrogante en esa materia a Sánchez Freytes
Cuando el subrogante llegó a tomar posesión de su despacho, el juez se negó, generando un conflicto con pocos antecedentes. Pinto pidió a la Cámara Federal que garantizara el cumplimiento del acuerdo que lo había designado reemplazante en el tribunal.
El miércoles y jueves pasado, Bustos Fierro siguió firmando resoluciones pese al vencimiento de su mandato. Según reveló el diario Perfil, entre otras decisiones le concedió la excarcelación a un detenido en una causa de trata. El fiscal federal Enrique Senestrari ya pidió la nulidad de ese fallo.
Pese al conflicto, Bustos Fierro está aferrado al texto del Reglamento para la Justicia Nacional que indica que los magistrados continuarán en funciones “hasta tanto la renuncia le fuere aceptada”.
En material electoral, el juez Daniel Bejas, vocal de turno durante la feria en la Cámara Nacional Electoral, consideró que se había generado la vacante del juzgado federal 1 por el cese del mandato de Ricardo Bustos Fierro y designó subrogante en la materia a Sánchez Freytes.
En cambio, la Cámara Federal de Córdoba no le dio de baja la firma el 26 de enero y eso permitió que el 1 de febrero pudiera seguir firmando decretos como juez en ejercicio.