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Sociedad

Las monjas de clausura que se convirtieron en grandes reposteras y venden un pan dulce que es un clásico

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Son las monjas benedictinas de la Abadía de Santa Escolástica quienes empezaron a hacer un pan dulce para la Navidad, a fines de la década del 90, como una forma de hacer algo típico propio para esta fecha tan especial. En medio de la crisis de 2001, contra todo pronóstico aumentaron sus ventas y desde ese entonces, sumaron mucha variedad a la producción artesanal de su cocina. El “ora et labora” de las hermanas y las oraciones por la Selección

En la Navidad de 2001, en medio de la histórica crisis económica, las monjas de la Abadía de Santa Escolástica, como si tuvieran un Dios aparte -que era lo que les decían-, vieron crecer sus ventas del pan dulce que habían empezado a elaborar porque necesitaban aumentar sus ingresos para pagar las cuentas. Sus manos reposteras se habían ganado la confianza y conquistado los paladares, por lo que muchas personas comenzaron a viajar hasta Victoria, donde está el Monasterio, a comprarlos de primera mano a su local.

Como somos monjas benedictinas vivimos del trabajo de nuestras manos, tenemos nuestros talleres y un pequeño local, donde vendemos las cosas que hacemos”, cuenta Mercedes, una monja de clausura en diálogo telefónico con Infobae. Antes de que su pan dulce se transformara en la estrella de su cocina, en el local se vendían piezas de arte de sus talleres, y algo de repostería, como alfajores y alguna que otra torta. En 1998 se les ocurrió hacer un producto propio, para algo tan importante como la Navidad y llegara a la mesa de quienes se reúnen a celebrarla “como un mensaje religioso”. Así empezaron a probar recetas que tenían y mejorarlas cada vez más y tuvieron un éxito rotundo. Tanto, que su pan dulce también se vende durante todo el año.

“Empezamos con una pequeña producción buscando excelencia en los productos. Tratamos de usar materia prima de muy buena calidad y después nos fuimos ayudando con máquinas un poquito mejores, como unas batidoras más grandes. “Acá hay mano de monja”, expresa la hermana Mercedes, porque no todo hacen las máquinas, cada paso de la producción es íntegramente artesanal.

Junto con el crecimiento de la demanda del pan dulce, la gente fue comprando más y más otros productos salidos de sus hornos, como galletitas navideñas decoradas, tortas galesas, stollen (pan dulce alemán, de masa especiada relleno con crema pastelera, ciruelas remojadas al rhum y chips de chocolate), trufas, turrones de pistacho, almendras, avellanas, frutillas y arándanos, entre otros dulces. Y se suman a la venta los licores que elaboran los monjes de la Abadía del Niño de Dios, hermanos benedictinos.

Todas las navidades las monjas de clausura de la Abadía de Santa Escolástica elabora un pan dulce con frutos secos, o con frutas y mucho amor, fruto del trabajo con el que se sustentan

“Lo hacemos para Dios y también para la gente en cuanto queremos llegar a través de un producto de calidad. Está hecho con mucho amor y excelencia porque primero es para dar gloria a Dios. Llegar a la mesa con algo bello, rico, que alegre la vida de los hombres en esta pandemia, en este momento que hay tanto sufrimiento”, dice la monja sobre esta especialidad de la cocina, a la que considera un medio para poder llegar a los otros. Y cuando hay amor, todo sale más rico”, asegura.

Para estas fechas, donde elabora a diario unos 1200 pandulces por día, a cargo de un equipo de 12 monjas se ofrecen dos tipos de “Pan dulce de la Abadía”. Uno tiene frutas glaseadas y secas: que lleva coñac, pasas de uva rubias, ananá, higos, ciruelas, damascos, naranja, cerezas al marraschino, nueces, almendras, avellanas y castañas de cajú.

El Pan dulce de la Abadía con un decorado especialEl Pan dulce de la Abadía con un decorado especial

Otro incluye solo frutos secos: nueces, almendras, avellanas y castañas de cajú. (1850 medio kilo y 3100, el kilo.) Y también existe la opción de un pan dulce con decoración especial ($ 5200).

Porque recibieron muchos pedidos, es posible comprar los pandulces en la Ciudad de Buenos Aires, en el Libertad 1240 (Pasaje Libertad, local 19) y al mismo precio que en el local de la Abadía. En algunas panaderías es posible que los vendan también, tal vez a un precio más elevado.

Ora et labora

La Abadía de Santa Escolástica es un monasterio de monjas benedictinas fundado en 1941 y pertenece a la Congregación del Cono Sur. A orillas del Río de la Plata, en Victoria, esta comunidad desea ser “como un faro desde su vida orante y contemplativa, desde su alabanza y su trabajo que ilumine el camino de los hombres y acompañe sus pasos a veces febriles y agitados, sus grandes interrogantes y sufrimientos, sus trabajos y fatigas, sus anhelos y esperanzas”.

Un pan dulce relleno con frutos secos y frutas glaseadasUn pan dulce relleno con frutos secos y frutas glaseadas

Lo que más nos representa a nosotros es la frase que sintetiza la Regla orden de San Benito: «Ora et labora» (reza y trabaja). Somos monjas de contemplación y de acción, como nos enseña el Evangelio. La oración y el trabajo son, en efecto, los pilares que sustentan nuestra vida ya que son medios privilegiados que tenemos para encontrarnos con Dios, con nosotros y nuestros próximos”, explica la hermana Mercedes.

¿Cómo es un día de ellas? Se levantan tempranísimo, a las 4 y media de la mañana y empiezan a orar a las cinco en la Iglesia. Antes de la salida del sol, cantan para alabar a Dios e interceder por todas las necesidades de los hombres del mundo. Esa oración dura una hora. Después desayunan, y más tarde con su biblia, se dedican una hora a la oración personal que puede hacerla en su cuarto, en la iglesia, en el jardín o en el claustro. A las 7 y media regresan a la Iglesia a cantar el oficio de Laude, que es otra alabanza seguida por la misa, que está abierta a los fieles que asisten a la Eucaristía. De 9 a 12.30 se dispersan en los distintos talleres. Hay uno de arte, otro de ornamentos litúrgicos donde se confecciona, por ejemplo, la ropa de los sacerdotes, manteles de altar, un alba casulla, ornamentos litúrgicos. “Tenemos también un taller de imprenta, de encuadernación, otro de hostias y la repostería que es el taller más grande”, precisa.

Después de trabajar vuelven a orar. Almuerzan. Limpian. Tienen un recreo dedicado para conversar. Y una hora para descansar. Más tarde, vuelven a orar todas juntas, solas, a las 6 y media de la tarde cenan y a las 8 hacen la última oración, para ya retirarse a descansar.

Quienes se acerquen a la Abadía y hagan compras en su local, podrán ver a las monjas benedictinas dar la misa, pero no se puede ingresar al Monasterio. Como son de clausura, hay muchas actividades que no pueden realizar, como por ejemplo, ver programas por televisión, estar conectadas a Internet porque sí, salir a comer afuera o ir a eventos sociales. “Sí vamos al médico, hacemos trámites esenciales o estamos presentes en acontecimientos difíciles y dolorosos de la familia de cada uno de nosotros. Las redes sociales la usamos solo para subir las fechas de las charlas de espiritualidad que brindamos, para comunicar mensajes del Papa, horarios de nuestras celebraciones litúrgicas y para recordarle a la gente que hay una comunidad que reza por ellos. Tenemos acceso directo a la página informativa del Vaticano y a las noticias que nos llegan a través de la prensa escrita”, explica la hermana Mercedes.

Las monjas se ganó toda la confianza de la gente en su cocina. El pan dulce ya es un clásico de la NavidadLas monjas se ganó toda la confianza de la gente en su cocina. El pan dulce ya es un clásico de la Navidad

Durante la pandemia estuvieron muy presentes a través de las redes para solidarizarse con la gente y expresarle palabras de esperanza, fe y consuelo. “En ese entonces una sociedad asustada, temerosa, triste y desamparada. Sentimos que la gente empezó a conectarse más con lo espiritual, a rezar, a meditar y a buscar un sentido más trascendente de la vida”, dice la monja y agrega: “Por lo general estamos presentes y conectados con nuestra familia que encuentra en el monasterio un apoyo y espacio propio. Siempre estamos para recibir a nuestros familiares y/o amigos más entrañables”.

En este Mundial están con mucho trabajo en la cocina y no tienen tiempo para mirar los partidos. Pero en otros mundiales, finales principalmente, cuenta la religiosa que algunas monjas, las más interesadas por los deportes, no aguantaban estar frente al televisor por los nervios y se iban a rezar un Vía Crucis o un rosario por los jugadores. “La monja tiene un corazón que sufre con el que sufre y se alegra con el que se alegra. Entonces, ver sufrir a esos muchachos y ver tanta energía, todo el pueblo sufriendo y no querés que sufra. Es un partido, pero hay tanta energía puesta ahí. Entonces, se levantaban e iban a rezar el rosario y algunas volvían para ver si el partido había mejorado”, cuenta. “Sí rezamos durante el partido para que Dios nos escuche”, revela.

Más información en esta página Web: santaescolastica.com.ar

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Un turista de 21 años se metió al Río Paraná para buscar una pelota y murió ahogado

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Ocurrió en el balneario municipal de Santa Elena. El joven habría cruzado la zona habilitada, que estaba delimitada por boyas

Un joven de 21 años murió ahogado este martes por la tarde tras adentrarse en las aguas profundas del río Paraná para recuperar una pelota. El trágico accidente ocurrió en el balneario Santa Elena, situado en la ciudad homónima, en Entre Ríos.

El cuerpo no ha sidoEl cuerpo no ha sido encontrado y la búsqueda continúa.

Si bien un compañero intentó ayudarlo, tuvo que soltarlo debido a que la víctima comenzó a arrastrarlo mientras se ahogaba. El joven fue identificado como Logan Daniel Videla, oriundo de La Matanza, provincia de Buenos Aires. En el caso intervinieron agentes de la Comisaría de Santa Elena, del Departamento La Paz, junto con personal de Prefectura Naval.

El trágico accidente ocurrió enEl trágico accidente ocurrió en Río Ceballos (Foto: Prensa Policía)

Alarmante cifra de ahogamientos durante el verano

Según se pudo reconstruir, al notar que no podía mantenerse a flote, comenzó a pedir auxilio. A pesar de los esfuerzos de una persona que logró sacarlo del agua, ya no presentaba signos vitales, según informó El Doce TV.

En lo que va del verano, las víctimas fatales sufrieron accidentes en las localidades cordobesas de La Calera (Sierras Chicas), Nono (Traslasierra), Villa Rumipal (Valle de Calamuchita), Villa Carlos Paz (Valle de Punilla), el dique Piedras Moras (Calamuchita), Mina Clavero (Traslasierra) y Río Tercero (Tercero Arriba).

Las autoridades locales y los organismos de emergencia suelen emitir recomendaciones para evitar accidentes en los cursos de agua. Entre las medidas más comunes se encuentran evitar ingresar a zonas profundas, prestar atención a las corrientes y no nadar en áreas no habilitadas. Sin embargo, los incidentes registrados este verano reflejan que, en muchos casos, estas advertencias no son suficientes para prevenir tragedias.
Un turista de 65 añosUn turista de 65 años falleció en La Toma.

Solo dos días antes de la muerte de Lucas Iván Paz, falleció otro hombre identificado como Horacio Quiroga en la ciudad de Río Tercero. La víctima, de 37 años, disfrutaba de una jornada familiar cerca del balneario municipal; cuando ingresó al agua en la zona del predio del Centro Tradicionalista alrededor de las 19 horas. Testigos relataron que, tras lanzarse al río, Quiroga no volvió a salir a la superficie, lo que generó alarma entre los presentes.

Ante la emergencia, las autoridades locales y los Bomberos Voluntarios acudieron rápidamente al lugar. Según detalló Telefe Córdoba, lograron rescatar al hombre y trasladarlo de inmediato al hospital de la localidad. Sin embargo, pese a los esfuerzos médicos, se confirmó su fallecimiento horas después. Habría sufrido un paro cardiorrespiratorio tras ingresar al agua.

Días atrás, un hombre de 65 años, identificado como Norberto Jorge Amadeo, falleció en el balneario La Toma, ubicado en la localidad de Mina Clavero. El turista, oriundo de la provincia de Buenos Aires, resbaló mientras intentaba cruzar el río a nado, golpeó su cabeza contra una piedra y fue arrastrado por la corriente, lo que resultó en su trágico deceso.

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Temporal en Bahía Blanca, en vivo: se reactivó el transporte público y será gratis por 30 días

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La ciudad bonaerense vuelve poco a poco a la normalidad. El funcionamiento de los colectivos, la recolección de residuos y la entrega de donaciones. La atención al público en lugares habilitados para circular. Qué pasará con las clases y el clima

Bahía Blanca se reconstruye después del fuerte temporal que azotó a la ciudad el viernes pasado, provocando grandes daños y destrozos. La ciudad recibió la llegada del.

En el medio de la angustia que prevalece por las personas que aún están desaparecidas, incluyendo a las hermanas Delfina y Pilar Hecker, de uno y cinco años, las autoridades del municipio se mantienen trabajando en su búsqueda.

Por lo pronto las clases estarán suspendidas hoy y mañana debido a las complicadas condiciones de infraestructura en las que se encuentran las instituciones relevadas.

En tanto, el gobierno de la Provincia de Buenos Aires anunció un paquete de medidas como créditos blandos, subsidios, transporte gratis y beneficios impositivos.

Alfredo Dagna, presidente del Club Olimpo de Bahía Blanca: “El club está colapsado con las ayudas”
Alfredo Dagna, presidente del Club Olimpo, confirmó que suspendieron el fútbol en Bahía Blanca, para ayudar a la ciudad

El presidente del Club Olimpo de Bahía BlancaAlfredo Dagna, destacó la ayuda de gran parte de las instituciones deportivas de la Argentina: “Es un aluvión de donaciones que vienen. Me han llamado casi todos los presidentes de clubes para decirme que enviaban uno o dos camiones”. E informó que la idea es entregarlo “en forma inmediata” a la gente, ya que hay una situación de desesperación.

Respecto al rol de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), Dagna comentó que el organismo se encuentra recibiendo donaciones en el predio de la AFA, en Ezeiza, que provienen de los clubes del interior. Y subrayó que lo que más se necesita son elementos de higiene: “El tema es lo que pueda pasar desde el punto de vista sanitario en la Ciudad”.

Alfredo Dagna, presidente del ClubAlfredo Dagna, presidente del Club Olimpo de Bahía Blanca

En cuanto a medidas, el dirigente relató: “En el fútbol lo que hicimos fue suspender el partido que teníamos ahora, jugábamos el domingo. Tengo dos helicópteros de la Policía Federal en la cancha de fútbol y suben y bajan todos los políticos que vinieronEl club está colapsado con las ayudas”.

Por último y sobre la situación actual en la localidad bonaerense, Dagna calificó al temporal como “una situación difícilmente de entender” y estimó que es poco probable que vuelva a suceder. “Son situaciones que uno las explica y las cuenta, pero el que las vive es una situación traumática porque pierde todo. Eso es como el Juego de la Oca, retrocedes 20 casilleros porque perdés todo. Hechos como estos desbordan cualquier previsibilidad posible”.

En este punto, concluyó: “Es dramático lo que pasó, de tal forma que, toda la ayuda que llega, si bien es un bálsamo para la gente, cuando pase la ayuda la gente va a tener que arrancar de cero. Y eso es lo más preocupante”.

10:28 hsHoy

Cómo están las rutas en Bahía Blanca

El desigual estado de lasEl desigual estado de las rutas en Bahía Blanca (Gustavo Gavotti)

Según informó Vialidad Nacional, el estado de las rutas nacionales que conectan la ciudad con el resto del país presenta diversas restricciones, incluyendo cortes totales y tramos transitables con precaución.

De acuerdo con el reporte oficial, la Ruta Nacional 3 (RN 3), muestra diferentes niveles de accesibilidad dependiendo del tramo. El segmento entre Azul y el empalme con la Ruta Nacional 229 (RN 229) se encuentra transitable sin inconvenientes. El tramo que conecta la RN 229 con El Triángulo y el que va desde este último punto hasta la calle Charlone (kilómetro 691) requieren precaución debido a las condiciones del camino.

Por otro lado, el tramo entre el Canal Maldonado (kilómetro 692) y el empalme con la Ruta Nacional 33 (RN 33) permanece completamente cerrado al tránsito.

Los trabajos para recuperar laLos trabajos para recuperar la circulación vial en algunos accesos a la ciudad de Bahía Blanca

El resto de los tramos de la RN 3 presentan una situación mixta. Desde el empalme con la RN 33 hasta el empalme con la Ruta Nacional 22 (RN 22), el tránsito es posible pero con precaución, mientras que el trayecto entre el empalme con la RN 22 y Patagones está habilitado sin restricciones.

Asimismo, el segmento que conecta el empalme con la RN 3 y Río Colorado, perteneciente a la RN 22, también es transitable con normalidad.

El pavimento resquebrajado, producto deEl pavimento resquebrajado, producto de las tormentas del viernes pasado

La Ruta Nacional 33 (RN 33) también presenta condiciones variables. El tramo entre el empalme con la RN 3 y La Vitícola está habilitado, pero se recomienda circular con precaución. Por su parte, el trayecto que conecta La Vitícola con Pigüé no presenta inconvenientes. Sin embargo, el tramo que une Pigüé con Trenque Lauquen requiere precaución debido a las condiciones del camino.

En cuanto a la Ruta Nacional 35 (RN 35), el panorama es más crítico. El tramo que conecta Bahía Blanca con el límite de la provincia de La Pampa se encuentra totalmente cerrado.

La Ruta 35, una deLa Ruta 35, una de las más afectadas por el temporal

Por su parte, la Ruta Nacional 228 (RN 228), que conecta Necochea con Tres Arroyos, está habilitada sin restricciones. Por otro lado, la Ruta Nacional 229 (RN 229), que une el empalme con la RN 3 y Balneario Marisol en Punta Alta, es transitable, pero con precaución.

La Ruta Nacional 249 (RN 249), que conecta el empalme con la RN 3 y el empalme con la RN 229 en Punta Alta, también requiere precaución para su tránsito. Asimismo, la Ruta Nacional 252 (RN 252), que abarca el tramo entre la Rotonda de Villa Sarsfield y el puente La Niña, presenta condiciones similares.

Finalmente, la Ruta Nacional 1V03 (RN 1V03), que conecta el empalme con la RN 3 y la Rotonda Ex Indiada, también está habilitada, pero se recomienda circular con precaución.

10:12 hsHoy

El Hospital Penna reactiva algunos de sus servicios

El acceso a guardia delEl acceso a guardia del Hospital José Penna (REUTERS/Juan Sebastián Lobos)

El Hospital Provincial José Penna, principal centro de salud de Bahía Blanca, comenzó a recuperar su funcionamiento tras los graves daños sufridos durante el temporal del pasado viernes.

El Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires implementó un amplio Plan de Contingencia que incluye la adecuación de espacios, la reorganización de servicios y el envío de recursos humanos y materiales para garantizar la atención médica en la región.

Más de 200 agentes sanitarios fueron enviados al hospital, junto con equipamiento médico, medicamentos, vacunas y personal especializado en salud mental. Estas medidas buscan restablecer la operatividad del establecimiento, que es clave para la atención de la población local.

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Sociedad

“¿Dónde está mi bebé?”: la angustia de una madre adolescente y la hazaña de una enfermera en medio de la inundación en Bahía Blanca

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La tormenta arrasó con el Hospital Penna y decenas de niños tuvieron que ser evacuados de la Neonatología. Saira Delmiro, de 16 años, vivió una odisea para reencontrarse con su hija, Amely. Su historia y la de la enfermera que la salvó

El viernes 7 de marzo, Saira Delmiro (16) se despertó sobresaltada en su casa del barrio 9 de Noviembre, en Bahía Blanca. Eran las cuatro de la madrugada y afuera llovía sin parar. Horas después, cuando ya se había desatado el peor temporal de la historia de la ciudad, llegó a su teléfono un video que le heló la sangre: el hospital Penna, donde su hija Amely llevaba tres semanas internada en el sector de Neonatología, se había inundado.

“Me agarró un ataque de nervios. No veía a mi bebé desde la noche anterior y en las imágenes no aparecía el sector donde ella estaba. Me desesperé. Pensé que no se iba a salvar”, recuerda Saira en diálogo con Infobae.

Amely nació el 15 de febrero pasado, con solo 27 semanas de gestación y un peso de 940 gramos. Desde entonces, la beba pasaba sus días en una incubadora, con respirador y asistencia médica constante. Saira, que recibió el alta tres días después de traerla al mundo, la visitaba dos veces al día. “Trataba de pasar la mayor cantidad de tiempo en la Neonatología. Le cambiaba los pañales, me sacaba leche para que se alimentara y le hablaba permanentemente. Me costaba mucho verla así, tan chiquita y llena de cables”, explica.

A pesar del buen cuidado, en sus primeras semanas de vida, la evolución de Amely era inciertaprimero tuvo ictericia (NdR: una afección frecuente en los neonatos que provoca que la piel y las partes blancas de los ojos se tornen amarillas a partir de un exceso de bilirrubina en la sangre) y, luego, una infección que le comprometió los pulmones. “Todo venía siendo muy cuesta arriba”, explica su mamá

Pero la prueba más dura todavía estaba por llegar.

La primera imagen de Amely.La primera imagen de Amely. La beba nació el 15 de febrero con solo 27 semanas de gestación y un peso de 940 gramos

“¿Dónde está mi bebé?“

Después de ver los videos, aquel viernes 7 de marzo, Saira decidió ir al hospital Penna a buscar a su bebé. Llegó alrededor de las 17 y ahí se enteró de que Amely ya no estaba allí. “Pregunté adónde estaba mi hija y me dijeron que la habían trasladado. ‘Ella está bien, pero la llevamos a OSECAC’, me explicó el director de Neonatología. El problema es que eso quedaba pasando el centro y, con mi mamá, no teníamos cómo llegar. Paramos una camioneta que se ofreció a llevarnos, pero tuvimos que bajarnos antes. Cuando salimos del coche, el agua nos llegaba por encima de la cintura y la corriente te llevaba. Tuvimos miedo”, cuenta.

Durante horas, Saira y su madre se quedaron atrapadas en una vereda, sin poder avanzar. “Tuvimos que esperar a que bajara el agua. Estábamos empapadas y embarradas. Al final, empezamos a caminar por calles sin luz. ‘No vamos a llegar’, le decía a mi mamá”, cuenta Saira.

Finalmente, cerca de las 21:30, llegaron a la clínica. “Entré y dije: ‘Soy la mamá de Amely, una de las bebés que trajeron del Penna’. Ahí me llevaron a la sala de padres para que me cambiara y después nos reencontramos. Cuando la vi, me largué a llorar. No podía creerlo. Creí que no iba a sobrevivir”, dice.
Luciana Marrero, la enfermera queLuciana Marrero, la enfermera que cobijó a Amely en su pecho, debajo de su ambo, para darle calor y así salvarle la vida

“No tenés nada que agradecer”

Quien repone la otra parte de la historia, ahora, es Luciana Marrero, la enfermera que cobijó a Amely en su pecho, debajo de su ambo, para darle calor y así salvarle la vida. Junto a sus compañeras del Penna, Luciana puso en marcha un operativo de rescate que se extendió durante 18 horas ininterrumpidas hasta que lograron trasladar a todos los recién nacidos a un lugar seguro.

“Actuamos con el corazón y pensando en las madres que no pudieron llegar hasta sus hijos debido a la tormenta. Si no nos saliera del corazón, no podríamos haberlo hecho. La prioridad siempre son los bebés”, comentó la enfermera en una entrevista días atrás.

Luciana, quien trabaja en el turno noche de la Neonatología, conocía a Amely, pero no a Saira. Recién se vieron por primera vez días después de la tormenta. “Fue muy emotivo el encuentro. Ella estaba superagradecida por lo que hice. ‘No tenés nada que agradecer. Yo también soy mamá y te entiendo. Vos hubieras hecho lo mismo’, le dije. Me emocionó mucho verla afrontar una tarea tan enorme como la maternidad, siendo tan chiquita”, contó la enfermera a Infobae.
Así fue el encuentro entre Saira Delmiro y Luciana Marrero, la enfermera de neonatología del Hospital Penna de Bahía Blanca, que rescató a su bebé (Video/Telefe Noticias)

“A Luciana nunca la había visto porque yo me iba del hospital a las 21 y ella llegaba a las 24. El encuentro fue muy lindo. Me abrazó y me dijo que hizo lo que yo hubiera hecho. Si no fuera por ella, Amely no estaría hoy acá”, asegura Saira.

Pese a la incertidumbre por lo que vendrá, la joven se aferra a la esperanza. “Gracias a Dios, mi casa no se inundó y puedo ir y volver de OSECAC, aunque está mucho más lejos que el Penna. Amely sigue ganando peso y mientras ella esté bien, yo también lo estaré”, se despide Saira.

Amely, hoy. "Ya pesa másAmely, hoy. “Ya pesa más de un kilo. Mientras ella esté bien, yo también lo estaré”, dice su mamá

Volver a ponerse de pie

Tras la inundación, el hospital Penna, que también recibe pacientes de Tres Arroyos, Carmen de Patagones y otras localidades del sur de Buenos Aires, se encuentra en una situación crítica.

Ante la devastación, el personal de la institución solicitó la colaboración de la comunidad para reconstruir la sala de Neonatología y reponer los equipos perdidos. “Bahía necesita de la población. Nuestro sueño es volver a ver nuestra Neo en pie“, aseguraron las enfermeras.

Al cierre de esta nota, según informaron las autoridades locales, la ciudad comienza a reactivarse con la restauración de los medios de transporte y la recolección de basura. En tanto, este lunes, la Policía Científica logró establecer la identidad de 15 de las 16 víctimas fatales, quedando solo una, de entre 50 y 55 años, sin identificar. A su vez, se conoció que el número de evacuados descendió a 523 y que continúa la búsqueda de las hermanas Delfina y Pilar Hecker, de 1 y 5 años, quienes fueron arrastradas por la corriente durante el temporal.

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