La vicepresidente avanza con actos y con apoyos de dirigentes secundarios, pero mira cada vez más a Sergio Massa. El ex presidente jura que no competirá, pero nadie le cree
Hace unos veinticinco años, cuando Carlos Menem todavía gobernaba y el peso aparentaba valer un dólar, el gran Tato Bores parodiaba a un científico que investigaba las ruinas del país que había desaparecido por los disparates de sus dirigentes. Iba con una lupa y con aquella apariencia excéntrica recorriendo lo poco que habían dejado en pie. “El misterio de la Argentina” en un futuro distópico era un genial sketch humorístico que se está volviendo realidad mucho antes de lo pronosticado.
Lo más sorprendente del país en ruinas es que le sobran los candidatos a presidente. Le brotan todos los días como si llegar a la Casa Rosada tuviera el glamour de liderar alguna potencia económica. Son hombres y mujeres que le siguen encontrando atractivos a gobernar esta tierra dominada por la incertidumbre, castigada por la inflación y atravesada por la pobreza.
El caso más emblemático de ese capricho por mantenerse como sea en el poder es el de Cristina Kirchner. El viernes volvió a subirse a una tribuna (en este caso una de la Unión Obrera Metalúrgica) para alimentar la fantasía de una nueva candidatura presidencial. Esperó la victoria de Lula (aunque no fue en primera vuelta y resultó más apretada de lo que necesitaba) para reaparecer luego del intento de atentado que sufriera en la puerta de su casa y ya promociona un nuevo acto político para el 17 de noviembre en el Estadio Único de La Plata.
“Voy a hacer lo que tenga que hacer”, fue la frase con la que el viernes entusiasmó a quienes quieren verla otra vez como candidata presidencial. Y enseguida comenzó la construcción de un operativo clamor que, al menos por ahora, se trata de una muestra de voluntarismo que no se transmite en una sociedad agobiada por el impacto diario de sus penurias económicas.
Los apóstoles de la parábola “Cristina candidata” fueron el ministro camporista Andrés Larroque, quien difícilmente tenga juego político propio el día en el que la vicepresidente ya no ocupe un papel protagónico. Lo siguieron el ex gobernador de San Juan, el veterano y sobreviviente a la caída de un helicóptero José Luis Gioja, y la gobernadora Alicia Kirchner, cuñada de la vice y otra dirigente que le debe su permanencia cerca del poder al milagro de la burocracia parental que triunfa en el país.
Cristina Kirchner en el plenario de la Unión Obrera Metalúrgica
Kirchner sabe que su estructura política es bastante más débil de lo que fue en el pasado. Por eso, piensa algunas jugadas para fortalecerla en aquellos espacios que considera vitales para su supervivencia. Uno de ellos es la provincia de Santa Cruz, jaqueada por la gestión muy endeble de la Tía Alicia. Allí ha comenzado a evaluar la posibilidad de llevar como candidato al actual presidente de YPF, Pablo González, un santacruceño que ya fue funcionario provincial, diputado y senador nacional y que ha crecido en influencia desde su poderoso despacho al frente de la petrolera estatal. Es la provincia kirchnerista por excelencia que no pueden arriesgarse a perder durante el año próximo.
No es la primera vez que Cristina intenta una apuesta arriesgada utilizando la base de YPF, compañía que controla como si fuera de su propiedad. En 2012 y luego de una estatización conflictiva que quebró la relación con España, convocó para presidirla al ejecutivo entrerriano Miguel Galuccio, un tiburón del mercado petrolero con el que buscó darle dinamismo a la explotación de Vaca Muerta y, a la vez, enviarle una señal tardía de racionalidad al establishment. Al final no le funcionó porque el experimento terminó con recesión y la previsible derrota electoral en 2015.
Pero la maquinaria de la creatividad kirchnerista se ha puesto en marcha de nuevo. Además de Santa Cruz, Cristina intenta fortalecer su otra base de poder en la provincia de Buenos Aires. Sus apariciones políticas se repiten en ese territorio, donde apuntala la complicada reelección del malogrado gobernador Axel Kicillof, y en el que tiene como alternativa a la nostalgia presidencial la de una candidatura a senadora que le garantice la tranquilidad de los fueros parlamentarios. No es un dato menor.
Este lunes, precisamente, Cristina deberá enfrentar el deja vù de su situación judicial complicada cuando el fiscal Diego Luciani le ponga punto final a su alegato en la causa Vialidad, la que lanzó al estrellato de la construcción con fondos estatales al hábil emprendedor Lázaro Báez. El funcionario insistirá en su pedido de condena a doce años de prisión para la vicepresidente, y comenzarán a correr los tiempos para el pronunciamiento del Tribunal Oral Federal 2. En Tribunales se cree que la sentencia estará lista para fines de noviembre y que recortará el pedido del fiscal a un número de años cercanos a la mitad de esa demanda.
Si las encuestas siguen contrariando como hasta ahora a Cristina y la amenaza judicial le aconseja retener los fueros de senadora en la provincia de Buenos Aires, la vicepresidente ha empezado a definir quien será el candidato a presidente para enfrentar la adversidad del final del gobierno fallido que comparte con Alberto Fernández. Si no hay estallido de la economía en el verano, se inclinará por el pragmatismo de Sergio Massa.
“Están en la mejor sintonía con Sergio; hablan todo el tiempo y evalúan juntos cada una de las medidas económicas”, admite uno de los colaboradores de Cristina. Explica además que el ministro ha tomado las decisiones adecuadas que, cuando la Vicepresidenta hizo alguna crítica tuitera por el aumento de la indigencia, ya estaba acordada la estrategia de la solución.
Sergio Massa tiene mucha afinidad con CFK
La semana pasada, sin embargo, no pasaron desapercibidas para Cristina las declaraciones del viceministro Gabriel Rubinstein, quien fue al Congreso a explicar los ejes del Presupuesto 2023 y lamentó que hayan sido abandonadas las políticas de superávit fiscal inauguradas por Eduardo Duhalde y Roberto Lavagna a mediados de 2002, en el ciclo pre Néstor. “Ya se habló del tema y Sergio se va a ocupar de que el viejo no insista más con esas boludeces”, fue el comentario seco con el que los kirchneristas cerraron la cuestión. No les cae simpático el macro economista.
El triángulo de las Bermudas en Juntos por el Cambio
Ya se dicho en esta columna que el oponente preferido para Cristina es Mauricio Macri. Creen que el Frente de Todos solo tendría chances de triunfo si el candidato opositor fuera el ex presidente en un escenario de polarización salvaje, a raíz de la fuerte imagen negativa que tienen ambos. Por eso es que siguen explorando la posibilidad, cada vez más incierta, de sumar los votos suficientes en el Congreso para eliminar las PASO.
La muerte eventual de las primarias abiertas complicaría a los candidatos emergentes de Juntos por el Cambio como Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich o cualquiera de los radicales, quienes necesitan una victoria interna que legitime sus aspiraciones. Al mismo tiempo, podría favorecer las planes de Macri para ofrecerse como el primus inter pares que garantice la cohesión que hoy no tiene la coalición opositora por ausencia de liderazgo. Todas son hipótesis que requieren comprobación.
Y si el futuro del Frente de Todos está condicionado por el triángulo que forman Cristina, Massa y el desconcertante Alberto Fernández (preocupado en estos días por la evolución de su dieta), el destino de la coalición opositora estará determinado por la resolución del triángulo que tiene a Macri, a Rodríguez Larreta y a Bullrich en cada uno de sus vértices. El desafío de estos tiempos es acertar con quienes se impondrán en esta trigonometría del poder.
Rodríguez Larreta apuesta a conseguir los votos que el faltaron al Macri del 40% en 2019 en el espectro difuso de votantes moderados que eligieron a Alberto Fernández. Y Bullrich prefiere explorar el universo de votantes enojados que observan con atención a Milei mostrando un perfil de dama combativa. En esa línea estrenó el “te voy a romper la cara” con el que abordó al jefe de gabinete larretista, Felipe Miguel, e intercambió tuits de guerra con el belicoso Pablo, el heredero de Hugo Moyano.
El dilema, tanto para Rodríguez Larreta como para Bullrich, es que Mauricio Macri no termina de aclarar si será el padrino de la boda en el PRO o si volverá a tratar de convertirse en novio. “Yo digo que no voy a ser candidato, pero nadie me cree”, es la frase preferida del ex presidente en estos días. Y sí, no es fácil creerle a un “no candidato” que estrena libro con un acto de campaña, que camina algunos ciudades del país como si fuera candidato y que mantiene a su legión de fans digitales (algunos de corazón y otros profesionales) activos como nunca en las redes sociales. Macri también juega con la fantasía de su operativo clamor.
Mauricio Macri en la presentación de su libro y jugando al misterio con su candidatura
La disputa en el triángulo de las Bermudas del PRO podría definirse simplemente por elecciones internas, sea con PASO o con primarias partidarias abiertas. El problema es que dividen el voto y correrían el riesgo de terminar ofreciéndole en bandeja el triunfo al candidato de la UCR, los socios más fuertes en la coalición. Es cierto que hay diálogos permanentes con Gerardo Morales, con Martín Lousteau y con Alfredo Cornejo para consensuar fórmulas cruzadas que eviten el debilitamiento de Juntos por el Cambio. Pero la dinámica del consenso no parece que vaya a dar frutos en este verano de ansiedad electoral.
Quien acaba de regresar de sus viajes por el exterior y por casi todas las provincias del interior del país es Facundo Manes. El neurocientífico ya ha decidido que será candidato a presidente y que rechazará cualquier abordaje de fórmulas cruzadas con el PRO. “Soy candidato a presidente o me vuelvo a mi casa”, les ha dicho a quienes trataron de convencerlo. Manes cree en un espacio popular donde él sea la figura convocante y se sumen otros referentes para ampliarlo. Con esa idea es que se ha reunido con el cordobés Juan Schiaretti y que ha recibido en su casa al piquetero Emilio Pérsico, otro de los dirigentes que apostaron y perdieron con el unicornio azul del albertismo.
En dos semanas, comienza el Mundial de Qatar y todavía hay incautos que creen que el somnífero futbolero le pondrá un freno a todas las escaramuzas electorales. Cristina, Macri, Massa, Rodríguez Larreta, Bullrich, Morales, Manes, Vidal, Milei y hasta el surrealista Alberto Fernández creen que pueden llegar a la Casa Rosada si los planetas se alinean a su favor. La Argentina sigue siendo un laboratorio inexplicable de la autodestrucción.
El gobernador bonaerense pidió que parte del acuerdo con el FMI sea destinado a la reconstrucción de la ciudad, pero en la Casa Rosada no contestarán. Hay dos proyectos en el Congreso para declarar la emergencia
Mientras buena parte de Bahía Blanca y sus alrededores se encuentra aún bajo el agua y crecen los pedidos de ayuda de los vecinos afectados, en la Casa Rosada adelantan que seguramente sujetarán eventuales erogaciones de la Nación a un pedido específico del distrito, en lugar de acompañar los proyectos de ley que se presentaron en el Congreso con ese fin. Evitaron confrontar con Axel Kicillof, luego del picante pedido del gobernador bonaerense para que el Gobierno destine una parte del monto que envíe el FMI al país a reconstruir la ciudad costera.
“No vamos a entrar en una disputa, ni con Kicillof ni con nadie. Decretamos tres días de duelo nacional. Ya ni eso respetan”, dijo, ofuscado, un funcionario en Balcarce 50 que responde a Karina Milei, guardiana de la imagen del Presidente. En la sede del Gobierno donde avanzan con pies de plomo y aplican una estrategia de comunicación extremadamente cuidada en el caso de la tragedia de Bahía Blanca. “Es una opinión suya”, agregó otro, que se limitó a responder, por lo bajo, que el dinero que le va a dar el Fondo a la Nación “no tiene asignación”. “Va para pagar deuda y al Tesoro”, deslizó.
El oficialismo enmarcó los cuestionamientos de Kicillof en la interna del peronismo: “Axel y Cristina necesitan pelearse con Javier, hay una discusión entre ellos a ver quién le pega más. A nosotros no nos cambia nada”, dijo un asesor.
No sólo evitaron contestarle a Kicillof: las apariciones de los funcionarios en general se limitan a las redes sociales; Manuel Adorni no adelantó sus conferencias de prensa; y Javier Milei no dio una sola entrevista y suspendió su agenda pública. El cambio rotundo se produjo esta mañana, cuando el Presidente arribó a Bahía Blanca sin preanuncios: arribó temprano, evitó las fotos y se dirigió directamente al centro de monitoreo de la ciudad.
Con todo, anoche, poco después de la conferencia de prensa de Kicillof desde Bahía Blanca, en la Legislatura bonaerense uno de los alfiles de Santiago Caputo contraatacó. El titular de la bancada violeta, Agustín Romo, que frecuenta el despacho del asesor en la Casa de Gobierno y forma parte de la agrupación “Las Fuerzas del Cielo” informó que acababa de presentar un proyecto para exigirle a la gobernación que destine a Bahía el dinero que está previsto para las PASO locales, que se suspendieron a nivel nacional a instancias de un proyecto de ley de La Libertad Avanza. Fue una contrachicana clara, realizada indirectamente desde la cúpula libertaria.
La trágica inundación causó al menos 16 muertes (REUTERS)
Con todo, en la Nación dicen que se encuentran a la espera de que la Provincia oficialice la emergencia y haga un pedido formal de fondos, específico, para luego evaluar si las cantidades solicitadas son viables. Condicionarán la ayuda, como advirtió el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, a que haya “un plan” de la provincia y el municipio.
“Seguramente le estemos solicitando ayuda financiera al gobierno nacional”, dijo ayer al mediodía el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Blanco, cuando transcurría el quinto día desde la tragedia y el gobernador, Axel Kicillof, se disponía a brindar su conferencia de prensa junto al intendente, Federico Susbielles. Ninguno de los dijo el monto que le pedirá al Gobierno para empezar a reconstruir Bahía Blanca.
En medio de las chicanas, en la Nación dicen que siguen dispuestos a otorgar más fondos para la reconstrucción -si es que deciden hacerlo-, pero señalan que el método no está claro, y que evalúan mecanismos.
En principio contemplan dos vías. Por un lado, están los pedidos que presentaron en el Congreso casi todos los partidos el mismo viernes en ambas Cámaras.
Ese día, cuando el agua aún no había bajado, un grupo transversal de diputados, con representantes de Unión por la Patria, PRO y la UCR, avanzaron con una demanda al Gobierno para que declare la emergencia y cree un fondo, aunque sin especificar cifras. En el Senado hicieron lo propio los kirchneristas Eduardo De Pedro y Juliana Di Tullio, y el radical Maximiliano Abad, también en conjunto, aunque sin firmas de la tropa amarilla y con un número claro: 20 mil millones de pesos.
Kicillof pidió en conferencia de prensa que el Gobierno destine parte de la plata del acuerdo con el FMI para reconstruir Bahía Blanca
Hasta ahora, la Nación le otorgó 10 mil millones de pesos a la ciudad costera, casi de inmediato. Primero lo anunció el ministro de Economía, Luis Caputo. Después, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos confirmó que la transferencia se había realizado. El jefe comunal, Federico Susbielles, agradeció la ayuda, pero señaló en conferencia de prensa, el domingo pasado, que no sería suficiente y habló de un mínimo de 400 mil millones de pesos. En principio, deslizó que estaba hablando con La Plata para definir financiamiento internacional y un programa puntual.
La solicitud para declarar la emergencia en la Cámara baja podría tratarse hoy, si es que prospera la polémica sesión especial que pidió la oposición para tratar los pedidos de investigación legislativa por el caso Libra, que complica sobremanera al Gobierno. Por lo pronto, esta tarde, el oficialismo aceptó incluir el tema, pero podría no haber quórum (de hecho, el Gobierno hace lo posible para evitar que se sesione).
El bloque libertario en Diputados aún no definió qué hará en este caso particular, y espera instrucciones de Balcarce 50. “Teniendo en cuanta los antecedentes de los incendios en la pampa y Córdoba, si llega a haber quorum la lógica indicaría que podríamos acompañar”, dijeron en la bancada mileista.
El intendente Federico Susbielles habló de un mínimo de 400 mil millones de pesos para recuperar la ciudad
Pero remarcaron que la decisión no está tomada. Y en la Casa Rosada, donde se toman las decisiones, deslizaron, a priori, que se inclinan por el mecanismo de la declaración de la emergencia en la Provincia de Buenos Aires -que aún no se tramitó-. “Esos fondos van a ser discrecionales, no van a tener que explicar para qué van específicamente. Pero tiene más sentido ir por esa vía”, dijeron en Balcarce 50.
El Gobierno mira con mejor predisposición la vía de un pedido de fondos de parte de Kicillof, y aseguraron que aún esperan que su administración y la Legislatura bonaerense oficialicen la emergencia. Pero en el entorno de Milei mostraron reticencia con respecto a los proyectos que se presentaron en el Congreso, con extremo cuidado de no generar polémicas en torno al delicado caso de Bahía.
Comunicación cuidada
A pesar de los cuidados más arriba mencionados, los libertarios salen a contestar los tuiteros estrella que responden a Santiago Caputo, pero sus voces no son oficiales y, por lo tanto, se mantienen en el terreno de las redes.
Preocupados por no pisar el palito, los funcionarios tampoco confrontaron Cristina Kirchner, que le dedicó al Presidente uno de sus mensajes que empiezan con “Che, Milei”, en Twitter. “No nos suma en nada”, deslizaron. La bajada desde la cúpula es no hacer ruido político con la tragedia.
Adorni decidió no adelantar, como en otras ocasiones, la conferencia de prensa que hace dos semanas decidió fijar los miércoles (antes se hacía los días martes y jueves, varía según el momento del año). En cambio, la sostuvo para hoy, cuando pasaron seis días desde que se inundó Bahía Blanca. “¿Por qué la adelantaríamos? ¿En qué ayudaría a los bahienses?”, dijeron en la Casa Rosada. Creen que es suficiente con la serie de tuits que publican casi hora a hora Patricia Bullrich y Luis Petri desde el lugar; y el resto de los ministerios, como Capital Humano, e inclusive ARCA (ex AFIP) e YPF.
Hay dos proyectos presentados en el Congreso para declarar la emergencia en Bahía Blanca
En la misma Milei no sólo eligió quedarse en Olivos el fin de semana y durante los primeros días hábiles post-tormenta. También evitó las entrevistas. Además, se cuidó de frenar todas las actividades públicas que tenía previstas, dicen en su círculo, para seguir con la mayor atención posible el operativo de contención en la zona. En ese contexto suspendió sus viajes a Mendoza y a Chile, y aún no confirmó si irá a ExpoAgro el viernes, como tenía previsto.
La novedad se produjo esta mañana, cuando el jefe de Estado llegó a Bahía Blanca tras un viaje que se mantuvo bajo estricta reserva. Lo acompañó una comitiva reducida integrada por Karina Milei, Guillermo Francos y Patricia Bullrich.
Hasta ahora la encargada de poner la cara había sido la ministra de Seguridad, que dio innumerables entrevistas, por teléfono y en el piso de los principales canales de TV, casi todos los días posteriores al desastre. No fue el caso de Petri, que a pesar de estar al frente de buena parte del operativo, apenas habló en estos días. Hay ciertos rumores de que no fue autorizado para que “poner la cara” luego del malestar que crecía con él en cierto sector del Gobierno hasta la semana pasada.
Las autoridades nacionales criticaron al ex presidente, pero separaron las críticas de un eventual respaldo al acuerdo con el FMI y otras iniciativas. Este miércoles, el oficialismo enfrenta una votación clave en Diputados
Nuevamente, declaraciones públicas del ex presidente Mauricio Macri generaron repercusiones negativas en la Casa Rosada, donde los funcionarios dejaron ver su malestar con el líder del PRO, pero evitaron responderle abiertamente, en medio de las expectativas de alianza electoral con final todavía incierto.
Esta vez, el ex mandatario nacional habló sobre el Decreto de Necesidad y Urgencia que su sucesor Javier Milei firmó para hacer efectivo el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y que luego envió al Congreso para su tratamiento.
Al participar de la Exporural que se realiza en un predio del partido bonaerense de San Nicolás, el referente de la “oposición dialoguista” consideró que la decisión del Gobierno de haber utilizado ese instrumento para acelerar las negociaciones con el organismo de crédito, evidencia “la debilidad institucional en la que estamos”.
Macri cuestionó al Gobierno durante su visita a Expoagro (Expoagro2025/ NA)
“No ayuda a generar confianza, y creo que eso es importante eso. Creo que habría que hacer otro buen acuerdo con el Fondo y darle la mayor institucionalidad posible”, opinó Macri.
En Balcarce 50 estos dichos cayeron muy mal y en el entorno de Milei remarcaron que el ex jefe de Estado “no entiende el proceso jurídico en la Argentina” y aseguraron que no habla en nombre del PRO.
En este sentido, las autoridades nacionales aseguraron que un DNU, si es aprobado por alguna de las Cámaras, “es jurídicamente lo mismo que una ley”, por lo que cuestionaron que el dirigente responda “de cosas que no entiende”.
Efectivamente, como no se trata de un proyecto, sino de un Decreto de Necesidad y Urgencia, tanto el Senado como Diputados debe rechazarlo para que deje de estar en vigencia. Caso contrario, si alguno de los dos recintos lo aprueba, es automáticamente avalado.
Este miércoles, tan solo un día después de las declaraciones de Macri, el oficialismo enfrentará una importante votación en el Congreso, en la que necesitará de la ayuda del PRO.
El bloque de Democracia para siempre, que encabeza Facundo Manes, solicitó una sesión para tratar un conjunto de resoluciones que proponen la creación de una Comisión Investigadora del caso $Libra y la convocatoria a dar explicaciones de varios de los integrantes del Gabinete, incluido el propio Presidente.
El oficialismo enfrenta una dura batalla en la Cámara de Diputados este miércoles (EFE/ Cámara De Diputados De Argentina)
La bancada amarilla, comandada por Cristian Ritondo, se reunió este martes por la tarde para definir la postura que va a tener de cara a ese debate, pero no se habló en ningún momento sobre el acuerdo con el FMI ni las palabras del líder del partido.
A pesar de las tensiones existentes, el PRO tenía previsto sostener su posición de apoyar al Gobierno y votar en contra de todas las medidas vinculadas con la presunta estafa con la criptomoneda, al considerar que se trata de un tema que tiene que estudiar la Justicia.
Por el otro lado, esta fuerza política también tiene una importante influencia en la Comisión Bicameral Permanente de Tratamiento Legislativo, que es la encargada de dictaminar sobre los DNUs que firma el Poder Ejecutivo.
Si bien este cuerpo está presidido por el senador libertario Juan Carlos Pagotto, tiene como vice a un referente del macrismo, el diputado Diego Santilli, que asumió en remplazo de su compañero de banca Hernán Lombardi.
En las últimas horas, Lombardi renunció a su cargo como legislador para asumir como ministro de Desarrollo Económico en la ciudad de Buenos Aires, tras haber sido convocado para ese puesto por el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri.
Santilli quedó como vicepresidente de a Comisión Bicameral Permanente de Tratamiento Legislativo (Jaime Olivos)
El lugar en la mencionada Comisión, entonces, quedó en manos de Santilli, un dirigente que se ha mostrado cercano a Milei y que incluso se especuló con la posibilidad de que se sume a La Libertad Avanza.
De acuerdo con lo que precisaron a Infobae fuentes de su entorno, “El Colo” estaría dispuesto a respaldar el Decreto del Presidente, incluso después de las críticas que hizo Macri.
Las palabras de quien es el titular del PRO no modificaron el pensamiento del diputado, que cree que el Gobierno cumplió con su promesa de enviar el acuerdo con el FMI al Congreso, así lo haya hecho mediante un DNU.
Para Santilli, además, es importante que el Poder Ejecutivo cuente con este nuevo programa con el Fondo para “poder sanear el Banco Central y terminar de una vez con el flagelo de la inflación”, y considera que las dos Cámaras “tienen que acompañar”.
Su rostro y el logo presidencial figura en una iniciativa de la Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas, vinculada al mentor del presidente, Alberto Benegas Lynch
Coherente con su odio hacia la educación pública, el presidente Javier Milei prestó su imagen y hasta el logo de su gobierno para una beca de la universidad privada vinculada con su mentor político, Alberto Benegas Lynch. Se trata de la Beca Presidencia de la Nación que cubriría hasta el 100% de las cuotas para los beneficiarios que sean elegidos para asistir a la Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas (ESEADE).
“El objetivo principal de esta campaña es dar a conocer la nueva Beca ESEADE Presidencia de la Nación, una iniciativa que busca ofrecer oportunidades a estudiantes comprometidos con su desarrollo académico y profesional”, indican en la web oficial de la Casa de Estudios, en donde destacan que la cartelería se desplegará por unas cinco semanas, desde febrero, en diferentes puntos estratégicos de la Ciudad de Buenos Aires, “con el propósito de llegar al mayor número posible de jóvenes interesados en programas de grado y posgrado en áreas como negocios, economía, derecho y gestión”.
Sin embargo, la campaña no solo se extendió en la vía pública, sino también en las redes sociales. Allí, Milei promocionó en su Instagram una publicación en la que se destacaba que la beca tenía que ver con la “formación en las ideas de la libertad”. El posteo llevaba además el logo de la Presidencia de la Nación. Una maniobra que resultaría extraña si se tratara de cualquier otro mandatario.
El propósito de esta beca es «brindar a los jóvenes talentos la posibilidad de acceder a una educación de excelencia, alineada con los principios del libre mercado, el respeto a la propiedad privada y la responsabilidad individual”. Según aclararon, la institución no recibe fondos públicos para la realización de la iniciativa, más allá del impulso del presidente a título personal.
El mencionado posteo de Instagram fue el 2 de febrero, unas dos semanas antes que el presidente promocionara en Twitter la criptoestafa $LIBRA por la cual está siendo investigado por la justicia de Argentina y Estados Unidos.
La ESEADE fue fundada en 1978 gracias al aporte de “múltiples benefactores” y contó con la participación clave de Benegas Lynch, el padre de Bertie, actual diputado nacional de La Libertad Avanza. En 2022, el propio “Prócer”, como Milei llama a su mentor, le otorgó un Doctorado Honoris Causa, cuyo reconocimiento le vale al presidente para que lo denominen Doctor, una figura que llegó a ponerse en duda.