Con el apoyo de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, el presidente de la Cámara de Diputados será un superministro que manejará Economía, Producción y Agricultura
En la tarde del jueves 28 de julio Sergio Massa concentró todo el poder que podía concentrar dentro del gobierno nacional. Nunca antes había tenido tanto, pese a su influencia en las decisiones de la cúpula presidencial. Su nombramiento como ministro de Economía, Producción y Agricultura, decidido después de largas negociaciones con Alberto Fernández y Cristina Kirchner, es el certificado de su propio triunfo.
El presidente de la Cámara de Diputados se convirtió en la única esperanza del peronismo para intentar dar enderezar la gestión. Por eso no sorprende la presión que ejercieron los gobernadores del PJ en el inicio de la jornada de ayer y el respaldo que le dio la Confederación General del Trabajo (CGT) pocas horas después de que se confirmara su desembarco en el Gabinete.
Massa había quedado muy golpeado cuando el domingo 3 de julio llegó a su final. Ese día hubo intensas negociaciones para que se haga cargo de la Jefatura de Gabinete y controle los principales resortes de la economía. No sucedió. Fernández no le quiso dar tanto poder y resistió. En esa encrucijada, resolvió, en un acuerdo con la Vicepresidenta, que Silvina Batakis reemplace a Martín Guzmán.
Massa llega al Gabinete con el respaldo de Alberto Fernández y Cristina Kirchner (REUTERS/Agustin Marcarian/File Photo)
Batakis fue la pieza que pudo unir un jarrón que está roto hace mucho. El punto de acuerdo entre Alberto y Cristina después de cuatro meses sin hablarse. Tomó el timón del ministerio de Economía con una disparada del dólar libre y el riesgo país en alza, pero con la firme de convicción de realizar un ajuste fiscal y cumplir con las metas pactadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Fue la titular del Fondo, Kristalina Georgieva, la que el último lunes, después de reunirse con la ex ministra de Economía, destacó “los esfuerzos iniciales para fortalecer la sostenibilidad fiscal” y habló de una reunión “productiva”. Fue una buena señal para el Gobierno, que había arrancado la jornada con el dólar libre en $338 y luego de una semana con los mercados completamente alterados.
Batakis duró en su cargo 25 días,contando el jueves, cuando luego de dos horas de reunión con Alberto Fernández, puso su renuncia a disposición y le dejó en claro al Presidente que no tenía intenciones de seguir en el ministerio, bajo la órbita de Massa.
Lo mismo hizo Daniel Scioli, que estuvo 44 días al frente del ministerio de Desarrollo Productivo, del que había sido desplazado Matías Kulfas. El Presidente le ofreció a Scioli ocupar el ministerio de Turismo y Deportes, que conduce Matías Lammens. El ex gobernador bonaerense no aceptó.
Daniel Scioli y Silvina Batakis dejaron sus cargos en la jornada de ayer (REUTERS/Agustin Marcarian)
Scioli vino a la Argentina para prestar ayuda en un momento complejo del Gobierno, porque Kulfas fue echado por la presión pública que ejerció Cristina Kirchner y en medio de un momento donde la interna entre la Casa Rosada y el kirchnerismo estaba desmadrada. Cuando el Jefe de Estado le ofreció el ministerio de Turismo, optó por volver a Brasil, a ocupar la embajada argentina. Gracias, pero no.
El ex vicepresidente tiene, desde hace años, una relación tensa con Massa, que ambos intentaron limar después de su llegada al Gobierno. Pero no hubo demasiados cambios. Hay un objetivo que comparten los dos y que, a partir de hoy, uno parece estar un paso más cerca que el otro de cumplirlo. Massa y Scioli quieren ser candidatos a presidente del peronismo.
La conversión de Massa en un súper ministro le abre la puerta a una proyección más clara para el 2023. Pero tiene que sortear un sinfín de escollos que se le presentarán en la gestión de un país con escasez de dólares, una inflación galopante y una brecha cambiaria amplia. Además de ser parte de un Gobierno que perdió credibilidad y confianza a borbotones durante los últimos meses.
Justamente Massa, según entienden en todos los campamentos del Frente de Todos, llega con la misión de recuperar la confianza perdida y ordenar las cuentas que Batakis no pudo ordenar en su escaza estadía en el quinto piso del Palacio de Hacienda.
Cecilia Moreau, de extrema confianza de Massa, ocupará la presidencia de la Cámara de Diputados (NA: MARIANO SÁNCHEZ)
Su llegada al Poder Ejecutivo es un golpe de efecto fuerte. Una maniobra que el Gobierno necesitaba después de tantas crisis consecutivas, pero que deja más debilitado a Alberto Fernández. Dentro del Frente de Todos la dirigencia asumió que el Presidente soltó una gran parte del poder que le quedaba en este cambio de Gabinete. No tienen dudas.
Massa asumirá la próxima semana al mando de un súper ministerio y, a la par, seguirá teniendo influencia en la presidencia de la Cámara de Diputados. Allí quedará Cecilia Moreau, integrante del Frente Renovador, de máxima confianza, y muy cercana al líder de La Cámpora, Máximo Kirchner.
El tigrense concentró poder pero no se quedó con todo lo que pidió. En principio reclamaba el Banco Central, a cargo de Miguel Pesce, y la AFIP, conducida por Mercedes Marcó del Pont. Fernández no quiso dárselos. Pesce sigue en su cargo y Marcó del Pont pasó a la Secretaría de Asuntos Estratégicos luego de la renuncia de Gustavo Beliz.
La salida de Beliz genera un fuerte daño en el círculo más chico del Presidente. El ex funcionario era uno de los más leales colaboradores de Fernández. Integrante de una mesa muy chica en la que el mandatario se apoyó desde el primer día de su gestión. Sobre todo, en los momentos más tensos y complejos.
Beliz se va porque Massa se hará cargo también de las relaciones conlos organismos internacionales, bilaterales y multilaterales de crédito, tal como describe el comunicado oficial emitido por Presidencia. El ex secretario de Asuntos Estratégicos no lo dudó. Dejó su lugar apenas se lo comunicaron. Él era quien llevaba adelante esos vínculos.
Su salida se suma a la de Macerla Losardo (Justicia), Matías Kulfas (Producción), Martín Guzmán (Economía) y Juan Pablo Biondi (Comunicación). Todos muy cercanos al Presidente, que, en cada una de esas movidas, dinamitó su círculo político de poder. Lo achicó a la mínima expresión.
El área de Energía, que también había reclamado, seguiría en manos del kirchnerismo. Darío Martínez podría quedarse como secretario y Federico Basualdo como subsecretario. Cristina Kirchner, por ahora, no cedió el control de esa área de gobierno que es estratégica. Sergio Massa anunciará el lunes a su equipo y ese día habrá confirmación definitiva sobre cómo queda el sector más sensible del Gobierno.
Sergio Massa juraría como ministro en los primeros días de la semana que viene
La movida política para que Massa desembarque en el Gabinete derivó en la renuncia de dos ministros y un funcionario del riñón presidencial, más el desplazamiento de Silvina Batakis. Ese ejercicio de poder dejó expuesto la influencia del tigrense en las negociaciones y el apoyo que logró de parte de la Vicepresidenta, que no vetó su arribó.
El líder del Frente Renovador llega al súper ministerio con el aval de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, pero también con el respaldo de gobernadores e intendentes del peronismo. En el oficialismo creen que su llegada va a refrescar el aire del Gobierno y que puede ser usado como un relanzamiento de la gestión.
También hay un grupo más chico que considera que nada cambiará y que Massa puede terminar licuado por la crisis interna, que si bien está frizada, nunca dejó de existir. El desafío que tiene el nuevo ministro es, a través de las medidas y la exposición pública, darle un rumbo a la gestión que pueda sintetizar los intereses de Alberto y Cristina como plan de gobierno.
Massa multiplicó su poder y su influencia. La semana que viene empezará el momento de la gestión. La tarea más difícil a la que estará abocado. Ya tiene todo el apoyo político que necesitaba tener. Hoy podrá ver la reacción inmediata de los mercados. El Gobierno empieza un nuevo tiempo.
El gobernador bonaerense pidió que parte del acuerdo con el FMI sea destinado a la reconstrucción de la ciudad, pero en la Casa Rosada no contestarán. Hay dos proyectos en el Congreso para declarar la emergencia
Mientras buena parte de Bahía Blanca y sus alrededores se encuentra aún bajo el agua y crecen los pedidos de ayuda de los vecinos afectados, en la Casa Rosada adelantan que seguramente sujetarán eventuales erogaciones de la Nación a un pedido específico del distrito, en lugar de acompañar los proyectos de ley que se presentaron en el Congreso con ese fin. Evitaron confrontar con Axel Kicillof, luego del picante pedido del gobernador bonaerense para que el Gobierno destine una parte del monto que envíe el FMI al país a reconstruir la ciudad costera.
“No vamos a entrar en una disputa, ni con Kicillof ni con nadie. Decretamos tres días de duelo nacional. Ya ni eso respetan”, dijo, ofuscado, un funcionario en Balcarce 50 que responde a Karina Milei, guardiana de la imagen del Presidente. En la sede del Gobierno donde avanzan con pies de plomo y aplican una estrategia de comunicación extremadamente cuidada en el caso de la tragedia de Bahía Blanca. “Es una opinión suya”, agregó otro, que se limitó a responder, por lo bajo, que el dinero que le va a dar el Fondo a la Nación “no tiene asignación”. “Va para pagar deuda y al Tesoro”, deslizó.
El oficialismo enmarcó los cuestionamientos de Kicillof en la interna del peronismo: “Axel y Cristina necesitan pelearse con Javier, hay una discusión entre ellos a ver quién le pega más. A nosotros no nos cambia nada”, dijo un asesor.
No sólo evitaron contestarle a Kicillof: las apariciones de los funcionarios en general se limitan a las redes sociales; Manuel Adorni no adelantó sus conferencias de prensa; y Javier Milei no dio una sola entrevista y suspendió su agenda pública. El cambio rotundo se produjo esta mañana, cuando el Presidente arribó a Bahía Blanca sin preanuncios: arribó temprano, evitó las fotos y se dirigió directamente al centro de monitoreo de la ciudad.
Con todo, anoche, poco después de la conferencia de prensa de Kicillof desde Bahía Blanca, en la Legislatura bonaerense uno de los alfiles de Santiago Caputo contraatacó. El titular de la bancada violeta, Agustín Romo, que frecuenta el despacho del asesor en la Casa de Gobierno y forma parte de la agrupación “Las Fuerzas del Cielo” informó que acababa de presentar un proyecto para exigirle a la gobernación que destine a Bahía el dinero que está previsto para las PASO locales, que se suspendieron a nivel nacional a instancias de un proyecto de ley de La Libertad Avanza. Fue una contrachicana clara, realizada indirectamente desde la cúpula libertaria.
La trágica inundación causó al menos 16 muertes (REUTERS)
Con todo, en la Nación dicen que se encuentran a la espera de que la Provincia oficialice la emergencia y haga un pedido formal de fondos, específico, para luego evaluar si las cantidades solicitadas son viables. Condicionarán la ayuda, como advirtió el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, a que haya “un plan” de la provincia y el municipio.
“Seguramente le estemos solicitando ayuda financiera al gobierno nacional”, dijo ayer al mediodía el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Blanco, cuando transcurría el quinto día desde la tragedia y el gobernador, Axel Kicillof, se disponía a brindar su conferencia de prensa junto al intendente, Federico Susbielles. Ninguno de los dijo el monto que le pedirá al Gobierno para empezar a reconstruir Bahía Blanca.
En medio de las chicanas, en la Nación dicen que siguen dispuestos a otorgar más fondos para la reconstrucción -si es que deciden hacerlo-, pero señalan que el método no está claro, y que evalúan mecanismos.
En principio contemplan dos vías. Por un lado, están los pedidos que presentaron en el Congreso casi todos los partidos el mismo viernes en ambas Cámaras.
Ese día, cuando el agua aún no había bajado, un grupo transversal de diputados, con representantes de Unión por la Patria, PRO y la UCR, avanzaron con una demanda al Gobierno para que declare la emergencia y cree un fondo, aunque sin especificar cifras. En el Senado hicieron lo propio los kirchneristas Eduardo De Pedro y Juliana Di Tullio, y el radical Maximiliano Abad, también en conjunto, aunque sin firmas de la tropa amarilla y con un número claro: 20 mil millones de pesos.
Kicillof pidió en conferencia de prensa que el Gobierno destine parte de la plata del acuerdo con el FMI para reconstruir Bahía Blanca
Hasta ahora, la Nación le otorgó 10 mil millones de pesos a la ciudad costera, casi de inmediato. Primero lo anunció el ministro de Economía, Luis Caputo. Después, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos confirmó que la transferencia se había realizado. El jefe comunal, Federico Susbielles, agradeció la ayuda, pero señaló en conferencia de prensa, el domingo pasado, que no sería suficiente y habló de un mínimo de 400 mil millones de pesos. En principio, deslizó que estaba hablando con La Plata para definir financiamiento internacional y un programa puntual.
La solicitud para declarar la emergencia en la Cámara baja podría tratarse hoy, si es que prospera la polémica sesión especial que pidió la oposición para tratar los pedidos de investigación legislativa por el caso Libra, que complica sobremanera al Gobierno. Por lo pronto, esta tarde, el oficialismo aceptó incluir el tema, pero podría no haber quórum (de hecho, el Gobierno hace lo posible para evitar que se sesione).
El bloque libertario en Diputados aún no definió qué hará en este caso particular, y espera instrucciones de Balcarce 50. “Teniendo en cuanta los antecedentes de los incendios en la pampa y Córdoba, si llega a haber quorum la lógica indicaría que podríamos acompañar”, dijeron en la bancada mileista.
El intendente Federico Susbielles habló de un mínimo de 400 mil millones de pesos para recuperar la ciudad
Pero remarcaron que la decisión no está tomada. Y en la Casa Rosada, donde se toman las decisiones, deslizaron, a priori, que se inclinan por el mecanismo de la declaración de la emergencia en la Provincia de Buenos Aires -que aún no se tramitó-. “Esos fondos van a ser discrecionales, no van a tener que explicar para qué van específicamente. Pero tiene más sentido ir por esa vía”, dijeron en Balcarce 50.
El Gobierno mira con mejor predisposición la vía de un pedido de fondos de parte de Kicillof, y aseguraron que aún esperan que su administración y la Legislatura bonaerense oficialicen la emergencia. Pero en el entorno de Milei mostraron reticencia con respecto a los proyectos que se presentaron en el Congreso, con extremo cuidado de no generar polémicas en torno al delicado caso de Bahía.
Comunicación cuidada
A pesar de los cuidados más arriba mencionados, los libertarios salen a contestar los tuiteros estrella que responden a Santiago Caputo, pero sus voces no son oficiales y, por lo tanto, se mantienen en el terreno de las redes.
Preocupados por no pisar el palito, los funcionarios tampoco confrontaron Cristina Kirchner, que le dedicó al Presidente uno de sus mensajes que empiezan con “Che, Milei”, en Twitter. “No nos suma en nada”, deslizaron. La bajada desde la cúpula es no hacer ruido político con la tragedia.
Adorni decidió no adelantar, como en otras ocasiones, la conferencia de prensa que hace dos semanas decidió fijar los miércoles (antes se hacía los días martes y jueves, varía según el momento del año). En cambio, la sostuvo para hoy, cuando pasaron seis días desde que se inundó Bahía Blanca. “¿Por qué la adelantaríamos? ¿En qué ayudaría a los bahienses?”, dijeron en la Casa Rosada. Creen que es suficiente con la serie de tuits que publican casi hora a hora Patricia Bullrich y Luis Petri desde el lugar; y el resto de los ministerios, como Capital Humano, e inclusive ARCA (ex AFIP) e YPF.
Hay dos proyectos presentados en el Congreso para declarar la emergencia en Bahía Blanca
En la misma Milei no sólo eligió quedarse en Olivos el fin de semana y durante los primeros días hábiles post-tormenta. También evitó las entrevistas. Además, se cuidó de frenar todas las actividades públicas que tenía previstas, dicen en su círculo, para seguir con la mayor atención posible el operativo de contención en la zona. En ese contexto suspendió sus viajes a Mendoza y a Chile, y aún no confirmó si irá a ExpoAgro el viernes, como tenía previsto.
La novedad se produjo esta mañana, cuando el jefe de Estado llegó a Bahía Blanca tras un viaje que se mantuvo bajo estricta reserva. Lo acompañó una comitiva reducida integrada por Karina Milei, Guillermo Francos y Patricia Bullrich.
Hasta ahora la encargada de poner la cara había sido la ministra de Seguridad, que dio innumerables entrevistas, por teléfono y en el piso de los principales canales de TV, casi todos los días posteriores al desastre. No fue el caso de Petri, que a pesar de estar al frente de buena parte del operativo, apenas habló en estos días. Hay ciertos rumores de que no fue autorizado para que “poner la cara” luego del malestar que crecía con él en cierto sector del Gobierno hasta la semana pasada.
Las autoridades nacionales criticaron al ex presidente, pero separaron las críticas de un eventual respaldo al acuerdo con el FMI y otras iniciativas. Este miércoles, el oficialismo enfrenta una votación clave en Diputados
Nuevamente, declaraciones públicas del ex presidente Mauricio Macri generaron repercusiones negativas en la Casa Rosada, donde los funcionarios dejaron ver su malestar con el líder del PRO, pero evitaron responderle abiertamente, en medio de las expectativas de alianza electoral con final todavía incierto.
Esta vez, el ex mandatario nacional habló sobre el Decreto de Necesidad y Urgencia que su sucesor Javier Milei firmó para hacer efectivo el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y que luego envió al Congreso para su tratamiento.
Al participar de la Exporural que se realiza en un predio del partido bonaerense de San Nicolás, el referente de la “oposición dialoguista” consideró que la decisión del Gobierno de haber utilizado ese instrumento para acelerar las negociaciones con el organismo de crédito, evidencia “la debilidad institucional en la que estamos”.
Macri cuestionó al Gobierno durante su visita a Expoagro (Expoagro2025/ NA)
“No ayuda a generar confianza, y creo que eso es importante eso. Creo que habría que hacer otro buen acuerdo con el Fondo y darle la mayor institucionalidad posible”, opinó Macri.
En Balcarce 50 estos dichos cayeron muy mal y en el entorno de Milei remarcaron que el ex jefe de Estado “no entiende el proceso jurídico en la Argentina” y aseguraron que no habla en nombre del PRO.
En este sentido, las autoridades nacionales aseguraron que un DNU, si es aprobado por alguna de las Cámaras, “es jurídicamente lo mismo que una ley”, por lo que cuestionaron que el dirigente responda “de cosas que no entiende”.
Efectivamente, como no se trata de un proyecto, sino de un Decreto de Necesidad y Urgencia, tanto el Senado como Diputados debe rechazarlo para que deje de estar en vigencia. Caso contrario, si alguno de los dos recintos lo aprueba, es automáticamente avalado.
Este miércoles, tan solo un día después de las declaraciones de Macri, el oficialismo enfrentará una importante votación en el Congreso, en la que necesitará de la ayuda del PRO.
El bloque de Democracia para siempre, que encabeza Facundo Manes, solicitó una sesión para tratar un conjunto de resoluciones que proponen la creación de una Comisión Investigadora del caso $Libra y la convocatoria a dar explicaciones de varios de los integrantes del Gabinete, incluido el propio Presidente.
El oficialismo enfrenta una dura batalla en la Cámara de Diputados este miércoles (EFE/ Cámara De Diputados De Argentina)
La bancada amarilla, comandada por Cristian Ritondo, se reunió este martes por la tarde para definir la postura que va a tener de cara a ese debate, pero no se habló en ningún momento sobre el acuerdo con el FMI ni las palabras del líder del partido.
A pesar de las tensiones existentes, el PRO tenía previsto sostener su posición de apoyar al Gobierno y votar en contra de todas las medidas vinculadas con la presunta estafa con la criptomoneda, al considerar que se trata de un tema que tiene que estudiar la Justicia.
Por el otro lado, esta fuerza política también tiene una importante influencia en la Comisión Bicameral Permanente de Tratamiento Legislativo, que es la encargada de dictaminar sobre los DNUs que firma el Poder Ejecutivo.
Si bien este cuerpo está presidido por el senador libertario Juan Carlos Pagotto, tiene como vice a un referente del macrismo, el diputado Diego Santilli, que asumió en remplazo de su compañero de banca Hernán Lombardi.
En las últimas horas, Lombardi renunció a su cargo como legislador para asumir como ministro de Desarrollo Económico en la ciudad de Buenos Aires, tras haber sido convocado para ese puesto por el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri.
Santilli quedó como vicepresidente de a Comisión Bicameral Permanente de Tratamiento Legislativo (Jaime Olivos)
El lugar en la mencionada Comisión, entonces, quedó en manos de Santilli, un dirigente que se ha mostrado cercano a Milei y que incluso se especuló con la posibilidad de que se sume a La Libertad Avanza.
De acuerdo con lo que precisaron a Infobae fuentes de su entorno, “El Colo” estaría dispuesto a respaldar el Decreto del Presidente, incluso después de las críticas que hizo Macri.
Las palabras de quien es el titular del PRO no modificaron el pensamiento del diputado, que cree que el Gobierno cumplió con su promesa de enviar el acuerdo con el FMI al Congreso, así lo haya hecho mediante un DNU.
Para Santilli, además, es importante que el Poder Ejecutivo cuente con este nuevo programa con el Fondo para “poder sanear el Banco Central y terminar de una vez con el flagelo de la inflación”, y considera que las dos Cámaras “tienen que acompañar”.
Su rostro y el logo presidencial figura en una iniciativa de la Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas, vinculada al mentor del presidente, Alberto Benegas Lynch
Coherente con su odio hacia la educación pública, el presidente Javier Milei prestó su imagen y hasta el logo de su gobierno para una beca de la universidad privada vinculada con su mentor político, Alberto Benegas Lynch. Se trata de la Beca Presidencia de la Nación que cubriría hasta el 100% de las cuotas para los beneficiarios que sean elegidos para asistir a la Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas (ESEADE).
“El objetivo principal de esta campaña es dar a conocer la nueva Beca ESEADE Presidencia de la Nación, una iniciativa que busca ofrecer oportunidades a estudiantes comprometidos con su desarrollo académico y profesional”, indican en la web oficial de la Casa de Estudios, en donde destacan que la cartelería se desplegará por unas cinco semanas, desde febrero, en diferentes puntos estratégicos de la Ciudad de Buenos Aires, “con el propósito de llegar al mayor número posible de jóvenes interesados en programas de grado y posgrado en áreas como negocios, economía, derecho y gestión”.
Sin embargo, la campaña no solo se extendió en la vía pública, sino también en las redes sociales. Allí, Milei promocionó en su Instagram una publicación en la que se destacaba que la beca tenía que ver con la “formación en las ideas de la libertad”. El posteo llevaba además el logo de la Presidencia de la Nación. Una maniobra que resultaría extraña si se tratara de cualquier otro mandatario.
El propósito de esta beca es «brindar a los jóvenes talentos la posibilidad de acceder a una educación de excelencia, alineada con los principios del libre mercado, el respeto a la propiedad privada y la responsabilidad individual”. Según aclararon, la institución no recibe fondos públicos para la realización de la iniciativa, más allá del impulso del presidente a título personal.
El mencionado posteo de Instagram fue el 2 de febrero, unas dos semanas antes que el presidente promocionara en Twitter la criptoestafa $LIBRA por la cual está siendo investigado por la justicia de Argentina y Estados Unidos.
La ESEADE fue fundada en 1978 gracias al aporte de “múltiples benefactores” y contó con la participación clave de Benegas Lynch, el padre de Bertie, actual diputado nacional de La Libertad Avanza. En 2022, el propio “Prócer”, como Milei llama a su mentor, le otorgó un Doctorado Honoris Causa, cuyo reconocimiento le vale al presidente para que lo denominen Doctor, una figura que llegó a ponerse en duda.