Fue lo que le habrían dicho a la adolescente de 14 años violada en el boliche. Sospechan que le dieron alguna droga y la atacaron en ese sector del local.
“¡El de gorrita no, el pibe de gorrita no, que no se me acerque, que no se me acerque!”. La frase, que parecía una pesadilla, alertó a la familia de una adolescente de 14 años que había ido a bailar a Pinar de Rocha, en Morón, el viernes. Su mamá denunció que la drogaron y la abusaron sexualmente adentro del local.
Todo comenzó el viernes, cuando la víctima salió del colegio en Villa Devoto y se juntó con sus compañeras. A su madre le había dicho que iría a una piyamada, por lo que se despreocupó. Pero en realidad, el viernes a la noche la adolescente fue al boliche con sus amigas para presenciar la “noche de cumpleaños y previajes de egresados”, que permite el ingreso de jóvenes a partir de los 16 años.
Ya en Villa Sarmiento, la localidad donde está ubicado Pinar de Rocha, la adolescente se instaló en el sector “VIP”, donde se permitiría el ingreso y habría alcohol gratis para las chicas si ellas llevaban polleras.
“Todavía no lo tenemos acreditado ni comprobado pero, según nos contó la madre, alguien le habría dicho a la hija que para entrar al VIP tenía que tener pollera, a cambio de tragos… Es obvio que la emborracharon ahí adentro, a una nena de 14 años… Fallaron todos los protocolos de seguridad”, dijo Javier Baños, abogado de la familia de la víctima.
El conocido boliche Pinar de Rocha, donde el sábado a la madrugada una menor fue abusada sexualmente. Foto Rolando Andrade Stracuzzi
El “chico de gorrita” -ese que mencionó la adolescente al despertar en su casa- sería el que se le habría acercado y puesto alguna pastilla en su bebida. Entrada la madrugada y con la chica descompuesta e intoxicada, una amiga llamó a las 5 del sábado a su hermana mayor, quien junto a su tía fueron a socorrerla.
“Vení rápido, no sé bien que le pasa, pero tu hermana está mal, está descompuesta. Ayudame”, fue el mensaje breve y contundente. “Todo hacía suponer de que se trataba de alguna intoxicación etílica y llegó a su casa y la recostaron… Así estuvo unas dos horas, hasta que empezó a hablar como groggyy a quejarse por algunos dolores en la zona de los genitales. ‘El de gorrita no, que no se me acerque’. De a poco, se fue despertando y las molestias aumentaron. La mamá la ayudó a cambiarse y advirtieron manchas desangre en su ropa interior“, describe Baños.
De inmediato la trasladaron al Sanatorio Güemes, donde luego de un protocolo médico legal, se confirmaron “lesiones y señales inequívocas de haber sido abusada sexualmente”. Aún se desconoce si la intoxicación que sufrió “se dio solo por bebidas alcohólicas u otras sustancias”.
En diálogo con este medio, Baños comentó que la menor “se encuentra estable, contenida por la familia y por ayuda psicológica, y se procura que evite mirar televisión o los noticieros, que podrían comentar su situación”. Por otra parte, el letrado remarcó que “Pinar de Rocha tiene gran responsabilidad al fallar todos los controles de seguridad. ¿Cómo no advierten el ingreso de una chica de 14 años? Se advierte a la legua que no tiene 18″.
Hace un año, Pinar de Rocha había sido clausurado por no respetar el protocolo covid cuando actuó el cantante Pablo Lescano. Foto Rolando Andrade Stracuzzi
Pinar de Rocha, que volvió a abrir sus puertas, luego de la clausura que tuvo en 2021 por no cumplir con el protocolo Covid en un show del cantante Pablo Lescano, y que este lunes funcionaba normalmente, “está a disposición de la justicia en todo lo que sea necesario para ayudar a esclarecer los hechos”, le dijo a Clarín, Sergio Nemesio, abogado del boliche de Morón. “Nos pusimos en contacto con la familia, analizamos las cámaras, queremos que se resuelva cuanto antes”.
Nemesio contó que llegó a Pinar de Rocha “un oficio de la Fiscalía N° 4 de Morón (que intervendrá cuando la Fiscalía N° 58 de CABA se declare incompetente) en el que se nos notificó de una denuncia de una chica menor, que salió ebria del boliche y fue víctima de un abuso sexual. De esta manera entregamos las cámaras para que la fiscalía las analice, pero por lo que pudimos ver previamente, hay mucha gente en el VIP, no logramos divisar nada extraño“.
El abogado del boliche cree que “es muy difícil que el abuso sexual se haya producido en el VIP, que se encuentra en la parte superior de la pista, donde está lleno de gente. Es probable que haya sucedido en algún lugar escondido, quizás sin acceso a las cámaras. Hasta ahora no pudimos determinar el ingreso ni tampoco el hecho, algo de lo que ahora está en manos de la Justicia. Por nuestro lado, nos movimos rápido, interrogamos a nuestro personal y nadie vio nada raro”.
Sobre los controles que se realizan en la puerta del boliche, Nemesio explicó que “el ingreso es dinámico, que no se controla detalladamente cada documento y hay muchos casos en los que se truchan las identificaciones, se manipulan… Además, los viernes, el día que asistió esta chica, se permite el ingreso de jóvenes desde 16 y puede pasar por alto un menor de 14, cuya entrada está absolutamente prohibida”.
En los últimos diez años en Argentina hay un promedio de un femicidio cada 30 horas. Según el último informe de la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, durante 2020 se registraron 287 víctimas letales: 251 de femicidio directo y 36 de femicidio vinculado. La mayoría de los asesinatos ocurren en las casas de las víctimas y son cometidos por parejas o ex. Ante una duda o una urgencia, llamar al 144.
DÓNDE LLAMAR
Línea 144Atención para mujeres en situación de violencia.
Línea 137Atención a Víctimas de Violencia Familiar.
Cristian Eduardo Robledo fue declarado culpable del homicidio de Norma Antonia Guevara ocurrido el 20 de octubre de 2024
A casi un año del homicidio que conmocionó a Lomas de Zamora, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 dictó prisión perpetua para Cristian Eduardo Robledo, declarado culpable de asesinar con un arma blanca a su abuela, Norma Antonia Guevara, y de atacar gravemente a su prima de 11 años.
El fallo, emitido el lunes pasado, cierra una etapa judicial marcada por el dolor y el temor de la familia de la víctima, quienes consideraron la condena “un alivio”.
La sentencia puso fin a la causa por un hecho ocurrido la noche del 20 de octubre de 2024, en una vivienda situada en Castelli al 1700, Lomas Oeste.
Allí, Robledo atacó a puñaladas a su abuela dentro del domicilio donde residía, agredió a su prima menor de edad y escapó con dos teléfonos celulares y dinero en efectivo. La investigación estableció que el crimen no respondió a un robo planificado, sino a un episodio de violencia de género en el ámbito familiar.
La reconstrucción del caso expuso una secuencia de extrema violencia que tuvo como escenario la casa familiar de Guevara, de 68 años. Según fuentes judiciales, aquella noche, Robledo, de 24 años, mantuvo una discusión con su abuela, quien se negó a darle dinero. Testimonios recabados por la Fiscalía señalaron que el joven padecía adicción a las drogas y vivía en situación de calle, aunque recibía de forma regular la contención de la mujer.
La zona en donde ocurrió todo
Durante el altercado, Robledo utilizó un cuchillo de cocina para agredir a su abuela. Utilizó el mismo objeto para atacar a su prima de 11 años, quien resultó herida en el cuello. A diferencia de su abuela —que perdió la vida en el acto—, la menor sobrevivió y logró pedir ayuda a los vecinos, quienes alertaron a la Policía y solicitaron atención médica urgente.
La investigación descartó el móvil del robo simple, pese a la sustracción de objetos, e identificó el hecho como homicidio agravado en el contexto de violencia intrafamiliar, según informó el portal La Unión.
El hombre tenía antecedentes delictivos por robo agravado con uso de arma de fuego y denuncias previas por agresión hacia una expareja.
La intervención de la Fiscalía N°2 de Lomas de Zamora, a cargo de Fabiola Juanatey, fue clave para la recopilación de pruebas y testimonios. Las pericias psiquiátricas solicitadas durante la etapa de instrucción concluyeron que Robledo era plenamente consciente de sus actos al momento del crimen, lo que permitió avanzar hacia el juicio oral.
El tribunal consideró probadas las circunstancias que rodearon el hecho: el joven atacó primero a su abuela, la mató a cuchilladas y luego lesionó a su prima. Tras ello, escapó del domicilio con dos teléfonos y dinero, aunque fue capturado a pocas cuadras con las manos ensangrentadas y portando la cuchilla homicida, informó la policía.
El veredicto de prisión perpetua fue dictado en una audiencia celebrada el lunes último por el TOC 2 de Lomas de Zamora.
En los días previos al fallo, la familia hizo público su deseo de que la pena máxima recayera sobre el acusado.
La causa fue instruida por la fiscal Juanatey, especializada en violencia de género y familiar, quien acompañó a la familia durante todo el proceso judicial. La funcionaria solicitó el dictamen pericial y la recolección de evidencia para sostener la imputación por homicidio agravado.
Se trata de la ex pareja de la víctima, quien se cree que la habría empujado tras haber tenido una pelea. Además, se encontraron conversaciones que comprobarían que la joven habría sufrido violencia de género
La investigación sobre la muerte de Camila Soledad González, la joven de 29 años que murió después de haberse caído de un sexto piso en Corrientes, dio un giro determinante tras la imputación de L. L. C., un médico de 50 años y su ex pareja, por homicidio agravado por mediar violencia de género.
La acusación fue ratificada este martes, luego de que la fiscal de Investigaciones N° 1, Lucrecia Troia, solicitara la prisión preventiva del acusado, quien permanece bajo custodia desde el momento del hecho. Asimismo, subrayó que la investigación permitió dar con una serie de pruebas y testimonios que refuerzan la hipótesis de un femicidio.
“Se secuestraron teléfonos, se realizaron pericias en el lugar y el imputado ya declaró en sede judicial”, confirmó la investigadora judicial en declaraciones a Radio Dos. Además de estos elementos, señalaron que la causa cuenta con nuevos testimonios que describieron el contexto de violencia psicológica y control que habría predominado en la relación entre la víctima y el acusado.
Entre los testimonios incorporados, destacó el de una amiga de Camila, quien relató ante la Justicia detalles del vínculo que mantuvo con el médico. En palabras de la fiscal, la testigo habría aportado elementos que “brindan un contexto que refuerza la hipótesis de violencia de género”. También la actual pareja de la víctima prestó declaración ante la Fiscalía y sumó información relevante para la causa.
El edificio desde donde cayó la joven
De acuerdo con la información publicada por Corrientes al Día, también se evaluaría la posibilidad de que el hijo dela joven, de 10 años, sea sometido a una Cámara Gesell. “Se está tramitando, pero no se quiere revictimizar al menor. Habría estado en el lugar del hecho, pero necesitamos escucharlo a él”, explicó la fiscal Troia.
El caso ocurrió el viernes 10 de octubre en un edificio de la calle San Martín al 300, en el barrio Camba Cuá de la capital correntina. La Justicia intenta esclarecer si la caída desde el sexto piso fue un accidente, un suicidio o un femicidio. No obstante, la hipótesis de femicidio cobró fuerza a partir de los mensajes y las conversaciones que evidenciarían que habría existido una relación conflictiva y violenta entre la joven y el principal sospechoso.
La ex pareja fue detenida en el lugar de los hechos y este martes se confirmó su imputación
En los chats recuperados, Camila describía una convivencia marcada por los celos, el control y la manipulación. “La relación se volvió súper tóxica, pero yo opté por no darle bolilla”, escribió a una amiga durante su estadía en Bahía Blanca.
En otro mensaje, relató: “La casa estaba llena de cámaras y me controlaba todo el tiempo”. La presión ejercida por el médico la llevó incluso a eliminar fotos de sus redes sociales, como lo expresó en otro mensaje. “Yo ya entendí, no le sigo el juego”, había escrito la joven.
Tras finalizar la relación con L. L. C., Camila había iniciado un nuevo vínculo sentimental. De hecho, el jueves previo a su muerte, el médico se presentó en el departamento de la joven mientras ella cenaba con su nueva pareja, lo que derivó en una fuerte discusión. Horas más tarde, el acusado regresó al lugar.
El viernes, la joven llevó a su hijo a un entrenamiento de fútbol y tenía previsto reunirse con amigas por la tarde, según quedó registrado en su teléfono. Estos planes, según la Fiscalía, debilitan la hipótesis de que la mujer habría intentado quitarse la vida.
Ese mismo día, la joven cayó desde el sexto piso del edificio. El médico se encontraba en el departamento y fue el primero en ser detenido. Desde entonces, permanece bajo custodia, mientras la fiscalía espera los resultados de la autopsia, que serán determinantes para establecer si existieron lesiones defensivas o signos de haber tenido un forcejeo.
Por el momento, la investigación avanza con la recolección de testimonios de familiares, amigas y allegados, quienes coinciden en describir una relación de pareja marcada por la violencia psicológica y el control extremo. Todos los elementos reunidos hasta el momento complican la situación judicial del médico detenido, de acuerdo con la mirada de la Fiscalía.
El hecho ocurrió en la cárcel de Villa Las Rosas. La víctima recibió una herida en la zona cervical con un arma blanca tumbera
Un joven de 28 años fue asesinado este lunes en el penal de Villa Las Rosas, en Salta, tras ser apuñalado en su celda durante el horario de recreación del pabellón A2. Las cámaras de seguridad de la Unidad Carcelaria 1 registraron el ingreso de cinco internos al lugar donde se produjo el ataque.
Al tomar conocimiento de lo que sucedía, las autoridades trasladaron al joven al hospital San Bernardo, donde los médicos intentaron salvarle la vida mediante una intervención quirúrgica. Horas más tarde, falleció como consecuencia de las lesiones sufridas. Tanto la víctima como los presuntos agresores se encontraban cumpliendo condenas por delitos vinculados al robo.
Por el hecho hay cinco internos sospechados captados, cuando ingresaban a la celda de la víctima, por las cámaras de seguridad del penal
En las redes sociales, el joven asesinado había publicado imágenes en las que aparecía portando un arma de fuego y exhibía una actitud desafiante, acompañando una de las fotografías con la frase: “Me sobran balas”.
La Unidad de Graves Atentados contra las Personas 2 del Ministerio Público Fiscal intervino de inmediato, y los cinco sospechosos fueron apartados de la población general del penal.
Irá a juicio la presa que cambió de género en la cárcel de Bouwer y fue denunciada por violar a siete reclusas
La Justicia de Córdoba confirmó la elevación a juicio de la causa contra Gabriela Nahir Fernández, acusada de abuso sexual contra siete detenidas en el penal femenino de Bouwer. La imputada, de 34 años, cambió su identidad de género en 2018 y fue trasladada al pabellón de mujeres, donde habría cometido los delitos.
Irá a juicio la presa que cambió de género en la cárcel de Bouwer y fue denunciada por violar a siete reclusas
De acuerdo con la acusación del fiscal Juan Ávila Echenique, Fernández será juzgada como “probable autora penalmente responsable de los delitos de abuso sexual simple reiterado (dos hechos) en concurso real con abuso sexual gravemente ultrajante continuado en perjuicio de siete detenidas, calificado por el conocimiento de ser portadora de una enfermedad de transmisión sexual grave”.
Además, en uno de los episodios, se la consideró “coautora de abuso sexual con acceso carnal por la introducción de objetos análogos, calificado por el número de autores”, ya que habría actuado junto a otras dos presas, y se sumó la agravante de “uso de arma en grado de tentativa”.
En la misma resolución, el fiscal imputó a I. R. F. (42 años) y R. B. M. (26 años) como “probables coautoras penalmente responsables de los delitos de abuso sexual con acceso carnal por la introducción de objetos análogos”, en relación con una sola víctima, según información de La Voz del Interior.
El historial judicial de Fernández comenzó en octubre de 2016, cuando ingresó a prisión bajo el nombre de Gabriel y, un año después, recibió una condena de tres años por “lesiones leves calificadas y privación de la libertad calificada”. En noviembre de 2018, manifestó ante la Justicia: “Me autopercibo mujer”, lo que motivó el cambio de identidad de género y su traslado al sector femenino del penal de Bouwer. En ese contexto, rechazó las condenas por violencia de género, argumentando que “no son compatibles con el género al que actualmente estoy arraigada”.
Mientras cumplía condena, en abril de 2019, Fernández fue imputada por “privación ilegítima de la libertad, lesiones leves y amenazas” contra una mujer, y poco después obtuvo la libertad condicional. Hacia finales de 2019 y nuevamente en 2022, enfrentó denuncias que fueron archivadas. Ya en libertad, en 2023, fue denunciada por “privación ilegítima de la libertad, amenazas y lesiones leves calificadas”, y posteriormente por “violación de domicilio, coacción y desobediencia”, lo que derivó en su detención y, en 2024, en la prisión preventiva.
Durante su reclusión en el anexo Sala A del Establecimiento Penitenciario Nº 3, se detectó el abuso contra una compañera de celda. Tras varias sanciones disciplinarias, las autoridades decidieron trasladar a Fernández a otro penal para resguardar a la víctima. Actualmente, permanece en régimen de aislamiento dentro del penal femenino de Bouwer, mientras las tres acusadas continúan detenidas.